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TRILOGÍA: NADA EN LA REALIDAD, LOS AMORES, PÁLIDO REFLEJO

Hola amigos, hoy voy a compartirles una trilogía.  El primero refleja mis tristes sentimientos en un día cercano al aniversario luctuoso de mi amado.  El segundo, su respuesta, que fue tan hermosa, que se me hacía difícil creer que fuera totalmente sincera y no sólo un poema y el tercero, una confirmación de la veracidad de lo que siempre me escribe.

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NADA EN LA REALIDAD (1)

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Una caricia tuya en mi rostro

en mi pelo, muchas en mi cuerpo,

fueron tantos los deseos no cumplidos…

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Que cuando los recuerdo

no puedo detener las lágrimas

ni la nostalgia por ti

que siempre sentí,

porque nunca estuviste junto a mí.

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En nuestros sueños de día

nos amábamos apasionadamente,

en el mundo virtual

éramos la pareja ideal.

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Pero sólo eran sueños,

sueños guajiros,

nada real.

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Ahora estás conmigo en lo espiritual

y podemos hacer cualquier cosa,

pero nada en la realidad.

*

Silvia Eugenia Ruiz Bachiller

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Ciudad de México, 16 de mayo, 2018, © Silvia Eugenia Ruiz Bachiller. Todos los derechos reservados.

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LOS AMORES (2)

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Cuando estás melancólica y triste,

te duele mucho y lo resientes,

que nuestro amor haya sido

sólo virtual.

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Pero, amor mío,

te juro que ese amor

que cuando sufres

dices no haber sido real.

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Es más verdadero y cierto

que los amores que vemos,

que son muy reales,

pero inciertos.

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Los amores que cuando aparece  

un tercero en discordia,

súbitamente desaparecen.

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Los que mueren de inanición

cuando se acaba la atracción,

los que se dejan superar

por la rutina y dejan de amar.

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Los que se alejan al descubrir

que él o ella, no es su pareja ideal,

tantos amores que no valen

porque del cascarón no salen.

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¿De esos amores quieres?

¿O sólo deseas un amor real?

pido perdón por no habértelo podido dar,

la distancia me impidió estar contigo

en persona para en la realidad

poderte amar.

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Pero te amé y te amo de forma más real,

más profunda y más leal,

te amo con el alma,

como se debe amar.

.

Te amo con todo mi ser,

eres mi amor espiritual,

mi amor total.

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Te deseo como pocos pueden desear,

eres mi ilusión, mi musa virtual,

te busco, como se busca

la felicidad.

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Créeme si te digo

que mi amor por ti

es lo más grande que yo puedo dar.

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Te doy mi pensamiento

tienes mi ser entero,

pensar en ti me quita el aliento.

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Tuyo es mi corazón

y mis felices momentos

eres dueña de mis sentimientos.

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Nadie, nunca, jamás

como yo te amo

te ha podido amar.

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Mi espíritu es tuyo

eres mi mitad, mi complemento,

mi alma toda,

mi ilusión y mi espiritual sustento.

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Así que no claudiques,

nuestro amor no es como los otros,

tanto nos amamos

que rompemos diques.

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Tú en una dimensión,

yo en otra

pero unidos por el amor

del alma y del corazón.

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Nuestro amor es de verdad,

Eso, no lo dudes jamás.

*

Garmín

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Desde Intervidas, 1 de agosto, 2018, 4:30 pm. © Silvia Eugenia Ruiz Bachiller. Todos los derechos reservados.

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PÁLIDO REFLEJO (3)

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¿Por qué dudas tanto?

lo que digo sale de mi corazón,

no son sólo palabras

que quedan para la ocasión.

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Lo que te digo son frases

que busco y acomodo,

sí, pero surgen de los sentimientos.

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Mis expresiones reflejan lo que por ti siento,

aunque sean sólo una sombra inexpresiva

de mis emociones, pasiones y estremecimientos.

