Dentro de apenas 60 años, la mitad de las especies que viven en la naturaleza podrían extinguirse por culpa del cambio climático. Es el aviso que lanza la organización conservacionista WWF y lo demuestra conun estudio que ha hecho junto a las universidades de Anglia del Este y James Cook. Los resultados son demoledores y lugares que hoy en día son sinónimo de vida y diversidad, como el Amazonas o las islas Galápagos, pueden enfrentarse a la extinción total a finales del siglo XXI.
El informe ha sido publicado en la revista Climate Change y se centra entres escenarios posibles para 80.000 especies de plantas y animalesen 35 de las regiones con más naturaleza del mundo. La primera posibilidad que se estudió es qué pasaría si la temperatura del planeta subiera dos grados (la máxima que se contempla en los Acuerdos de París para combatir el calentamiento global). En este caso, más del 35% de las especies se encontrarían en peligro de extinción en las regiones analizadas.
El Amazonas (Wikimedia Commons/Neil Palmer).
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El segundo supuesto fue en una posible subida de 3,2 grados (la esperada teniendo en cuenta los compromisos de los Gobiernos). Si así fuera, se perdería el 60% de las plantas, mientras que en el Amazonas morirían el 50% de los animales.
Finalmente, el peor escenario imaginaba qué ocurriría si no se hace nada y se mantienen las pautas actuales. Aquí, el aumento de la temperatura alcanzaría los 4,5 grados y desembocaría en una situación inimaginable en la biosfera que provocaría extinciones masivas. Se calcula que cerca de un 70% de las plantas desaparecerían para siempre y más del 60% de los animales no serían capaces de sobrevivir; en el Amazonas, pulmón de nuestro planeta, se perderían la gran mayoría de reptiles, mamíferos y aves.
El aumento de las temperaturas traerá consigo un clima más cálido, lluvias torrenciales, periodos de sequía y más tormentas que afectarán duramente a la sabana africana, a las selvas de Bangladés, a las costas europeas… El aumento del nivel del mar también dañará a muchas especies de animales que no serán capaces de adaptarse a la nueva situación. El estudio no tuvo en cuenta otros factores clave como la contaminación o la pérdida de los hábitats.
WWF da dos posibles soluciones para evitar el apocalipsis en la naturaleza. En primer lugar, ayudar a las especies a que puedan emigrary así adaptarse a otros entornos; y en segundo, reducir de verdad la emisión de gases invernaderos para mitigar los efectos. El tiempo corre…
Estando en el tema de «Sueños», este cuento está basado en un sueño, de esos que llevan una historia coherente desde el principio hasta el fin y al despertar los recuerdas completos. Éste lo edité sólo con puntos y comas, está plasmado tal y como lo soñé.
Para sueños que he recordado al despertar y compartido tal cual, ver también:
Este cuento fue mi segundo post, allá hace casi 5 años (2011) no tenía seguidores todavía, pero, con el tiempo, sí hubo algunos comentarios ¡casi 1 por año!.
Eso quiere decir que mis nuevos (y no tan nuevos) amig@s/seguidores/seguid@s no lo han leído y es uno de mis favoritos, por esa razón lo vuelvo a publicar, espero les guste. ❤
«ENÉSIMA UTOPÍA«
Ya ha pasado mucho tiempo (aunque creo que mi percepción de eso que llaman tiempo ha cambiado), desde que llegué; tanto, que ya me acostumbré a este estilo de vida; es cómodo, es agradable, es… diferente.
La mayoría de las cosas que no soportaba de mi país (o continente, o planeta, o sistema solar, o galaxia, o tal vez estoy en otro universo u otra dimensión) aquí no existen; por ejemplo: aquí no hay «sufridas y abnegadas madrecitas», no hay «machos muy machos», ni mujeres frustradas, ni drogadictos, ni alcohólicos, ni muy ricos, ni muy pobres, ni explotadores ni explotados; no hay miseria, ni tampoco «clase media» mediatizada y enajenada. Es más: no hay clases sociales.
La gente, al principio, trabaja en todo, pero después de un tiempo decide dónde es más feliz y, por lo tanto, más productiva (hay capacitación y educación universitaria, todo gratuito). Por curioso que parezca (a mí me lo parece), a pesar de que no existen monopolios, ni trasnacionales, vaya, ni siquiera IP., la eficiencia y la productividad están al máximo y todos tenemos todo, aunque no lo mismo (salvo los derechos y las libertades que, aquí sí, son iguales para todos).
Todavía no sé dónde estoy; sólo recuerdo que un día, mientras efectuaba una investigación documental, sentí la imperiosa necesidad de acudir a un sitio a una hora determinada y que ahí, junto con un hindú, una cubana, un finlandés, una etíope, un aborigen australiano, una rusa y un italiano del sur, abordé una nave transparente, parecida a nuestros cohetes espaciales, pero que puede despegar como helicóptero y cuyo combustible es sal magnetizada.
Después, navegamos por el espacio exterior por sabe Dios cuando tiempo, posiblemente a la velocidad de la luz, o más rápido, y llegamos aquí.
Cuando arribamos, nuestra nave espacial, como si fuera un émbolo, entró a un túnel cilíndrico y cuando las puertas de nuestra nave y las del túnel se abrieron en perfecta sincronía, pudimos entrar a un pasillo cuyos mullidos pisos eran de luminosos colores cambiantes, vimos y olimos (además de oírla, claro) una música al mismo tiempo relajante y estimulante; vimos, olimos y escuchamos las exuberantes y frondosas plantas sembradas a lo largo del pasillo, cuyas hojas y flores emitían una cierta luz translúcida, que nunca habíamos visto en otra parte.
