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“ESPOSA TE DOY Y NO SIERVA”

La nave de la iglesia estaba totalmente iluminada, en el pasillo la alfombra roja y bordeándolo ramos de hermosas, aromáticas y frescas flores blancas en cada orilla de las bancas, formanban una perfumada valla en medio de la cual pasaría la novia.

Cuando llegó Mely a la entrada de la iglesia, el órgano empezó a tocar la marcha nupcial, ella estaba enojada y llorosa.

Había tenido un altercado con su padre, con el cual no vivía desde que cumplió los 18 años, pero su casi suegra, Carlota, había insistido en seguir todo el protocolo y ella y Miguel, su esposo habían ido a pedir, para su hijo Javier, la mano de Mely a un padre que nunca lo fue, que se desentendió de ella, salvo para explotarla y del cual no recibió ni casa ni sustento desde que cumplió los 18 años.

¿Por qué “pedirle su mano”? ¿él “no tenía vela en ese entierro” ni opinión en su boda, pero para seguir llevándose bien con Doña Carlota, la suegra en ciernes, aceptó, igual que había aceptado casarse por la iglesia, aunque ella había abandonado la religión hacía tiempo, pero, en fin, por llevar la fiesta en paz, aceptó casarse en la iglesia. ¿su papá iba a pagar la iglesia? ¡NOO!, por supuesto que no, para la fiesta le dijo en un aparte, mientras sus suegros, Doña Carlota y Don Miguel platicaban con su madrastra.

-Mira hija, si quieres una fiestecita, sería acá en la casa, con pocas de nuestras amistades (no de Mely y Javier, sino del papá y la madrasta de Mely, quiso decir), ustedes, claro, y tus suegros, no podríamos invitar a los 5 hermanos de tu novio y sus familias ni a sus amigos. Tú entiendes ¿verdad?

Mely lo había mirado entrecerrando los ojos y tratando de no decirle “¿para que sea un fiasco, como la fiesta de mis 15 años, en la que usaste el dinero que me dejó mi abuelo de herencia y lo que ahorró mi mamá para mis 15, en unos sándwiches, unas cervezas, refrescos y una pulsera de oro con un centenario para mi madrastra y sólo invitaste a 5 amigos tuyos?” tragó saliva y sólo dijo.

-No gracias, papá, no quiero fiesta de ningún tipo (interprétese “tipo” como se quiera).

Regresaron a la sala a seguir haciéndoles la cortesía a los suegros de ella y un momento después éstos entendieron la situación y se despidieron. Salieron todos juntos. Mely respiró profundamente con alivio.

-Bueno, requisito cumplido – le sonrió a su suegra –que conste que sólo por darle gusto a usted.

Javier la abrazó y le dio un beso en la mejilla- gracias hermosa – ella volteó a verlo y le sonrió, lo amaba tanto que estaba tragándose algunos de sus principios.

Doña Carlota la miró extrañada –Hija, hay que cumplir todo el protocolo, su boda es muy importante para las dos familias.

Mely se tragó su carcajada y bajó los ojos para que Carlota no adivinara sus pensamientos.

***

Cuando Mely y Javier fueron a hacer arreglos para la iglesia, varias veces Mely estuvo a punto de levantarse e irse, Javier la detenía ¡los costos eran exagerados!

-Mire padre, no me caso por la iglesia por gusto, no tengo casi a quien invitar por mi parte, yo voy a pagar estos gastos, no mi padre y me parecen exageradamente altos, así que no quiero ni alfombra roja, ni flores quizá acepte música, si me hace una rebaja.

El párroco no podía creer lo que estaba escuchando, pero tampoco los iba a dejar ir.

-Está bien si no tienen suficiente, la música les costará la mitad.

Mely sonrió – Ahora sí nos entendemos, así quedamos, firmó lo que le presentó el párroco, pagó y salió del brazo de Javier.

-¿De verdad no quieres ni flores ni alfombra? Yo las pago, nos regresamos y le decimos que siempre sí.

-Para empezar ya sabes que sólo me caso por la iglesia por darle gusto a tu mamá y para que no me rechace, además de darles en la cabeza a mis familiares que dijeron que por irme a vivir sola no me iba a casar de blanco, ¿pero tanto gasto? ¡noo! Prefiero gastarlo en la luna de miel ¿no crees?

