Ir en grupo corriendo tras una presa, arrebatársela a otro grupo y lograr meterla a una red.
Esta descripción puede aplicarse tanto al moderno fútbol, como a una cacería prehistórica y tomando eso en cuenta, podría responderse a la pregunta que se hacen todas las mujeres: “¿Por qué a los hombres les gusta tanto el fútbol?”.
Ahora, las mujeres nos volvemos a hacer esa pregunta, la respuesta podría estar aquí:
Sencillamente, porque es atávico, ya que los hombres están programados genéticamente para la cacería desde tiempos ancestrales, puesto que los que podían reproducirse eran los buenos cazadores y de esa manera fueron heredando a su progenie masculina sus habilidades y su tendencia a cazar; de manera que las mujeres modernas deben entender esa característica tan masculina.
CACERÍA EN GRUPO Y LOS HÉROES
En antropología se dice que en tiempos ancestrales los hombres cazaban en grupo grandes animales y las mujeres y los niños se dedicaban a la recolección de semillas, raíces, flores, frutos, etc., además de cazar eventualmente algunos animales pequeños; esto último representaba la dieta diaria de la horda, mientras que la caza mayor efectuada, como ya dijimos, por los varones, cada cierto tiempo, significaba un festín para todo el clan.
EL GUSTO POR EL FUTBOL ES ATÁVICONo hace mucho, leí algo que escribió un antropólogo y que llamó mucho mi atención. Él decía que a los hombres les gusta el fútbol debido a un atavismo, ya que en sus genes aún perdura la necesidad de salir de cacería en grupo, lograr su presa y regresar como héroe. Aplicado al fútbol, se traduciría en salir al estadio en equipo, perseguir a la presa (la pelota), meter más goles que el enemigo y quedar ante su público como héroe, y si esto no es posible, al menos ser espectador de semejante faena y vivir esas proezas a través de los jugadores. Hasta aquí lo escrito por el antropólogo en cuestión y que originó las siguientes reflexiones.
FUTBOL SOCCER
El genio que inventó el fútbol soccer[i] , tomó muy en cuenta el arquetipo[ii] del hombre, como miembro de un grupo de cazadores persiguiendo a su presa, a la cual tenía que llevar hacia una trampa (en este caso, meter a una red) para conseguir su objetivo y ganar el alimento de varios días para todo el grupo social al que pertenecía, por lo que obtendría un reconocimiento (en este caso del futbol, hacer que el público se emocione).
GOAL (GOL)
Para hacer el juego más interesante, estableció dos equipos y aquél que lograra su meta o goal en inglés (gol en español) resultaría el ganador, ancestralmente, del animal cazado, en el fútbol moderno, del “gol”. Para hacerlo más duradero y emocionante, puso un límite de tiempo y el conteo de los “goles”, para que ganara el equipo que anotara más, que correspondería, en la prehistoria, al grupo que cazara más animales y llevara más alimento a casa.
OTROS JUEGOS DE PELOTA
A finales de la Edad Media y siglos posteriores se desarrollaron en las Islas Británicas y zonas aledañas juegos de equipo, que se conocían como fútbol, que se fueron unificando; las primeras unificaciones dieron origen al fútbol de rugby, al fútbol americano, al fútbol australiano, etc. y al deporte que hoy se conoce en gran parte del mundo como fútbol a secas.
El fútbol americano, con distintas reglas y diferente tipo de violencia, está basado en los mismos principios. En cuanto al básquetbol, lo que evoca, es la cacería con piedras, lanzas o arco y flecha, donde los cazadores con mejor tino, eran los que ganaban la pieza de caza que todos perseguían y, por supuesto, los honores correspondientes, como ahora en los Juegos Olímpicos.
JUEGOS DE PELOTA EN EL MUNDO ANTIGUO
En otras zonas del mundo también se practicaban juegos en los que una pelota era impulsada con los pies. Entre ellas las de la «zona guaraní». El jesuita español José Manuel Peramás escribió: «Solían también jugar con un balón, que, aún siendo de goma llena, era tan ligero y rápido que, cada vez que lo golpeaban, seguía rebotando algún tiempo, sin pararse, impulsado por su propio peso. lanzaban la pelota con la parte superior del pie desnudo, pasándola y recibiéndola con gran agilidad y precisión».
En Mesoamérica también practicaban un juego de pelota en la zonamaya.
En Teotihuacan (aunque ahí no se han encontrado campos de juego, sí hay murales con pinturas mostrándolo), en el imperio azteca, el juego de pelota se llamaba Ullamalitzli y el campo de juegotlachtli.
LA CAZA Y LAS HORMONAS MASCULINAS
Los hombres actuales ya no tienen que salir de cacería; de hecho, dejaron la caza mayor como necesidad, a partir de la aparición de la agricultura y la ganadería, la cual los convirtió en granjeros sedentarios, dedicados a un trabajo rutinario, agotador y aburrido, en el cual ya no generaban adrenalina, que junto a la testosterona (y algunas otras hormonas masculinas) son las que mueven a los machos de cualquier especie que funcione con hormonas.
PROPIEDAD PRIVADA Y GUERRAS
Cuando nuestros antepasados se volvieron sedentarios agricultores y ganaderos, esas hormonas generadoras de agresividad y violencia y que antes se dirigían a la cacería, se encauzaron hacia las peleas por los terrenos cultivados (que ya no eran comunitarios, sino propiedad privada), ya sea para apropiarse de los ajenos o para defender los propios. Esas peleas derivaron en batallas y finalmente guerras por el poder económico, político, social y/o religioso. Por eso hay guerras desde que el poder pasó a manos de los hombres, porque cuando existía el matriarcado, la violencia masculina se dirigía básicamente hacia la cacería, esto lo veremos a detalle más adelante.
LA VIOLENCIA Y LOS MACHOS (DE TODAS LAS ESPECIES)
La violencia, por necesidad, es inherente a los machos por el bien de la especie. Las hordas de primates actuales se organizan de manera que las hembras y las crías vayan en medio, mientras que los machos jóvenes y adultos se colocan en los límites exteriores, para proteger de los depredadores a los menos fuertes del grupo. Los antropólogos creen que nuestros antepasados hacían lo mismo y que los hombres son más fuertes, musculosos y agresivos como un imperativo biológico-social (vía selección natural), para protección de las mujeres y los niños (aunque a veces, en los humanos actuales, esa violencia se vuelve precisamente contra esos seres más débiles que deberían defender y proteger).
