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La Cita

LA CITA

Cuento escrito en coautoría con Danshaggyalv.  Idea original: Daniel Álvarez (Danshaggyalv), ideas adicionadas: Silvia Eugenia Ruiz Bachiller. Edición: Silvia Eugenia Ruiz Bachiller/Daniel Álvarez.

© condiciones al final

Leinad

{Hoy por la mañana llegué a la ciudad, me he hospedado en el hotel más elegante, ella me dijo que habría una gala ahí, y que ya estaban reservados los lugares para ambos así que ahí nos encontraríamos…

 Llegué a la recepción, pedí una habitación y me dieron la 232, un gran número, siempre de un modo u otro en mi vida, siempre importante… espero que hoy también, y comenzamos bien ya que es una habitación estilo Luis XV.

 Una vez instalado, solicité al concierge, porque para esta noche necesitaba unas cosas en la habitación y seria explícito así que pedí que viniera para decirle qué necesitaba que hicieran… 

 Siendo casi las ocho, comencé a arreglarme, poniéndome una camisa cuello Mao, con un traje recto de corte ingles, color azul ultramarino, de dos botones, sé que ya no es muy usual usarlos, pero siempre me han gustado, me coloque las mancuernas de plata. 

 Tengo tantas ganas de conocerla, de tenerla en mis brazos…

Después de un año y medio de amor virtual, hoy es el día, hoy nos conoceremos, y hoy tiene que ser especial, por eso es que pedí que vinieran para dar las indicaciones de lo que quiero para la habitación porque hoy, será el día mas especial de todos…}

Sophia

Hoy lo conoceré, después de año y medio de amor virtual, ¡por fin hoy nos conoceremos!, nos veremos, nos tocaremos, acariciaremos, besaremos y …

 Hoy es el gran baile anual del club, lo invité, me pareció una buena ocasión para el primer encuentro.

 Me visto cuidando hasta el menor detalle. Contemplo mi vestido largo, es un vestido lindo, de gasa color verde esmeralda (dicen que es mi color, por mi piel blanca, mi pelo rojo y, sobre todo, mis ojos verdes), es amplio, de mucho vuelo, acinturado, el corpiño bajo la transparente tela, es sin tirantes, pero discreto, el top es de cuello redondo, manga larga, poco escotado, sugerente, pero con clase, quiero que tenga una buena impresión de mi persona…(me detengo, estoy frente al espejo poniéndome los aretes, unos herretes de tres caídas en pequeñas esmeraldas y diamantes).

 Persona… hoy nos conoceremos en persona. ¿sentiremos lo mismo? ¿la misma atracción que en el chat o por teléfono? ¡espero que sí! Cuando me hace el amor por teléfono, me vuelve loca ¿lo logrará en la realidad?

 Escojo los zapatos , color perla, tacón de aguja, de tiritas, sexis ¿se fijará en ellos? 

 Mi pelo lo llevo peinado de nido con maxi trenza, elegante, con remembranzas del de Grace Kelly (para verme diferente), lo complemento con una peineta en verde esmeralda con azahares plateados Una delicada gargantilla de esmeraldas y diamantes y un pequeño camafeo antiguo en el cuello del vestido, él me identificará por el camafeo y el vestido verde esmeralda.

 Espero no ir muy recargada, pero en esos bailes anuales del club, todas vamos así.

 Estoy nerviosa, llego al salón en el hotel más elegante de la ciudad, la decoración recuerda los finales del Siglo XIX, tal como indicaron que sería el tema del baile “Los Románticos de Ayer”, como anillo al dedo a mi primer encuentro personal con Leinad. ¿se verá tan guapo como en sus fotos? Suspiro, estoy muy enamorada y temerosa ¿nos gustaremos, atraeremos y amaremos como lo hacemos virtualmente?

 Llego al suntuoso salón, como era de esperarse, hay una gran escalinata hacia abajo, para hacer entradas grandiosas.

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 Me tiemblan las manos, me tiemblan las piernas. Me detengo en lo alto de la escalera, buscándolo con los ojos, me dijo que vendría de azul ultramarino (el color que mejor le queda a todos los hombres) con camisa blanca de algodón cuello Mao, a él tampoco le gusta seguir las normas al pie de la letra, nos parecemos en tantas cosas…

 No lo veo, me pongo más nerviosa, recorro el lado derecho del salón, no está, empiezo a revisar el lado izquierdo ¡ahí está!, más guapo que en sus fotos, él también me está buscando con la mirada. Antes de que nuestros ojos colisionen lo observo detenidamente por unos segundos:

 Él trae un traje corte inglés dos botones, solapa recta, el color parece negro, pero es azul ultramarino, tal como me dijo que se vestiría. Me gusta su estatura, me gusta su porte, su aplomo, sus ojos, ¡me gusta él!

