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TENGO QUE DECIRTE QUE TE AMO. 1 DE 2

TENGO QUE DECIRTE QUE TE AMO

.

Te lo he dicho mil veces,

pero necesito hacerlo constantemente,

tengo que decirte que te amo.

.

Decirte que añoro estar contigo

cuando el año empieza

y ya no estoy entre tus brazos al abrigo.

.

.

Hacer de todos los días

el día del amor,

darte rosas rojas y poemas.

.

.

Y más flores al inicio de la primavera,

rosas negras de Turquía,

orquídeas de las más raras

y aves del paraíso, que te encantan.

.

Caminar bajo la lluvia, de la mano

y empapados voltear a decirte:

Te amo.

.

.

En junio tu cuerpo semidesnudo

acariciar en caribeña playa,

aguas turquesa, tranquilas, calmadas

hacerte mía y alborotarlas.

 .

 

En el verano, con nuestros cuerpos sudados

compartiendo esas gotas de sudor,

mezclándolas, intercambiándolas

decirte «Te amo»

.

En otoño, la luna de la cosecha

contemplar en un pajar

amarte ahí

y tu amor cosechar.

.

Entre las hojas secas

volverte a amar

y de nuevo decirte

que te amo

como nunca había podido amar.

.

El 2 de noviembre

venirte a visitar

con todo el protocolo

tan sólo a decirte

que en espíritu te amo.

como más no se puede amar

.

piñata corazón
piñata de corazón

Diciembre, las posadas,

de los villancicos las cantadas,

los dulces y los caramelos

y luego cumplir mis anhelos

de amarte y decírtelo

rodeados de hadas.

.

No estés triste en la Navidad,

piensa que estamos juntos

por la eternidad.

.

Y al terminar el año,

por recordarme

no te hagas daño,

que todo el tiempo estoy contigo,

diciendo en todos los tonos:

“Te amo, te amo, te amo, amor mío”

*

Garmín

***

.

Continúa en:

MENSAJE: TE AMO 2/2

.

Desde Intervidas, 30 de marzo, 2018, 4:05 pm. © Silvia Eugenia Ruiz Bachiller. Todos los derechos reservados.

*

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ÁMAME / DÉJATE AMAR

ÁMAME / DÉJATE AMAR

.

 

-En un claro del bosque,

a la luz de la luna

quiero saborear tu boca,

aquí, donde vinimos, porque ya nos toca.

.

 

-En un aquelarre de magos blancos

pídeme que nos volvamos a casar

y ahí, con buenas energías

estamos listos para amar.

.

 

-Cubiertos sólo con nubes,

envolverte en ellas,

rodar por los aires,

amarte hasta volverte loca,

.

 

-En el desierto, donde estás,

quiero que me quemes con tu arena,

que me ames hasta no poder más,

como Simún que me toma y me eleva,

quítame la respiración, quémame con tu calor

y al final de todo, en la calma serena,

espejismos en tus ojos déjame observar.

.

 

-Voy a amarte en el mar,

arenas blancas en tu cuerpo tocar,

meterte al agua plena de mar,

mojados, resbalando nuestros cuerpos

estando en ti no dejarte escapar

y por la noche colgados de la Luna llena

dártelo todo, hasta explotar.

.

 

-Llévame al bosque, entre la penumbra

enséñame a amar,

pájaros exóticos contemplar,

mientras me llenas de amor,

ése amor que sólo tú sabes dar,

y así, entre lo umbrío enlazarnos, explorar.

.

 

– Vamos a la Luna, que ahí te quiero llevar,

en gravedad cero poderte amar,

envolverte en polvo lunar,

donde no hay aire, aspirarte e inhalar,

porque tú eres el único aire que puedo respirar.

.

 

-Vamos a las estrellas visitar,

toma mi mano y llévame a pasear

viendo estrellas naciendo,

de hoyos negros escapar.

.

 

-Voy a mojarte en la lluvia,

ver sus gotas por todo tu cuerpo bajar,

y mientras resbalan, saborearlas

al tu piel mojada besar.

.

 

-Llenémonos de magia, nubes, Luna,

Sol del desierto, de playas blancas,

bosques umbríos, lluvias y profundo mar,

sólo ámame donde quiera que podamos estar.

.

 

-Únicamente quiero que te dejes amar,

porque, mi amor, eso es todo lo que te puedo dar.

*

Silvia Eugenia Ruiz Bachiller y Garmín.

