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Tomados de la mano caminábamos por la playa,
descalzos, sintiendo la fina arena en nuestro pies,
mirándonos a los ojos, disfrutando la compañía y la plática de siempre:
-Te amo
– Yo también te amo…
Era media noche, había luna llena,
las pequeñas olas del mar Caribe
acariciaban nuestras plantas desnudas.
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Nos detuvimos, subiste tus pies en los míos
Y comenzamos a bailar al compás
De la lejana melodía romántica
Y la cadencia de las olas.
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Empecé a besarte en la boca
y a desearte cada vez más,
mi cuerpo necesitando del tuyo
más y más… debía tenerlo más cerca,
y así, mi cuerpo exigiendo tenerte a ti,
te lo hizo saber, apretándose al tuyo;
tú sentías lo mismo, yo te tenía muy junto a mi,
y tú también me querías en ti,
subiste las piernas a mi cintura
y nuestros deseos, ansias y anhelos
se vieron cumplidos,
fuiste mía y yo fui tuyo
en el hermoso mar Caribe,
en la preciosa playa de arena blanca…
En el sueño imposible de ambos…
Garmín.
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Intervidas, 20 de julio, 2017, © Silvia Eugenia Ruiz Bachiller. Todos los derechos reservados.
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