 Nuestras miradas se encuentran, las clásicas maripositas en el estómago, mis rodillas se vuelven de agua, no hay donde detenerme, respiro profundo, me rehago, levanto la barbilla, le sonrío con los labios y la mirada y empiezo a bajar, tiene que ser una gran entrada, él está ahí.

 Leinad se dirige a mí, sin despegarme la vista. También sonríe ¡qué distancia tan larga! de la puerta de la terraza a la escalera.

 Salon de baile

Llega, extiende la mano, le doy la mía, temblorosa, la toma, un choque eléctrico nos recorre a ambos, y hace lo inesperado ¡me besa la mano! Me tiemblan más las rodillas, creo que él se da cuenta.

Leinad

{La veo bajar lentamente, como una reina, acercándose el momento de estar frente a frente, me dirijo a ella sin dejar de mirarla, nos saludamos, percibo su perfume, Chanel Nº 5. 

Parece coincidencia, pues al encontrarnos y besar su mano la orquesta comenzó a tocar un vals… el mas hermoso para ese momento… El Vals de las Flores… 

 -¿Bailamos?

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 {Tomando su mano, y sin esperar su respuesta le conduzco hacia la pista y a abrir el baile, sin dejar de ver sus ojos verdes, y esa sonrisa encantadora, ya en la pista, le paro frente a mi, y colocando mi mano en su cintura, y ella su mano en mi hombro,  con la izquierda  tomo su mano y comenzamos a danzar el vals, siendo  seguidos por otras parejas. Entre la gente danzando el vals, me acerco a su oído y despacio le susurro: 

 -Quiero mostrarte algo, allá arriba; es un regalo. Para ti, por  estar juntos…- noto que se estremece}

Sophia

Bailamos el Vals de las Flores, me doy cuenta de que al fin estoy bailando con mi amor, tanto desearlo, por tanto tiempo y al fin estoy en sus brazos y me encanta sentirme en sus brazos, cierro los ojos, es mi sueño hecho realidad, se acerca a mi oído y me susurra que me tiene un regalo allá arriba, su aliento tan cercano me da un escalofrío de placer.

 Termina el vals, nosotros seguimos danzando ya sin música, y mirándonos a los ojos, hasta que nos damos cuenta que nos miran y no escuchamos la música;  nos reímos; queriendo ver la sorpresa que me tiene, sin decir palabra tomados de la mano, nos dirigimos a la salida, mucha gente me saluda, aunque no se acercan, me ven acompañada y solo sonríen saludándome.

 Una vez en el lobby, él es el guía, me lleva de la mano al elevador, no hablamos,  decimos todo con la mirada.

 Adentro del elevador estamos solos y sonriendo, nos arrojamos uno en los brazos del otro como lo soñé siempre, tomando mi barbilla me beso suave y apasionado a la vez, llegamos al 2º piso.

Entramos a la  habitación con puerta de doble hoja me llama la atención  los números, grabados en relieve: 232, me extraña un poco que al entrar sonría y los acaricie con la yema de los dedos.

Quedo con la boca abierta, admiro la pequeña estancia, con sillas y sillón tipo Luis xv, la cama de época, en madera, con postes altos, y un dosel de gasa. Una hermosa habitación como mandada decorar para la ocasión, pero lo que más me conmueve y  emociona casi hasta las lagrimas es que hay muchos pétalos de rosas de distintos colores y flores tiradas en la cama de blanca colcha y repartidas por todo el piso del cuarto.

Leinad

{En una mesa bar, a un extremo, se encuentra un servicio completo con una botella de champagne, Armand de Brignac, cosecha del 49, con unas copas de cristal de Baccarat, así como un tazón con las fresas mas rojas que se hayan visto, exacto como lo solicité y en tiempo para este momento…

 Así que mientras ella avanza despacio y admira la habitación (me alegra que aprecie los detalles), sirvo dos copas de champagne, ofreciéndole unas fresas en un pequeño refractario de plata y la copa de champagne.

 Ella nerviosa y yo sonriendo, para relajar la tensión del momento; ella, volteando, me invita a la terraza para admirar la luna y aprovechar tomar un poco de aire y ahí,  disfrutando el esplendor de la vista desde la terraza del hotel, hicimos un brindis, por el futuro, por el hoy y por siempre… y escuchamos el característico sonido del cristal de Baccarat, al chocar las copas, mientras mordemos una fresa, y damos un sorbo a la bebida disfrutando ambos el ácido de la fruta que cambia el sabor del champagne, volviéndolo dulce y con sabor a fresas, así como ha sido nuestro amor, a veces ácido y amargo, pero en conjunto muy dulce y excitante, como la champaña}. 

