Dentro de apenas 60 años, la mitad de las especies que viven en la naturaleza podrían extinguirse por culpa del cambio climático. Es el aviso que lanza la organización conservacionista WWF y lo demuestra conun estudio que ha hecho junto a las universidades de Anglia del Este y James Cook. Los resultados son demoledores y lugares que hoy en día son sinónimo de vida y diversidad, como el Amazonas o las islas Galápagos, pueden enfrentarse a la extinción total a finales del siglo XXI.
El informe ha sido publicado en la revista Climate Change y se centra entres escenarios posibles para 80.000 especies de plantas y animalesen 35 de las regiones con más naturaleza del mundo. La primera posibilidad que se estudió es qué pasaría si la temperatura del planeta subiera dos grados (la máxima que se contempla en los Acuerdos de París para combatir el calentamiento global). En este caso, más del 35% de las especies se encontrarían en peligro de extinción en las regiones analizadas.
El Amazonas (Wikimedia Commons/Neil Palmer).
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El segundo supuesto fue en una posible subida de 3,2 grados (la esperada teniendo en cuenta los compromisos de los Gobiernos). Si así fuera, se perdería el 60% de las plantas, mientras que en el Amazonas morirían el 50% de los animales.
Finalmente, el peor escenario imaginaba qué ocurriría si no se hace nada y se mantienen las pautas actuales. Aquí, el aumento de la temperatura alcanzaría los 4,5 grados y desembocaría en una situación inimaginable en la biosfera que provocaría extinciones masivas. Se calcula que cerca de un 70% de las plantas desaparecerían para siempre y más del 60% de los animales no serían capaces de sobrevivir; en el Amazonas, pulmón de nuestro planeta, se perderían la gran mayoría de reptiles, mamíferos y aves.
El aumento de las temperaturas traerá consigo un clima más cálido, lluvias torrenciales, periodos de sequía y más tormentas que afectarán duramente a la sabana africana, a las selvas de Bangladés, a las costas europeas… El aumento del nivel del mar también dañará a muchas especies de animales que no serán capaces de adaptarse a la nueva situación. El estudio no tuvo en cuenta otros factores clave como la contaminación o la pérdida de los hábitats.
WWF da dos posibles soluciones para evitar el apocalipsis en la naturaleza. En primer lugar, ayudar a las especies a que puedan emigrary así adaptarse a otros entornos; y en segundo, reducir de verdad la emisión de gases invernaderos para mitigar los efectos. El tiempo corre…
Encuentran 30 bolsas de plástico en el estómago de una ballena
El mayor depredador que surca los mares y los océanos no es el tiburón blanco ni la orca asesina. Tampoco es el ser humano. Al menos de forma directa. Ahora mismo, en 2017, no hay nadie que mate más y de manera más efectiva bajo el agua que las bolsas de plástico.
Así ha quedado demostrado tras conocerse el caso de una ballena a la que se ha tenido que practicar la eutanasia tras quedar varada en la costa de Noruega.
La ballena muerta (Universidad de Bergen)
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El ejemplar, perteneciente a la especie zifio o también llamada ballenato de Cuvier, apareció con bajo peso y con aspecto de estar malnutrido en la isla de Sotra, cerca de la ciudad de Bergen.
A pesar de los intentos de los lugareños y de los científicos de la Universidad de Bergen, el animal no pudo volver al mar ya que su estado era tremendamente grave. Por ello, se decidió que se le aplicara la eutanasia.
Cuando el cuerpo del animal fue llevado al laboratorio para investigar las causas de su mal estado, los investigadores descubrieron en su estómago 30 bolsas de plástico. Al parecer, tanta acumulación de basura en su interior hizo imposible que el ballenato pudiera alimentarse o digerir, por lo que terminó en un estado de extrema debilidad y a la deriva.
Los plásticos encontrados en el interior de su estómago (Universidad de Bergen)
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“El estómago de la ballena estaba lleno de bolsas y de paquetes que estaban en inglés y en danés”,asegura el zoólogo Terje Lislevand en declaraciones concedidas a diversos medios noruegos. “No es una sorpresa, pero síque provoca tristeza”.
El mismo científico asegura que las bolsas bloquearon los intestinos del animal, una circunstancia que muy probablemente le causó un intenso dolor y le impidió alimentarse.
La alimentación de los zifios suele estar formada por peces y por calamares, y suelen alcanzar los 7 metros de longitud. “Las bolsas ocupaban un gran espacio en su estómago”, asegura Lislevand. “No pudo estar bien dadas las circunstancias. Debió sufrir mucho”.
En la actualidad se estima que hay 5 billones de bolsas de plástico en los océanos. En Europa se utilizan 100 millones de bolsas de este tipo al año, de los que se estima que 8 millones finalmente terminan en el mar. Se espera que para el año 2050 haya más bolsas que peces en el mar. Un futuro aterrador que podemos empezar a cambiar hoy, dejando de usar este producto.
CADA KILÓMETRO CUADRADO DE OCÉANO CONTIENE UN PROMEDIO DE 28,750 PEDAZOS DE PLÁSTICO FLOTANTE
El Océano Pacífico contiene tal cantidad de desechos de plástico que cubre un área equivalente a dos veces el tamaño de los Estados Unidos.
Residuos de la población terrestre, desechos que provienen de barcos y plataformas petroleras viajan en un vórtice justo debajo de la superficie del océano que a menudo terminan depositándose en las playas de Hawái.
Ambos lados de Hawái están llenos de basura. Los desperdicios que se pueden encontrar en las playas son de todo tipo. Desde pequeñas bolsas de plástico a balones de fútbol o kayaks.