Javier difícilmente lo creía, nunca había conocido a una mujer que no soñara con una boda espléndida, pero, en fin, sabía que Mely se cocinaba aparte, no seguía al rebaño, por eso la amaba.

***

Hacía unos meses que Mely había buscado a la familia de su mamá, los había encontrado y la habían recibido muy cariñosos, Su tía Esperanza le había hecho una comida especial, pastel incluido, su tío Chava le había regalado “Los Miserables” en 4 tomos, en una edición muy antigua y valiosa y su prima Flor, al escucharla despotricar con que no quería gastar en un vestido que sólo usaría unas horas, le ofreció prestarle el suyo.

-¿De veras harías eso, querida Flor?

-Claro prima, me da tanto gusto haberte recuperado que te presto mi vestido de novia encantada de la vida y con mucho cariño.

Mely se levantó y la abrazó muy entrañablemente, con mucho agradecimiento. Flor, ni tarda ni perezosa fue por el vestido y se lo entregó con mucho cuidado, Mely lo trató con toda la delicadeza que se merecía el vestido de su prima.

-Pruébatelo.

-Sí, claro – lo desenvolvió y se lo puso, le quedaba un poco justo del busto y grande de la cintura, además de algo corto, pero no iba a ponerle peros, ni a sugerir arreglos, así como estaba, así lo llevaría el día de su boda.

Días después, dado que había invitado a la familia de su mamá, recién re encontrada, quiso avisarle a su papá, puesto que sabía que desde que su madre falleció, su padre tuvo altercados muy fuertes con la familia de ésta y nunca dejó que Mely los volviera a ver, prefirió advertirle que iban a ir, pera que no hiciera una escena desagradable en la iglesia.

Lo llamó por teléfono.

-Bueno.

-Hola papá, soy Mely ¿cómo estás?

-¿Y ahora qué necesitas?

-No, yo no necesito nada – iba a añadir “de ti” pero se abstuvo – sólo quería avisarte que invité a mi tía Esperanza, mi tío Chava y mis primos a mi boda, para que no te sorprendas de verlos.

-¡¡QUÉE!! Si van ellos, no voy yo.

Mely no estaba de buen humor por haber tenido que arreglar los asuntos de la iglesia y constatar que todo es negocio para ellos. Así que como dicen, lo que se hereda no se hurta y contestó en el mismo tono.

-Pues si no quieres ir, no vayas, ellos al menos me proporcionaron el vestido, no puedo decirles que no vayan.

Su padre ya no la oyó, después del “no vayas”, pues azotó el teléfono.

Ella se quedó como en shock, no debía haberle contestado rebajándose a su nivel, debía haber tratado de convencerlo de que fuera, con razonamientos, pero por experiencia sabía que con su padre, cuando estaba enojado, no se podía razonar. Así que su padre no iría a su boda, bueno no se perdería mucho, sólo había ido a que sus suegros negociaran “su mano” con él, por darle gusto a doña Carlota, tan tradicional, pero si ni tenía tratos con él, ni le debía nada, finalmente ¿para qué lo quería en su boda?

***

Pues no lo quería, pero lo necesitaba, porque cuando llegó a la iglesia, ya lista para entrar, el sacristán le preguntó

-¿Y su papá?

-No va a venir.

-¿Y quién la va a entregar?

-Nadie, entro sola.

-Nonononono, eso no es posible

-Pues tendrá que serlo, porque no vino.

-Pues un tío, su abuelo, un hombre que la entregue

-No hay nadie que me entregue, ni necesito que me entreguen, no soy objeto, soy un apersona independiente y puedo caminar sola por el pasillo de la iglesia.

-Eso no va a ser posible, voy por el padre – y salió corriendo – gritando al mismo tiempo –¡ni se le ocurra entrar sola!

Ella se vio en el espejo y se acomodó el velo, pensando que era mejor entrar sola que con su papá, en eso llegó el párroco que los iba a casar.

-¿Qué es esa tontería de entrar sola? ¡imposible!

-Es que no vino mi papá, y además prefiero entrar sola

-¡Ni pensarlo! Consigue a alguien que te entregue.