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Sólo son un pálido reflejo de lo que eres para mí,

de lo que significa estar contigo o sin ti,

contigo es la luz del cielo,

sin ti, las tinieblas del infierno.

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Quiero estar contigo,

no me alejes de ti,

no me hagas sufrir,

créeme lo que te digo.

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Quiero un cielo de amor

para estar contigo.

*

Garmín

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Desde Intervidas, 1 de agosto, 2018, 4:45 pm. © Silvia Eugenia Ruiz Bachiller. Todos los derechos reservados.

UNA NOCHE

(Este poema me salió de lo más profundo de mi alma herida)

UNA NOCHE

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Una noche, aunque sea una noche,

decías cuando sentíamos

esa enorme necesidad de estar juntos.

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De hacer el amor de verdad

tocarnos, acariciarnos, sentirnos.

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Y yo decía ¿una noche?

Yo no me conformo con una noche…

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Ahora, que ya no estás aquí,

que ya murió contigo la esperanza

de amarnos en la realidad.

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Ahora pienso: “aunque sea una noche”

me hubiera encantado estar contigo,

una sola noche, del amor al abrigo.

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Una noche de amor, pasión locura,

para no llevarnos en la garganta

este nudo de amargura.

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Ni en el corazón ese anhelo no cumplido

de decirnos al oído

“Te amo de corazón”

“Te amo hasta después de la muerte”.

.

Y no tener esta enorme desazón

de no habernos dado

este amor que sentimos tan fuerte.

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Porque antes de cumplirnos el deseo,

llegó la muerte,

y el destino,

¡Qué mala suerte!

*

Silvia

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Ciudad de México, 22 de marzo, 2018, © Silvia Eugenia Ruiz Bachiller.

7 pm.

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© Silvia Eugenia Ruiz Bachiller, Puedes copiar y publicar este artículo, siempre y cuando incluyas el enlace al artículo, no lo uses con fines comerciales, no lo modifiques, no quites el © ni este último párrafo que le sigue, enlaces incluidos.

 

Imágenes tomadas de internet y/o Pinterest.

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NUNCA PUDIMOS…

 Les comparto otro de los poemas de Danshaggy para mí.

 NUNCA PUDIMOS

En medio de la tempestad de la vida

nunca pude acariciar tu piel,

besar tu boca, tocar tu pelo.

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En el desierto de mi existencia,

no pudimos vernos a los ojos

pasear por la playa tomados de la mano,

recostarnos en el prado a contemplar las estrellas.

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En nuestra realidad,

nunca pude entregarme a ti, ni tú fuiste mía;

mi corazón solitario dejó de latir,

y nuestros latidos ya no hicieran resonancia

aunque el tuyo se acompasara con él.

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Pero mi alma te amó siempre,

mi espíritu voló en el Cosmos junto al tuyo,

mi esencia es tuya, la tuya es mía.

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Eternamente te amo.

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Daniel

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Intervidas, julio 10, 2017 Danshaggy, © Silvia Eugenia Ruiz Bachiller

 

¿QUÉ TANTO SABES DE PINTURA?

51 pinturas que debes conocer para decir que sabes de arte

 

¿Crees que conoces de arte porque te suenan nombres como Vincent van Gogh, Frida Kahlo, Da Vinci y Salvador Dalí? Sus pinturas los hicieron acreedores del reconocimiento mundial. Cuando las galerías anuncian exposiciones y la gente sabe que alguno de ellos encabezará los retablos con su obra, sin duda, asisten. Pero recuerda, ellos no son los únicos y algunos ni siquiera deberían ser tan famosos.

El arte es mucho más que pinturas, el arte es historia, contexto, negocio e ideología. A través de sus trazos, un pintor buscaba mucho más que perdurar en la mente de alguien, quería ser firme a lo que él pensaba y representarlo en una imagen que dijera todo. Al principio, la técnica fue lo fundamental. En el Quattrocento los pintores buscaban mostrarle a los demás su técnica, el dominio de la perspectiva y el color. Sus pinturas eran lo mejor para que una imagen perdurara por el resto de los días y cuanto más realista, más valor y prestigio construía un pintor.