Sabíamos que estábamos bajo techo, pero la sensación era como si estuviéramos en campo abierto, bajo los rosados (sí, porque era una luz rosa y no dorada) rayos del ¿Sol?
Llegamos a la recepción, una especie de laboratorio de la NASA, donde entramos a unas cabinas individuales en cuyo interior una luz azul nos recorrió de cabeza a pies y en dos segundos nuestra «ID» con todos nuestros antecedentes personales, estaba lista (el FBI, la CIA, la KGB, la Gestapo y la SS, nos parecieron párvulos cuando vimos todos nuestros datos en las pequeñas micas que salieron de las computadoras).
Al salir de las identificadoras, nos estaban esperando varios entrevistadores, uno para cada quién, y ellos nos informaron que somos algo así como «elegidos» y que fuimos seleccionados entre nuestros congéneres porque tenemos ideas muy singulares, pero muy firmes, acerca de la sociedad, la cultura, la educación, la política, la sexualidad, la salud, el dinero, etc., etc., etc.: es decir, que allá éramos descontentos, rebeldes (algunos hasta sediciosos y revolucionarios) y aquí somos los escogidos.
Aquí nadie habla (porque no los hay) de miseria; subdesarrollo; tercer mundo; hambre; analfabetismo; desigualdad social, sexual, racial o religiosa; trasnacionales; deudas externas; devaluación; contaminación del ambiente, de los alimentos o del agua; SIDA; narcotráfico, secuestros, drogadicción, ni ninguna otra de las plagas que existen (¿o existían?, ¿es que aún existe nuestro planeta?) allá; bueno ¡ni siquiera hay guerra!
Lo que más me gusta es que el amor, mejor dicho Amor, el verdadero, no el mito romántico-erótico que conocíamos, sino el Amor Universal, el Amor al semejante, que es mezcla de respeto, cariño, interés, afecto, devoción, estimación, ternura, comprensión y aceptación, entre otras cosas; ese Amor que abarca a la humanidad entera, ése es el que sentimos todos por todos; claro que hay atracción sexual y hay «matrimonio», pero no como allá, «por contrato», sino sólo cuando la frecuencia de onda es la misma en los dos; es decir, sólo con el «alma gemela» (parece que todos los que venimos aquí, lo hicimos con nuestra «mitad perfecta», sólo que nos damos cuenta únicamente hasta que ambos estamos preparados). Por supuesto que al unirse las dos mitades no hace falta ninguna clase de contrato, puesto que esa no es una simple unión, sino una reunión de dos que antes fueron uno.
Todas las tareas domésticas que allá efectúa el ama de casa (¿o debería decir «esclava de casa»?) aquí están socializadas: hay comedores públicos con comida natural, balanceada, sabrosa nutritiva y ¡gratis!; aquí no hay basura, porque los desperdicios orgánicos van a la composta y los demás se reciclan; las habitaciones se limpian con sólo apretar un botón que pone en marcha una «aspiradora» colocada dentro de las paredes a lo largo, alto y ancho y que deja tanto muebles como pisos impecables; la ropa para la lavandería se deja fuera de la habitación y al día siguiente ya está acomodada en su lugar (a todos nos toca una vez cada seis meses trabajar en la cocina, la lavandería, los jardines, los centros infantiles, etc., lo cual ni siquiera es molesto).
No se podría llamar «guardería» a los lugares donde se quedan los niños mientras sus padres trabajan, porque ahí no se «guarda» a los pequeños, sino que se les mima, cuida, atiende, socializa y, lo más importante, no se les condiciona a que <<los niños tienen que hacer esto y las niñas no pueden y viceversa>>; no, ahí tanto los niños como las niñas hacen lo que les nace hacer. Podemos ver niñas subidas en los árboles y niños jugando a las muñecas, tanto como niños en los árboles y niñas con muñecas.
Mis compañeros de viaje y yo, aún siendo de países (y continentes) tan diferentes y tener distintas culturas y lenguaje, nos entendemos perfectamente entre nosotros y con los demás; no me explico cómo, pero así es: yo hablo en mi idioma y ellos en el suyo y todos comprendemos lo que los otros dicen. Siempre que nos encontramos en el comedor nos platicamos nuestras nuevas experiencias.
El finlandés, que es pedagogo, está en uno de los centros infantiles; el hindú, que es maestro yogui, da clases de meditación a niños y adultos; la cubana, que era coronela en la milicia, enseña educación física y artes marciales (como ejercicio físico y elevación espiritual, no para ofensa o defensa); la rusa, que es física nuclear, está en investigaciones médicas; la etíope, que se doctoró en economía en Inglaterra, está en la Comisión Económica del …¿país?, ¿nación?, ¿Estado?, ¿gobierno?… aún no sé cómo llamar a este conglomerado tan perfectamente organizado; pero ella está entre los que estudian las cuestiones económicas (como la eliminación del dinero), para que después todos, por votación decidamos lo mejor para la mayoría.
Los descontentos (aún no he conocido ninguno) tienen derecho a manifestarse durante las sesiones de votación de nuevas reglas y leyes, una vez al mes, pero nadie lo ha hecho desde que llegamos.