Eso alborotó su rebeldía -¿y eso por qué? Si no soy objeto que tenga que ser entregado, soy una persona que no dependo de mi padre desde que tuve 18 años.

El párroco manoteo casi en su cara –No me importa, aquí se sigue el protocolo y las tradiciones y la regla es que la novia tiene que ser entregada por un hombre de autoridad sobre ella.

-Pues no hay ninguno ¿cómo ve?

-Que si no te agencias uno, no te caso y se acabó la discusión, ¡he dicho! –se dio la vuelta y volvió a entrar a la Iglesia por detrás del altar.

Eso sí la dejó sin habla: Javier, Doña Carlota, los invitados de ellos ¿no casarse sólo porque su padre no estaba? ¡no! Eso no.

Ya había hecho un berrinche como digna hija de su padre y eso le había causado este dilema ¿iba a hacer otro? ¿no había aprendido que a veces es mejor ceder?

Y cedió.

¿Quién podría “entregarla” como mercancía? ¡su tío Chava, por supuesto, se asomó a la iglesia, en los lugares designados a su familia estaban su tía Esperanza, Flor, su prima preciosa que le había prestado el vestido y Luis, su primo, pero su tío brillaba por su ausencia.

¿Quién podría entregarla? Vio a su suegra, que la estaba observando, le hizo una seña con la mano.

Doña Carlota se levantó y se dirigió a la sacristía, afligida preguntó.

-¿Qué pasa m’ija?

– Que no hay quien me entregue y no me casan si entro sola.

-¡Por supuesto que no puedes entrar sola! ¡no faltaba más!, voy por Miguel.

-P p pero ¿él? ¿mi suegro me va a entregar a su propio hijo?

-¿Tienes una mejor idea? Tu tío no ha llegado, su asiento está vacío ¿a quién más tienes?

-No, a nadie.

-Pues entonces te entregará Miguel, ve a la puerta de la iglesia, él te alcanzará ahí.

Ya se iba cuando recordó algo.

-Por cierto, ¿no me habían dicho que no habían pagado ni flores ni alfombra? ¡están preciosas ambas cosas.

-Es que la boda anterior y la siguiente pagaron por ellas, y les cuesta mucho tiempo y trabajo quitarlas y volverlas a poner, así que son cortesía de la casa.

-Ahh, qué bien, tuvieron suerte.

Y salió apresuradamente para irle a decir a su marido que él iba a entregar a la novia.

***

En el tercer compás de la Marcha Nupcial, llegó Don Miguel, la tomó gentilmente del brazo y empezaron a caminar… para entregar a una mujer como si fuera un objeto… como “debe ser”: una mujer debe ser entregada por un hombre a otro hombre, ya fue mucha concesión a las mujeres el que se diga al casarlos:

“Esposa te doy y no sierva…”

***

Ciudad de México, 25 de marzo, 2017.

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© Silvia Eugenia Ruiz Bachiller, Puedes copiar y publicar este artículo, siempre y cuando incluyas el enlace al artículo, no lo uses con fines comerciales, no lo modifiques, no quites el © ni este último párrafo que le sigue, enlaces incluidos.

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Silvia Eugenia Ruiz Bachiller, Autora de “TÚ Y YO SIEMPRE”, novela romántica. La historia de amor de Almas gemelas, su karma, reencarnación y regresiones a vidas pasadas.

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¿QUIÉN?

Lo vuelvo a publicar por el Día Internacional de la Mujer. buscar empleo

¡Estoy furiosa!

Fui a buscar trabajo y me formé en la fila de solicitantes. Delante de mí había dos hombres maduros, uno bien vestido, el otro desarreglado. Yo iba con mi único vestido “de salir”. A ellos el empleado los atendió con una sonrisa cortés y envió al bien presentado con los entrevistadores.

Llegó mi turno. El empleado me miró de arriba abajo y preguntó sin volver a verme

-¿Nombre, domicilio, edad… ocupación?

Bueno, cuando dije “ama de casa”, me miró como si hubiera dicho “bruja”.

-Espere sentada a que la llamen.

Me senté junto a una jovencita demasiado arreglada. Como no tenía otra cosa que hacer, me puse a pensar… ¡Sí, a pensar!, ¡las amas de casa también pensamos!