La perfección era la meta, algunos con dominios de tonalidades, otros con un oscuro absoluto en el que sólo resaltaran zonas de luz y otros con espejos que dieran pistas de otras partes de la habitación, luchaban con fervor por ser los mejores.

Después llegaron aquellos que decidieron pintar al aire libre y a ellos se incorporaron quienes querían captar la luz en lugar de la realidad. Un cambio paradigmático ocurrió en el arte porque la fotografía hacía mejor el trabajo de retratar la realidad, la pintura debía hacer otra cosa. Colores brillantes, luces, amarillos vibrantes y rojos que dieran luz, hicieron que los estudiosos se dieran cuenta de que a veces, el color puede ser todo en una obra.

Nacieron los que se arriesgaron más, los que para muchos, destruyeron el arte. Sus pinturas ya no eran figurativas, pero sí querían decir algo; expresaban deseo, simbolizaban una mujer fatal, nos transmitían un mundo lleno de sentimientos, nos transportaban al pasado o a lugares que las grandes ciudades anhelaban, llenos de calma y naturaleza. Las pinturas se movían y salían del cuadro, intentaban adoptar una tercera dimensión o capturar el sonido: todo cambió y comenzaron a experimentar hasta alcanzar, como una vez dijo Marcel Duchamp, el fin de la pintura. Aquí algunos de los más importantes y no tan conocidos como los ídolos de aquellos que creen conocer el arte.