El basurero más grande del mundo: conocido como el “vórtice de plástico” este deposito de basura ubicado entre Hawai y Estados Unidos tiene una extensión de casi 700 mil kilómetros cuadrados
Como un fiel reflejo de la filosofía de Estados Unidos y muchos otros países frente a la basura, la clásica estrategia de guardar bajo la alfombra lo que no se quiere ver, a pesar de que eventualmente respiremos y convivamos espacialmente con ese deshecho oculto en la conciencia de nuestro hogar, emerge en el Océano Pacífico un monumental deposito de basura conocido como el “Vórtice de plástico”.
Este lugar, cuya extensión es de 692,000 km/2, superando así el tamaño de países como Francia o España, esta ubicado en una isla entre Hawai y la costa oeste de Estados Unidos. Pero lo más patético es que esta “isla de la basura” ni siquiera es un deposito pre planeado para albergar masivos deshechos, sino que los restos de plástico y basura se concentran en una zona debido a un movimiento circular de las corrientes ecuatoriales que gira en dirección de las manecillas del reloj, cerca de las islas Hawái.
Así, este colosal deposito se alimenta de basura que es arrojada en aguas de Norteamérica y del sureste asiático.
En 2009, con el apoyo del Instituto Scripps de Oceanografía, un grupo de científicos y ambientalistas iniciaron una expedición con los barcos New Horizon de Scripps en San Diego y el Kaisei de San Francisco para evaluar el impacto del “vortex” en la vida marina del Océano Pacífico. La evaluación confirmo que es altamente nociva la presencia de este “Vórtice de plástico” ya que no sólo muchas especies confunden las bolsas de plástico por medusas, sino además, en la medida en que el plástico se cocina con el sol del océano, despide toxinas al mar que afectan la vida animal y humana y eventualmente repercuten de manera importante en la atmósfera planetaria.
Un estudio reciente sugiere que toda la contaminación que flota en el mar se está filtrando en nuestros alimentos, en especial, al pescado que consumimos.
Chelsea Rochman de la Universidad de San Diego encabezó un estudio que tenía como propósito definir el impacto que la Isla de Basura del Pacífico tiene sobre el pescado que consumimos, los resultados fueron realmente impactantes.
En los últimos años ha surgido mucha evidencia que confirma que los animales marítimos consumen plástico, es casi inevitable pensar en los cadáveres de albatros cuyos estómagos están repletos de basura, pero, se le ha dado poco seguimiento a los peces que consumen basura y que después nosotros comemos.
Según Rochman, que estudió la Isla de Basura, hay muchos pedazos pequeños que los peces pueden confundir con alimentos, esto es particularmente preocupante ya que el plástico absorbe toxinas peligrosas del agua, por ejemplo policlorobifenilos (PCB) y polibromodifenil éteres (PBDE).
Para comprender exactamente cuanto afecta a los peces consumir plástico, Rochman y sus compañeros estudiaron al pez-arroz japonés. Los científicos dividieron a los peces en tres grupos: el primero fue alimentado con pequeños pedazos de plásticos que habían sido remojados en agua de la Bahía de San Diego por tres meses, el segundo con pedazos de plástico limpio, y el tercer grupo tuvo una dieta normal y libre de plástico.
Los resultados fueron muy claros: “Estamos completamente seguros de que el plástico funge como un vector que transfiere químicos nocivos a los peces y a nuestra cadena alimenticia”, explica Rochman.
Los peces que habían consumido el plástico remojado en agua contaminada desarrollaban problemas de salud, afectando principalmente el hígado, algunos de los peces incluso desarrollaron tumores. Los químicos de filtraban directamente al cuerpo de los peces.
El estudio es desconcertante porque estos pequeños peces son la base de la alimentación de muchos otros más grandes, por ejemplo del atún, uno de los pescados que más consumimos actualmente.
Rochman explica que “Si estos pequeños peces están comiendo el plástico y están siendo expuestos a estos químicos, y un pez más grande se come a cinco peces pequeños, está comiendo cinco veces la dosis, y luego el siguiente pez, digamos que un atún, se come cinco de esos peces, está consumiendo veinticinco veces esa dosis”.
Dada la enorme contaminación de los mares, es recomendable limitar nuestro consumo de peces grandes, es mejor consumir peces más pequeños como las sardinas.
Pero la basura marina no solo afecta al Pacífico. Las Naciones Unidas estiman que cada kilómetro cuadrado de océano contiene un promedio de 28,750 pedazos de plástico flotantes.
PERO HAY UNA SOLUCIÓN
Alguien Descubrió la Forma de Limpiar el Mar del Plástico, Porfin! Y es Sólo un Niño…
Este niño descubrió cómo limpiar los desechos plásticos del mar en pocos años Boyan Slat descubrió una forma sencilla, barata y efectiva de acabar con la gran masa de basura plástica que ronda en los océanos, que está matando a millones de animales al año y generando consecuencias lamentables.
Llevamos décadas llenando el mar de basura y acumulando millones de toneladas de plástico que se concentran en grandes masas en medio de los océanos. ¿Sabías que 100 mil mamíferos y un millón de aves marinas mueren por esta causa al año? Hay lugares donde hay 6 veces más plástico que plancton.
Además estos plásticos absorben otros desechos químicos tóxicos, aumentando su concentración a un millón de veces y si entran a la cadena alimentaria cuando un pez lo come, permanecen hasta llegar a nosotros (algunos de ellos ingieren hasta 24.000 toneladas al año). Estas son solamente algunas de las consecuencias nefastas de esta contaminación.
Boyan Slat, un adolescente holandés de 19 años, estaba buceando en Grecia y, cuando se cruzó con más bolsas plásticas que peces, entró en conflicto. Se impactó al conocer todos los efectos de esta contaminación. ¿Cómo ni siquiera la gente involucrada en el tema estaba haciendo estudios serios para solucionar este gran problema? Entonces, cuando recién tenía 16 años, decidió hacer algo al respecto y buscando una respuesta llegó a la pregunta del millón.