Continuando el recuento, el australiano – es ecólogo – enseña en la Universidad cómo viven los aborígenes australianos, enfocándose en las ventajas de vivir de acuerdo a la naturaleza; también enseña medicina natural, básicamente herbolaria, que es la que ellos utilizan. El italiano (un moreno del sur, atractivísimo), es sexólogo y da clases de educación sexual a niños, adolescentes y adultos.
Finalmente yo, que soy mexicana y antropóloga (especializada en la situación de la mujer en las diversas épocas y culturas), tengo encomendado un estudio comparativo de las diferencias entre la condición de la mujer allá, de donde venimos, y aquí.
Nunca me había entusiasmado tanto con una investigación, ¡son tantas y tan importantes las diferencias!
Aquí no hay matrimonio en el cual la mujer pierda sus derechos, ni amas de casa, ni roles sexuales, ni discriminación sexual, ni división sexual del trabajo, ni violaciones, ni embarazos no deseados, ni abortos, ni nada de lo que subyuga allá a la mujer.
El problema que tengo, es que para poder comparar, tendría que…
-¡Silvia!, ¡despierta!, tienes que terminar tu trabajo sobre la discriminación de la mujer en el Tercer Mundo…
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Silvia Eugenia Ruiz Bachiller, Autora de “TÚ Y YO SIEMPRE”, novela romántica. La historia de amor de Almas gemelas, su karma, reencarnación y regresiones a vidas pasadas.
MI MUY QUERIDA SILVIA, COMO ERES UN SER DE LUZ, IMAGINASTE LO QUE LOS CRISTIANOS LLAMAMOS EL CIELO, Y PARA NOSOTROS ES LA RECOMPENSA QUE OBTENEMOS DESPUES DE MORIR EN ESTADO DE GRACIA ES DECIR SIGUIENDO LOS DOS PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE JESUCRISTO,
NO PONDRAS OTROS DIOSES ANTES QUE YO, Y AMARAS A TU PROJIMO COMO A TI MISMO.
PALABRAS QUE ENCIERRAN UNA FORMA DE VIDA, PARA MI PERFECTA, Y QUE ACEPTANDOLAS NO NECESITAS OTRAS FILOSOFIAS, NI DOCTRINAS, NI CREENCIAS, CON MI CARIÑO DE SIEMPRE NOS SEGUIM,OS ESCRIBIENDO, TE QUIERO MUCHO, MANUEL
Precioso sueño. Precioso relato. Precioso viaje… Pero…
… Creo que no me gustaría vivir en ese lugar.
Tal vez me resulta difícil hacerme a la idea de tal idílica forma de vida.
Tal vez me resulte difícil hacerme a la idea de tener que hacer cosas en plan comunal.
Una vez cada seis meses se hacen las cosas que en el primer mundo terrestre hacemos los de clase baja a diario.
Lavandería, jardines, hacer zanjas, barrer las calles, limpiar alcantarillas, reciclar basura, criar vacas o pescar en alta mar.
Espero que los meses en ese lugar tengan 1000 días en lugar de 30. Si no,… No veo el momento de hacer lo que mejor se me da… Descansar y leerte!!!
Supongo que estoy cansado por haber dormido poco al haber estado toda la noche platicando con un ser alucinante que me desveló, y mi cerebro está ahora poco fantasioso.
Volveré a leerlo en otro momento en el que mis endorphinas salgan por mis ojos.
Aun así, insisto…. Precioso cuento, precioso sueño, y perfectamente descrito y narrado.
Muchos besos desde España.
Sé que eres único y diferente, no se te da la comunidad.
Gracias por tu amable comentario Rosaluma, descansa y léeme (me encanta la idea), y sobre todo, recupera tu fantasía para prepararnos la grata sorpresa de tu nuevo post el próximo jueves, ¡lo espero ansiosa!
Besos desde México
Actualmente la Ciudad de México no se da abasto con la gran demanda de agua que tienen los capitalinos, lo que la obliga a utilizar y sobreexplotar cuencas vecinas para salir mínimamente del paso. Además, de los pocos ríos vivos que aún nos quedan, muchos de ellos sufren algún tipo de contaminación o son entubados junto a aguas negras, como es el caso del “Río Revancha”, donde estuvimos para dejar un mensaje claro: ¡No podemos seguir desperdiciando agua limpia, contaminándola con todo tipo de residuos! Es tiempo de aprovecharla y transformar la ciudad en un lugar mejor.
Tus acciones pueden cambiar el rumbo de esta historia para que el agua en la ciudad sea manejada de forma más sustentable, rescatando cuerpos de agua y creando soluciones que no exporten más problemas a entidades cercanas. Es momento de hacer un cambio y ponerse en acción para transformar la ciudad en el lugar que siempre soñamos. ¡Únete aquí y ayúdanos a lograrlo!
Buenas noticias sobre los bosques y el dióxido de carbono
31 de diciembre de 2014: Un nuevo estudio dirigido por la NASA muestra que los bosques tropicales pueden estar absorbiendo mucho más dióxido de carbono que lo que pensaban muchos científicos, en respuesta al aumento de los niveles atmosféricos de los gases de efecto invernadero. El estudio estima que los bosques tropicales absorben 1.400 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono de una absorción global total de 2.500 millones (más de lo que es absorbido por los bosques de Canadá, de Siberia y de otras regiones del norte, llamados bosques boreales).