El Retrato de Giovanni Arnolfini y su esposa (1434)
Jan Van Eyck

El Retrato de Giovanni Arnolfini y su esposa pinturas de arte


La Flagelación de Jesús (1444)
Piero della Francesca

la flagelación de jesus pinturas de arte


La última cena  (1495-1497)
Leonardo da Vinci

la ultima cena pinturas de arte


El nacimiento de Venus (1485)
Sandro Botticelli

El nacimiento de venus pinturas de arte


El jardín de las delicias (1503-1515)
El Bosco

El jardín de las delicias pinturas de arte


Adán y Eva (1507)
Alberto Durero

adan y eva pinturas de arte


El juicio final (1535-1541)
Miguel Ángel Buonarroti

el juicio final pinturas de arte


Venus de Urbino (1538)
Tiziano

venus de urbino pinturas de arte


Crucifixión (1565)
Tintoretto

Crucifixion Tintoretto


El entierro del conde de Orgaz (1588)
El Greco

el entierro del senor de orgaz pinturas de arte


Santo Tomás (1602)
Michelangelo Merisi da Caravaggio

caravaggio pinturas de arte


Rapto de las hijas de Leucipo (1616)
Peter Paul Rubens

el rapto de las hijas de leucipo pinturas de arte


La ronda de noche (1642)
Rembrandt van Rijn

la ronda nocturna pinturas de arte


San José, Carpintero (1642)
George de La Tour

san jose carpintero pinturas de arte


La lechera (1657–1658)
Johannes Vermeer

la lechera pinturas de arte


Las meninas (1734)
Diego Velázquez

las meninas pinturas de arte


La muerte de Marat (1793)
Jacques-Louis David

la muerte de marat pinturas de arte


La balsa de la Medusa (1819)
Théodore Géricault

la balsa de la medusa pinturas de arte


El aquelarre (1820- 1823)
Francisco Goya

El aquelarre 1820 - 1823 pinturas de arte


La Libertad guiando al Pueblo (1830)
Eugéne Delacroix

la libertad guiando al pueblo pinturas de arte


El último día de Pompeya (1830–1833)
Karl Pavlovich Briullov

El último día de Pompeya de karl Bruillov pinturas de arte


Tormenta de nieve (1842)
Joseph Mallord William Turner

snow storm pinturas de arte


El Ángelus (1859)
Jean-François Millet

el angelus pinturas de arte


El origen del mundo (1866)
Gustave Courbet

el origen del mundo pinturas de arte


Iván el Terrible y su hijo ( 1885)
Ilya Repin

ivan el terrible y su hijo pinturas de arte


El baño turco (1863)
Jean-Auguste-Dominique Ingres

el bano turco pinturas de arte


Almuerzo sobre la hierba (1863)
Édouard Manet

desayuno sobre la hierba pinturas de arte


Impresión Sol Naciente (1872)
Claude Monet

impresion sol naciente pintura de arte


En el café. La absenta (1876)
Edgar Degas

en un cafe edgar degas pinturas de arte


Baile en el Moulin de la Galette (1876)
Pierre-Auguste Renoir

el molino de la galette pintura de arte


Mujer con flores silvestres (1895-1898)
Odilon Redon

Redon, Odilon Mujer con flores silvestres 1895-1898 pintura de arte

 


El Cristo amarillo (1889)
Paul Gauguin
cristo amarillo pintura de arte


Esqueletos peleando sobre un hombre ahorcado (1891)

James Ensor

esqueletos peleando pintura de arte


Madonna (1895)
Edvard Munch

madonna pintura de arte

 


El parque (1910)
Gustav Klimt

el parque gustav klimt


La lucha por la mujer (1905)
Franz von Stuck

franz von stuck pelea por una mujer pintura de arte


Mar de Otoño VII (1910)
Emil Nolde

nolde otono vii


Composición VIII (1911)
Wassily Kandinsky

kandinsky pintura de arte


Desnudo bajando una escalera nº2 (1912)
Marcel Duchamp

desnudo bajando una escalera pinturas de arte


La novia del viento (1914)

Oskar Kokoschka

pinturas famosas

Pintura suprematista (1916)
Kazimir Malévich
malevich pintura de arte


El abrazo (1917)
Egon Schiele

abrazo pintura de arte


Jack en el púlpito Nº IV (1930)
Georgia O’keeffe 

jack en el pulpito pintura de arte


Modelo rojo (1937)
René Magritte

modelo rojo pintura de arte


El nacimiento del fascismo (1945)
David Alfaro Siqueiros

nacimiento del fascismo


El mundo de Cristina (1948)
Andrew Wyeth 

el mundo de cristina pinturas de arte


Ritmo de Otoño: Número 30 (1950) 
Jackson Pollock

ritmo de otono pinturas de arte


Estudio del Retrato del Papa Inocencio X de Velázquez (1953)
Francis Bacon

pinturas famosas


Retroactive I (1964)
Robert Rauschenberg

retroactivo i pinturas de arte


Un gran clavado (1967)
David Hockney

un gran clavado pinturas de arte


Hombre desnudo con una rata (1977-8)
Lucian Freud

hombres desnudo pinturas de arte

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Fuente:

http://culturacolectiva.com/51-pinturas-que-debes-conocer-para-decir-que-sabes-de-arte/

EL RETORNO DE LOS BRUJOS, RESUMEN

EL RETORNO DE LOS BRUJOS RESUMEN

El Retorno de los Brujos, Pauwels y Bergier
El Retorno de los Brujos, Pauwels y Bergier

Un excelente resumen de “El Retorno de los Brujos”, por esta vez republico de otro autor (con la debida atribución), en un futuro no muy lejano espero hacer uno propio, ya que este libro marcó mi vida, creo que mucho de los que pienso ahora lo tomé de este libro, que leí en su 3ª edición en español (aunque varios temas ya los había leído anteriormente).