ENERGÍA ENCAUSADAS AL DEPORTE
Por supuesto que en tiempos ancestrales esa energía masculina, como ya dijimos, iba encauzada a conseguir el alimento por medio de la cacería. Actualmente, al ya no dedicarse a actividades tan violentas, pero aún teniendo las hormonas para realizarlas ¿qué puede hacer el varón moderno para sublimar toda esa agresividad y energía? ¡Pues encausarla hacia deportes violentos, de preferencia en equipo, como el fútbol! Y si no puede hacerlo como medio de vida, como los profesionales, sí puede ser observador fanático y generar adrenalina, aunque sea a través de otros.
POR QUÉ A LAS MUJERES LES GUSTA IR DE COMPRAS
Ya que vimos la causa del gusto masculino por los deportes en equipo, veamos ahora por qué a las mujeres les gusta ir de compras y por qué tienen fijación por los zapatos.
RECOLECCIÓN, EL PAN DE CADA DÍA
Sabemos que los hombres prehistóricos se dedicaban a la caza mayor y las mujeres a la recolección, que por cierto, ésta representaba el “pan de cada día”, en tanto que la caza mayor, cuando los hombres la conseguían, era una ocasión especial, motivo de un festín (¿será por eso que a los hombres hay que hacerles tantas “fiestas” por cualquier logro, y en cambio a lo que hacen las mujeres no se les da importancia, aunque sean actividades absolutamente esenciales?).
ZAPATOS PARA CONSEGUIR PAREJA
En sus labores de acopio, las mujeres debían caminar grandes distancias, tal vez llevando a dos niños de la mano, a un bebé en brazos o en la espalda y, muy probablemente, si estaba embarazada, a otro en el vientre; aunque fuera en los alrededores del sitio donde el grupo había asentado su hogar, ellas debían caminar mucho, puesto que tenían que “peinar” el terreno para recoger todo tipo de vegetales comestibles y, si había suerte, cazar pequeños animales, de cuya piel, podemos pensar, se hacían envolturas para sus cansados pies, es decir, se fabricaban “zapatos”. Tal vez (y esto es una elucubración) cuando los “diseñaban” de manera tal, que parecían un animalito, a los hombres les llamaban la atención, y les atraía lo suficiente para ir tras ellos, y tras la mujer que los traía puestos, para “cazarlos”, lo que significaría que la mujer podría conseguir pareja.
RECOLECCIÓN = IR DE COMPRAS
Si todo lo anterior lo extrapolamos a la actualidad, como hicimos con la caza y los deportes para los hombres, podemos comparar la recolección femenina, con ir de compras, ya sea simplemente al “súper” o a un centro comercial y conseguir alimento y/o vestido para la familia, así como las madres prehistóricas llegaban con nueces, frutas, hojas, raíces o pequeños animales, para prepararlos de modo que sus hijos y maridos pudieran comer todos los días, lo cual las llenaba de satisfacción, puesto que las madres son nutricias por naturaleza, ya que ellas mismas producen la leche materna, el primer alimento para sus bebés y después siguen teniendo como prioridad alimentar a sus pequeños y por extensión a su pareja y a la familia en general.
EL VESTIDO
Eso es en cuanto al alimento; para el vestido y el techo, podemos imaginarnos que también en sus viajes de recolección, cuando cazaban animalitos con pieles utilizables como prendas de vestir para su familia, sobre todo para sus hijos, ellas sentían felicidad y satisfacción. Claro que también preparaban y curtían las pieles de los grandes animales cazados por sus maridos, pero eso era más eventual, además de que se tendría que repartir entre todas las familias que conformaban el grupo, horda o tribu, de manera que tal vez se vestían más con las pieles de los que ellas mismas cazaban.
EL REFUGIO Y LA DECORACIÓN
En cuanto a sus chozas o lo que usaran como refugios, si vemos lo que usan aún para sus chozas las tribus de cazadores recolectores que aún existen, suponemos que también utilizaban grandes hojas y ramas para elaborarlos y es lógico que las mujeres se ocuparan de recogerlos y probablemente los hombres de construirlos. Las mujeres actuales heredaron ese gusto por adornar y por la decoración de sus casas, para lo cual van de compras y siguen sintiendo placer al hacerlo.
DIFERENTES HORMONAS, DIFERENTES GUSTOS
Así, podemos ver cuál es la causa del atavismo de que ir de compras signifique una gran satisfacción para las mujeres y un fastidio para los hombres, que hereditariamente prefieren actividades más excitantes que ir a recolectar y a su vez, si las mujeres no tienen exceso de testosterona ni necesitan generar adrenalina y además ancestralmente nunca presenciaban la conmoción de la cacería, ahora no hay razón para que les surja el interés por ver un partido de fútbol (o cualquier otro deporte).
MUJERES DEPORTISTAS
Por supuesto que la excepción confirma la regla, y hay mujeres deportistas (muy buenas, por cierto, muchas mexicanas han ganado medallas de oro en varias olimpiadas) o interesadas en los deportes.
Algunas de estas actitudes pueden deberse a que, en su deseo de tener todos los privilegios sociales que tienen los hombres en el patriarcado, muchas mujeres tratan de imitarlos en cuestiones biológicas, lo cual considero muy respetable.
Aunque biológicamente las mujeres son menos agresivas que los hombres, algunas han demostrado que si se lo proponen, pueden hacer cualquier cosa, ahí están nuestras medallistas mexicanas, de las cuales todos estamos tan orgullosos.
LAS MUJERES ACTUALES Y LOS ZAPATOS
Ahora vayamos a los zapatos. La mayoría de las mujeres de clase media y alta[iii] tienen obsesión por comprar zapatos, lo cual genera la crítica de sus parejas masculinas que nunca han entendido la razón de esto y, lo peor, ni siquiera se fijan en los zapatos (excepción hecha de algunos pocos hombres a quienes les gusta ver mujeres usando zapatos femeninos “sexy”, de los fetichistas de zapatos, que también tienen obsesión por éstos y de los travestis, que, por cierto, tienen un manejo increíble de los tacones altos que usan), aunque las mujeres, supuestamente, los compran para hacerse más atractivas para los hombres.
Como decíamos antes, es muy probable que las mujeres prehistóricas necesitaran zapatos para proteger sus pies en sus andanzas diarias, que le dedicaran tiempo y creatividad a la confección de su calzado y que, quizá, algunos de estos zapatos llamaban la atención de los hombres de aquel entonces y debido a esa circunstancia, las mujeres conseguían pareja debido a la atracción que ejercía su calzado. Aunque esto parezca un poco forzado, si tomamos en cuenta cuántos hombres fetichistas tienen obsesión por los zapatos femeninos, podemos conjeturar que ese fetichismo masculino y la obsesión femenina por el calzado tienen el mismo origen ancestral.
Continuaremos con el matriarcado y el patriarcado.
[ii] Arquetipo: simbolización de modos universales de funcionamiento psíquico. Mediante los arquetipos, un sujeto civilizado se pone en contacto con ciertos vestigios fósiles de la humanidad primitiva (Diccionario UNESCO de Ciencias Sociales, p 181).