“Esta es una buena noticia, porque la absorción en los bosques boreales ya se está frenando, mientras que los bosques tropicales pueden seguir absorbiendo carbono durante muchos años más”, dijo David Schimel, del Laboratorio de Propulsión a Chorro (Jet Propulsion Laboratory o JPL, por su sigla en idioma inglés), de la NASA, ubicado en Pasadena, California. Schimel es el autor principal de un trabajo sobre la nueva investigación, que aparece en línea en Proceedings of the National Academy of Sciences (Registros de la Academia Nacional de Ciencias).
Un nuevo estudio llevado a cabo por la NASA sugiere que los bosques tropicales, como este en Malasia, absorben más dióxido de carbono de la atmósfera que lo que absorben los bosques de Canadá, de Siberia y de otras regiones del norte. Crédito de la imagen: Wikimedia Commons.
Los bosques y otra vegetación en tierra actualmente eliminan hasta el 30 por ciento de las emisiones humanas de dióxido de carbono de la atmósfera durante la fotosíntesis. Si la tasa de absorción fuera más lenta, la tasa de calentamiento global a su vez se aceleraría.
El nuevo estudio es el primero en idear una forma de hacer comparaciones del tipo “manzanas con manzanas” respecto de los cálculos de dióxido de carbono de muchas fuentes en diferentes escalas: modelos informáticos de procesos del ecosistema, modelos atmosféricos llevados hacia atrás en el tiempo para deducir las fuentes de las concentraciones actuales (llamados modelos inversos), imágenes satelitales, datos de parcelas de bosque experimental y mucho más. Los investigadores conciliaron todos los tipos de análisis y evaluaron la exactitud de los resultados tomando como base cuán bien reprodujeron las mediciones independientes hechas en tierra. Obtuvieron así su nueva estimación de la absorción del carbono tropical de los modelos que ellos determinaron eran los más confiables y verificados.
“Hasta nuestro análisis, no se había llevado a cabo con éxito una conciliación global de la información sobre los efectos del dióxido de carbono de las comunidades relacionadas con la atmósfera, la silvicultura y los modelos”, dijo el coautor Joshua Fisher, del JPL. “Es increíble que todos estos tipos de orígenes de datos independientes empiecen a converger en una respuesta”.
La pregunta sobre qué tipo de bosque es el que absorbe la mayor cantidad de carbono “no es sólo una curiosidad contable”, señaló el coautor Britton Stephens, del Centro Nacional para la Investigación Atmosférica (National Center for Atmospheric Research, en idioma inglés), ubicado en Boulder, Colorado. “Tiene grandes implicaciones para poder comprender si los ecosistemas terrestres globales podrían seguir compensando nuestras emisiones de dióxido de carbono o podrían comenzar a agravar el cambio climático”.
A medida que las emisiones causadas por los seres humanos agregan más dióxido de carbono a la atmósfera, los bosques en todo el mundo lo utilizan para crecer más rápidamente, reduciendo así la cantidad que permanece en el aire. Este efecto se denomina fertilización carbónica. “En igualdad de condiciones, el efecto es más fuerte a temperaturas más altas, lo que significa que será mayor en los trópicos que en los bosques boreales”, expresó Schimel.
Pero el cambio climático también disminuye la disponibilidad de agua en algunas regiones y hace que la Tierra se caliente, lo que da lugar a incendios forestales más frecuentes y más grandes. En los trópicos, los seres humanos agravan el problema con la quema de madera durante la deforestación. Los incendios no sólo detienen la absorción del carbono al matar los árboles, sino que también arrojan grandes cantidades de carbono a la atmósfera mientras la madera se quema.
Durante alrededor de 25 años, la mayoría los modelos climáticos informáticos han mostrado que los bosques de latitudes medias del hemisferio norte absorben más carbono que los bosques tropicales. Ese resultado se basó inicialmente en lo que se conocía sobre los flujos globales de aire y en los datos limitados que sugerían que la deforestación hacía que los bosques tropicales liberaran más dióxido de carbono que el que estaban absorbiendo.
A mediados de la década de 2000, Stephens utilizó mediciones del dióxido de carbono llevadas a cabo desde algunas aeronaves con el fin de mostrar que muchos modelos climáticos no representaban de manera correcta los flujos de carbono por encima del nivel del suelo. Los modelos que coincidían con las mediciones hechas por los aviones fueron los que mejor mostraron la mayor absorción de carbono en los bosques tropicales. Sin embargo, aún no había suficientes conjuntos de datos globales como para validar la idea de una gran absorción por parte de los bosques tropicales. Schimel dijo que su nuevo estudio sacó ventaja de una gran cantidad de trabajo que otros científicos han realizado desde el trabajo de Stephens para reunir datos nacionales y regionales de varios tipos con el propósito de formar conjuntos de datos y convertirlos en datos contundentes y globales.
Schimel señaló que su trabajo concilia los resultados en todas las escalas, desde los poros de una sola hoja, donde la fotosíntesis se lleva a cabo, hasta todo el planeta Tierra, a medida que el aire mueve el dióxido de carbono alrededor del globo. “Lo que habíamos tenido hasta este trabajo era una teoría de la fertilización con dióxido de carbono basada en fenómenos a escala microscópica y observaciones a escala mundial que parecían contradecir esos fenómenos. Aquí, al menos, hay una hipótesis que proporciona una explicación coherente que incluye lo que conocemos del funcionamiento de la fotosíntesis y lo que está pasando a escala planetaria”.