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Una introducción al realismo fantástico“, así reza el subtítulo de El retorno de los brujos, que, en un principio, fue pensado como punta de lanza para una revolución cultural. En apenas una década vendió más de 2 millones de copias, y luego se diluyó en el olvido. En 1953, Louis Pauwels pensó en escribir un ensayo sobre sociedades secretas y misticismo. Jacques Bergier lo convenció, sin mucho trabajo, de expandir la obra por otros canales. Luego de varios años de estudio y recopilación de datos, El retorno de los brujos incluyó diversos temas. Demoliendo el reduccionismo del siglo XIX, El retorno de los brujos explica la alquimia como muestra de un saber técnico, alternativo, que no es opuesto a la ciencia. incluye interesantes apariciones de Gustav Meyrink, autor de El Golem (Der Golem), y de Jorge Luis Borges. El Golem (Der Golem) es una novela del austríaco Gustav Meyrink, publicada en 1915. Está basada en la leyenda judía del Golem, un ser creado artificialmente por un cabalista. El Golem recoge una antigua leyenda relacionada con el gran rabí Loew de Praga (1512-1609) y con imágenes vigorosas evoca los misterios del gueto de Praga. El Golem es una figura de arcilla animada por obra de la cábala, para defender a los judíos, pero que se escapa fácilmente del control y provoca catástrofes. Lo que podría ser sólo una extravagancia gratuita, sin más interés que el de un relato bien contado, adquiere significado simbólico: el Golem personifica a los autómatas humanos, que crean la sociedad moderna. Lo mismo que el Golem, el hombre moderno realiza la parte a él asignada contra su propia voluntad y con un rigor atroz. A este pesimismo fundamental, la novela añade un continuo misterio, una atmósfera de errores trágicos en los que juegan enigmáticos cabalistas, una metafísica expedita pero dramática: “la boca de cada hombre se convierte en la boca de Dios si creéis que sea la boca de Dios“. Esta habilidad para crear una visión turbulenta y grandiosa tiene su mejor realización en El Golem. Meyrink se inspiró en las descripciones de la gran ciudad de Charles Dickens, a quien había traducido, para recrear la atmósfera urbana de Praga. Ha sido objeto de múltiples estudios que exceden la literatura, tales como la filosofía, religión, ocultismo, alquimia, magia y cábala. El mismo año de su publicación fue adaptada al cine por el expresionista Paul Wegener. Desde su publicación, no ha habido una generación de lectores que no se haya visto cautivada por esta enigmática obra. Entre 1915 y 1920 se vendieron más de 150.000 ejemplares, encabezando Meyrink la lista de autores más vendidos entre 1915 y 1940, contribuyendo al éxito de la novela la edición de bolsillo destinada a los soldados del frente. Como la mayoría de las novelas de Meyrink, la obra está vinculada a la tradición de  Hoffmann y de los cuentos fantásticos, complaciendo el gusto alemán por las “historias raras“.