¿Por qué moverse en el mar costosamente recolectando deshechos si las mismas olas pueden traerlos hacia ti? Ese fue el principio clave para descubrir lo que promete convertirse en la solución más efectiva para salvar a nuestros océanos: The Ocean Cleanup. ¿Y cómo empezó? Como un simple proyecto de ciencias en el colegio.
Los océanos se limpian solos
Tal vez ignoramos que en el medio de estas enormes masas de agua que rodean a los continentes existen los llamados giros, corrientes marinas giratorias que se mueven de manera constante y, por defecto, cinco de ellas están llenas de residuos plásticos. Boyan pensó en usar estas fuerzas en su propio beneficio y así concluyó que podría limpiar casi la mitad de la gran mancha de basura del Pacífico, en sólo 10 años. Versus recogerlos con redes, que tardaría miles de años y costaría miles de millones de dólares. ¿Qué tan cierto y posible es?
The Ocean Cleanup propone instalar una barrera flotante sólida amarrada al fondo del océano,estable y resistente a las tormentas, para acumular toda la basuraplástica que naturalmente arrastra un giro.
La mayoría de los residuos de este material se pueden encontrar en los primeros 3 metros de superficie,comprobó Slat, por lo que es fácil de atrapar. La barrera no afecta la vida marina, ya que al ser sólida y no una red, no puede enredarse en ella y además casi todos fluyen en una distancia más profunda. En el peor de los casos, se podría ver afectado el plancton, pero toda la pérdida de un año toma solamente 7 segundos en restaurarse, explica.
Al presentar inicialmente su idea, Boyan no fue muy escuchado, pero poco a poco empezó a hacer más sentido hasta que logró conformar un equipo de profesionales que quiso apoyarlo en la iniciativa. La iniciativa se viralizó, entusiasmando a muchos más, aunque también recibió fuertes críticaspor pensarse que era un ideal imposible de cumplir.
Pero finalmente era solo una idea soñadora y, hace unos pocos días, luego de meses de profunda investigación y pruebas, The Ocean Cleaup pudo comprobar su viabilidad al 100%(y de paso responder con certeza a cada uno de los ataques). A lo largo de un extenso estudio de más de 500 páginas, se demuestra su efectividad. Este sistema podría, con una barrera de 100 km, en un período de 10 años, recolectar y retirar casi la mitad del plástico de la zona norte del océano Pacífico, a un costo de 6 dólares por kilo removido, 33 veces más barato que los métodos convencionales.
Además, Boyan cuenta que en sus pruebas lograron recolectar media tonelada de plásticos y probaron que se pueden convertir en aceite y ser casi igual de útiles para reciclar, que el plástico usado común.
Actualmente están trabajando en un piloto a gran escala, que funcione de 3 a 5 años, mientras buscan apoyo y patrocinio de empresas y organizaciones. También tienen un fondo al que se puede aportar para poder llevar a cabo con mayor alcance esta gran idea y su meta es conseguir 2 millones de dólares en 100 días.
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Les comparto un comunicado que recibí de Greenpeace:
Hola Silvia Eugenia
Me da mucho gusto escribirte y contarte, lo que para mí, ha sido un gran regalo para estas fiestas. Gracias a todo tu apoyo y al de millones de personas en el mundo, una cosa maravillosa ha sucedido: Estados Unidos y Canadá se han comprometido a proteger sus áreas árticas de las perforaciones.
¡MUCHAS GRACIAS!
Esto es una gran muestra de todo lo que podemos lograr cuando decidimos unirnos. Juntos, hemos podido responsabilizar a los políticos por sus promesas en torno al cambio climático y hacer que actúen. ¡Gracias por ser parte de un movimiento mundial tan maravilloso!
Ya logramos que Estados y Canadá dieran el paso, Noruega, por otro lado, todavía planea expandir la perforación petrolera destructiva en las frágiles aguas del Ártico. Pero, estamos seguros que con tu ayuda, podremos detenerlos también.
El presidente de EEUU, Barack Obama, y su esposa, Michelle, parten de vacaciones de Navidad el 16 de diciembre de 2016 desde la Base Aérea de Andrews, en Maryland (AFP | Nicholas Kamm)
La Casa Blanca bloqueó el martes nuevos contratos de perforación petrolera y gasífera en regiones del Ártico y el Atlántico, en una apuesta de alto riesgo para evitar la exploración futura y atar las manos de Donald Trump cuando asuma la presidencia el 20 de enero.
Trump ha exhibido una estridente postura favorable al petróleo, por lo que el gobierno saliente de Barack Obama parece haber puesto en marcha una acción defensiva.
Obama anunció que estaba delineando franjas del Ártico y el Atlántico que estarán «indefinidamente fuera de los límites para futuras subastas de petróleo y gas».
El área de protección cubre una zona del Ártico aproximadamente del tamaño de España o Tailandia y 31 cañones marítimos en el Atlántico.
Un alto funcionario del gobierno de Obama dijo que había una «base legal sólida» para la medida y sugirió que Trump no podría revocar la decisión sin un acto del Congreso.
La acción, basada en una ley de los años 50, fue tomada en tándem con el gobierno canadiense e introduce un dolor de cabeza adicional si Trump pretendiera revocarla.
Obama dijo en una declaración que las medidas «protegerían un ecosistema sensible y único».
También advirtió de que el riesgo de derrames de petróleo «son significativos» y la capacidad de «limpiar de un derrame en las duras condiciones de la región es limitada».
– La sombra de Deepwater Horizon –
El segundo año de Obama en la Casa Blanca se vio marcado por el catastrófico derrame de petróleo de la plataforma Deepwater Horizon, que vertió millones de barriles de crudo en el golfo de México.
El derrame no pudo detenerse durante 87 días, devastando la vida silvestre y las comunidades dependientes de la pesca en los estados de Luisiana, Misisipi, Florida y Alabama.