¿Y saben qué pensé?

De los dos fulanos que se formaron delante de mí, el que traía anillo de casado, traía camisa muy bien planchada ¿la planchó él?, ¡no!, fue su esposa.

Y sus calcetines y ropa interior ¿quién los lavó?, ¡su esposa!

Y vamos a ver:

¿Quién le preparó el desayuno?, ¿quién la comida?, ¿quién la cena?, ¿vive en una casa limpia?, seguro que él no la limpia, ¿quién creen ustedes que la limpia?, ¿quién va al mercado?, quién va al súper?, ¿quién lleva y trae a los niños del colegio, a clases de ballet o de karate?, ¿quién hace la tarea con los hijos?, ¿quién les compra (o cose) los uniformes?, ¿quién forra los libros?, ¿quién atiende marido y niños cuando se enferman?, ¿quién los lleva al médico?, ¿quién pide el gas?, ¿quién hace arreglos de plomería?, ¿quién prepara cenas y comidas especiales y recibe al jefe y a su esposa con buena cara?, ¿quién pone cortinas, carpetas, flores, etc.?, ¿quién administra los gastos y pagos? ¿quién, para acabar pronto, se ocupa de que todo esté en orden, limpio, arreglado, bonito, para que el “señor de la casa” llegue y se sienta a gusto?

¡Ah!, pero además, la esposa debe ser joven, guapa, rubia, esbelta, dulce, inteligente (pero no mucho), discreta, sexi, ardiente, etc., etc., etc., porque si no, el “señor” se busca otra (u otras) que lo sea(n). En estos tiempos, además de todo eso ¡ella también tiene que trabajar!, eso sí, “sin descuidar la casa”, porque ésa es su obligación

Y sabiendo todo lo que tiene que ser un ama de casa ¡todavía tenemos que aguantar que se nos menosprecie porque nuestro trabajo no lo paga nadie!

En esto estaba cuando me llamó el empleado y me dijo sin mirarme:

-Señora, lo siento, usted no está calificada para el empleo, necesitamos gente que sepa resolver problemas.

¡Yo quisiera ver a ese empleadillo resolver los problemas de su casa!

© Silvia Eugenia Ruiz Bachiller

Puebla, Pue., 19 de octubre de 1986

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SOBRE MI CUENTO “YO QUIERO SER NIÑO”

©  condiciones al final.

¿TENDRÉ QUE RE APRENDER A ESCRIBIR?

https://serunserdeluz.wordpress.com/2016/06/18/yo-quiero-ser-nino/

Cuando publiqué el cuento Yo Quiero Ser Niño, tuve algunos comentarios, no tantos como esperaba, pero sí hubo alguna respuesta a lo que yo quise que fuera una denuncia social sobre la situación de la infancia desprotegida, con énfasis en la peor situación de las niñAs y las mujeres y también el racismo.

SEXISMO Y DESIGUALDAD DE GÉNERO

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Los comentarios recibidos (los cuales agradezco), todos se fueron hacia el problema social de los niñOs que trabajan desde muy pequeños en condiciones infrahumanas, que ES un verdadero problema y muy trágico, pero nadie captó mi otro mensaje sobre el sexismo y la desigualdad de género: aún en esas situaciones tan degradantes e indignas, las niñAs están en peores condiciones.

No se captó el Título: “Yo Quiero Ser Niño”

¿Por qué quiero ser niñO?

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“Porque siendo niñA, mis condiciones son peores, por ser mujer, tengo que cuidar de mis hermanos más pequeños y servir a mis hermanOs mayores. Porque mi papá me pega y no me quiere por ser niña.

 Por ser niña (los roles sexuales permeando toda la sociedad) a mí me toca acarrear el agua todos los días, limpiar el baño cuidar a mis hermanos más pequeños y servir a mis hermanOs mayores “y todas las labores propias de mi sexo”.

 No puedo cambiar mi situación socioeconómica, pero me conformo con ser niñO (y aquí no metamos la famosa “envidia del pene” de Freud, que ya está superada, pero por si acaso, lo menciono, esta niña lo que quiere es que no haya roles sexuales –aunque no conozca el concepto, lo está viviendo – que por ser niña no le toque la peor parte).