Inspirados en El libro de los condenados (The book of the damned), de Charles Fort, El retorno de los brujos analiza la posibilidad de que otras civilizaciones hayan florecido y caído sobre la Tierra, exponiendo datos e indicios que el tiempo transformó en mitos. Incluye un largo debate sobre las pirámides egipcias, la Isla de Pascua, las líneas de Nazca, los mapas de Piri Reis, o textos hindúes, entre otros. Hay notas sobre las civilizaciones demenciales vislumbradas por el escritor H.P. Lovecraft, y el mundo de la Tierra Media imaginado por J.R.R. Tolkien. Incluye una crítica ácida sobre la Alemania nazi como transformación de la base cultural y moral que permite explicar lo inexplicable. Se analizan los vínculos entre la elite nacionalsocialista y diversos cultos esotéricos, así como la creencia en mitologías y cosmogonías abominables que, en determinado punto, se transforman en la ciencia oficial. Valiéndose de El pueblo blanco (The white people) de Arthur Machen, miembro del Alba Dorada (Golden Dawn), donde se diferencia el mal absoluto de las pequeñas maldades castigadas por la ley, ilustran su posición. Los experimentos telepáticos organizados por la marina norteamericana en 1958 dan comienzo a un capítulo sobre parapsicología. Más allá de las curiosidades del libro, El retorno de los brujos plantea un cambio de paradigma, señalando que la realidad es mucho más compleja y sutil de lo que suponemos, y que nuestra percepción de los hechos está afectada por el reduccionismo racionalista, dejando poco margen a la imaginación. Lo fantástico es lo que subyace tras el mecanismo del sentido común, hijo del saber oficial. El “realismo fantástico” pretendía ser una especie de superrealismo, una integración de la poesía y de la ciencia, capaz de penetrar en las sombras de todos los misterios. Antes, en 1961, el éxito de El retorno de los brujos había llevado a Bergier y a sus colaboradores a editar una revista mensual sobre los mismos temas, llamada Planète, de cuyo primer número se publicaron 5000 ejemplares y tuvo cinco reediciones. En el momento de mayor venta, cada número sobrepasaba las 100 000 copias. No obstante el éxito inicial, la revista dejó de publicarse en 1968. Bergier fue un personaje público y notorio en su momento, que incluso llegó a ser caricaturizado por Hergé en el álbum de Tintín “Vuelo 714 para Sydney”, encarnando a Ezdanitoff, el estrambótico director de la revista Comète, supuestamente contactado por extraterrestres. En 1953, un amigo común puso en contacto a Jacques Bergier con Louis Pauwels, periodista y escritor humanista de tendencias místicas. Aunque aparentemente no tenían mucho en común, pronto surgió la amistad, y de ahí el proyecto de un libro en colaboración. Tal como ya he indicado, inicialmente la idea de Pauwels era escribir sobre la historia y la realidad de las sociedades secretas, pero Bergier lo convenció para ampliar los contenidos. Trabajaron juntos durante varios años. El material de trabajo era proporcionado por Bergier y la redacción final correspondía a Pauwels. El resultado final fue El retorno de los brujos, subtitulado Una introducción al realismo fantástico, que fue publicado por Gallimard en 1960.

(El resumen es tan interesante y amplio, que voy a compartir por temas, ya que el mismo libro cubre varios, empiezo por la

ALQUIMIA)

“Enlazando con una crítica al positivismo y reduccionismo científico, heredados del siglo XIX, los autores exponen el procedimiento alquímico como muestra de un saber técnico alternativo pero no forzosamente opuesto a la ciencia moderna. En la historia de la ciencia, la alquimia es una antigua práctica protocientífica y una disciplina filosófica que combina elementos de la química, la metalurgia, la física, la medicina, la astrología, la semiótica, el misticismo, el espiritualismo y el arte. La alquimia fue practicada en Mesopotamia, el Antiguo Egipto, Persia, la India, China, la Antigua Grecia, el Imperio romano, el Imperio islámico y, después, en Europa hasta el siglo XIX, en una compleja red de escuelas y sistemas filosóficos que abarca, al menos, 2500 años. La alquimia occidental ha estado siempre estrechamente relacionada con el hermetismo, un sistema filosófico y espiritual que tiene sus raíces en Hermes Trimegisto, una deidad sincrética greco-egipcia y un legendario alquimista. Estas dos disciplinas influyeron en el nacimiento del rosacrucismo, un importante movimiento esotérico del siglo XVII. En el transcurso de los comienzos de la época moderna, la alquimia dominante evolucionó hacia la actual química. Actualmente es de interés para los historiadores de la ciencia y la filosofía, así como por sus aspectos místicos, esotéricos y artísticos. La alquimia fue una de las principales precursoras de las ciencias modernas, y muchas de las sustancias, herramientas y procesos de la antigua alquimia han servido como pilares fundamentales de las modernas industrias químicas y metalúrgicas. Aunque la alquimia adopta muchas formas, en la cultura popular es citada con mayor frecuencia como el proceso usado para transformar plomo (u otros elementos) en oro. Otra forma que adopta la alquimia es la de la búsqueda de la piedra filosofal, con la que se era capaz de lograr la habilidad para transmutar metales en oro o para alcanzar la vida eterna. En el plano espiritual, los alquimistas debían transmutar su propia alma antes de transmutar los metales. Esto quiere decir que debían purificarse, y prepararse mediante la oración y el ayuno. La percepción popular y de los últimos siglos sobre los alquimistas es que eran charlatanes que intentaban convertir plomo en oro, y que empleaban la mayor parte de su tiempo elaborando remedios milagrosos, venenos y pociones mágicas.