El American Petroleum Institute, un grupo de presión de la industria, advirtió de que la decisión de Obama de «bloquear la exploración ‘offshore’ debilitará nuestra seguridad nacional, destruirá empleos bien remunerados y podría hacer que la energía sea menos asequible para los consumidores».
En tanto, el Sierra Club, un grupo de presión ambiental, saludó la medida de Obama como un paso hacia la «protección de nuestras playas, el clima y las economías costeras».
Los ocho años de gobierno de Obama han dado como resultado un maremoto de nuevas leyes ambientales, con la protección de los ecosistemas marinos, la reducción de las emisiones de carbono y el aumento de la energía renovable.
Además, Obama se apresuró a ratificar el Acuerdo de París sobre el clima en un tiempo récord para asegurarse de que no pudiera ser archivado por la nueva administración.
Muchas leyes han sido acabadas, haciéndolas difíciles de revertir. Estados como California también han introducido su propia legislación favorable al clima.
Pero es probable que la agenda de Obama caiga bajo agresión sostenida del gobierno de Trump, quien designó al director de la gigante petrolera Exxon, Rex Tillerson, como su secretario de Estado, y a Scott Pruitt, un incrédulo del cambio climático, como director de la Agencia de Protección Ambiental.
Los funcionarios del gobierno saliente temen que Trump, aunque no pueda cambiar el Acuerdo de París, lo socave fatalmente.
Muchos de los compromisos de Estados Unidos para reducir las emisiones de carbono están en la Ley de Energía Limpia, que Obama dio a conocer en 2015 y que limita la polución carbónica que pueden emitir las plantas de energía.
Obama describió la legislación en ese momento como «el paso más importante que Estados Unidos ha hecho en la lucha contra el cambio climático global».
Las medidas, sin embargo, han estado bajo un feroz desafío legal, incluyendo las acciones interpuestas por Pruitt como fiscal general de Oklahoma, un estado petrolero.
Fuentes allegadas al equipo de transición de Trump aseguraron que se están sopesando opciones como simplemente abandonar la defensa legal del gobierno de la legislación, o desechar planes para apelar una decisión del Tribunal Supremo que congeló partes del programa.
Trump una vez escribió que el calentamiento global era una conspiración china: «El concepto de calentamiento global» fue «creado por y para los chinos con el fin de hacer no competitivas a las industrias de EEUU», escribió Trump en Twitter en 2012.
Hoy es un día histórico para el planeta Tierra, ya que el tan esperado y dilatado Acuerdo de París, el instrumento para combatir el cambio climático a nivel global, entró en vigor.
Para su efectividad era necesaria la ratificación del mismo por parte de al menos 55 países representantes del 55 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
Y esa meta se alcanzó el pasado 5 de octubre, cuando la Unión Europea (UE), que representa el 12 % de las emisiones, hizo entrega de los documentos de ratificación del Acuerdo en la sede de la ONU. Hasta ese momento, los 61 países que ya lo habían ratificado sumaban sólo el 47,7 % de las emanaciones globales, lo que impedía poner en marcha el instrumento legal.
A fin del año pasado, este acuerdo fue adoptado en la capital francesa por los 195 países signatarios de la Convención Marco de la ONU sobre cambio climático y la Unión Europea, en el transcurso de la 21 Conferencia de las Partes (COP21).
La importancia que reviste es que está destinado a sustituir en 2020 al Protocolo de Kioto y tiene como objetivo «mantener la temperatura media mundial muy por debajo de dos grados centígrados respecto a los niveles preindustriales».
A pesar de que los compromisos climáticos cuando se firmó el acuerdo de Paría ya preveían cumplir dicho objetivo, numerosos científicos creen que el acuerdo de París representa la última esperanza para evitar una catástrofe climática. «La historia la escriben los que se comprometen, no los que hacen cálculos», anunció el presidente francés François Hollande a los negociadores después de cerrar el pacto. «Hoy os habéis comprometido» con el planeta.
No obstante, el texto del acuerdo ahora en vigencia, recoge que los países se comprometen a llevar a cabo todos los esfuerzos necesarios para que no se rebasen los 1,5 grados y evitar así los impactos más catastróficos del cambio climático.
Fecha inolvidable
«La humanidad recordará este 4 de noviembre de 2016 como el día en que los países levantaron una barrera ante los inevitables desastres del cambio climático, y como el día en que comenzaron con determinación a caminar hacia un futuro sostenible», aseguró la nueva Secretaria Ejecutiva de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (Cmnucc).
«Sin duda, el acuerdo es un punto de inflexión en la historia de los esfuerzos colectivos de la humanidad, puesto que aúna la determinación política, económica y social de gobiernos, ciudades, regiones, ciudadanos, empresas e inversionistas para superar la amenaza existencial que plantea un cambio climático sin control», destacó la funcionaria, que subrayó que la rápida entrada en vigor del acuerdo es una señal política clara del compromiso de todas las naciones del mundo para actuar con decisión frente al cambio climático.
Nicholas Nuttall, encargado de comunicaciones de la Secretaría de Naciones Unidas para el Cambio Climático, explicó a LA NACION que la nueva conferencia de la ONU sobre cambio climático que se abre la semana que viene en Marrakech necesita rellenar urgentemente los detalles sobre cómo funcionará el Acuerdo de París en la realidad, además de muchas otras facetas importantes para que cumplan las naciones sus objetivos.
«El Acuerdo de París es un tratado extraordinario y señala claramente el camino hacia lo que hay que hacer y cuándo. Sin embargo, será un esfuerzo de muchas décadas de mejora constante y de ambición de los gobiernos de todo el mundo. El tiempo se está acelerando y las emisiones de gases de efecto invernadero en el planeta necesitan alcanzar un pico muy rápido y reducirse drásticamente», apuntó Nuttall consultado por correo electrónico.
Objetivos pasados
El Protocolo de Kioto de 1997 estableció objetivos de emisiones solo para países desarrollados, una de las razones por las que EE.UU. decidió no participar en ese pacto, que está en vigor desde 2005.
