8 M HUELGA FEMINISTA 8 DE MARZO
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Hola amigos, como me uno a la huelga feminista 8m, del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer; mañana no habrá posts en ninguno de mis tres blogs.
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© Silvia Eugenia Ruiz Bachiller, Puedes copiar y publicar este artículo, siempre y cuando incluyas el enlace al artículo, no lo uses con fines comerciales, no lo modifiques, no quites el © ni este último párrafo que le sigue, enlaces incluidos.
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Perder al hijo que esperabas es duro.
Que te culpen por ello y te metan en la cárcel, más.
Eso es lo que la salvadoreña Teodora Vásquez asegura que hicieron con ella las autoridades de su país cuando solo tenía 24 años.
Vásquez salió el pasado jueves de la cárcel después de una década presa por un aborto del que ella siempre dijo que fue espontáneo y no provocado.
Después de años de recursos en los tribunales y de reivindicación en las calles alentada por Amnistía Internacional y otras organizaciones que la apoyan, su caso se ha convertido en un ejemplo de la lucha por los derechos de los mujeres en un país que tiene uno de los marcos legales sobre el aborto más restrictivos del mundo.
Teodora le contó a BBC Mundo la historia de cómo su vida se torció en 2007, cuando tenía un hijo de cuatro años, al que peleaba por alimentar con su sueldo de empleada en una escuela, y esperaba al segundo.
Y también cómo su camino ahora acaba de enderezarse.
¿Qué fue lo que pasó?
Estaba trabajando en el colegio y a eso de las dos de la tarde me empecé a sentir muy mal. Estaba en el noveno mes de embarazo y creía que iba a nacer mi bebé. Como los dolores no pasaban, sino que aumentaban, llamé a una ambulancia. Hasta cinco veces, pero nunca llegó.
¿Qué hiciste entonces?
Me dieron ganas de hacer pipí y fui al baño. Al bajarme la ropa interior, noté algo que se desprendió dentro de mí. En ese mismo instante me desmayé.
¿Y luego?
Busqué a mi compañera para que me dijera lo que había pasado, que mirara en el baño y me dijera lo que había ahí. En ese momento llegó la policía. Vio las huellas de sangre y preguntó de quién era lo que había en el baño. Yo, sin temor, porque sabía que no había hecho nada malo, dije que era mío. Me preguntaron: «¿Por qué lo hiciste?». «Yo no he hecho nada», contesté. «Has matado a tu hijo», me dijo el policía. Fue así como supe que era mi bebé lo que había en el baño. Y ahí me capturaron.
¿Cómo te sentiste cuando supiste que habías perdido a tu hijo?
Me sentí derrotada porque yo tenía todas las esperanzas de tener a mi hijo. Tenía tanta ilusión… Mi mundo se derrumbó porque perdí a mi bebé y también mi libertad, y con ella el derecho de estar con otro hijo y con mis padres. Yo me había construido una vida, y lastimosamente no salió como la había proyectado.
¿Cómo te trató la policía en esas horas que pasaron después de perder a tu hijo?
Muy mal. En El Salvador se aceptan todo tipo de delitos, menos esos. Me insultaban, me tiraban la puerta del carro, se negaban a llevarme al baño cuando yo lo pedía, me negaban los medicamentos. No hicieron nada por mí.
¿Qué insultos eran esos que te decían los policías?
Me decían que era una mala madre y una perra.
¿Eso ocurrió justo después de que hubieras perdido a tu bebé?
Sí. Recuerdo que había una mujer que era la que me trataba peor.
¿Se te informó del motivo de tu detención?
Me dijeron que me llevaban por haber matado a mi hijo. Esa fue la explicación.
¿Sufriste alguna agresión física?
No.
Finalmente, te condenaron a 30 años de prisión por asesinato agravado. ¿Tuviste una adecuada defensa legal?
No. Si hubiera sido así, yo no hubiera pasado tanto tiempo en la cárcel. Los abogados defensores que llevaba abandonaron el proceso. En la audiencia en la que me condenaron estuve sola, acompañada tan solo por un abogado de la Procuraduría al que le habían asignado mi caso solo 11 horas antes y no sabía nada de él.
Teodora pudo salir de la cárcel gracias a una sorprendente decisión del Tribunal Supremo de El Salvador, que decidió conmutar su pena.
