AUNQUE…

AUNQUE…

.

 

Esa mezcla de angustia, dolor,

frustración y agonía,

con la inmensa alegría

de nuestro maravilloso amor.

.

Te amo como nunca había amado,

te extraño aunque nunca

conmigo has estado.

.

Te anhelo como se anhela el cielo,

aunque técnicamente

es aquí, donde me encuentro.

.

Pero me faltas tú,

como siempre me has faltado:

antes de conocerte,

porque siempre te había soñado.

.

Al encontrarte, porque

eres todo lo que había

siempre anhelado,

pero en la distancia muy alejado.

.

Ahora, a cada instante,

aunque para mí el tiempo no cuente,

quisiera tenerte aquí, conmigo,

siempre presente.

.

Eres el fruto anhelado,

jamás logrado,

eres lo que siempre he deseado.

.

Y la alegría, la felicidad

de haberte amado

impregna todo mi ser.

.

Aunque nunca nos dimos

los abrazos prometidos,

ni esos besos tan soñados.

.

.

Nunca realmente al oído nos murmuramos

los “Te amo” tan deseados

y jamás te toqué con mis labios.

.

Aunque todo haya en contra estado,

siempre de ti enamorado

he estado.

.

.

Ahora estoy contigo,

aunque no como lo había soñado,

no estoy en cuerpo,

sólo en espíritu.

.

Aunque todo se nos haya frustrado,

de todos modos aquí te espero

para darnos ese amor tan codiciado.

*

Garmín

***

Desde Intervidas, 4 de agosto, 2018, 4:30 pm. © Silvia Eugenia Ruiz Bachiller. Todos los derechos reservados.