Encuentran 30 bolsas de plástico en el estómago de una ballena
El mayor depredador que surca los mares y los océanos no es el tiburón blanco ni la orca asesina. Tampoco es el ser humano. Al menos de forma directa. Ahora mismo, en 2017, no hay nadie que mate más y de manera más efectiva bajo el agua que las bolsas de plástico.
Así ha quedado demostrado tras conocerse el caso de una ballena a la que se ha tenido que practicar la eutanasia tras quedar varada en la costa de Noruega.
El ejemplar, perteneciente a la especie zifio o también llamada ballenato de Cuvier, apareció con bajo peso y con aspecto de estar malnutrido en la isla de Sotra, cerca de la ciudad de Bergen.
A pesar de los intentos de los lugareños y de los científicos de la Universidad de Bergen, el animal no pudo volver al mar ya que su estado era tremendamente grave. Por ello, se decidió que se le aplicara la eutanasia.
Cuando el cuerpo del animal fue llevado al laboratorio para investigar las causas de su mal estado, los investigadores descubrieron en su estómago 30 bolsas de plástico. Al parecer, tanta acumulación de basura en su interior hizo imposible que el ballenato pudiera alimentarse o digerir, por lo que terminó en un estado de extrema debilidad y a la deriva.
“El estómago de la ballena estaba lleno de bolsas y de paquetes que estaban en inglés y en danés”,asegura el zoólogo Terje Lislevand en declaraciones concedidas a diversos medios noruegos. “No es una sorpresa, pero síque provoca tristeza”.
El mismo científico asegura que las bolsas bloquearon los intestinos del animal, una circunstancia que muy probablemente le causó un intenso dolor y le impidió alimentarse.
La alimentación de los zifios suele estar formada por peces y por calamares, y suelen alcanzar los 7 metros de longitud. “Las bolsas ocupaban un gran espacio en su estómago”, asegura Lislevand. “No pudo estar bien dadas las circunstancias. Debió sufrir mucho”.
En la actualidad se estima que hay 5 billones de bolsas de plástico en los océanos. En Europa se utilizan 100 millones de bolsas de este tipo al año, de los que se estima que 8 millones finalmente terminan en el mar. Se espera que para el año 2050 haya más bolsas que peces en el mar. Un futuro aterrador que podemos empezar a cambiar hoy, dejando de usar este producto.
CADA KILÓMETRO CUADRADO DE OCÉANO CONTIENE UN PROMEDIO DE 28,750 PEDAZOS DE PLÁSTICO FLOTANTE
El Océano Pacífico contiene tal cantidad de desechos de plástico que cubre un área equivalente a dos veces el tamaño de los Estados Unidos.
LA ISLA DE LA BASURA EN EL OCÉANO PACÍFICO

Residuos de la población terrestre, desechos que provienen de barcos y plataformas petroleras viajan en un vórtice justo debajo de la superficie del océano que a menudo terminan depositándose en las playas de Hawái.
Ambos lados de Hawái están llenos de basura. Los desperdicios que se pueden encontrar en las playas son de todo tipo. Desde pequeñas bolsas de plástico a balones de fútbol o kayaks.
El basurero más grande del mundo: conocido como el “vórtice de plástico” este deposito de basura ubicado entre Hawai y Estados Unidos tiene una extensión de casi 700 mil kilómetros cuadrados
Como un fiel reflejo de la filosofía de Estados Unidos y muchos otros países frente a la basura, la clásica estrategia de guardar bajo la alfombra lo que no se quiere ver, a pesar de que eventualmente respiremos y convivamos espacialmente con ese deshecho oculto en la conciencia de nuestro hogar, emerge en el Océano Pacífico un monumental deposito de basura conocido como el “Vórtice de plástico”.
Este lugar, cuya extensión es de 692,000 km/2, superando así el tamaño de países como Francia o España, esta ubicado en una isla entre Hawai y la costa oeste de Estados Unidos. Pero lo más patético es que esta “isla de la basura” ni siquiera es un deposito pre planeado para albergar masivos deshechos, sino que los restos de plástico y basura se concentran en una zona debido a un movimiento circular de las corrientes ecuatoriales que gira en dirección de las manecillas del reloj, cerca de las islas Hawái.
Así, este colosal deposito se alimenta de basura que es arrojada en aguas de Norteamérica y del sureste asiático.