Más información (en español y en inglés):
La NASA monitoriza los signos vitales de la Tierra desde el espacio, el aire y el suelo con una flota de satélites y ambiciosas campañas de observación aéreas y terrestres. Asimismo, la NASA desarrolla nuevas maneras de observar y estudiar los sistemas naturales interconectados de la Tierra con registros de datos a largo plazo y herramientas para el análisis computarizado con el fin de ver mejor cómo está cambiando nuestro planeta. La entidad comparte este conocimiento exclusivo con la comunidad mundial y trabaja con instituciones de Estados Unidos y del mundo que contribuyen para comprender y proteger a nuestro “hogar”.
Para obtener más información sobre las actividades científicas de la NASA relacionadas con la Tierra este año, visite: http://www.nasa.gov/earthrightnow, en idioma inglés.
La negra huella de los cruceros ¿Cuánto contamina un crucero?
Los escépticos (y las navieras) responderán que se trata de una nueva conjura ecologista para despojarnos de otra diversión, que esas aguas negras de cualquier manera irán al mar.
Pero las estadísticas oficiales respaldan la alarma de los ambientalistas.
AGUAS RESIDUALES
La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) calcula que un crucero de 3.000 pasajeros cada semana vierte en el océano 150.000 galones (unos 567.000 litros) de aguas residuales –también conocidas como aguas negras.
Además, una nave similar a la del ejemplo anterior produce diariamente 450.000 galones de “aguas grises”—provenientes de fregaderos, lavaderos, cocinas y duchas—, 4.000 galones de aguas de sentina –cargadas de aceites y otros químicos.
Los cruceros contaminan los océanos con las aguas residuales y la atmósfera con sus emisiones (Sid Mosdell – F …Las aguas negras incrementan los niveles de nitrógeno, que aprovechan algunas especies dañinas de algas. Estas contribuyen a la reducción del oxígeno disponible para mariscos, corales y peces. Por otra parte, si no se tratan adecuadamente, estos residuos pueden contaminar especies marinas que forman parte de nuestra dieta. Un boomerang cuya víctima –de diarrea, hepatitis, enfermedades respiratorias y otras—probablemente nunca estuvo a bordo.
DIÓXIDO DE AZUFRE
El dióxido de azufre es uno de los principales culpables de las lluvias ácidas. La EPA ha estimado que, como promedio, un barco de este tipo emite en un día más dióxido de azufre que 13 millones de automóviles y más hollín que un millón de vehículos.
BASURA ARROJADA AL MAR
Bajo esos oropeles del todo incluido se esconden toneladas de basura arrojadas impunemente al mar todos los días, la mayoría se expulsa al mar.
En teoría el océano es capaz de absorber naturalmente esas descargas de desperdicios. Al menos eso se creía décadas atrás, cuando la industria aún incluía unas pocas decenas de buques. Hoy la flota internacional ronda los 170 cruceros en activo alrededor del planeta.
Hay piscinas, saunas, campos de golf, centros comerciales, teatros, cines,… pero ¿ha visto alguien las depuradoras?
Según datos de Oceana, organización internacional dedicada a la conservación del medio marino, un crucero de gran tamaño (2.000-3.000 pasajeros) puede llegar a generar unas 1.000 toneladas diarias de residuos, que incluyen:
De 500.000 a 800.000 litros de aguas grises
Unos 100.000 litros de aguas negras
De 13.000 a 26.000 litros de aguas oleosas procedentes de las sentinas
Entre 7.000 y 10.500 kilos de basura y residuos sólidos
de 60 a 130 kilos de sustancias tóxicas (restos de pinturas, pilas, material médico o agentes de limpieza en seco usados en tintorería).
Es decir, cada pasajero genera al día más de 350 litros de desechos, de basura.
(Estos datos no están al día, podrían ser mayores, según las navieras se han reducido, considéralos como un estimado)
LA GRAN ISLA DE BASURA DEL OCÉANO PACÍFICO
La basura se acumula en los océanos formando islas. como la llamada «Séptimo Continente», en el Océano Pacífico.
¿No es algo aterrador?
INCINERACIÓN DE BASURA
A los humos de los motores debe sumarse el procedente de la incineración de las basuras (plásticos y papeles), práctica bastante común en este tipo de barcos según Oceana. La incineración de la basura en alta mar genera cenizas que terminan contaminando los mares, arrastradas por la lluvia.
Los cruceros han pagado enormes multas en Estados Unidos por arrojar productos químicos utilizados en los laboratorios de fotografía, disolventes de limpieza y restos de pintura.
COMBUSTIBLES
Añádase a este impacto el gigantesco consumo de combustible de un crucero, que puede llegar a ser equivalente al de unos 12.000 vehículos.
Y que para colmo de males el tipo de combustible utilizado resulta 50 veces más tóxico que el habitual.
Los cruceros de Disney repitieron el primer lugar en la lista de compañías más verdes de FOE (Christian Lambert …La presunta inocencia de las compañías
Pero las compañías rechazan las críticas. La Cruise Lines International Association, la mayor agrupación de su tipo en el mundo, ha declarado que los señalamientos de FOE son engañosos y arbitrarios. Según su vocero, David Peikin, la industria cumple con creces las regulaciones ambientales en materia de tratamiento de residuales y polución del aire.