 Sophia 

Si me quiere impresionar, lo ha logado totalmente. En copas de cristal de Baccarat sirve la champaña (mi favorita, champaña, Armand de Brignac, cosecha del 49, ¿cómo lo supo? Se lo habré mencionado alguna vez? ¿Tenemos los mismos gustos?) y me la ofrece junto con esas fresas, es delicioso.

Estoy muy nerviosa, con la anticipación, con el anhelo de ver cumplido mi sueño de estar con él, con tantos detalles que me encantan.

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Lo invito a salir a la terraza, hay luna llena, el ambiente romántico, él, su vibración, la energía que desprende, su aroma, la champaña, todo es perfecto.

 Estamos felices, reímos y brindamos por el momento, por el futuro y para siempre,  mientras, comemos algunas fresas mirándonos a los ojos y sonriendo, sobran las palabras; en ese momento en silencio sin palabras innecesarias, bebemos pequeños sorbos de champaña que, con las fresas, mejora su ya exquisito sabor, hasta que él me sugiere que entremos, coloca las copas en el bar y me mira significativamente mientras se acerca lentamente a mí, esa mirada suya me hace estremecer.

Leinad

{Mirándonos a los ojos, entramos a la habitación, tomo la copa de su mano, dejo ambas junto a la champanera, y las fresas, y volteando me veo en sus ojos color verde, que su vestido resalta y disfrutando de la mirada, me acerco.}

 Sophia

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Respondo a la mirada y también me acerco a él, que me toma por la cintura, me atrae hacia su cuerpo y me besa en los labios primero suavemente, apenas un leve roce, pero que me hace temblar, luego me besa paseando sus labios sobre los míos, me tengo que colgar de su cuello, porque mis piernas ya no me sostienen, poco a poco los besos se hacen más apasionados, nuestra respiración se acelera mientras él empieza a desnudarme, descorre el zíper y mi vestido cae, veo brillar su mirada al contemplarme. 

Yo le quito el saco,  la camisa, y nos desnudamos uno al otro lenta y sensualmente, mientras nos besamos y  disfrutándonos en cada roce, en cada caricia, al tocar la piel del amado, quedamos semidesnudos y así, me toma en sus brazos y me lleva a la cama.

Leinad

 {Tomándole de la cintura, rozo sus labios con los míos mientras se mezclan nuestras respiraciones y con ello se aumenta la temperatura de nuestros cuerpos, pasando del sólo roce a un beso suave y apasionado a la vez, compartiendo y disfrutando del sabor a fresas y champagne que ambos tenemos, lo que vuelve mas profundo el deseo de la caricia, volviéndolo más pasional, a cada momento, volviéndose más carnal y excitante, mas asfixiante, tanto, que nos comienza a dejar sin aliento, mientras nuestras manos, cobrando vida propia comienzan despacio a desnudarnos uno al otro. Con mis dedos comienzo a bajar el cierre de su vestido despacio, mientras ella me ayuda a quitar el saco y la camisa, poco a poco la ropa fue quedando fuera hasta que semidesnudos, la tomo en mis brazos llevándola a la cama, y depositándola suavemente, comenzamos las caricias previas a hacer el amor… }

Sophia

Me toma en sus  poderosos brazos y me deposita suavemente en la cama, estoy temblando, nos acariciamos, nos besamos, nos entregamos a la pasión, me hace gemir y perder el ritmo de la respiración.

Leinad

{Caricia tras caricia, beso tras beso, hasta llegar a lo más ardiente de nuestra pasión, ya no podemos esperar más y suavemente comienzo a unirme a ella.}

Sophia

 Llega el momento de la primera unión total, lo siento en mí, es un momento excelso para mí, más allá del deseo o la pasión, en ese instante se detiene el tiempo y lo siento entrar en  mi vida, en mi corazón, en mi alma, en mi cuerpo. El tiempo se detiene entre caricias, besos, gemidos, y gritos ahogados de pasión entre ambos porque esa energía explosiva tiene que salir de algún modo.

Éxtasis.  Mientras él me está amando, yo ya no puedo pensar, estoy desconectada, sólo siento, siento, lo siento, apenas percibo allá a lo lejos sus palabras tiernas y luego apasionadas. 

 Después de una eternidad que no se si es una hora o un minuto,  ambos llegamos al mismo tiempo al cielo, gritamos nos entregamos, nos fundimos, somos uno solo. 

Leinad

{Después de amarnos habiéndonos unido con almas mentes y cuerpos, y agotados ambos, con la respiración entrecortada, me acomodo boca arriba y ella se coloca pegada a mi, reclinada sobre mi pecho, con su muslo sobre mis piernas, jugando y acariciándome plácidamente con su pierna y pasando su mano y sus dedos sobre mi pecho, mientras su mirada está perdida en sus ensueños. 