Sin embargo, no se ha reconocido su inocencia, por lo que sus abogados presentarán más recursos.
En 2016, Amnistía Internacional le presentó al gobierno 250.000 firmas «exigiendo la libertad» de la mujer.
Y en noviembre pasado, Naciones Unidas pidió a las autoridades de El Salvador la revisión de los casos de mujeres que cumplen largas penas por provocarse aborto.
Según la organización salvadoreña Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto, actualmente unas 27 mujeres cumplen penas de entre seis y 35 años por la penalización del aborto.
El gobierno del presidente Salvador Sánchez Cerén propuso en 2016 impulsar una reforma para permitir la interrupción del embarazo enlos casos en que la vida de la madre esté en riesgo o sea fruto de una violación, pero el proyecto no ha prosperado en el Congreso.
El Salvador sigue siendo junto a Nicaragua, Honduras, Haití, Surinam, Andorra y Malta uno de los pocos países del mundo que mantienen una prohibición absoluta del aborto.
¿Tuviste apoyo del padre de tus hijos tras el aborto y el encarcelamiento?
A los tres meses de entrar yo en la cárcel, él nos abandonó a mi hijo y a mí, y se fue con otra mujer.
¿Volviste a saber de él?
No, ni quiero.
Te metieron en el Centro de Readaptación de Mujeres de Llopango, en San Salvador. ¿Cómo era un día normal en la cárcel?
Me levantaba a las cinco de la mañana, me duchaba, comía un poco y me iba a la escuela. Por la tarde regresaba a unos talleres y a las seis de la tarde me iba a dormir.
¿Pensaste en algún momento que no podrías resistir, que lo que te había ocurrido te superaría?
Llegué a pensarlo. Por momentos, sentía que no iba a aguantar. Encontré la fuerza para continuar en mi hijo, que me iba a visitar. Y en el resto de mi familia. Eso me dio la fortaleza para aguantar todo ese tiempo en ese lugar.
¿Cuántas veces a la semana te visitaban?
Las visitas eran solo una vez al mes.
¿Compartías tu celda con alguien?
Éramos unas 70 mujeres en cada dormitorio.
¿Cómo eran las condiciones allí?
Estaba limpio porque nosotras limpiábamos una vez a la semana. Pero había bastante falta de agua. Te daban solo dos botellas de plástico rellenas. Con una tenías que lavar la ropa y los cacharros, y con la otra bañarte. Y a veces no alcanzaban las botellas en el reparto. Había que esperar una cola y muchas veces se acababa el agua cuando te iba a tocar a ti.
También faltaban las medicinas. No teníamos derecho a enfermarnos más que cada seis meses, que era cuando te pasaban consulta. Si enfermabas antes, te quedabas sin medicinas.
¿Qué tal era la comida?
Horrible. Estaba cruda, a veces podrida. Muchas veces había gusanos.
El aborto no es muy popular entre la población reclusa. ¿Tuviste algún problema en la cárcel porque se te había condenado por un aborto?
Me discriminaban, a mí y a las otras compañeras que estaban en la misma situación en ese lugar. Cuando había actividades con presas que lo eran por otros delitos, nos dejaban solas.
¿Alguna vez fuiste agredida?
Verbalmente, sí.
No es agradable recordarlo, pero ¿qué te decían?
(Tarda en contestar) Como la policía, que yo era una perra y que era mejor que mi madre hubiera abortado y yo no hubiera nacido para hacer lo que decían que hice.
¿En todo este tiempo encerrada te sentiste culpable alguna vez o pensaste que si te ocurría aquella desgracia era porque habías hecho algo mal?
No. Nunca dudé de mi inocencia.
Otras mujeres entraron en la cárcel por el mismo delito del que te acusaban a ti. ¿Cómo fue la relación con ellas?
Compartíamos el mismo dolor, el mismo sentir. Sentíamos que si nos discriminaban a una nos discriminaban a todas. La relación que construimos fue lo mejor que me pudo pasar. Ellas se ganaron mi corazón y ahora nos amamos.
¿Qué tal te trataba el personal de seguridad de la prisión?
Al principio, mal. Me tiraban la puerta a la cara y no me escuchaban. Pero cuando supieron el apoyo que teníamos de diferentes países y que había gente trabajando por nuestra liberación, empezaron a aceptarnos un poco más. Dejaron de meterse con nosotras porque teníamos gente que nos defendiera.