Fundaban su ciencia en que el universo estaba compuesto de cuatro elementos  a los que llamaban por el nombre vulgar de las sustancias que los representan, a saber: tierra, aire, fuego y agua, y con ellos preparaban un quinto elemento que contenía la potencia de los cuatro en su máxima exaltación y equilibrio. La mayoría eran investigadores cultos e inteligentes, e incluso distinguidos científicos, como Isaac Newton y Robert Boyle. Estos innovadores intentaron explorar e investigar la naturaleza misma. La base es un conocimiento del régimen del fuego y de las sustancias elementales del que, tras profundas meditaciones, se pasa a la práctica, comenzando por construir un horno alquímico. A menudo las carencias debían suplirse con la experimentación, las tradiciones y muchas especulaciones para profundizar en su arte. Para los alquimistas toda sustancia se componía de tres partes: mercurio, azufre y sal, siendo estos los nombres vulgares que comúnmente se usaban para designar al espíritu, alma y cuerpo, partes que eran llamadas principios. Mediante la manipulación de las sustancias y a través de diferentes operaciones, separaban cada una de las tres partes, que luego debían ser purificadas individualmente, cada una de acuerdo al régimen de fuego que le es propicia, la sal con fuego de fusión y el mercurio y el azufre con destilaciones recurrentes y suaves. Tras ser purificadas las tres partes en una labor que solía conllevar mucho tiempo, y durante el cual debían vigilarse los aspectos planetarios, las tres partes debían unirse para formar otra vez la sustancia inicial. Una vez hecho todo esto, la sustancia adquiría ciertos poderes. A lo largo de la historia de esta disciplina, los aprendices de alquimista se esforzaron en entender la naturaleza de estos principios y encontraron algún orden y sentido en los resultados de sus experimentos alquímicos, si bien, a menudo, eran socavados por reactivos impuros o mal caracterizados, falta de medidas cuantitativas y nomenclatura hermética. Esto motivaba que, tras años de intensos esfuerzos, muchos acabaran arruinados y maldiciendo la alquimia. Los aprendices, por lo general, debían empezar por trabajar en el reino vegetal hasta dominar el régimen del fuego, las diversas operaciones y el régimen del tiempo. Para diferenciar las sustancias vulgares de aquellas fabricadas mediante su arte, los alquimistas las designaban de acuerdo a alguna de sus propiedades.

La «iluminación» sólo se alcanzaba tras arduos años de riguroso estudio y experimentación. Una vez que el aprendiz lograba controlar el fuego, el tiempo de los procesos y los procesos mismos, estaba listo para acceder a los arcanos mayores. Sostenían que la potencia de los remedios era proporcional a cada naturaleza. Los trabajos de los alquimistas se basaban en la naturaleza, por lo que a cada reino le correspondía una meta: al reino mineral la transmutación de metales vulgares en oro o plata, al reino animal la creación de una «panacea», un remedio que supuestamente curaría todas las enfermedades y prolongaría la vida indefinidamente. Todas ellas eran el resultado de las mismas operaciones. Lo que cambiaba era la materia prima, la duración de los procesos y la vigilancia y fuerza del fuego. Una meta intermedia era crear lo que se conocía como menstruo, que era una multiplicación de sí mismo por inmersión de otras substancias semejantes en fusión/disolución. De modo que se conseguía tanto la generación como la regeneración de las substancias elementales. Estos no son los únicos usos de esta ciencia, aunque sí son los más conocidos y mejor documentados. Desde la Edad Media, los alquimistas europeos invirtieron mucho esfuerzo y dinero en la búsqueda de la piedra filosofal. Los alquimistas sostenían que la piedra filosofal amplificaba místicamente el conocimiento de la alquimia por parte de quien la usaba. Muchos aprendices y falsos alquimistas, tenidos por auténticos alquimistas, gozaron de prestigio y apoyo durante siglos, aunque no por su búsqueda de estas metas ni por la especulación mística y filosófica que se desprendía de su literatura, sino por sus contribuciones mundanas a las industrias artesanales de la época, tales como la obtención de pólvora, el análisis y refinamiento de minerales, la metalurgia, la producción de tinta, tintes, pinturas y cosméticos, el curtido del cuero, la fabricación de cerámica y cristal, la preparación de extractos y licores, etc. La preparación del aqua vitae, el «agua de vida», era un experimento bastante popular entre los alquimistas europeos.