Siendo niñO trabajaría menos, me darían más cosas, podría pegarles a mis hermanas (en lugar de ser maltratada por mis hermanos), ellas me servirían y yo, siendo niñO, sería más aceptado.

RACISMO

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También quise señalar el racismo que existe en México y, supongo, Latinoamérica, de que los que están en la cúspide socioeconómica, son blancos y muchas veces rubios de ojos azules, tan es así que se identifican como los ricos y poderosos, pues mientras mayor sea la ascendencia indígena de las personas, más abajo están en la escala social (ya hay una revolución en proceso con el narcotráfico, pero ese es otro tema con mucho mar de fondo en el que por el momento no quiero entrar).

Este tema del racismo tampoco logré que se captara.

No sé, quizá deba re aprender a escribir, para transmitir lo que quiero en mis escritos.

Gracias por comentar, los quiero a todos.

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Imágenes tomadas de internet,

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MILEVA MARIC Y ALBERT EINSTEIN

Por Silvia Eugenia Ruiz Bachiller ver (c) abajo

Mileva Maric, colaboradora en la Teoría de la Relatividad de Einstein
Mileva Maric, colaboradora en la Teoría de la Relatividad de Einstein

EL DETERMINISMO EN EL DESTINO DE LAS MUJERES

Esposa y madre… Las pocas mujeres que podían escapar a esta especie de determinismo histórico en los albores del siglo XX y lograban acceder a una formación académica o científica estaban condenadas a desarrollar su carrera   a la sombra de sus maridos (con la quizá única honrosa excepción de Marie Curie[i]).

Tan asumido tenía su rol Mileva Maric, la única mujer de su promoción en el instituto Politécnico Federal de Zúrich, que en una carta que dirige a su amiga Helene Kaufer comenta satisfecha: “Hace poco hemos terminado un trabajo muy importante que hará mundialmente famoso a mi marido”.

El trabajo no era otro que La Teoría de la Relatividad y su compañero era Albert Einstein.

Pero solo pasará a la historia el genio de aspecto despistado de melena blanca y encrespada. Muy pocos rendirán tributo a esta matemática que puso soporte a una de las teorías que revolucionó el mundo de la Física.

BIOGRAFÍA DE MILEVA MARIC

LUGAR DE NACIMIENTO Y ESTUDIOS

Nacida a finales de 1875 en Titel (Serbia) en el seno de una familia acomodada, su paso por el Instituto de Sremsja Mitrovica, que contaba con un completo laboratorio, decantará su vocación por la Física y las Matemáticas. Sus notas le permiten ingresar en el muy elitista Colegio Real de Zagreb, donde fue la única mujer en asistir a clases de Física, y le llevará a estudiar Medicina durante un semestre en la Universidad de Zúrich.

Albert Einstein cuando trabajaba en la Oficina de Patentes
Albert Einstein cuando trabajaba en la Oficina de Patentes

Afincada en Suiza, Mileva cambiará sus intereses académicos e ingresa en el Instituto Politécnico (1896), donde conocerá a Albert Einstein y se enamorará de él.

Completará su formación con estudios de Teoría de Números, Cálculo Diferencial e Integral en la Universidad de Heidelberg, Alemania.

A pesar de su impresionante talento, no consiguió pasar el examen final de su licenciatura en Física-Matemáticas y cabe preguntarnos ¿en realidad no lo pasó o no la pasaron por ser mujer?

EINSTEIN Y MILEVA MARIC SE CONOCEN Y SE ENAMORAN

Mileva Maric y Alberto Einstein a finales de Siglo XIXl
Mileva Maric y Alberto Einstein a finales de Siglo XIXl

Mileva Maric y Albert Einstein se conocieron en la Universidad Politécnica de Zürich a finales del siglo XIX.

Maric era la única mujer que estudiaba matemáticas y física en aquella universidad. En 1896 iniciaron una relación sentimental y Einstein estaba fascinado por la intensa colaboración intelectual que recibía de parte de su compañera serbia. A la única persona que disgustaba aquella relación era a la madre del genio, una alemana misógina y xenófoba, que nunca vio con buenos ojos a la serbia: “Ella es un libro igual que tú, pero lo que tú necesitas es una mujer. Cuando tengas 30 años, ella será una vieja bruja”.