¿Qué harás con tu vida ahora que vuelves a ser una mujer libre?
Ahora quiero pasar unos días para disfrutar a mi familia. Y he firmado un contrato de trabajo. Espero tener un dinero para inscribirme en la universidad y sacar una carrera. No me importa el precio que tenga que pagar, pero quiero que mi hijo y yo seamos unas personas preparadas.
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Fuente:
Isis, del griego antiguo: aset, ‘trono’‘ es el nombre griego de una diosa de la mitología egipcia. Su nombre egipcio era Aset, que significa trono, representado por el jeroglífico que portaba sobre su cabeza. Fue denominada «Gran maga», «Gran diosa madre», «Reina de los dioses», «Fuerza fecundadora de la naturaleza», «Diosa de la maternidad y del nacimiento».
Gea, Gaia o Tellus, la de anchos pechos, surge después del caos, y trae el orden y el equilibrio. Gea, la diosa madre, una de las seis divinidades primarias de la mitología griega. Creadora del universo, alumbró por sí misma el cielo estrellado, mismo al que se le llama Urano. En grecia se le rendía culto como diosa madre.
Originalmente una diosa frigia, Cibeles era la diosa de la Madre Tierra que fue adorada en Anatolia desde el neolítico. Como la Gea o su equivalente minoica Rea, Cibeles era la personificación de la fértil tierra, una diosa de las cavernas y las montañas, murallas y fortalezas, de la Naturaleza y los animales (especialmente leones y abejas).
Su equivalente romana era Magna Mater, la Gran Madre. Su título «Señora de los Animales», que también ostentaba la Gran Madre minoica, revela sus arcaicas raíces paleolíticas. Es una deidad de vida, muerte y resurrección.
Los romanos llamaron a esta celebración Hilaria cuando la adquirieron de los griegos. Se celebraba el 15 de marzo en el templo de Cibeles y durante tres días se realizaban ofrendas.
Los católicos transformaron estas celebraciones para honrar a la Virgen María, la madre de Jesús. En el santoral católico el 8 de diciembre se celebra la fiesta de la Inmaculada Concepción, fecha que los católicos adoptaron para la celebración del Día de las Madres.
En Inglaterra hacia el siglo XVII, tenía lugar un acontecimiento similar, también relacionado con la Virgen, que se denominaba Domingo de las Madres. Los niños concurrían a misa y regresaban a sus hogares con regalos para sus progenitoras. Además, como muchas personas trabajaban para gente acaudalada y no tenían la oportunidad de estar en sus hogares, ese Domingo se le daba el día libre para visitar a sus familias.
En 1870 la poetisa y activista Julia Ward Howe escribió la Proclama del día de las madres, un apasionado llamado a la paz y al desarme.Durante un par de años, Ward Howe empeñó sus esfuerzos en llevar a cabo un congreso de esta naturaleza.
De todos modos, en 1873, mujeres en 18 ciudades estadounidenses realizaron una reunión del Día de las Madres. Boston lo siguió celebrando durante al menos una década más. Al paso de los años, se fueron apagando más festejos. Howe continuó trabajando por otras vías por los derechos de las mujeres y por la paz. El 12 de mayo de 1907 Ana Jervis dos años después de la muerte de su madre, quiso conmemorar el fallecimiento y organizó un día de la madre para hacerlo. A partir de entonces encabezó una activa campaña que fue extendiéndose a todo el territorio de los Estados Unidos.
Finalmente, siete años después el presidenteWoodrow Wilson declaró en el año 1914, el Día de la Madre como el segundo domingo de mayo enEstados Unidos. Así fue gestado el día internacional de la madre que después fue encontrando eco en otros países que lo adoptaron hasta tenerse la celebración conocida en la actualidad.
Honrar la maternidad también fue característica de las culturas que poblaron Mesoamérica antes de la Conquista. Una de ellas, la azteca, rendía culto a la madre de su dios Huitzilopochtli, la diosa Coatlicue, «la de la falda de serpientes».