***

Ciudad de México e Intervidas, 28 de mayo, 2018, 8:45 pm. © Silvia Eugenia Ruiz Bachiller. Todos los derechos reservados.

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SIGAMOS AL AGUA, Observatorio de Medición de la Precipitación Global

El satélite que observará la lluvia y las tormentas está listo para despegar

26 de febrero de 2014: Como comentó alguna vez Arthur C. Clarke: «Qué inapropiado es llamar a este planeta Tierra cuando con claridad es un Océano».

De hecho, la Tierra es un mundo de agua. El suelo seco que la mayoría de nosotros llamamos hogar, cubre menos de un tercio de la superficie del planeta. El agua se mueve alrededor de la Tierra con una circulación tan compleja como la del cuerpo humano. La evaporación, la condensación y la precipitación transportan calor y humedad de un lugar a otro, lo que hace posible la vida y crea las condiciones propicias para el tiempo y el clima.

“El ciclo del agua, que es tan familiar para todos los jóvenes científicos en edad escolar, es uno de los elementos más importantes y dinámicos de nuestros estudios de la Tierra”, dice John Grunsfeld, quien es el administrador adjunto del Directorio de Misiones Científicas de la NASA, en Washington, D.C. “Estamos por lanzar un nuevo satélite que nos brindará información decisiva sobre cómo funciona el ciclo del agua”.

En un video de ScienceCast, de la NASA, denominado “Follow the Water” (“Sigamos al agua”, en idioma español), se presenta la misión del Observatorio de Medición de la Precipitación Global. Reproducir el video (en idioma inglés)

Se llama Observatorio de Medición de la Precipitación Global (Global Precipitation Measurement Core Observatory o GPM, por su sigla en idioma inglés). Fue construido por la NASA y la JAXA, la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón. El lanzamiento del satélite está previsto para el 27 de febrero a la 1 de la tarde, hora oficial del Este, desde el Centro Espacial Tanegashima, en Japón.

El GPM volará a 407 kilómetros (253 millas) por encima de la Tierra, en una órbita con inclinación de 65 grados hacia el ecuador. Esta órbita permite que el satélite monitorice las precipitaciones desde el Ártico hasta la Antártida. Trabaja conectado en red con otros satélites, de los cuales algunos ya están en órbita y otros cuyo lanzamiento está planeado para el futuro. El GPM puede medir la lluvia y la nieve cada tres horas en cualquier lugar del mundo.

“El tipo de datos que recibiremos de la red del GPM no tiene precedentes”, dice Gail Skofronick-Jackson, un científico del proyecto GPM, en el centro Goddard. “Podremos observar características detalladas de los sistemas de lluvia y nieve que son extremadamente importantes para mejorar las predicciones meteorológicas y climáticas”.

Las operaciones normales comenzarán aproximadamente 60 días después del lanzamiento. Los datos serán transmitidos a través del Sistema de Satélites desde Seguimiento y Retransmisión de Datos (Tracking and Data Relay Satellite System, en idioma inglés), de la NASA, hacia el Centro de Procesamiento de Precipitaciones (Precipitation Processing Center , en idioma inglés), de la NASA, ubicado en Greenbelt, Maryland, donde serán procesados y distribuidos por Internet.

El GPM lleva dos instrumentos para medir la lluvia y la precipitación de nieve: un Radar de Precipitaciones de Frecuencia Dual y el Generador de Imágenes por Microondas del GPM. En comparación con los instrumentos que volaron con anterioridad en satélites de ciencias de la Tierra, el radar de precipitaciones y el generador de imágenes por microondas del GPM pueden ver más profundamente dentro de las nubes y detectar partículas más pequeñas de lluvia, hielo y nieve. Asimismo, el radar podrá formar perfiles de precipitación en 3D y revelar el funcionamiento interno de los sistemas de tormentas con nubes. Por su parte, el generador de imágenes por microondas no solo medirá lluvias intensas y moderadas, como lo hacen otros satélites, sino también lloviznas y nevadas leves (que son dos formas de precipitación importantes en las cordilleras y en las zonas de latitudes elevadas de América del Norte, Europa y Asia).

Grunsfeld llega a la conclusión de que lo que aprendamos de la red del GPM “nos ayudará a hacer frente a futuros fenómenos meteorológicos extremos y a manejar los recursos de agua dulce”, en un mundo cambiante.

Hagamos pues ese mundo de agua.

 

Tomado de:

http://ciencia.nasa.gov/ciencias-especiales/26feb_gpm/