MILEVA NO PUDO TERMINAR SUS ESTUDIOS

Aunque Mileva fue una sobresaliente matemática, nunca logró terminar formalmente sus estudios, pues el matrimonio la obligó a abandonar definitivamente la universidad y la física; en cambio Albert pudo defender su tesis doctoral en 1905. Para 1908, Einstein consiguió finalmente un puesto de profesor en la Universidad de Berna. En cuanto a Mileva, se convirtió en ama de casa ¿o esclava de la casa?

Mientras ella cuidaba de sus hijos y renunciaba a la ciencia, Einstein desde su puesto académico tuvo el tiempo suficiente para concluir sus estudios y desde luego para desarrollar la teoría, de la que se sabe ahora, que el crédito no era del todo suyo. En esa pareja de físicos alguien tenía que cuidar a los niños, alguien tenía que lavar y preparar la comida; y ése fue el papel que Einstein y la sociedad patriarcal asignaron a Mileva, quien subordinó todas sus aspiraciones a las necesidades de sus hijos, a los objetivos de su esposo y puso todos sus conocimientos a su servicio.

«Mi gran Albert ha llegado a ser célebre, físico respetado por los expertos que se entusiasman por él. Trabaja incansablemente en sus problemas. Puedo decir que sólo para eso vive. Tengo que admitir, no sin vergüenza, que para él somos secundarios y poco importantes», escribía Mileva a unos amigos. Einstein a su vez admitía: «Nuestra vida en común se ha vuelto imposible, hasta deprimente, aunque no sé decir por qué».

MILEVA Y EINSTEIN TIENEN UNA HIJA, ÉL SE ALEJA

En enero de 1902, un acontecimiento marcaría profundamente la relación de la pareja. Mileva dio a luz a una hija, Lieserl, cuando Mileva y Albert aún no estaban casados, de esta hija se sabe muy poco, sólo que la entregaron en adopción o murió de escarlatina, según se deduce de una carta de Einstein de septiembre de 1903. Después del nacimiento de la niña, la actitud de Einstein cambia y se aleja de su compañera adoptando una actitud distante y fría.


MILEVA Y ALBERT SE CASAN

Mileva Maric y sus hijos,
Mileva Maric y sus hijos,

En 1902, Einstein se trasladó a la ciudad de Berna, Suiza, donde consiguió empleo en una oficina de patentes. Tras cinco años de convivencia, Albert y Mileva terminaron casándose en enero  de 1903 y tuvieron a su primer hijo, dentro del matrimonio,  Hans Albert Einstein, en mayo de 1904.  El segundo hijo, Eduardo, nació en Zurich en julio de 1910.

Aunque contrajeron matrimonio, la vida de pareja se centró casi exclusivamente en la colaboración profesional, y la de Mileva, además, en el cuidado de los dos hijos frutos del matrimonio, uno de ellos con problemas mentales, al que después dieron en adopción.


DIVORCIO DE MILEVA Y ALBERT.  AUTORITARISMO DE EINSTEIN

Albert_Einstein_(Nobel)
Albert_Einstein_(Nobel)

Con el paso del tiempo la relación se tornó disfuncional. Ella ya no le resultaba divertida a Einstein y tampoco contaba con el tiempo para aportar nuevas ideas ni conocimientos.

Las “Reglas de conducta” que Albert Einstein le impuso por escrito en 1914 son una cruda muestra de su autoritarismo y, a su vez, del machismo y violencia sicológica que ejerció en contra de Mileva:

REGLAS DE CONDUCTA

“A. Te encargarás de que:

1.Mi ropa esté en orden,

2.Que se me sirvan tres comidas regulares al día en mi habitación,

3.Que mi dormitorio y mi estudio estén siempre en orden y que mi escritorio no sea tocado por nadie, excepto yo.

B. Renunciarás a tus relaciones personales conmigo, excepto cuando éstas se requieran por apariencias sociales. En especial no solicitarás que:

1.Me siente junto a ti en casa,

2.Que salga o viaje contigo.