El Acuerdo de París es legalmente vinculante en su conjunto, no lo es sin embargo en buena parte de su desarrollo (las llamadas decisiones) y tampoco lo es en los objetivos nacionales de reducción de emisiones.
Su fuerza reside en el mecanismo con el que periódicamente deben revisarse los compromisos de cada país y esto sí es jurídicamente vinculante.
«Los gobiernos no se demoraron para que entre en vigencia, y eso es una buena noticia. Pero por esto y por el desafío de los compromisos de reducción de gases de efecto invernadero que pueden y deben seguir siendo más ambiciosos en cuanto a sus recortes, es que necesitamos las reglas claras de este acuerdo para que todo funcione correctamente», puntualizó Nuttall.
Cada nación está obligada a rendir cuentas de su cumplimiento, y a renovar sus contribuciones al alza cada cinco años. Los estados que quieran, pueden usar mecanismos de mercado (compraventa de emisiones) para cumplir los objetivos de emisión. La primera revisión de las contribuciones tendrá lugar en 2018 y la primera actualización de las mismas en 2020.
Si bien el Acuerdo no establece sanciones por incumplimiento, sí fija un comité que diseñe un mecanismo transparente para garantizar que se cumplen los compromisos adquiridos y advertir antes de expirar los plazos si puede o no cumplirse lo acordado.
Equilibrio buscado
Además, con este acuerdo los países se comprometen a conseguir «un equilibrio entre los gases emitidos y los que pueden ser absorbidos» en la segunda mitad de siglo, es decir, que no se pueden producir más emisiones que las que el planeta pueda absorber, bien por mecanismos naturales o por técnicas de captura o almacenamiento geológico.
En cuanto a la financiación, el nuevo Acuerdo de París obliga a los países desarrollados a contribuir a financiar la mitigación y la adaptación en los Estados en vías de desarrollo, y anima a los estados que se encuentren en condiciones económicas de contribuir a que efectúen aportaciones voluntariamente. En este sentido, la intención de financiar debe ser comunicada dos años antes de transferir los fondos.
Según el Acuerdo, el compromiso radica en lograr que para 2025 se movilicen 100.000 millones de dólares anuales, aunque se fija una revisión al alza para antes de ese año.
Estados Unidos y China, los países más contaminantes del mundo, buscan «liderar» la lucha contra el cambio climático, por ello, ambos estados se han fijado ya metas para recortar emisiones. EE.UU. entre un 26 % y un 28 % respecto a los niveles de 2005 y China ha prometido impedir el crecimiento de sus emisiones a partir de 2030.
Todos entendemos que fumar, además de ser un hábito que daña la salud de quien fuma y de los que están a su alrededor, tiene un impacto en la naturaleza, que podría parecer pequeño pero puede empeorar con un acto muy sencillo.
Cómo contaminan las colillas de cigarro
Las colillas no se deshacen por arte de magia. Estos pequeños restos de cigarro tampoco van a desaparecer cuando un fumador los lance al suelo. De hecho, tardan en disolverse hasta 10 años.
Así de longevas son las colillas de cigarro, así de peligrosas a pesar de tener un tamaño tan pequeño.
A pesar de que su apariencia engaña a cualquiera y hace creer que son biodegradables, en realidad están fabricadas con hidrocarburos y acetato de celulosa, que se deriva del petróleo.
Además, cada una está recubierta con dos sustancias plastificantes que se utilizan para que el cigarrillo mantenga esa forma cilíndrica que le conocemos.
La materia prima para la manufactura de los filtros de cigarrillo es la celulosa (obtenida de la madera). La celulosa es acetilada (esto es convirtiéndola en un material llamado acetato de celulosa o simplemente «acetato» para abreviar), disuelta, e hilada como fibras sintéticas continuas ordenadas en un atado llamado estopa. Esta estopa es abierta, plastificada, se le da forma, y se corta a una longitud adecuada para actuar como un filtro.
Otros filtros tienen una cámara llena con gránulos de carbón activo, que filtra las partículas y aparece como una pequeña piedra negra después de quemar el filtro.
A principio de los cincuentas, los cigarrillos de la marca Kent usaron crocidolita (un tipo de asbesto) como parte del filtro (Micronite). Las fibras de asbesto son a prueba de agua, insolubles y forman extremadamente finas fibras — pero ha sido probado que causan cáncer al pulmón cuando son inhaladas.
CUANDO LAS COLILLAS SE VUELVEN BASURA QUE VA A DAR AL MAR
En algunas ciudades los municipios tienen la responsabilidad de limpiar los puntos de las aceras en las que se acumulan más residuos de este tipo, producto de quienes fuman fuera de negocios como bares y restaurantes, así como en las afueras de empresas donde no se permite fumar en lugares públicos cerrados. Sin embargo, la suciedad impera y los consumidores dejan más evidencias que el olor de las bocanadas.
Por eso es que si simplemente se tiran las colillas donde no se debe, se genera un problema mucho mayor.
¿Qué tan importante? Pues, según se explica en un artículo reciente, puede llegar a ser muy grave, porque las colillas de los cigarrillos contienen muchas sustancias tóxicas para los organismos, especialmente metales pesados.
En realidad, las colillas son filtros. literalmente, filtran sustancias tanto del tabaco como del papel, y las acumulan entre sus fibras. De esta manera los fumadores no los absorben, o al menos no en la misma cantidad. Y si se desechan como deben, no generan tantos problemas.
Pero en muchas ocasiones, esto no es así. La cifra es difícil de calcular, pero se estima que cerca de cinco billones – billones de los nuestros, millones de millones, trillions de los angloparlantes – acaban en los mares cada año. Una cifra realmente alarmante.
Para entender este número tan alto, hay que tener en cuenta un factor. No todas estas colillas se tiran directamente al mar, o se dejan en la playa. Pero entre las que sí llegan así, las que se tiran en las calles, en el campo y llegan al mar vía drenaje, ríos, y otras vías similares, obtenemos esta cifra.