CONTAMINANDO EL ÁRTICO
ALARMANTE VERTIMIENTO DE RESIDUOS EN ALASKA
La historia reciente de violaciones tampoco estimula la confianza. Apenas en 2009 una docena de barcos violaron los protocolos de vertimiento vigentes en las aguas de Alaska.
(Ver video sobre la afectación a los osos polares y reportaje completo en:
Esta región estadounidense acumula una extensa lista de multas pendientes por infracciones similares.
DISMINUCIÓN DE HIELO EN EL ÁRTICO
Si ya es malo que contaminen los mares a donde de todos modos irán a parar nuestros desechos líquidos originados en tierra, es absolutamente desastroso que viertan sus residuos tanto líquidos como sólidos en las aguas del Ártico, sin contar con la contaminación del ambiente, de otra manera puro, con las emisiones de gases contaminantes, es lógico pensar que esa contaminación afecta aún más al Mar Ártico y su deshielo acelerado.
(Ver video y reportaje completo sobre el deshielo en el Ártico en:
Igual que cuando estos barcos llegan a lugares tan frágiles como los mares de coral, donde hasta el hecho de soltar el ancla en los fondos marinos altera gravemente los ecosistemas.
Queda clara la suciedad de estas ciudades flotantes donde la basura se oculta debajo de la alfombra. Sin embargo, la culpa no la tienen las navieras. La culpa es de una legislación que permite la impunidad en aguas internacionales.
Increíblemente, las operaciones de vertimiento de residuos en los océanos son totalmente “legales”. De acuerdo con el Anexo IV del Convenio Internacional para prevenir la contaminación por los Buques (MARPOL), la descarga de aguas negras está prohibida a menos de tres millas náuticas de la costa, salvo si estos residuos han sido tratados.
Mientras que cualquier municipio costero está sometido a numerosas normas que tratan de evitar la contaminación del litoral, los cruceros pueden verter todo tipo de restos orgánicos y aguas sin tratar cuando se encuentran a más de tres millas de la costa.
En el caso de los desperdicios que no son reducidos o desinfectados, estos deben depositarse a más de 12 millas náuticas de la tierra más cercana. El problema, apuntan los grupos ecologistas, es que a partir de las tres millas los servicios de guardacostas ejercen poco o ningún control sobre los cruceros. Entonces, todo depende de la buena conciencia de las compañías y en última instancia de las tripulaciones.
Las empresas de cruceros se han enemistado con los ambientalistas. El más reciente reporte Cruise Ship Report Card, de la organización Amigos de la Tierra (FOE) no contó con la colaboración de las principales representantes del sector. El documento las evalúa sobre la base de cuatro factores:
La tecnología de tratamiento de residuales
La reducción de la contaminación atmosférica
El cumplimiento de los estándares para reducir la contaminación de las aguas en alaska
La transparencia.
Pero las compañías rechazan las críticas. La Cruise Lines International Association, la mayor agrupación de su tipo en el mundo, ha declarado que los señalamientos de FOE son engañosos y arbitrarios. Según su vocero, David Peikin, la industria cumple con creces las regulaciones ambientales en materia de tratamiento de residuales y polución del aire.
Es difícil creer en esta afirmación. De hecho, aún el 40 por ciento de los cruceros emplea tecnologías obsoletas de procesamiento de aguas negras.
tan terrible impacto se podría arreglar muy fácilmente. En el momento en que los consumidores exijamos un riguroso compromiso medioambiental a estos buques, en el momento en que elijamos a los más respetuosos con el medio y rechacemos de plano a los contaminadores, los cruceros quizá podrian ser un ejemplo de sostenibilidad ecológica, aunque es dudoso. Pero mientras prefiramos el daiquiri a la depuradora nuestras vacaciones seguirán envenenando los océanos.
Imágenes tomadas de internet, Pinterest, Flickr o de los enlaces relacionados. Creo que no es necesario advertir que algunas fotos son imágenes sólo para dar una idea de lo que dice el texto.
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Ya ha pasado mucho tiempo (aunque creo que mi percepción de eso que llaman tiempo ha cambiado), desde que llegué; tanto, que ya me acostumbré a este estilo de vida; es cómodo, es agradable, es… diferente.
La mayoría de las cosas que no soportaba de mi país (o continente, o planeta, o sistema solar, o galaxia, o tal vez estoy en otro universo u otra dimensión) aquí no existen; por ejemplo: aquí no hay «sufridas y abnegadas madrecitas», no hay «machos muy machos», ni mujeres frustradas, ni drogadictos, ni alcohólicos, ni muy ricos, ni muy pobres, ni explotadores ni explotados; no hay miseria, ni tampoco «clase media» mediatizada y enajenada. Es más: no hay clases sociales.
La gente, al principio, trabaja en todo, pero después de un tiempo decide dónde es más feliz y, por lo tanto, más productiva (hay capacitación y educación universitaria, todo gratuito). Por curioso que parezca (a mí me lo parece), a pesar de que no existen monopolios, ni trasnacionales, vaya, ni siquiera IP., la eficiencia y la productividad están al máximo y todos tenemos todo, aunque no lo mismo (salvo los derechos y las libertades que, aquí sí, son iguales para todos).