Según el mito de Huitzilopochtli, Coatlicue fue muerta a manos de sus hijos, las estrellas (los 400 surianos), comandados por Coyolxauhqui, la diosa de la luna, quienes le quitaron la vida para que no diera a luz a su hijo Huitzilopochtli, quien representaba al sol, sin embargo, éste sí pudo nacer, venciendo a las tinieblas.
Los aztecas rendían especial tributo a esta diosa y dedicaron a ella hermosas esculturas en oro y plata y también esculturas monumentales en piedra (como la que está en el Museo Nacional de Antropología e Historia), que no sólo revelan profundo sentido artístico sino la importancia tan grande que ellos concedían a la maternidad.
El más representativo de estos rituales era el celebrado a mediados de la primavera, en el cerro del Tepeyac, con el fin de honrar a la madre de los dioses, Tonantzin, cuyo nombre significa «nuestra madre venerable».
Esa tradición se ha conservado, pero ahora en honor de la Virgen de Guadalupe y las mayores peregrinaciones de llevan a cabo el 12 de diciembre.
Los festejos a la maternidad entre los aztecas eran de carácter sacro. Peregrinar desde distintos puntos del Anahuac (antiguo México) para honrar a Tonatzin, era un acto de comunión cósmica y una ceremonia de reconocimiento a la propia madre.
Tonatzin, como dice la historiadora Bibiana Dueñas, «era “la Madrecita”, y tenía por mayor atributo la vida; ella la daba. De allí su importancia y su fuerza más grande. Era el elemento vital de la sangre y, por lo tanto, también la guerra y la muerte eran sus atributos». En las fiestas se le invocaba como «madre de las divinidades, de los rostros y los corazones humanos».
En México, el día de la madre se celebra anualmente el 10 de mayo, sin ajustarse a días de la semana como otros países. Se menciona en diversas fuentes electrónicas que debe su inicio en parte a la reacción que existía al momento en contra de los primeros movimientos feministas del siglo XX los cuales incluyen: el Primer Congreso Feminista en Mérida, Yucatán; la Escuela Racionalista impulsada por Felipe Carrillo Puerto, gobernador de Yucatán en 1922 y la creación de Ligas Feministas.
Estos movimientos, apoyaban la maternidad como una opción y fomentaban el uso de los métodos anticonceptivos. Con el afán de convencer al público se dedicaban a dar conferencias sobre profilaxis, enfermedades venéreas, temas jurídicos, etc.
La historia sobre como se estableció esta fecha es muy controvertida. Se conoce que el 10 de mayo se festejó por primera vez en 1911, pero fue hasta 1922 cuando se institucionalizó la fecha.
Esta institucionalización se debió a una iniciativa que encabezó el periodista Rafael Alducín, director del periódico Excelsior. Se menciona que fue influenciado por una propuesta de José Vasconcelos, Secretario de Educación, de dedicar un día a la madre.
Cabe mencionar que esta iniciativa tenía como objetivo principal reducir la influencia que estaban adquiriendo los grupos feministas en cuanto al uso de los métodos anticonceptivos. Para mayor efectividad en su lucha contra ellos se comenzó a premiar a las mujeres que tuviesen más hijos.
El día 10 de Mayo se ha convertido en una de las fechas más esperadas y conmemoradas en México, su relevancia ha generado tanto impacto en la cultura mexicana que a partir de su inicio y hasta la fecha de hoy se realiza con mucho entusiasmo apoyada por diversas fuentes como lo son la local, municipal, estatal e incluso gubernamental. Es importante recordar que en distintas poblaciones la celebración se lleva a cabo de diferente manera. Por ejemplo, en ciertos poblados suele haber misa todo el día en homenaje a la Virgen de Guadalupe.
En México, para demostrar el cariño y aprecio que se le tiene a la madre es tradicional dar inicio al festejo con la famosa canción «Las Mañanitas», ya sea a capela, con la ayuda de un mariachi o un trío contratado.
Muchas familias acostumbran reunirse para festejar a las madres tratando de pasar el mayor tiempo posible con ellas a fin de homenajearlas en su día, se organizan para llevar algunos platillos y comer todos juntos o quizá para visitar algún restaurante; también se les agasajan obsequiándoles flores, regalos y además de que múltiples tiendas ofrecen sus productos o servicios con promociones a fin de estimular las compras.