QUÉ PASA CUANDO LOS FILTROS DE LAS COLILLAS LLEGAN AL MAR
Cuando los filtros de los cigarrillos llegan al mar, comienzan a “disolverse” los metales pesados. Los principales son:
Cadmio,
Zinc,
Níquel y
Arsénico.
Todos ellos altamente tóxicos – aunque depende de su concentración, claro – y todos con un factor extra: la bioacumulación.
Los seres vivos tenemos sistemas para deshacernos de las sustancias tóxicas. Generalmente las excretamos por la orina, o las detoxificamos y las mezclamos con las heces. Pero algunas, entre las que se cuentan los metales pesados, no pueden salir del cuerpo por estos medios.
Así que el cuerpo las acumula en lugares donde no supongan un problema. Algo así como un “vertedero corporal”. Lo más común es acumularlo en el tejido adiposo. Es decir, mezclarlo con la grasa corporal e inmovilizarlos.
El problema es que esto aumenta la concentración. De lo que había en el medio, los organismos se van quedando una parte. Y cuando llega un depredador y se alimenta de una presa que haya bioacumulado, la concentración aumenta en el depredador, que también bioacumula. Si el proceso sigue, los niveles de tóxicos alcanzan concentraciones peligrosas, llegando a suponer la muerte de los animales que se sitúan en la parte superior de la cadena trófica.
Por otra parte, las ciudades donde se prohíbe fumar en lugares públicos cerrados, ahora están más sucias, ya que la gente tira las colillas que antes dejaba en ceniceros. Muchos países tienen leyes que obligan a los dueños de negocios a que coloquen ceniceros fijos que deben ser vaciados para limpiarlos. Además, hacen campañas para que la gente no tire las colillas en el suelo, sino que las deposite.
El problema es que no se quedan en las aceras; por el contrario, tienden a transportarse a las alcantarillas, producto de las corrientes pluviales.
Las colillas de cigarro son el principal residuo que contamina las playas a nivel mundial. Por su parte, en Costa Rica, estas colillas se mantienen, desde el 2009, en el top 10 de los principales causantes de contaminación[i].
Muy bien, pero ¿qué se puede hacer? Aún hay que realizar más estudios para terminar de entender en profundidad el problema. Pero se puede empezar por cosas muy simples:
Cuando fumes en la calle, no tires las colillas en la acera, ponlas en un contenedor de basura.
Nunca arrojes las colillas al WC, de ahí van a dar al mar.
Cuando vayas este verano a la playa, o a la montaña o a un embalse, no dejes las colillas tiradas por ahí. Recógelas y mételas en una bolsa, y tíralas a un contenedor. No sólo porque dejarlas por ahí es poco ecológico, si no porque ayudarás, aunque sólo sea un poco, a conservar nuestro planeta.
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[i] Estos datos se desprenden del Top 10 Mundial 2011 de la Limpieza Internacional de Costas y Riberas y del formulario de cuantificación de objetos que utiliza la asociación Terra Nostra en la Jornada Nacional de Limpieza.
¡Hoy nos enteramos de una noticia histórica para la protección del Ártico!
El presidente Barack Obama y el Ministro canadiense Justin Trudeau anunciaron que cualquier actividad comercial en las regiones árticas de estos países tendrá que estar en línea con los objetivos climáticos internacionales y estará sujeta a un “test climático”. Esto incluye los proyectos de exploración y perforación de combustibles fósiles.
¿Qué significa esto? ¡Un gran paso para la protección del hogar de los osos polares! Aunque Obama y Trudeau no mencionan específicamente a las compañías petroleras, los objetivos climáticos globales y las perforaciones en el mar no serán compatibles según este anuncio.
La zona metropolitana de la Ciudad de México consume 50,000 litros de agua por segundo y se hunde 2.5 centímetros al mes. Un ingeniero mexicano quiere utilizar la energía debajo del volcán Popocatépetl para salvar a la ciudad del colapso por la extracción de agua. Éste podría ser el proyecto pionero en el uso de energía geotérmica en el país.
Este texto se publicó originalmente el 4 de septiembre.
En 1980, Manuel Frías se encontraba en la Unión Soviética cuando informó a los ingenieros militares del Partido Comunista que su nueva presa hidroeléctrica tenía un error: olvidaron que era una zona sísmica con posibles deslaves. El entonces delegado de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) señaló este riesgo en los planos. La respuesta de los militares fue de silencio total. Su traductor temía lo peor; el mejor escenario era una prisión en Siberia.
Antes de llegar al aeropuerto, agentes del gobierno le pidieron que los acompañara. Entonces, el Ministerio de Energía le entregó un reconocimiento por su diagnóstico, que salvaría vidas, energía y dinero para el bloque soviético.
Hoy, este ingeniero industrial egresado del Instituto Politécnico Nacional (IPN) quiere corregir otro problema hidráulico: el hundimiento de la Ciudad de México, pues la extracción de agua subterránea ha puesto en jaque a la zona metropolitana. ¿Cómo piensa resolverlo? Con ayuda del volcán Popocatépetl.
Popocatepetl
No, no se trata de un cuento de ciencia ficción. Con el potencial de energía geotérmica del volcán —es decir, el calor interno a través del vapor—, Frías quiere salvar al valle de México de su colapso. Los primeros síntomas ya son evidentes: socavones y grietas en múltiples puntos de la ciudad, así como los cortes constantes del sistema de abastecimiento de agua.
La Energía geotérmica es aquella energía que puede obtenerse mediante el aprovechamiento del calor del interior de la Tierra. El término «geotérmico» viene del griego geo (Tierra), y thermos (calor); literalmente «calor de la Tierra». Este calor interno calienta hasta las capas de agua más profundas: al ascender, el agua caliente o el vapor producen manifestaciones, como los géiseres o las fuentes termales, utilizadas para calefacción desde la época de los romanos. Hoy en día, los progresos en los métodos de perforación y bombeo permiten explotar la energía geotérmica en numerosos lugares del mundo.