La rodeo con mi brazo y con mis dedos dibujo figuras amorfas en su espalda, nos quedamos así un rato, mientras le digo “te amo” en varias ocasiones, mismas que ella responde con otro “te amo”; hasta que levantándome, me dirijo al baño y volteo, la veo esplendorosa y radiante en la cama, ella me mira y sonríe, a la vez que veo un brillo de felicidad en sus ojos}. 

 Sophia

Después viene la calma, el reposo, el recuperar el aliento, el mirarnos y sonreír, acariciarnos tiernamente, me besa en la frente, lo beso en la barba, me recargo en su pecho, escucho sus desbocados latidos, iguales a los míos, paseo mi mano por todo su pecho, luego sólo la punta de mis dedos, me gusta sentir su piel húmeda, coloco mi pierna sobre las suyas, lo siento, ahora en reposo, gozo jugando con él, deslizándola sobre él, acariciándolo.

 Él sólo sonríe y me repite muchas veces –Te amo – Contesto –Yo también te amo.

 Me acaricia la espalda, tan suavemente que me hace estremecer y temblar de nuevo.

 Pasamos unos momentos muy tiernos después de hacer el amor y él dice que es tiempo de darnos un delicioso baño, se levanta y se dirige al cuarto de baño.

 Leinad

{Entro al baño y preparo en la tina agua templada, vierto en ella sales de baño con pétalos de Flor de Azahar y agua de rosas, además dejo caer en el agua pétalos que hay en el baño; salgo, la contemplo en la cama, me dirijo a ella y tomándola en mis brazos me regreso al baño con ella como preciosa carga y así frente a la tina, dándonos un beso nos metemos a ella}. 

Sophia

Leinad sale, me contempla, viene por mí me toma en sus brazos y entramos al baño, ahí me encuentro con otra agradable sorpresa, hay una amplia tina antigua, de porcelana. Al agua tibia le ha añadido agua de rosas, sales de baño con pétalos de Flor de Azahar (veo los frascos), y pétalos; mmm qué delicia, me cautivan esos detalles, ha pensado en todo. Me besa y se mete a la tina conmigo en brazos, yo grito y me río, me fascina.

Jugueteamos, nos acariciamos, ineludiblemente volvemos a amarnos dentro del agua ¡qué experiencia! Las caricias toman otra dimensión. Nos amamos una vez más, me hace probar otras delicias que no conocía y que me encantan.

Leinad

{Jugamos en el agua y volvemos a hacer el amor en la tina; yo disfruto su cuerpo, ambos, la frescura del agua.  Nos amamos nuevamente, los dos volvemos a alcanzar el clímax}.

Sophia

Estoy exhausta, me envuelve en una fresca y suave bata de baño y regresamos a la cama, tiempo de descansar un poco, acurrucada en sus brazos, nos dormimos profundamente.

¡Qué feliz soy!

Se escucha – Adagio in G Minor Albinoni

Leinad

{Y despierto… he vuelto a soñar con ella… el mismo sueño, el sueño de siempre…

Pero seguimos estando lejos, no nos hemos conocido, ni tocado, ni hemos hecho el amor aún, sólo podemos amarnos en la distancia, pero “se vale soñar”.}

Sophia

Despierto… me pregunto si él tendrá el mismo sueño recurrente… este sueño de sueños, sueño onírico, sueño lúcido, sueño que encierra nuestros deseos… y que algún día se cumplirá.

 ♥♥♥

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Puedes ver esta misma historia, con muy ligeros cambios en:

https://danshaggyalv.wordpress.com/2016/08/18/la-cita/ 

Cuento escrito en coautoría: Silvia Eugenia Ruiz Bachiller/ Danshaggyalv.  

Idea original: Daniel Álvarez (Danshaggyalv), 

ideas adicionales: Silvia Eugenia Ruiz Bachiller.

Edición: Silvia Eugenia Ruiz Bachiller/Daniel Álvarez. 

© Silvia Eugenia Ruiz Bachiller

 ©2016 Danshaggy

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Imágenes tomadas de internet y Pinterest,

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danshaggy

Leinad

{Hoy por la mañana llegué a la ciudad, me he hospedado en el hotel más elegante, ella me dijo que habría una gala ahí, y que ya estaban reservados los lugares para ambos así que es ahí donde nos encontraríamos… 

Llegue a la recepción, pedí una habitación y me dieron la 232, un gran número, siempre de un modo u otro en mi vida, siempre importante… espero que hoy también, y comenzamos bien ya que es una habitación estilo Luis XV. 

Una vez instalado, solicité al concierge, porque para esta noche necesitaba unas cosas en la habitación y seria explícito así que pedí que viniera para decirle qué necesitaba que hicieran…

 Siendo casi las ocho, comencé a arreglarme, poniéndome una camisa cuello Mao, con un traje recto de corte ingles, color azul ultramarino, de dos botones, sé que ya no es muy usual usarlos, pero siempre…

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