En 2009, con el apoyo del Instituto Scripps de Oceanografía, un grupo de científicos y ambientalistas iniciaron una expedición con los barcos New Horizon de Scripps en San Diego y el Kaisei de San Francisco para evaluar el impacto del “vortex” en la vida marina del Océano Pacífico. La evaluación confirmo que es altamente nociva la presencia de este “Vórtice de plástico” ya que no sólo muchas especies confunden las bolsas de plástico por medusas, sino además, en la medida en que el plástico se cocina con el sol del océano, despide toxinas al mar que afectan la vida animal y humana y eventualmente repercuten de manera importante en la atmósfera planetaria.
Un estudio reciente sugiere que toda la contaminación que flota en el mar se está filtrando en nuestros alimentos, en especial, al pescado que consumimos.
Chelsea Rochman de la Universidad de San Diego encabezó un estudio que tenía como propósito definir el impacto que la Isla de Basura del Pacífico tiene sobre el pescado que consumimos, los resultados fueron realmente impactantes.
En los últimos años ha surgido mucha evidencia que confirma que los animales marítimos consumen plástico, es casi inevitable pensar en los cadáveres de albatros cuyos estómagos están repletos de basura, pero, se le ha dado poco seguimiento a los peces que consumen basura y que después nosotros comemos.
Según Rochman, que estudió la Isla de Basura, hay muchos pedazos pequeños que los peces pueden confundir con alimentos, esto es particularmente preocupante ya que el plástico absorbe toxinas peligrosas del agua, por ejemplo policlorobifenilos (PCB) y polibromodifenil éteres (PBDE).
Para comprender exactamente cuanto afecta a los peces consumir plástico, Rochman y sus compañeros estudiaron al pez-arroz japonés. Los científicos dividieron a los peces en tres grupos: el primero fue alimentado con pequeños pedazos de plásticos que habían sido remojados en agua de la Bahía de San Diego por tres meses, el segundo con pedazos de plástico limpio, y el tercer grupo tuvo una dieta normal y libre de plástico.
Los resultados fueron muy claros: “Estamos completamente seguros de que el plástico funge como un vector que transfiere químicos nocivos a los peces y a nuestra cadena alimenticia”, explica Rochman.
Los peces que habían consumido el plástico remojado en agua contaminada desarrollaban problemas de salud, afectando principalmente el hígado, algunos de los peces incluso desarrollaron tumores. Los químicos de filtraban directamente al cuerpo de los peces.
El estudio es desconcertante porque estos pequeños peces son la base de la alimentación de muchos otros más grandes, por ejemplo del atún, uno de los pescados que más consumimos actualmente.
Rochman explica que “Si estos pequeños peces están comiendo el plástico y están siendo expuestos a estos químicos, y un pez más grande se come a cinco peces pequeños, está comiendo cinco veces la dosis, y luego el siguiente pez, digamos que un atún, se come cinco de esos peces, está consumiendo veinticinco veces esa dosis”.
Dada la enorme contaminación de los mares, es recomendable limitar nuestro consumo de peces grandes, es mejor consumir peces más pequeños como las sardinas.
Pero la basura marina no solo afecta al Pacífico. Las Naciones Unidas estiman que cada kilómetro cuadrado de océano contiene un promedio de 28,750 pedazos de plástico flotantes.
PERO HAY UNA SOLUCIÓN
Alguien Descubrió la Forma de Limpiar el Mar del Plástico, Porfin! Y es Sólo un Niño…
Este niño descubrió cómo limpiar los desechos plásticos del mar en pocos años Boyan Slat descubrió una forma sencilla, barata y efectiva de acabar con la gran masa de basura plástica que ronda en los océanos, que está matando a millones de animales al año y generando consecuencias lamentables.
Llevamos décadas llenando el mar de basura y acumulando millones de toneladas de plástico que se concentran en grandes masas en medio de los océanos. ¿Sabías que 100 mil mamíferos y un millón de aves marinas mueren por esta causa al año? Hay lugares donde hay 6 veces más plástico que plancton.
Además estos plásticos absorben otros desechos químicos tóxicos, aumentando su concentración a un millón de veces y si entran a la cadena alimentaria cuando un pez lo come, permanecen hasta llegar a nosotros (algunos de ellos ingieren hasta 24.000 toneladas al año). Estas son solamente algunas de las consecuencias nefastas de esta contaminación.