LAS NECESIDADES DE AGUA DE LA CIUDAD DE MÉXICO
En primer lugar, la necesidad de agua en la ciudad es gigantesca. Para abastecer a los 20 millones de habitantes en la zona metropolitana se extraen 50,000 litros por segundo del manto acuífero.
HUNDIMIENTO DE LA CIUDAD DE MÉXICO
Hundimiento_Santa_Fe-1
La consecuencia de esta extracción subterránea es que la ciudad se hunde 2.5 centímetros mensuales, según datos la Agencia Espacial Europea (ESA), presentados en diciembre de 2014.
En rojo, el hundimiento mensual de la Ciudad de México.
Hundimiento de la Ciudad de Mexico
LOS PROBLEMAS DE ABASTECIMIENTO DE AGUA A LA CIUDAD DE MÉXICO
Frías no sólo está consciente de la vigencia del problema; también sabe que empeorará frente a los proyectos de infraestructura de la ciudad. Con el Nuevo Aeropuerto Internacional de México, la necesidad de agua será enorme: esta obra atenderá a más de 50 millones de pasajeros al año.
Incluso, Frías asegura que los problemas estructurales de la Línea 12 del Metro están íntimamente vinculados al consumo de agua de los habitantes de la ciudad.
“No es que esté mal diseñada o sean los rieles; el problema está abajo. Esa zona del oriente, de Mixcoac a Tláhuac, se hunde un milímetro diario. Y luego, el tren va elevado. Por ello, con la extracción, toda la infraestructura se deforma”, dice Frías en entrevista.
DOS PROYECTOS PARA EL PLAN DE RESCATE
Para detener el hundimiento de la ciudad, su plan de rescate consiste en dos proyectos que van de la mano. El primero comienza con la construcción de la presa Amacuzac-Valle de México (ChAVM) en el río Chuazingo, con cuatro plantas de bombeo que enviarían el líquido vital a la ciudad en un acueducto de más de 100 kilómetros.
erupcion del Popocatepetl y nubes
Las condiciones climáticas de lluvia constante de la zona, que se genera por el vapor del volcán, permitirían que se recargue la cuenca de la presa. De esta forma, en lugar de extraer agua del manto de la ciudad, Frías propone transportarla desde la presa y terminar con el ciclo de extracción subterránea, que no cuenta con el tiempo para reponerse.
Pero las plantas requieren una cantidad de energía eléctrica de proporciones industriales. Ahí inicia la segunda etapa del plan: el Proyecto Geotérmico Popocatépetl (PGT) México-Puebla.
Cholula Puebla Iglesia Virgen de los Remedios y Popocatepetl
LA SOLUCIÓN ESTÁ BAJO EL VOLCÁN
El proyecto pretende captar el vapor de alta presión debajo del Popocatépetl y transformarlo en electricidad, con ayuda de tres turbogeneradores, ubicados a cuatro kilómetros del cráter.
El sistema que utilizan las plantas convencionales se basa en transformar petróleo o gas en vapor que activa sus turbinas, explica Frías. Su proyecto funciona bajo el mismo principio, pero sin necesidad de hidrocarburos ni las emisiones de contaminantes.
Popocatepetl exhalando vapor
Para conseguir el vapor se utilizarían pozos direccionales, como los que se emplean en la industria petrolera. Los primeros 100 metros van en forma vertical, y luego cambian su dirección en forma horizontal, hasta llegar a los yacimientos de la chimenea volcánica, explica Frías. “Es como si extrajéramos hidrocarburos, pero vamos por el vapor de agua.”
Popocatepetl exhalando vapor
El proyecto se coordinaría con la Universidad Nacional Autónoma de Morelos, con la cual colaboró Frías en la investigación del PGT. Para la construcción de las turbinas generadoras, Frías estima una inversión inicial de 200 mdd, y para la presa se necesitarían entre 2,000 y 3,000 mdd.
Frías estima que la energía eléctrica que se produciría sería capaz de abastecer, por lo menos, a 50% de la zona metropolitana. La capacidad de producción eléctrica del PGT sería de 7,440 gigavatios-hora anuales, similares a lo que produce la Central Nuclear Laguna Verde. Con esta energía también podrían sustituirse 12.4 millones de barriles de crudo, 1,715 millones de metros cúbicos de gas natural o 3.72 toneladas de carbón.
LOS RETOS DE TRABAJAR CON DON GOYO (EL POPOCATÉPETL)
México tiene un potencial muy importante en energía geotérmica (entre el cuarto y sexto lugar a nivel mundial), además de una ventaja sobre la gran preocupación de las energías renovables y su integración a las redes de electricidad: la no intermitencia —es decir, que la producción de energía geotérmica no se interrumpe—, comenta la directora y fundadora del Instituto Global para la Sostenibilidad EGADE Business School del Tecnológico de Monterrey, Isabel Studer Noguez.
geotermia-calor
Pero tiene otros frenos. “La energía se genera en el lugar donde está, y difícilmente se puede mover. Para eso necesitas líneas de transmisión, de distribución”, reconoce la académica.
Las proyecciones del gobierno tampoco parecen tan alentadoras para aprovechar la energía del Popocatépetl. La estimación de capacidad instalada de energía geotérmica para 2028 será apenas de 338 megavatios, sólo 2% de las energías renovables, según datos de la Secretaría de Energía (Sener).
Además, la energía geotérmica implica una generación limitada comparada con los recursos de energía solar y de viento en México, advierte Studer.
Actividad-del-volcán-Popocatépetl
También está el temor de una posible erupción, inevitable frente a cualquier volcán activo. Los académicos han vigilado los efectos de una manifestación violenta, indicados en el mapa de peligros volcánicos del Popocatépetl, publicado por el Instituto de Geofísica de la UNAM.
