AMBROSÍA
.
Soy de sangre caliente
y tú la vuelves ardiente,
avivas el fuego,
pero nunca como un juego.
.
Te toco con mis palabras
y te envuelves en llamas,
lo disfruto mucho
cuando me queman esas flamas.
.
Porque también mi corazón inflamas,
me haces feliz, muy feliz
cuando al acariciarte,
la esencia de tu amor derramas.
.
Me enloqueces, vida mía,
con el perfume que de tu cuerpo emanas,
con la dulzura de tu entrega
y la pasión que se desata.
.
Cuando apagas mi hambre, mi sed
y envuelves a todo mi ser
en tu maravillosa ambrosía.
.
Una y otra vez
hasta que yo te ofrendo la mía
y juntos llegamos al cielo,
como debe ser.
*
Garmín
***
Desde Intervidas, 25 de julio, 2018, 3:20 am. © Silvia Eugenia Ruiz Bachiller. Todos los derechos reservados.
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