Todavía no sé dónde estoy; sólo recuerdo que un día, mientras efectuaba una investigación documental, sentí la imperiosa necesidad de acudir a un sitio a una hora determinada y que ahí, junto con un hindú, una cubana, un finlandés, una etíope, un aborigen australiano, una rusa y un italiano del sur, abordé una nave transparente, parecida a nuestros cohetes espaciales, pero que puede despegar como helicóptero y cuyo combustible es sal magnetizada.
Después, navegamos por el espacio exterior por sabe Dios cuando tiempo, posiblemente a la velocidad de la luz, o más rápido, y llegamos aquí.
Cuando arribamos, nuestra nave espacial, como si fuera un émbolo, entró a un túnel cilíndrico y cuando las puertas de nuestra nave y las del túnel se abrieron en perfecta sincronía, pudimos entrar a un pasillo cuyos mullidos pisos eran de luminosos colores cambiantes, vimos y olimos (además de oírla, claro) una música al mismo tiempo relajante y estimulante; vimos, olimos y escuchamos las exuberantes y frondosas plantas sembradas a lo largo del pasillo, cuyas hojas y flores emitían una cierta luz translúcida, que nunca habíamos visto en otra parte.
Sabíamos que estábamos bajo techo, pero la sensación era como si estuviéramos en campo abierto, bajo los rosados (sí, porque era una luz rosa y no dorada) rayos del ¿Sol?
Llegamos a la recepción, una especie de laboratorio de la NASA, donde entramos a unas cabinas individuales en cuyo interior una luz azul nos recorrió de cabeza a pies y en dos segundos nuestra «ID» con todos nuestros antecedentes personales, estaba lista (el FBI, la CIA, la KGB, la Gestapo y la SS, nos parecieron párvulos cuando vimos todos nuestros datos en las pequeñas micas que salieron de las computadoras).
Al salir de las identificadoras, nos estaban esperando varios entrevistadores, uno para cada quién, y ellos nos informaron que somos algo así como «elegidos» y que fuimos seleccionados entre nuestros congéneres porque tenemos ideas muy singulares, pero muy firmes, acerca de la sociedad, la cultura, la educación, la política, la sexualidad, la salud, el dinero, etc., etc., etc.: es decir, que allá éramos descontentos, rebeldes (algunos hasta sediciosos y revolucionarios) y aquí somos los escogidos.
Aquí nadie habla (porque no los hay) de miseria; subdesarrollo; tercer mundo; hambre; analfabetismo; desigualdad social, sexual, racial o religiosa; trasnacionales; deudas externas; devaluación; contaminación del ambiente, de los alimentos o del agua; SIDA; drogadicción, narcotráfico, secuestros; ni ninguna otra de las plagas que existen (¿o existían?, ¿es que aún existe nuestro planeta?) allá; bueno ¡ni siquiera hay guerra!
Lo que más me gusta es que el amor, mejor dicho Amor, el verdadero, no el mito romántico-erótico que conocíamos, sino el Amor Universal, el Amor al semejante, que es mezcla de respeto, cariño, interés, afecto, devoción, estimación, ternura, comprensión y aceptación, entre otras cosas; ese Amor que abarca a la humanidad entera, ése es el que sentimos todos por todos; claro que hay atracción sexual y hay «matrimonio», pero no como allá, «por contrato», sino sólo cuando la frecuencia de onda es la misma en los dos; es decir, sólo con el «alma gemela» (parece que todos los que venimos aquí, lo hicimos con nuestra «mitad perfecta», sólo que nos damos cuenta únicamente hasta que ambos estamos preparados). Por supuesto que al unirse las dos mitades no hace falta ninguna clase de contrato, puesto que esa no es una simple unión, sino una reunión de dos que antes fueron uno.
Todas las tareas domésticas que allá efectúa el ama de casa (¿o debería decir «esclava de casa»?) aquí están socializadas: hay comedores públicos con comida natural, balanceada, sabrosa nutritiva y ¡gratis!; aquí no hay basura, porque los desperdicios orgánicos van a la composta y los demás se reciclan; las habitaciones se limpian con sólo apretar un botón que pone en marcha una «aspiradora» colocada dentro de las paredes a lo largo, alto y ancho y que deja tanto muebles como pisos impecables; la ropa para la lavandería se deja fuera de la habitación y al día siguiente ya está acomodada en su lugar (a todos nos toca una vez cada seis meses trabajar en la cocina, la lavandería, los jardines, los centros infantiles, etc., lo cual ni siquiera es molesto).
No se podría llamar «guardería» a los lugares donde se quedan los niños mientras sus padres trabajan, porque ahí no se «guarda» a los pequeños, sino que se les mima, cuida, atiende, socializa y, lo más importante, no se les condiciona a que <<los niños tienen que hacer esto y las niñas no pueden y viceversa>>; no, ahí tanto los niños como las niñas hacen lo que les nace hacer. Podemos ver niñas subidas en los árboles y niños jugando a las muñecas, tanto como niños en los árboles y niñas con muñecas.
Mis compañeros de viaje y yo, aún siendo de países (y continentes) tan diferentes y tener distintas culturas y lenguaje, nos entendemos perfectamente entre nosotros y con los demás; no me explico cómo, pero así es: yo hablo en mi idioma y ellos en el suyo y todos comprendemos lo que los otros dicen. Siempre que nos encontramos en el comedor nos platicamos nuestras nuevas experiencias.