C. Prometerás explícitamente observar los siguientes puntos cuanto estés en contacto conmigo:

1.No deberás esperar ninguna muestra de afecto mía ni me reprocharás por ello,

2.Deberás responder de inmediato cuando te hable,

3.Deberás abandonar de inmediato el dormitorio o el estudio y sin protestar cuanto te lo diga.

D. Prometerás no denigrarme a los ojos de los niños, ya sea de palabra o de hecho.”

Con este tipo de imposiciones obviamente que las cosas no funcionarían nunca, por lo que los Einstein terminaron separándose en 1914.

Einstein se fue a Berlín en 1914, mientras Mileva se quedó en Zurich con sus hijos; después de vivir cinco años separados,  Einstein y Mileva se divorciaron el 14 de febrero de 1919.

EINSTEIN SE VUELVE A CASAR

Elsa Einstein, prima y segunda esposa de Albert Einstein
Elsa Einstein, prima y segunda esposa de Albert Einstein

Einstein volvió a casarse en 1915 con una de sus primas (en primer grado por lado materno y segundo grado por el lado paterno), Elsa (Löwenthal)[ii] Einstein, quien también era divorciada y tenía dos hijas.

El aún desconocido físico, un año después dio a conocer su famosa Teoría General de la Relatividad que Mileva había preparado.

Elsa fue la mujer sumisa que Einstein buscaba, pues en total sumisión supo mantenerse a prudente distancia, dedicada al hogar y facilitándole el trabajo de investigación. Su doméstica obediencia llegó hasta aceptar organizarle la agenda y restringirle el número de visitantes que aspiraban hablar con él, a medida que crecía su fama.

De los hechos se desprende que Einstein nunca necesitó una esposa sino una sirvienta, nana de sus hijos y secretaria, y que no quiso formar una pareja científica ni conceder crédito alguno en su teoría a su ex esposa Mileva. Quizá por eso, de alguna manera le pagó por su aporte, al otorgarle el dinero que ganó por el Premio Nobel de Física.

COLABORACIÓN DE MILEVA CON EINSTEIN

Hasta que abandonó los estudios en 1901 -y luego mientras duró su matrimonio-, fue una estrecha colaboradora de Einstein, como refleja una carta del propio Einstein donde afirma que espera acabar pronto su trabajo en común (con Mileva) sobre el “movimiento relativo” del éter.

MILEVA MARIC ERA MEJOR MATEMÁTICA QUE ALBERT EINSTEIN

Como sea, la pareja estaba flechada porque ambos hablaban el mismo lenguaje: ella le dio clases de matemáticas (que nunca fueron el fuerte de Einstein), preparaban juntos sus exámenes y compartían el mismo interés por la ciencia y por la música. Einstein le escribió en 1900: “Estoy solo con todo el mundo, salvo contigo. Qué feliz soy por haberte encontrado a ti, alguien igual a mí en todos los aspectos, tan fuerte y autónoma como yo”.

Los amigos de la pareja definen a esta mujer como a una diosa.  “Tanto nos impresionaban sus conocimientos matemáticos y su genialidad. Los problemas matemáticos sencillos los resolvía mentalmente en un instante, y no tardaba más de dos días en aquellos que ocupaban varias semanas a los más hábiles especialistas. Y para resolverlos siempre encontraba vías originales y propias, las más cortas. Le resolvía (a Einstein) todos los problemas matemáticos. Resultaba desconcertante lo buena matemática que era” (Dr. Ljubomir Bata Dumic).

DESARROLLO CONJUNTO DE LA TEORÍA DE LA RELATIVIDAD ESPECIAL

En sus ratos libres, Einstein desarrolló, entre otras cosas, la Teoría de la relatividad especial que habría de revolucionar la física moderna. Los frutos de su trabajo fueron publicados en 1905, en la -en aquel entonces- prestigiosa revista Annalen der Physik.

Portada de de Anales de la Física
Portada de de Anales de la Física

Un ejemplar de «Anales de la Física»

Cuando se le preguntaba a Mileva por qué no firmaba los artículos que elaboraba junto a su esposo, su respuesta era: «Wir sind ein Stein!» (Somos Einstein), que en alemán significa “somos una piedra”.

Existen varias cartas del noviazgo en las que Einstein le pide aclarar información,  debate  con ella  el por qué de sus ideas de la relatividad (de ella) e inclusive se refiere a “nuestra teoría” y le da un trato de colega.