Pero las manifestaciones del volcán indican que probablemente su actividad se mantendrá dentro del rango que ha tenido, “que se caracteriza por exhalaciones moderadas”, detalla el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) en su sitio web.
“La probabilidad de que la actividad se mantenga dentro del rango actual por algunos años y eventualmente desaparezca se estima mayor a 90%”, calcula el organismo.
Frías admite que existen molestias por el volcán, como la ceniza, temblores y evacuaciones ante las alertas del gobierno, pero una erupción de tintes cinematográficos está lejos de ocurrir. “Lo que debe preocuparles es la enorme cantidad de agua que está evaporando, que le está haciendo competencia a los humanos.”
Cenizas provenientes del Popocatepetl
MÉXICO COMO PIONERO EN ENERGÍA VOLCÁNICA
Mientras tanto, Frías y la universidad esperan una resolución gubernamental, que debe llegar antes de que termine el mes, y se abra en el Congreso el debate de la Ley de Transición Energética.
Frías asegura que ha consultado a las grandes firmas petroleras del mundo para este proyecto: Halliburton, Petrobras, Pemex y British Petroleum. “Todos me respondieron.” Incluso, Frías dice que Halliburton lo invitó a Estados Unidos para exponer su proyecto, pero él declinó la invitación, pues “sólo buscaba una opinión técnica”: su objetivo primordial es que México sea pionero y potencia en generar energía geotérmica desde un volcán.
“Vamos a aprovecharla con ingenio, inteligencia y audacia para salvar el principal centro político, económico y social de la nación.”
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Cuando se quiere se puede, el ser pobre no tiene porque ser sinónimo de suciedad, contaminación y porqueria. Un “oasis verde” florece en la basura de una favela de Rio de Janeiro. Se trata de un parque ecológico que recientemente ganó uno de los premios de urbanismo más prestigiosos del mundo.
Con la ayuda de un puñado de voluntarios, Mauro Quintanilha desbrozó durante una década un nauseabundo basural en su favela de Rio de Janeiro con la idea de convertirlo en un “parque ecológico”. Su loca iniciativa acaba de ganar uno de los premios de urbanismo más prestigiosos del mundo.En 2005, “al principio, pensaban que estaba loco, la gente se burlaba de mí. Eran 16 toneladas de basuras acumuladas desde hace 25 años por los habitantes en las alturas de Vidigal”, cuenta Quintanilha, un músico percusionista de 55 años.
Ahora, la favela y sus 25.000 habitantes gozan de una vista que corta el aliento, desde lo alto de un peñasco sobre el mar y los barrios más ricos de la ciudad.
Como la mayoría de las favelas de Rio, hasta hace poco Vidigal no contaba con servicios públicos y por lo tanto, durante décadas, no hubo recolección de basura. La montaña de desechos caía en cascada por la ladera del cerro hasta la elegante avenida Niemeyer, la ruta que bordea el océano Atlántico.”Yo era el habitante que vivía más cerca del basural. Había de todo: colchones, refrigeradores, neumáticos y hasta cadáveres de perros, el olor a putrefacción era insoportable y eso me deprimía, entonces decidí actuar”, explica Quintanilha.
Monos y mariposas
El parque ecológico Sitiê u “oasis verde”, como lo han bautizado sus creadores, es hoy un refugio en la frenética vida de la comunidad, donde se puede contemplar pájaros, mariposas y pequeños monos, caminar o correr. Incluye una huerta que ya ha producido 700 kilos de verduras, plantas aromáticas y frutas distribuidas a los habitantes.
“Al inicio, las personas seguían viniendo aquí a tirar su basura durante la noche. Poco a poco los educamos dándoles plantas de la huerta. La transformación alcanzó no solo al lugar sino a los habitantes”, se congratula Quintanilha, presidente de Sitiê.
Gracias a las plantas donadas por el Jardín Botánico de Rio, el percusionista diseñó el paisaje “de manera intuitiva”. Todo lo que era recuperable o reciclable del basural fue utilizado. Asientos de váter coloridos y de diferentes formas sirven de grandes maceteros para las plantas ornamentales. A partir de ruedas de bicicletas, Quintanilha construyó mesas. Las botellas de plástico sirvieron para fabricar somieres y butacas vendidos a bajo precio. Se llega al oasis verde subiendo una estrecha escalera realizada con viejos neumáticos llenos de escombros desde la calle principal de Vidigal, por donde serpentean decenas de mototaxis.
El camino que servía de ruta de escape a los narcotraficantes hasta la “pacificación” de Vidigal en 2011 se convirtió en un mirador desde donde se disfruta una hermosa vista sobre las famosas playas de Ipanema y Leblon.
Vidigal fue ocupada por la policía como parte de una estrategia iniciada en 2008 para retomar el control de decenas de favelas de manos de narcos y mejorar así la seguridad de la ciudad antes del Mundial de fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016.Poco conocida de los cariocas, la iniciativa de Quintanilha dio un giro en 2012 con la cumbre de la ONU para el Desarrollo Sostenible Rio+20 y la visita de delegaciones extranjeras.
Pero lo más determinante fue la llegada a la favela de un arquitecto brasileño que acababa de finalizar sus estudios en Harvard, Pedro Henrique de Cristo, de 32 años.
“Antídoto a la violencia”
“Vi que los habitantes de este lugar habían hecho una revolución. Las personas que viven en las favelas son increíbles, pero el espacio es inhumano y debe ser mejorado. Mientras los gobiernos y la sociedad civil del ‘asfalto’ (los barrios ricos, pavimentados) no entiendan eso, la integración social tan deseada no tendrá lugar”, dice Quintanilha.
Si todos hicieran lo que Quintanilha hizo en otras favelas, sería maravilloso. Convertir un basural en un parque, ¡qué diferencia!”.