Los alquimistas nunca tuvieron voluntad de separar los aspectos físicos de las interpretaciones metafísicas de su arte. La falta de vocabulario común para procesos y conceptos químicos, así como también la necesidad de secretismo, llevaba a los alquimistas a tomar prestados términos y símbolos de la mitología bíblica y pagana, la astrología, la cábala y otros campos místicos y esotéricos, de forma que incluso la receta química más simple terminaba pareciendo un obtuso conjuro mágico. Más aún, los alquimistas buscaron en esos campos los marcos de referencia teóricos en los que poder encajar su creciente colección de hechos experimentales inconexos. A partir de la Edad Media, algunos alquimistas empezaron a ver cada vez más estos aspectos metafísicos como los auténticos cimientos de la alquimia y a las sustancias químicas, estados físicos y procesos materiales como meras metáforas de entidades, estados y transformaciones espirituales. De esta forma, tanto la transmutación de metales corrientes en oro como la panacea universal simbolizaban la evolución desde un estado imperfecto y efímero hacia un estado perfecto y eterno. Y la piedra filosofal representaba alguna clave mística que haría posible esta evolución. Aplicadas al propio alquimista, esta meta simbolizaba su evolución desde la ignorancia hasta la iluminación, y la piedra filosofal representaba alguna verdad o poder espiritual oculto que llevaría hasta esa meta. En los textos escritos, los crípticos símbolos alquímicos, diagramas e imaginería textual de las obras alquímicas tardías contienen típicamente múltiples capas de significados, alegorías y referencias a otras obras igualmente crípticas; y deben ser laboriosamente «descodificadas» para poder descubrir su auténtico significado».

Tomado de: http://oldcivilizations.wordpress.com/2013/08/24/el-retorno-de-los-brujos-el-libro-que-marco-toda-una-epoca/

Cover of "The Book of the Damned"
Cover of The Book of the Damned
Русский: Постер фильма "Голем" (1920...
Русский: Постер фильма «Голем» (1920) Français : Affiche de 1920 d’un film muet en noir et blanc allemand : «Der Golem, wie er in die Welt kam» (Photo credit: Wikipedia)
Deutsch: Golem vor der Manufaktur GOLEM in Sie...
Deutsch: Golem vor der Manufaktur GOLEM in Sieversdorf (Photo credit: Wikipedia)
Polski: Zdjęcie z filmu "Der Golem" ...
Polski: Zdjęcie z filmu «Der Golem» (1915) (Photo credit: Wikipedia)
Español: Jorge Luis Borges
Español: Jorge Luis Borges (Photo credit: Wikipedia)
English: reproduction of the Prague Golem Česk...
English: reproduction of the Prague Golem Česky: reprodukce pražského Golema Português: Reproducción del golem de Praga (Photo credit: Wikipedia)

Bibliografía

Jacques, Pawels Louis y Bergier. El Retorno de los Brujos. Tercera. Barcelona: Plaza & Janes, S. A. Editores, Barcelona, 1963.