El finlandés, que es pedagogo, está en uno de los centros infantiles; el hindú, que es maestro yogui, da clases de meditación a niños y adultos; la cubana, que era coronela en la milicia, enseña educación física y artes marciales (como ejercicio físico y elevación espiritual, no para ofensa o defensa); la rusa, que es física nuclear, está en investigaciones médicas; la etíope, que se doctoró en economía en Inglaterra, está en la Comisión Económica del …¿país?, ¿nación?, ¿Estado?, ¿gobierno?… aún no sé cómo llamar a este conglomerado tan perfectamente organizado; pero ella está entre los que estudian las cuestiones económicas (como la eliminación del dinero), para que después todos, por votación decidamos lo mejor para la mayoría.
Los descontentos (aún no he conocido ninguno) tienen derecho a manifestarse durante las sesiones de votación de nuevas reglas y leyes, una vez al mes, pero nadie lo ha hecho desde que llegamos.
Continuando el recuento, el australiano – es ecólogo – enseña en la Universidad cómo viven los aborígenes australianos, enfocándose en las ventajas de vivir de acuerdo a la naturaleza; también enseña medicina natural, básicamente herbolaria, que es la que ellos utilizan. El italiano (un moreno del sur, atractivísimo), es sexólogo y da clases de educación sexual a niños, adolescentes y adultos.
Finalmente yo, que soy mexicana y antropóloga (especializada en la situación de la mujer en las diversas épocas y culturas), tengo encomendado un estudio comparativo de las diferencias entre la condición de la mujer allá, de donde venimos, y aquí.
Nunca me había entusiasmado tanto con una investigación, ¡son tantas y tan importantes las diferencias!
Aquí no hay matrimonio en el cual la mujer pierda sus derechos, ni amas de casa, ni roles sexuales, ni discriminación sexual, ni división sexual del trabajo, ni violaciones, ni embarazos no deseados, ni abortos, ni nada de lo que subyuga allá a la mujer.
El problema que tengo, es que para poder comparar, tendría que…
-¡Silvia!, ¡despierta!, tienes que terminar tu trabajo sobre la discriminación de la mujer en el Tercer Mundo…
También tu cuento está excelente, hasta dan ganas de ir a vivir allá.
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Sí, ¡qué ganas de que fuera verdad! y está basado en un sueño que tuve, casi no le aumenté nada.
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MI MUY QUERIDA SILVIA, COMO ERES UN SER DE LUZ, IMAGINASTE LO QUE LOS CRISTIANOS LLAMAMOS EL CIELO, Y PARA NOSOTROS ES LA RECOMPENSA QUE OBTENEMOS DESPUES DE MORIR EN ESTADO DE GRACIA ES DECIR SIGUIENDO LOS DOS PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE JESUCRISTO,
NO PONDRAS OTROS DIOSES ANTES QUE YO, Y AMARAS A TU PROJIMO COMO A TI MISMO.
PALABRAS QUE ENCIERRAN UNA FORMA DE VIDA, PARA MI PERFECTA, Y QUE ACEPTANDOLAS NO NECESITAS OTRAS FILOSOFIAS, NI DOCTRINAS, NI CREENCIAS, CON MI CARIÑO DE SIEMPRE NOS SEGUIM,OS ESCRIBIENDO, TE QUIERO MUCHO, MANUEL
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Gracias Manolo, en realidad está basado en un sueño, con muy pocos cambios.
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Me encantó, publica más cuentos como éste, por favor
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Gracias, lo haré, aunque confieso que no son muy populares, jajaja
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Ya no has publicado cuentos ¿por qué?
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Triste, pero casi nadie los lee, por eso prefiero publicar artículos que tengan más lectores. Lo siento
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Qué hermoso sueño, ojalá existiera algo así en esta realidad. Gracias por compartir
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Serí magnífico que existiera… a lo mejor sí existe en otra realidad o dimensión ¿quién sabe?
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Precioso sueño. Precioso relato. Precioso viaje… Pero…
… Creo que no me gustaría vivir en ese lugar.
Tal vez me resulta difícil hacerme a la idea de tal idílica forma de vida.
Tal vez me resulte difícil hacerme a la idea de tener que hacer cosas en plan comunal.
Una vez cada seis meses se hacen las cosas que en el primer mundo terrestre hacemos los de clase baja a diario.
Lavandería, jardines, hacer zanjas, barrer las calles, limpiar alcantarillas, reciclar basura, criar vacas o pescar en alta mar.
Espero que los meses en ese lugar tengan 1000 días en lugar de 30. Si no,… No veo el momento de hacer lo que mejor se me da… Descansar y leerte!!!
Supongo que estoy cansado por haber dormido poco al haber estado toda la noche platicando con un ser alucinante que me desveló, y mi cerebro está ahora poco fantasioso.
Volveré a leerlo en otro momento en el que mis endorphinas salgan por mis ojos.
Aun así, insisto…. Precioso cuento, precioso sueño, y perfectamente descrito y narrado.
Muchos besos desde España.
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Sé que eres único y diferente, no se te da la comunidad.
Gracias por tu amable comentario Rosaluma, descansa y léeme (me encanta la idea), y sobre todo, recupera tu fantasía para prepararnos la grata sorpresa de tu nuevo post el próximo jueves, ¡lo espero ansiosa!
Besos desde México
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Jajaja… Me gusta mucho. Debes publicarlo otra vez. Claro que sí.
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