[iii] Perdón por este comentario “clasista”, pero para dar rienda suelta a esta obsesión, se necesita un buen ingreso y las mujeres que no lo tienen, aunque lo deseen, no pueden darse el lujo de comprarse muchos pares de zapatos.
Por Silvia Eugenia Ruiz Bachiller ver condiciones de (c) abajo
¿POR QUÉ A LOS HOMBRES LES GUSTA TANTO EL FUTBOL?
Ir en grupo corriendo tras una presa, arrebatársela a otro grupo y lograr meterla a una red.
Esta descripción puede aplicarse tanto al moderno fútbol, como a una cacería prehistórica y tomando eso en cuenta, podría responderse a la pregunta que se hacen todas las mujeres: “¿Por qué a los hombres les gusta tanto el fútbol?”.
Ahora que estamos rumbo al Mundial de Fútbol de 2014 en Brasil, las mujeres nos volvemos a hacer esa pregunta, la respuesta podría estar aquí:
Sencillamente, porque es atávico, ya que los hombres están programados genéticamente para la cacería desde tiempos ancestrales, puesto que los que podían reproducirse eran los buenos cazadores y de esa manera fueron heredando a su progenie masculina sus habilidades y su tendencia a cazar; de manera que las mujeres modernas deben entender esa característica tan masculina.
CACERÍA EN GRUPO Y LOS HÉROES
En antropología se dice que en tiempos ancestrales los hombres cazaban en grupo grandes animales y las mujeres y los niños se dedicaban a la recolección de semillas, raíces, flores, frutos, etc., además de cazar eventualmente algunos animales pequeños; esto último representaba la dieta diaria de la horda, mientras que la caza mayor efectuada, como ya dijimos, por los varones, cada cierto tiempo, significaba un festín para todo el clan.
EL GUSTO POR EL FUTBOL ES ATÁVICONo hace mucho, leí algo que escribió un antropólogo y que llamó mucho mi atención. Él decía que a los hombres les gusta el fútbol debido a un atavismo, ya que en sus genes aún perdura la necesidad de salir de cacería en grupo, lograr su presa y regresar como héroe. Aplicado al fútbol, se traduciría en salir al estadio en equipo, perseguir a la presa (la pelota), meter más goles que el enemigo y quedar ante su público como héroe, y si esto no es posible, al menos ser espectador de semejante faena y vivir esas proezas a través de los jugadores. Hasta aquí lo escrito por el antropólogo en cuestión y que originó las siguientes reflexiones.
FUTBOL SOCCER
El genio que inventó el fútbol soccer[i] , tomó muy en cuenta el arquetipo[ii] del hombre, como miembro de un grupo de cazadores persiguiendo a su presa, a la cual tenía que llevar hacia una trampa (en este caso, meter a una red) para conseguir su objetivo y ganar el alimento de varios días para todo el grupo social al que pertenecía, por lo que obtendría un reconocimiento (en este caso del futbol, hacer que el público se emocione).
GOAL (GOL)
Para hacer el juego más interesante, estableció dos equipos y aquél que lograra su meta o goal en inglés (gol en español) resultaría el ganador, ancestralmente, del animal cazado, en el fútbol moderno, del “gol”. Para hacerlo más duradero y emocionante, puso un límite de tiempo y el conteo de los “goles”, para que ganara el equipo que anotara más, que correspondería, en la prehistoria, al grupo que cazara más animales y llevara más alimento a casa.
OTROS JUEGOS DE PELOTA
A finales de la Edad Media y siglos posteriores se desarrollaron en las Islas Británicas y zonas aledañas juegos de equipo, que se conocían como fútbol, que se fueron unificando; las primeras unificaciones dieron origen al fútbol de rugby, al fútbol americano, al fútbol australiano, etc. y al deporte que hoy se conoce en gran parte del mundo como fútbol a secas.
El fútbol americano, con distintas reglas y diferente tipo de violencia, está basado en los mismos principios. En cuanto al básquetbol, lo que evoca, es la cacería con piedras, lanzas o arco y flecha, donde los cazadores con mejor tino, eran los que ganaban la pieza de caza que todos perseguían y, por supuesto, los honores correspondientes, como ahora en los Juegos Olímpicos.
JUEGOS DE PELOTA EN EL MUNDO ANTIGUO
En otras zonas del mundo también se practicaban juegos en los que una pelota era impulsada con los pies. Entre ellas las de la «zona guaraní». El jesuita español José Manuel Peramás escribió: «Solían también jugar con un balón, que, aún siendo de goma llena, era tan ligero y rápido que, cada vez que lo golpeaban, seguía rebotando algún tiempo, sin pararse, impulsado por su propio peso. lanzaban la pelota con la parte superior del pie desnudo, pasándola y recibiéndola con gran agilidad y precisión».
En Mesoamérica también practicaban un juego de pelota en la zonamaya.
En Teotihuacan (aunque ahí no se han encontrado campos de juego, sí hay murales con pinturas mostrándolo), en el imperio azteca, el juego de pelota se llamaba Ullamalitzli y el campo de juegotlachtli.
LA CAZA Y LAS HORMONAS MASCULINAS
Los hombres actuales ya no tienen que salir de cacería; de hecho, dejaron la caza mayor como necesidad, a partir de la aparición de la agricultura y la ganadería, la cual los convirtió en granjeros sedentarios, dedicados a un trabajo rutinario, agotador y aburrido, en el cual ya no generaban adrenalina, que junto a la testosterona (y algunas otras hormonas masculinas) son las que mueven a los machos de cualquier especie que funcione con hormonas.
PROPIEDAD PRIVADA Y GUERRAS
Cuando nuestros antepasados se volvieron sedentarios agricultores y ganaderos, esas hormonas generadoras de agresividad y violencia y que antes se dirigían a la cacería, se encauzaron hacia las peleas por los terrenos cultivados (que ya no eran comunitarios, sino propiedad privada), ya sea para apropiarse de los ajenos o para defender los propios. Esas peleas derivaron en batallas y finalmente guerras por el poder económico, político, social y/o religioso. Por eso hay guerras desde que el poder pasó a manos de los hombres, porque cuando existía el matriarcado, la violencia masculina se dirigía básicamente hacia la cacería, esto lo veremos a detalle más adelante.
LA VIOLENCIA Y LOS MACHOS (DE TODAS LAS ESPECIES)
La violencia, por necesidad, es inherente a los machos por el bien de la especie. Las hordas de primates actuales se organizan de manera que las hembras y las crías vayan en medio, mientras que los machos jóvenes y adultos se colocan en los límites exteriores, para proteger de los depredadores a los menos fuertes del grupo. Los antropólogos creen que nuestros antepasados hacían lo mismo y que los hombres son más fuertes, musculosos y agresivos como un imperativo biológico-social (vía selección natural), para protección de las mujeres y los niños (aunque a veces, en los humanos actuales, esa violencia se vuelve precisamente contra esos seres más débiles que deberían defender y proteger).