A partir de estas evidencias hay estudiosos, como el investigador E. H. Walker, que concluyen que las ideas fundamentales de la teoría de la relatividad fueron de Mileva Maric, quien no pudo continuar con su carrera puesto que se hizo cargo del cuidado de los hijos, uno con retraso mental, lo que desde luego le exigió más cuidados maternales.

CLÁUSULA LEGAL SOBRE PREMIOS POR LA TEORÍA DE LA RELATIVIDAD

Un detalle bastante revelador aportado por la feminista alemana Senta Trömel-Plözt es que, cuando Albert y Mileva se separaron oficialmente en 1919, el documento del divorcio incluyó una cláusula de que, en caso de recibir Einstein algún premio por los artículos publicados en 1905 en los Annalen der Physik, debía entregárselo íntegramente a Mileva. ¿Tenía la esperanza Mileva que ese trabajo revolucionaría al mundo? ¿Cómo pudo saberlo si no fue parte del mismo? Es claro que ella fue la autora del mismo.  Fue en los años de su vida conjunta, hasta 1914, cuando nacieron las obras más importantes de Einstein, por lo que algunos creen que el papel de su mujer era significativo y definitivo, sobre todo en matemáticas, materia en la que alguna vez brilló en su Facultad.

EL PREMIO NOBEL, SÓLO PARA EINSTEIN

Mileva pagó con creces el destacar en un mundo de varones misóginos, pues ni la Academia Sueca, ni siquiera Einstein, compartieron los honores del Nobel. Hasta ocho años después del divorcio, el Einstein tuvo el gesto de reconocer indirectamente la coautoría o aportación de su descubrimiento, al otorgarle íntegramente la aportación económica del premio Nobel (legalmente debía hacerlo, pues había una cláusula al respecto en el acuerdo de divorcio).

Algunos biógrafos del Nobel mencionan que Einstein impuso a Mileva, por escrito, una serie de obligaciones conyugales que la marcaban definitivamente como esposa y madre sumisa y obediente al genio.

MILEVA MARIC UNA GRAN MATEMÁTICA, ADEMÁS DE ABNEGADA ESPOSA Y MADRE.

Mileva Maric, después de divorciada vivió algunos años en Berna, encerrada en su casa entregada al cuidado de su hijo.

Ella compró el departamento con el dinero del Premio Nobel que debió ganar ella junto con Einstein.

Mileva vivió hasta el último de sus días en Zúrich, en ese departamento con vista a la facultad en la que estudió junto con Einstein.

Murió sola y olvidada en Zúrich en 1948.

Este post sobre Mileva Maric es un homenaje a esas miles, millones de abnegadas esposas y madres, que han sacrificado sus sueños, carreras e ideales, porque el instinto maternal y el amor han sido más fuertes que el estatus, sus ambiciones y sus sueños.

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© Silvia Eugenia Ruiz Bachiller

Autora de “TÚ Y YO SIEMPRE”, novela romántica. La historia de amor de Almas gemelas, su karma, reencarnación, regresiones a vidas pasadas, con temas como psicología, PES, sueños, tantra, kundalini, iniciaciones, brujería, esoterismo, arqueología, etc.Tu y Yo Siempre, novela romántica

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ENLACES RELACIONADOS

http://mqciencia.com/2011/05/31/mileva-maric-el-deber-y-la-devocion/

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http://astrojem.com/mujeres/milevamaric.html

http://en.wikipedia.org/wiki/Elsa_Einstein

Algunos datos tomados de un eMail de Carlos Alberto Bassi


[i] Marie Curie (Varsovia, Zarato de Polonia, 7 de noviembre de 1867Passy, Francia, 4 de julio de 1934), fue una química y física polaca, posteriormente nacionalizada francesa. Pionera en el campo de la radiactividad, fue, entre otros méritos, la primera persona en recibir dos premios Nobel, la única persona en haber recibido dos premios Nobel en distintas especialidades, Física y Química, y la primera mujer en ser profesora en la Universidad de París.

[ii] El apellido paterno de Elsa era Einstein, pero lo cambió al casarse con su primer esposo, Max Löwenthal, luego lo recuperó al casarse con Albert Einstein