Boyan Slat, un adolescente holandés de 19 años, estaba buceando en Grecia y, cuando se cruzó con más bolsas plásticas que peces, entró en conflicto. Se impactó al conocer todos los efectos de esta contaminación. ¿Cómo ni siquiera la gente involucrada en el tema estaba haciendo estudios serios para solucionar este gran problema? Entonces, cuando recién tenía 16 años, decidió hacer algo al respecto y buscando una respuesta llegó a la pregunta del millón.
¿Por qué moverse en el mar costosamente recolectando deshechos si las mismas olas pueden traerlos hacia ti? Ese fue el principio clave para descubrir lo que promete convertirse en la solución más efectiva para salvar a nuestros océanos: The Ocean Cleanup. ¿Y cómo empezó? Como un simple proyecto de ciencias en el colegio.
Los océanos se limpian solos
Tal vez ignoramos que en el medio de estas enormes masas de agua que rodean a los continentes existen los llamados giros, corrientes marinas giratorias que se mueven de manera constante y, por defecto, cinco de ellas están llenas de residuos plásticos. Boyan pensó en usar estas fuerzas en su propio beneficio y así concluyó que podría limpiar casi la mitad de la gran mancha de basura del Pacífico, en sólo 10 años. Versus recogerlos con redes, que tardaría miles de años y costaría miles de millones de dólares. ¿Qué tan cierto y posible es?
The Ocean Cleanup propone instalar una barrera flotante sólida amarrada al fondo del océano,estable y resistente a las tormentas, para acumular toda la basuraplástica que naturalmente arrastra un giro.
La mayoría de los residuos de este material se pueden encontrar en los primeros 3 metros de superficie,comprobó Slat, por lo que es fácil de atrapar. La barrera no afecta la vida marina, ya que al ser sólida y no una red, no puede enredarse en ella y además casi todos fluyen en una distancia más profunda. En el peor de los casos, se podría ver afectado el plancton, pero toda la pérdida de un año toma solamente 7 segundos en restaurarse, explica.
Al presentar inicialmente su idea, Boyan no fue muy escuchado, pero poco a poco empezó a hacer más sentido hasta que logró conformar un equipo de profesionales que quiso apoyarlo en la iniciativa. La iniciativa se viralizó, entusiasmando a muchos más, aunque también recibió fuertes críticaspor pensarse que era un ideal imposible de cumplir.
Pero finalmente era solo una idea soñadora y, hace unos pocos días, luego de meses de profunda investigación y pruebas, The Ocean Cleaup pudo comprobar su viabilidad al 100%(y de paso responder con certeza a cada uno de los ataques). A lo largo de un extenso estudio de más de 500 páginas, se demuestra su efectividad. Este sistema podría, con una barrera de 100 km, en un período de 10 años, recolectar y retirar casi la mitad del plástico de la zona norte del océano Pacífico, a un costo de 6 dólares por kilo removido, 33 veces más barato que los métodos convencionales.
Además, Boyan cuenta que en sus pruebas lograron recolectar media tonelada de plásticos y probaron que se pueden convertir en aceite y ser casi igual de útiles para reciclar, que el plástico usado común.
Actualmente están trabajando en un piloto a gran escala, que funcione de 3 a 5 años, mientras buscan apoyo y patrocinio de empresas y organizaciones. También tienen un fondo al que se puede aportar para poder llevar a cabo con mayor alcance esta gran idea y su meta es conseguir 2 millones de dólares en 100 días.
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EN 2017 SIGUEN LAS INVESTIGACIONES PARA ESTE GRAN PROYECTO DE LIMPIEZA DE LOS OCÉANOS
http://www.nationalgeographic.es/medio-ambiente/la-basura-que-flota-en-nuestros-ocanos
http://ecoosfera.com/2010/08/la-isla-de-la-basura-en-el-oceano-pacifico/
ENLACES RELACIONADOS:
https://serunserdeluz.wordpress.com/2015/01/04/que-tanto-dano-ambiental-hacen-los-cruceros/
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© Silvia Eugenia Ruiz Bachiller, Puedes copiar y publicar este artículo, siempre y cuando incluyas el enlace al artículo, no lo uses con fines comerciales, no lo modifiques, no quites el © ni este último párrafo que le sigue, enlaces incluidos.
Imágenes tomadas de internet.
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