ENERGÍA ENCAUSADAS AL DEPORTE
Por supuesto que en tiempos ancestrales esa energía masculina, como ya dijimos, iba encauzada a conseguir el alimento por medio de la cacería. Actualmente, al ya no dedicarse a actividades tan violentas, pero aún teniendo las hormonas para realizarlas ¿qué puede hacer el varón moderno para sublimar toda esa agresividad y energía? ¡Pues encausarla hacia deportes violentos, de preferencia en equipo, como el fútbol! Y si no puede hacerlo como medio de vida, como los profesionales, sí puede ser observador fanático y generar adrenalina, aunque sea a través de otros.
POR QUÉ A LAS MUJERES LES GUSTA IR DE COMPRAS
Ya que vimos la causa del gusto masculino por los deportes en equipo, veamos ahora por qué a las mujeres les gusta ir de compras y por qué tienen fijación por los zapatos.
RECOLECCIÓN, EL PAN DE CADA DÍA
Sabemos que los hombres prehistóricos se dedicaban a la caza mayor y las mujeres a la recolección, que por cierto, ésta representaba el “pan de cada día”, en tanto que la caza mayor, cuando los hombres la conseguían, era una ocasión especial, motivo de un festín (¿será por eso que a los hombres hay que hacerles tantas “fiestas” por cualquier logro, y en cambio a lo que hacen las mujeres no se les da importancia, aunque sean actividades absolutamente esenciales?).
ZAPATOS PARA CONSEGUIR PAREJA
En sus labores de acopio, las mujeres debían caminar grandes distancias, tal vez llevando a dos niños de la mano, a un bebé en brazos o en la espalda y, muy probablemente, si estaba embarazada, a otro en el vientre; aunque fuera en los alrededores del sitio donde el grupo había asentado su hogar, ellas debían caminar mucho, puesto que tenían que “peinar” el terreno para recoger todo tipo de vegetales comestibles y, si había suerte, cazar pequeños animales, de cuya piel, podemos pensar, se hacían envolturas para sus cansados pies, es decir, se fabricaban “zapatos”. Tal vez (y esto es una elucubración) cuando los “diseñaban” de manera tal, que parecían un animalito, a los hombres les llamaban la atención, y les atraía lo suficiente para ir tras ellos, y tras la mujer que los traía puestos, para “cazarlos”, lo que significaría que la mujer podría conseguir pareja.
RECOLECCIÓN = IR DE COMPRAS
Si todo lo anterior lo extrapolamos a la actualidad, como hicimos con la caza y los deportes para los hombres, podemos comparar la recolección femenina, con ir de compras, ya sea simplemente al “súper” o a un centro comercial y conseguir alimento y/o vestido para la familia, así como las madres prehistóricas llegaban con nueces, frutas, hojas, raíces o pequeños animales, para prepararlos de modo que sus hijos y maridos pudieran comer todos los días, lo cual las llenaba de satisfacción, puesto que las madres son nutricias por naturaleza, ya que ellas mismas producen la leche materna, el primer alimento para sus bebés y después siguen teniendo como prioridad alimentar a sus pequeños y por extensión a su pareja y a la familia en general.
EL VESTIDO
Eso es en cuanto al alimento; para el vestido y el techo, podemos imaginarnos que también en sus viajes de recolección, cuando cazaban animalitos con pieles utilizables como prendas de vestir para su familia, sobre todo para sus hijos, ellas sentían felicidad y satisfacción. Claro que también preparaban y curtían las pieles de los grandes animales cazados por sus maridos, pero eso era más eventual, además de que se tendría que repartir entre todas las familias que conformaban el grupo, horda o tribu, de manera que tal vez se vestían más con las pieles de los que ellas mismas cazaban.
EL REFUGIO Y LA DECORACIÓN
En cuanto a sus chozas o lo que usaran como refugios, si vemos lo que usan aún para sus chozas las tribus de cazadores recolectores que aún existen, suponemos que también utilizaban grandes hojas y ramas para elaborarlos y es lógico que las mujeres se ocuparan de recogerlos y probablemente los hombres de construirlos. Las mujeres actuales heredaron ese gusto por adornar y por la decoración de sus casas, para lo cual van de compras y siguen sintiendo placer al hacerlo.
DIFERENTES HORMONAS, DIFERENTES GUSTOS
Así, podemos ver cuál es la causa del atavismo de que ir de compras signifique una gran satisfacción para las mujeres y un fastidio para los hombres, que hereditariamente prefieren actividades más excitantes que ir a recolectar y a su vez, si las mujeres no tienen exceso de testosterona ni necesitan generar adrenalina y además ancestralmente nunca presenciaban la conmoción de la cacería, ahora no hay razón para que les surja el interés por ver un partido de fútbol (o cualquier otro deporte).
MUJERES DEPORTISTAS
Por supuesto que la excepción confirma la regla, y hay mujeres deportistas (muy buenas, por cierto, muchas mexicanas han ganado medallas de oro en varias olimpiadas) o interesadas en los deportes.
Algunas de estas actitudes pueden deberse a que, en su deseo de tener todos los privilegios sociales que tienen los hombres en el patriarcado, muchas mujeres tratan de imitarlos en cuestiones biológicas, lo cual considero muy respetable.
Aunque biológicamente las mujeres son menos agresivas que los hombres, algunas han demostrado que si se lo proponen, pueden hacer cualquier cosa, ahí están nuestras medallistas mexicanas, de las cuales todos estamos tan orgullosos.
LAS MUJERES ACTUALES Y LOS ZAPATOS
Ahora vayamos a los zapatos. La mayoría de las mujeres de clase media y alta[iii] tienen obsesión por comprar zapatos, lo cual genera la crítica de sus parejas masculinas que nunca han entendido la razón de esto y, lo peor, ni siquiera se fijan en los zapatos (excepción hecha de algunos pocos hombres a quienes les gusta ver mujeres usando zapatos femeninos “sexy”, de los fetichistas de zapatos, que también tienen obsesión por éstos y de los travestis, que, por cierto, tienen un manejo increíble de los tacones altos que usan), aunque las mujeres, supuestamente, los compran para hacerse más atractivas para los hombres.
Como decíamos antes, es muy probable que las mujeres prehistóricas necesitaran zapatos para proteger sus pies en sus andanzas diarias, que le dedicaran tiempo y creatividad a la confección de su calzado y que, quizá, algunos de estos zapatos llamaban la atención de los hombres de aquel entonces y debido a esa circunstancia, las mujeres conseguían pareja debido a la atracción que ejercía su calzado. Aunque esto parezca un poco forzado, si tomamos en cuenta cuántos hombres fetichistas tienen obsesión por los zapatos femeninos, podemos conjeturar que ese fetichismo masculino y la obsesión femenina por el calzado tienen el mismo origen ancestral.