Mercadotecnia o no, el festejo del 10 de mayo es un evento que le permite a las personas tener un acercamiento con esas mujeres que los llevaron en su vientre por nueve meses; y cada familia de acuerdo a sus costumbres o posibilidades busca darle un homenaje a su esfuerzo y determinación; el objetivo sin duda es preservar este festejo.
En todos los municipios mexicanos se celebra mediante honores o festivales que comúnmente se llevan a cabo en escuelas o explanadas municipales para incluir a la mayor cantidad posible de mamás. A lo largo de todo el país, los gobiernos municipales realizan estos eventos en sus plazas cívicas con el mismo interés de venerar a las progenitoras de la humanidad. Por lo general, realizan rifas en la cuales participan únicamente las madres, eventos musicales y de entretenimiento.
La mayoría de las escuelas se enfocan en habilidades que poseen los alumnos para montar todo un show donde se realizan actividades que van desde la perfecta redacción de sentimiento de un poema, el canto de un cierto número de estudiantes de una bella melodía, hasta un bailable folclórico o moderno creado por los mismos estudiantes, todo esto teniendo en mente el agrado de las festejadas.
Otro aspecto que resalta en los festivales escolares es la entrega de un regalo, algo creativo hecho por los mismos alumnos como puede ser un dibujo, una carta, flores diseñadas con diversos materiales como papel china, crepe, colores, etc..
El gobierno estatal por su parte, también participa en tan nombrada celebración de una forma muy similar. A pesar de que el gobierno de la república no realiza un evento, el presidente de la república generalmente hace uso de los medios de comunicación para externar sus felicitaciones a todas las madres de México y en ocasiones establece compromisos en beneficio de la mujer en estas fechas.
Sumado a todas estas fuentes, existen empresas nacionales que de igual manera realizan eventos masivos para dar honor a todas las madres de México.
Datos tomados de:
http://es.wikipedia.org/wiki/Isis
http://imagenespreferidas.blogspot.mx/2011/06/cibeles-diosa-de-la-madre-tierra-la.html
http://elmundodefawn.blogspot.mx/2012/02/gea-la-diosa-tierra-y-urano.html
http://es.wikipedia.org/wiki/D%C3%ADa_de_la_Madre
© Silvia Eugenia Ruiz Bachiller, Puedes copiar y publicar este artículo, siempre y cuando incluyas el enlace al artículo, no lo uses con fines comerciales, no lo modifiques, no quites el © ni este último párrafo que le sigue, enlaces incluidos.
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Silvia Eugenia Ruiz Bachiller, Autora de “TÚ Y YO SIEMPRE”, novela romántica. La historia de amor de Almas gemelas, su karma, reencarnación y regresiones a vidas pasadas.
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Tú y Yo Siempre
foto Angel Sosa
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El sexagésimo primer período de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW 61), que tendrá lugar en la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York, del 13 al 24 de marzo de 2017, se centrará en el tema de “El empoderamiento económico de las mujeres en el cambiante mundo del trabajo”. La Comisión es una de las mayores reuniones anuales de líderes mundiales, ONG, actores del sector privado, socios de las Naciones Unidas y activistas de todo el mundo en centrarse en la situación de los derechos y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas, en cualquier parte del mundo.
El período de sesiones de este año se celebra en un momento crucial, debido a que el mundo laboral está cambiando a un ritmo rápido, impulsado por la innovación, la globalización y una mayor movilidad de las personas. Simultáneamente, se ve afectado de forma negativa por el cambio climático, las crisis humanitarias, la creciente informalidad laboral y las desigualdades económicas. Para lograr economías sostenibles y saneadas, el mercado laboral debe empoderar a las mujeres y eliminar las desigualdades persistentes que impiden a las mujeres colocarse en pie de igualdad con los hombres.
Ya sea la igualdad de salarios, el trabajo no remunerado de las mujeres, el empleo decente, la eliminación de las barreras discriminatorias o la inversión en el acceso de las mujeres a las economías ecológica y digital, ONU Mujeres desvela las cuestiones fundamentales que afectan a las mujeres en el cambiante mundo del trabajo.
Un mundo cambiante, un trabajo cambiante
Tailandia, 2015. Foto: ONU Mujeres/Pornvit Visitoran. | Líbano, 2015. Foto: ONU Mujeres/Joe Saad. | Kenya, 2016. Foto: CIAT/Georgina Smith.
