Me quedé sola en el páramo
soltaste mi mano
y te fuiste.
.
Ahora no hay quien cure mis heridas
quien me dé ánimos en la vida
quien me escuche, quien me responda.
.
Ya no estás tú,
Ya todo es hielo
y rocas filosas
y abismos sin fondo
.
Sé que puedo atravesarlo
hasta llegar a mi frontera,
pero ¿quién curará mis heridas?
¿a quien puedo curar las suyas?
.
Seguimos siendo uno,
partido por la mitad,
así vivíamos antes
pero después de probar
las mieles y ambrosía
de este amor,
después de esa comunión
tan completa y maravillosa,
algo nos falta,
ya nada es igual…
***
Ciudad de México, 18 de diciembre de 2016.
.***
© Silvia Eugenia Ruiz Bachiller, Puedes copiar y publicar este artículo, siempre y cuando incluyas el enlace al artículo, no lo uses con fines comerciales, no lo modifiques, no quites el © ni este último párrafo que le sigue, enlaces incluidos.
Imágenes tomadas de internet.
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