Continuaremos con el matriarcado y el patriarcado.
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[ii] Arquetipo: simbolización de modos universales de funcionamiento psíquico. Mediante los arquetipos, un sujeto civilizado se pone en contacto con ciertos vestigios fósiles de la humanidad primitiva (Diccionario UNESCO de Ciencias Sociales, p 181).
[iii] Perdón por este comentario “clasista”, pero para dar rienda suelta a esta obsesión, se necesita un buen ingreso y las mujeres que no lo tienen, aunque lo deseen, no pueden darse el lujo de comprarse muchos pares de zapatos.
Un gran equipo internacional de investigadores del Proyecto del Genoma Neandertal dirigido por el doctor Svante Pääbo, paleogenetista del Instituto Max Planck de Leipzig, Alemania, pudo analizar una secuencia equivalente al 60% del genoma neandertal obtenida a partir de las cadenas de ADN de tres fragmentos de hueso de tres mujeres neandertales que vivieron en Croacia hace más de 38,000 años. Este análisis resulta muy importante porque permite por primera vez en la historia comparar al ser humano con un ser de su misma especie, es decir, de características muy similares. Como ya se dijo en otra nota de Cienciorama, los neandertales tenían un cerebro muy similar al nuestro, fabricaban herramientas, se adornaban, enterraban a sus muertos, tenían el gen FOXP2 (afecta al lenguaje y su articulación) y el aparato fonológico necesarios para comunicarse con un lenguaje.
Al comparar la composición del genoma nuclear neandertal con los genomas completos de cinco seres humanos actuales de las distintas regiones del mundo, los investigadores hallaron que los europeos y los asiáticos comparten entre e1 1 y el 4% de su ADN nuclear con los neandertales, pero los africanos no. Esto sugiere que los primeros Homo sapiens se cruzaron con los neandertales después de abandonar África y se dispersaran en Asia y Europa. Al parecer, la evidencia es incontrovertible y hace suponer -al contrario de lo que se pensó durante mucho tiempo- que los neandertales no desaparecieron súbitamente debido a fenómenos climáticos y a la aparición de Homo sapiens en su territorio, sino que hasta cierto punto siguen vivos dentro sus descendientes de europeos o asiáticos.
El descubrimiento de que estas dos especies pudieron aparearse sorprendió mucho a los investigadores del genoma neandertal, pues no había signo alguno de dicho evento en el análisis completo del genoma mitocondrial neandertal ni en los primeros estudios de genes de otros linajes neandertales.1 Hasta entonces no se había revisado el genoma nuclear humano con esta intención de hallar rastros neandertales. En un principio muchos investigadores pensaban que podía haber habido cruzamientos pero sin descendencia entre los neandertales y los seres humanos. Pero los investigadores se dieron cuenta de que el ADN nuclear neandertal tendía a ser más parecido al europeo de Homo sapiens que al africano y aunque al comienzo pensaron que era sólo una desviación estadística, pudieron ver que esta tendencia persistía y la confirmaron con distintos métodos y en diferentes laboratorios. La tendencia les hizo pensar que sí había habido cruzamientos entre ambas especies homínidas habían sido muy pocos. Para probar rigurosamente la hipótesis de estos pocos apareamientos, compararon el ADN nuclear neandertal de los huesos de las tres mujeres neandertales que vivieron en la cueva de Vindija en Croacia, hace entre 38,000 y 48,000 años, con cantidades mucho más pequeñas de ADN nuclear proveniente de neandertales que vivieron en España, Alemania y Rusia en los mismos periodos, para tener un modelo de este ADN que representara a la mayor parte de su distribución geográfica.
Una vez que lograron hacer un modelo de la composición del genoma nuclear neandertal lo compararon con el genoma del chimpancé para determinar cuáles características compartía con él y así saber cuál era el material genético específico del neandertal. Si se compara el material genético de los seres humanos actuales y de los neandertales con el del chimpancé resulta que comparten alrededor de un 99%, pues los tres tienen un ancestro común. Después compararon las variantes genéticas específicas de los neandertales con las de los genomas completos de cinco seres humanos actuales: un san proveniente de Sudáfrica, un yoruba de África occidental, un papua de Nueva Guinea, un han de China y un francés. Escogieron una persona de Papua, Nueva Guinea, porque los neandertales nunca estuvieron allí.
El equipo midió la proximidad genética de los neandertales con distintos pares de estos seres humanos actuales de distintos continentes observando sitios del genoma que difieren entre los individuos por un solo nucleótido o base de la cadena de ADN para que las diferencias resultaran claras. Al comparar a los neandertales con los asiáticos y los europeos hallaron variaciones comunes en 78 nucleótidos (las partes del ADN que le dan capacidad a los genes de producir proteínas) y estas variaciones están sólo en cinco genes humanos que tienen más de una mutación. Que estas mutaciones sean tan pocas es lo interesante; y se dan, por ejemplo, en genes que producen proteínas importantes para sanar heridas, para el movimiento del flagelo de los espermatozoides y para la transcripción genética. Varias de estas mutaciones provenientes de los genes neandertales que son ahora parte de los genes del ser humano han dado lugar a nucleótidos o bases del ADN nuclear que producen proteínas que se expresan en la piel, en las glándulas sudoríparas, en las vainas internas de las raíces capilares y en la pigmentación de la piel. Hay mutaciones en tres a seis genes que tuvieron como consecuencia cambios en la piel, aunque no se sabe todavía de qué tipo. Muchos de los cambios no tuvieron ningún efecto y probablemente se fueron acumulando, pero los investigadores también utilizaron este estudio de los neandertales para hallar cambios evolutivos a nivel genético que han sido beneficiosos para los humanos modernos y cuya frecuencia se ha elevado en ciertas poblaciones. Se han identificado para ello 15 regiones que contienen entre uno y doce genes. La región más grande está ubicada en el cromosoma 2 y contiene el gene THADA; es una región que varía en los seres humanos modernos y que ha sido asociada con la diabetes tipo 2. Los cambios en este gene afectan el metabolismo de los seres humanos modernos.
Otras mutaciones parecen estar en genes importantes para el desarrollo cognitivo y cuando se expresan en las personas pueden contribuir también, pero no en la mayoría de los casos, a enfermedades como síndrome de Down, esquizofrenia y autismo. Un gene, el RUNX, está asociado con una enfermedad que lleva consigo varias anormalidades del desarrollo como clavículas encontradas y caja torácica en forma de campana. Los neandertales tenían el torax así y posiblemente clavículas peculiares, pero aún se tiene que saber más acerca de la expresión fisiólógica de todas estas diferencias genéticas, pues que los genes contengan cierta información no quiere decir que ésta se exprese en los organismos necesariamente.