El mercado laboral está cambiando a gran velocidad, debido a la innovación y al aumento de la movilidad y de la informalidad. Pero el cambio tiene que ser más rápido en lo que respecta a empoderar a las mujeres que, con su trabajo, han reportado muchas de las ganancias globales de las últimas décadas. Las mujeres siguen teniendo en su mayoría trabajos menos lucrativos y que no permiten disfrutar de prestaciones. Ganan menos que los hombres, aun cuando soportan el enorme peso —fundamental en términos económicos— que representan el trabajo de cuidado no remunerado y el trabajo doméstico. Lograr el empoderamiento económico de las mujeres requiere de un cambio transformador para compartir la prosperidad de forma equitativa, sin dejar a nadie atrás. La comunidad internacional ha asumido este compromiso en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Todas las mujeres deberían poder disfrutar de su derecho a un empleo decente. Como defensora mundial a favor de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres, la pregunta que se hace ONU Mujeres es: ¿cómo conseguirlo? Lea más »
La globalización, las innovaciones digitales, el cambio climático, entre otros factores, continúan transformando el mundo en el que trabajamos, planteando tanto retos como oportunidades para liberar el potencial económico que atesoran las mujeres para crear un futuro mejor. Para explorar algunos datos sobre la situación actual de las mujeres en el cambiante mundo del trabajo, vea la infografía completa »
Vea paquetes editoriales de años anteriores: CSW60, CSW59, CSW58, CSW57 y CSW56.
Fuente:
En todo el mundo, las mujeres apenas ganan 77 centavos por cada dólar que gana un hombre por un trabajo de igual valor. Esto provoca una desigualdad de ingresos entre mujeres y hombres de por vida y hace que más mujeres sean abocadas a la pobreza.
Esta desigualdad tenaz en los salarios medios de las mujeres y los hombres se mantiene en todos los países y sectores, debido a que el trabajo de ellas se infravalora y que tienden a estar concentradas en empleos diferentes a los de los hombres. Aunque el empleo requiera los mismos esfuerzos y habilidades, o más, su trabajo está menos valorado y peor remunerado. En el caso de las mujeres de color, las mujeres inmigrantes y las madres, esta brecha es aún mayor. La denominada “penalización por maternidad” obliga a las mujeres a trabajar en la economía informal, a aceptar trabajos eventuales o a tiempo parcial, y tiende a ser mayor en los países en desarrollo que en los países desarrollados.
En todo el mundo, las mujeres siguen cobrando un 23 por ciento menos que los hombres, por un trabajo de igual valor. Chidi King, directora del Departamento de Igualdad de la Confederación Sindical Internacional (CSI), la principal organización internacional de sindicatos que representa los intereses de las trabajadoras y trabajadores en todo el mundo, miembro de ONU Mujeres y de la iniciativa Equal Pay Champions de la OIT, nos esclarece el tema.
Acabar con la desigualdad salarial por razón de género requiere adoptar una serie de medidas que tengan como elemento central el trabajo decente.
Una de las formas más eficaces y rápidas de reducir la desigualdad salarial entre mujeres y hombres es el salario mínimo vital (o salarios mínimos) y la protección social universal. El salario mínimo vital beneficia a todas las personas que tienen una remuneración baja. Dado que las mujeres predominan claramente en los trabajos poco remunerados, esta medida les beneficiará aún más notablemente. Por ejemplo, Alemania adoptó recientemente un salario mínimo nacional para combatir la tenaz desigualdad salarial entre mujeres y hombres, que se sitúa en el 22,4 por ciento. Lea más »
Askar Baitassov, director ejecutivo de la cadena de restaurantes AB de Kazajstán explica por qué su empresa defiende la igualdad de género. Los restaurantes AB son la primera empresa de Asia central en firmar los Principios para el empoderamiento de las mujeres, una iniciativa conjunta de ONU Mujeres y el Pacto Mundial de las Naciones Unidas, que sitúa la igualdad de género en el centro de las buenas prácticas empresariales. Lea más »
Mustafa Seçkin, vicepresidente de Unilever para África del Norte, Oriente Medio, Turquía, Rusia, Ucrania y Belarús, habla de cómo los Principios para el empoderamiento de las mujeres han marcado y mejorado la cultura empresarial y el desempeño en Unilever Turquía. Lea más »
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