Para comprobar el flujo de los nucleótidos de los genes neandertales a los humanos asiáticos y europeos, los investigadores utilizaron dos métodos más. Compararon grandes regiones del genoma de los antecesores europeos y africanos (para esto último utilizaron el genoma afroamericano, publicado en el Proyecto del Genoma Humano [buscar en Cienciorama genoma], que representa a los antecesores africanos) con las regiones del genoma neandertal y hallaron que los segmentos neandertales y europeos eran mucho más parecidos entre sí.
Y finalmente, el genetista de poblaciones Rasmus Nielsen de la Universidad de California, en Berkeley, escaneó los segmentos ancestrales y específicos del genoma humano, es decir, los que tuvo desde su origen hace 200,000 años , e identificó trece regiones variables e inusuales del genoma humano que fueran evolutivamente antiguas y estuvieran ausentes en 23 genomas afroamericanos actuales (pues como se dijo antes su genoma es representativo de los antecesores africanos) y que existieran en otros ancestros de Homo sapiens, en 48 europeos y asiáticos actuales Así, haciendo comparaciones, el equipo halló que diez de las trece regiones variables del genoma de los seres humanos actuales de Asia y Europa provienen de los neandertales. Esta hipótesis de apareamiento se adecua a los fósiles y herramientas de piedra de hace 80,000 años hallados en las cuevas de Skhul, Qafzeh y Tabun, que indican que fueron ocupadas intermitentemente por Homo sapiens y por neandertales. Estos fósiles y herramientas hacen pensar que ambas especies convivieron en ellas durante 10,000 años.
Hay quienes piensan que este cruzamiento entre especies pudo haber ocurrido con un grupo de Homo sapiens que salió de África hace 60,000 años y probablemente halló a los neandertales con los que conviviría 10,000 años en las cuevas. Quizá se deba a este cruce que el esqueleto neandertal de una hembra hallado en la cueva de Tabun luzca menos robusto.
Lo curioso es que se pensaba que la probabilidad de este cruzamiento hubiera sido más tarde, en Francia, hace entre 45,000 y 35,000 años, donde también coexistieron ambas especies y donde algunos investigadores piensan que los neandertales imitaban las herramientas de piedra que fabricaba Homo sapiens. Por alguna razón que ahora no se alcanza a entender, ambas especies no se cruzaron más. La genetista Sarah Tishkoff, de la Universidad de Pensilvania, se pregunta si hubo acaso una barrera cultural que lo evitó».
* Alicia García Bergua, es escritora y divulgadora de la ciencia. E-mail: aligarcia@gmail.com
Nota
1Se supone que el ADN de la mitocondria de la célula suele tener mayor antigüedad porque no es tan recombinante como el del núcleo y siempre proviene de la madre; gracias a este ADN mitocondrial se pudo ir hacia atrás y reconstruir en la década de los ochenta del siglo pasado, el origen africano de la especie humana. Cuando se vio que los ADN mitocondriales más antiguos provenían de África se hizo un estudio para comprobar si en África estaban todos los ADN nucleares de la población mundial mediante muestras sanguíneas de todas las poblaciones, y se comprobó que sí. Este estudio fue el gran antecedente de la investigación del genoma humano.
Bibliografía
*Science, número especial sobre el genoma neandertal, 2010.
*Matt Riddley, Genoma. La autobiografía de una especie en 23 capítulos, Taurus, México, 2004.
*Matt Riddley, Qué nos hace humanos, Taurus, México, 2004.
*Los genes ?periféricos? del neandertal, al descubierto, Público.es
Un gran equipo internacional de investigadores del Proyecto del Genoma Neandertal dirigido por el doctor Svante Pääbo, paleogenetista del Instituto Max Planck de Leipzig, Alemania, pudo analizar una secuencia equivalente al 60% del genoma neandertal obtenida a partir de las cadenas de ADN de tres fragmentos de hueso de tres mujeres neandertales que vivieron en Croacia hace más de 38,000 años. Este análisis resulta muy importante porque permite por primera vez en la historia comparar al ser humano con un ser de su misma especie, es decir, de características muy similares. Como ya se dijo en otra nota de Cienciorama, los neandertales tenían un cerebro muy similar al nuestro, fabricaban herramientas, se adornaban, enterraban a sus muertos, tenían el gen FOXP2 (afecta al lenguaje y su articulación) y el aparato fonológico necesarios para comunicarse con un lenguaje.
Al comparar la composición del genoma nuclear neandertal con los genomas completos de cinco seres humanos actuales de las distintas regiones del mundo, los investigadores hallaron que los europeos y los asiáticos comparten entre e1 1 y el 4% de su ADN nuclear con los neandertales, pero los africanos no. Esto sugiere que los primeros Homo sapiens se cruzaron con los neandertales después de abandonar África y se dispersaran en Asia y Europa. Al parecer, la evidencia es incontrovertible y hace suponer -al contrario de lo que se pensó durante mucho tiempo- que los neandertales no desaparecieron súbitamente debido a fenómenos climáticos y a la aparición de Homo sapiens en su territorio, sino que hasta cierto punto siguen vivos dentro sus descendientes de europeos o asiáticos.
El descubrimiento de que estas dos especies pudieron aparearse sorprendió mucho a los investigadores del genoma neandertal, pues no había signo alguno de dicho evento en el análisis completo del genoma mitocondrial neandertal ni en los primeros estudios de genes de otros linajes neandertales.1 Hasta entonces no se había revisado el genoma
nuclear humano con esta intención de hallar rastros neandertales. En un principio muchos investigadores pensaban que podía haber habido cruzamientos pero sin descendencia entre los neandertales y los seres humanos. Pero los investigadores se dieron cuenta de que el ADN nuclear neandertal tendía a ser más parecido al europeo de Homo sapiens que al africano y aunque al comienzo pensaron que era sólo una desviación estadística, pudieron ver que esta tendencia persistía y la confirmaron con distintos métodos y en diferentes laboratorios. La tendencia les hizo pensar que sí había habido cruzamientos entre ambas especies homínidas habían sido muy pocos. Para probar rigurosamente la hipótesis de estos pocos apareamientos, compararon el ADN nuclear neandertal de los huesos de las tres mujeres neandertales que vivieron en la cueva de Vindija en Croacia, hace entre 38,000 y 48,000 años, con cantidades mucho más pequeñas de ADN nuclear proveniente de neandertales que vivieron en España, Alemania y Rusia en los mismos periodos, para tener un modelo de este ADN que representara a la mayor parte de su distribución geográfica.
Una vez que lograron hacer un modelo de la composición del genoma nuclear neandertal lo compararon con el genoma del chimpancé para determinar cuáles características compartía con él y así saber cuál era el material genético específico del neandertal. Si se compara el material genético de los seres humanos actuales y de los neandertales con el del chimpancé resulta que comparten alrededor de un 99%, pues los tres tienen un ancestro común. Después compararon las variantes genéticas específicas de los neandertales con las de los genomas completos de cinco seres humanos actuales: un san proveniente de Sudáfrica, un yoruba de África occidental, un papua de Nueva Guinea, un han de China y un francés. Escogieron una persona de Papua, Nueva Guinea, porque los neandertales nunca estuvieron allí.
El equipo midió la proximidad genética de los neandertales con distintos pares de estos seres humanos actuales de distintos continentes observando sitios del genoma que difieren entre los individuos por un solo nucleótido o base de la cadena de ADN para que las diferencias resultaran claras. Al comparar a los neandertales con los asiáticos y los europeos hallaron variaciones comunes en 78 nucleótidos (las partes del ADN que le dan capacidad a los genes de producir proteínas) y estas variaciones están sólo en cinco genes humanos que tienen más de una mutación. Que estas mutaciones sean tan pocas es lo interesante; y se dan, por ejemplo, en genes que producen proteínas importantes para sanar heridas, para el movimiento del flagelo de los espermatozoides y para la transcripción genética. Varias de estas mutaciones provenientes de los genes neandertales que son ahora parte de los genes del ser
humano han dado lugar a nucleótidos o bases del ADN nuclear que producen proteínas que se expresan en la piel, en las glándulas sudoríparas, en las vainas internas de las raíces capilares y en la pigmentación de la piel. Hay mutaciones en tres a seis genes que tuvieron como consecuencia cambios en la piel, aunque no se sabe todavía de qué tipo. Muchos de los cambios no tuvieron ningún efecto y probablemente se fueron acumulando, pero los investigadores también utilizaron este estudio de los neandertales para hallar cambios evolutivos a nivel genético que han sido beneficiosos para los humanos modernos y cuya frecuencia se ha elevado en ciertas poblaciones. Se han identificado para ello 15 regiones que contienen entre uno y doce genes. La región más grande está ubicada en el cromosoma 2 y contiene el gene THADA; es una región que varía en los seres humanos modernos y que ha sido asociada con la diabetes tipo 2. Los cambios en este gene afectan el metabolismo de los seres humanos modernos.
Otras mutaciones parecen estar en genes importantes para el desarrollo cognitivo y cuando se expresan en las personas pueden contribuir también, pero no en la mayoría de los casos, a enfermedades como síndrome de Down, esquizofrenia y autismo. Un gene, el RUNX, está asociado con una enfermedad que lleva consigo varias anormalidades del desarrollo como clavículas encontradas y caja torácica en forma de campana. Los neandertales tenían el torax así y posiblemente clavículas peculiares, pero aún se tiene que saber más acerca de la expresión fisiólógica de todas estas diferencias genéticas, pues que los genes contengan cierta información no quiere decir que ésta se exprese en los organismos necesariamente.
Para comprobar el flujo de los nucleótidos de los genes neandertales a los humanos asiáticos y europeos, los investigadores utilizaron dos métodos más. Compararon grandes regiones del genoma de los antecesores europeos y africanos (para esto último utilizaron el genoma afroamericano, publicado en el Proyecto del Genoma Humano [buscar en Cienciorama genoma], que representa a los antecesores africanos) con las regiones del genoma neandertal y hallaron que los segmentos neandertales y europeos eran mucho más parecidos entre sí. Y
finalmente, el genetista de poblaciones Rasmus Nielsen de la Universidad de California, en Berkeley, escaneó los segmentos ancestrales y específicos del genoma humano, es decir, los que tuvo desde su origen hace 200,000 años , e identificó trece regiones variables e inusuales del genoma humano que fueran evolutivamente antiguas y estuvieran ausentes en 23 genomas afroamericanos actuales (pues como se dijo antes su genoma es representativo de los antecesores africanos) y que existieran en otros ancestros de Homo sapiens, en 48 europeos y asiáticos actuales Así, haciendo comparaciones, el equipo halló que diez de las trece regiones variables del genoma de los seres humanos actuales de Asia y Europa provienen de los neandertales. Esta hipótesis de apareamiento se adecua a los fósiles y herramientas de piedra de hace 80,000 años hallados en las cuevas de Skhul, Qafzeh y Tabun, que indican que fueron ocupadas intermitentemente por Homo sapiens y por neandertales. Estos fósiles y herramientas hacen pensar que ambas especies convivieron en ellas durante 10,000 años.
Hay quienes piensan que este cruzamiento entre especies pudo haber ocurrido con un grupo de Homo sapiens que salió de África hace 60,000 años y probablemente halló a los neandertales con los que conviviría 10,000 años en las cuevas. Quizá se deba a este cruce que el esqueleto neandertal de una hembra hallado en la cueva de Tabun luzca menos robusto.
Lo curioso es que se pensaba que la probabilidad de este cruzamiento hubiera sido más tarde, en Francia, hace entre 45,000 y 35,000 años, donde también coexistieron ambas especies y donde algunos investigadores piensan que los neandertales imitaban las herramientas de piedra que fabricaba Homo sapiens. Por alguna razón que ahora no se alcanza a entender, ambas especies no se cruzaron más. La genetista Sarah Tishkoff, de la Universidad de Pensilvania, se pregunta si hubo acaso una barrera cultural que lo evitó.
* Alicia García Bergua, es escritora y divulgadora de la ciencia. E-mail: aligarcia@gmail.com
Nota
1Se supone que el ADN de la mitocondria de la célula suele tener mayor antigüedad porque no es tan recombinante como el del núcleo y siempre proviene de la madre; gracias a este ADN mitocondrial se pudo ir hacia atrás y reconstruir en la década de los ochenta del siglo pasado, el origen africano de la especie humana. Cuando se vio que los ADN mitocondriales más antiguos provenían de África se hizo un estudio para comprobar si en África estaban todos los ADN nucleares de la población mundial mediante muestras sanguíneas de todas las poblaciones, y se comprobó que sí. Este estudio fue el gran antecedente de la investigación del genoma humano.
Bibliografía
*Science, número especial sobre el genoma neandertal, 2010.
*Matt Riddley, Genoma. La autobiografía de una especie en 23 capítulos, Taurus, México, 2004.
*Matt Riddley, Qué nos hace humanos, Taurus, México, 2004.
*Los genes ?periféricos? del neandertal, al descubierto, Público.es
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Un equipo internacional de investigadores ha secuenciado el genoma del Neandertal, utilizando pequeñas muestras de huesos obtenidos a partir de tres huesos de Neandertal encontrados en una cueva en Croacia. Los resultados fueron publicados en la revista Science
GENOMAS DE NEANDERTALES Y HUMANOS COMPARADOS
Los investigadores, dirigidos por Svante Pääbo del Instituto Max-Planck de AntropologíaEvolutiva en Leipzig, Alemania, hicieron una comparación entre el genoma del Neandertal con los cinco genomas humanos conocidos hoy día de diferentespartes del mundo.
Los resultadosrevelan una variedad de genes que son únicos en los sereshumanos, incluyendo unos pocos que se extendieron entre nuestra especiedespués de que los seres humanos y los neandertales se separaron de un ancestro común.
COMPRENDER NUESTRA IDENTIDAD HUMANA
Estos resultados ofrecen una lista de regiones genómicas y genes que pueden ser clave para comprendernuestraidentidad humana.
Los científicos también encontraron que los humanos modernos y los neandertales muy probablemente se cruzaron, probablemente en el Oriente Medio, después de salir de África.
«El genoma del Neandertal promete ser una fructífera fuente de información sobre los eventos evolutivos que produjeron los humanos modernos y los neandertales”, dijeron los investigadores.
NEANDERTALES, NUESTROS PARIENTES MÁS CERCANOS
Los neandertales son nuestros parientes más cercanos en la evolución. Aparecieron hace unos 400.000 años, se extendieron a través de Europa y Asia occidental, y se extinguieron hace aproximadamente 30.000 años.
LA SECUENCIA DEL GENOMA NEANDERTAL
El proyecto de la secuencia del genoma del Neandertal representa alrededor del 60 por ciento de todo el genoma. El material genético que se secuenció vino de los huesos de tres neandertalesindividuales.
Los científicos encontraron que los seres humanos modernos y los neandertales están tan estrechamente relacionados que para cualquier parte particular del genoma, un ser humano moderno y un hombre de Neandertal podrían ser más parecidos entresí que dos seres humanos modernos entresí.
La mayor parte de lo que sabemos sobre la variación genética entre los humanos de hoy se basa en las poblaciones europeas. Pääbo y sus colegassecuenciaron los genomas de los humanos de hoy en cinco regiones desde el sur de África, África Occidental, Papúa Nueva Guinea, China y Francia, y compararon el genoma de los Neandertales con los genomas de estosindividuos.
La secuencia del genoma del Neandertaldemostró ser un poco mássimilar a la de los individuosno africanos.
los autores informaron que la secuencia del genoma recientemente publicado de Craig Venter contiene segmentos que están más cerca de los del genoma del Neandertal, que a las referencias actuales del genoma humano (que incluye una mezcla de ADN con ascendencia de los africanos y los europeos).
¿CUÁNDO SE MEZCLARON NEANDERTALES Y HUMANOS MODERNOS?
Aunque otras explicaciones son posibles, una hipótesis es que los primeros humanos modernosse cruzaron con los neandertales en el Oriente Medio, después de salir de África y, antes de propagarse en Eurasia.
Los autores estiman que aproximadamente entre un 1 a un 4 por ciento del genoma humano modernoparece ser de los neandertales.
El porcentajerelativamentebajo del ADN de Neandertal en el genomahumano moderno puede sugerir que el entrecruzamiento en realidad era bastante limitado.
“Está bien pensar que algunos de nosotros tenemos un poco de ADNneandertal en nuestro genoma, pero, para mí, la oportunidad de buscar las pruebas de selección positiva que ocurrió poco después de las dos especies separadas es probablemente el aspecto más fascinante de este proyecto” dijo Pääbo.
Su equipo diseñó un método para buscar las regiones del genoma humano de hoy en donde los genes nuevos se han extendido a través de la población una vez que las dos especies se separaron. Estos genes pudieron mejorar los primeros seres humanos por la supervivencia o la reproducción.
SELECCIÓN HUMANA ESPECÍFICA
Los investigadoresrevisaron los cinco genomas de los humanosmodernos de todo el mundo en busca de las regiones genómicas con variaciones de la secuencia que se producen frecuentemente en los seres humanos pero no en los neandertales, lo que sugiere una selección humana específica.
El equipoencontró212 regiones de talvariación. Entre las 20 regiones con la mayor evidencia de la selección positiva fueron tres genes que, cuando mutaron, afectaron el desarrollo mental y cognitivo.
Curiosamente estos genes han sido implicados en el síndrome de Down, la esquizofrenia y el autismo.
Otras regiones en esta lista de 20incluye un genimplicado en el metabolismo energético, y otra que afecta el desarrollo del esqueleto del cráneo, la clavícula y la caja torácica.
“En todos estos casos se requiere mucho, mucho más trabajo. Esto realmente sólo sirve para indicarqué genes se debe estudiar ahora, y estoy seguro de que nosotros y muchos otros grupos van a hacer eso”, dijo Pääbo.
CATÁLOGO DE CARACTERÍSTICAS GENÉTICAS HUMANAS
Los investigadores también utilizaron el genoma del Neandertal para producir la primera versión de un catálogo de las característicasgenéticas que existen en todos los seres humanos de hoy, pero no se encuentran en los neandertales o los monos. Este catálogo será valioso para los científicos que estudian lo que diferencia entre los humanos y otros organismos.
Silvia Eugenia Ruiz Bachiller
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Referencia
Richard E. Green, Johannes Krause, Adrian W. Briggs, Tomislav Maricic, Udo Stenzel, Martin Kircher, Nick Patterson, Heng Li, Weiwei Zhai, Markus Hsi-Yang Fritz, Nancy F. Hansen, Eric Y. Durand, Anna-Sapfo Malaspinas, Jeffrey D. Jensen, Tomas Marques-Bonet, Can Alkan, Kay Prüfer, Matthias Meyer, Hernán A. Burbano, Jeffrey M. Good, Rigo Schultz, Ayinuer Aximu-Petri, Anne Butthof, Barbara Höber, Barbara Höffner, Madlen Siegemund, Antje Weihmann, Chad Nusbaum, Eric S. Lander, Carsten Russ, Nathaniel Novod, Jason Affourtit, Michael Egholm, Christine Verna, Pavao Rudan, Dejana Brajkovic, Zeljko Kucan, Ivan Gusic, Vladimir B. Doronichev, Liubov V. Golovanova, Carles Lalueza-Fox, Marco de la Rasilla, Javier Fortea, Antonio Rosas, Ralf W. Schmitz, Philip L. F. Johnson, Evan E. Eichler, Daniel Falush, Ewan Birney, James C. Mullikin, Montgomery Slatkin, Rasmus Nielsen, Janet Kelso, Michael Lachmann, David Reich, and Svante Pääbo (7 May 2010). A Draft Sequence of the Neandertal Genome. Science 328 (5979), 710.