HISTORIA DEL BRASSIERE O SOSTÉN, INDUMENTARIA ÍNTIMA FEMENINA POR EXCELENCIA, CUMPLE CIEN AÑOS. II
© condiciones al final
Los primeros sostenes, sujetadores o brassieres, en la forma en que se los conoce en la actualidad, surgieron entre 1912 y 1913 en Estados Unidos. Fue Mary Phelps Jacobs quien creó, patentó y comercializó el primer brassiere y lo llamó «Caresse Crosby», eran dos tirantes que colgaban de los hombros unidas a dos piezas de seda (pañuelos) y que se ajustaban a los pechos.
Símbolo de feminidad y seducción, ahora la construcción de los modernos brassieres es una compleja obra de ingeniería, que puede incluir más de 50 piezas ensambladas.
Al empezar este artículo supuse que iba a ser corto y rápido, pero hay tanta riqueza de información y de imágenes (por supuesto), que me entusiasmé en la investigación y, como antropóloga, no pude quedarme en los últimos 100 años, así que me fui al origen…
Investigar sobre el corsé (corset) fue una delicia que no podía acortar ni resumir demasiado, de modo que al ver la extensión del artículo, lo tuve que dividir en dos: la primera parte para los orígenes del brassiere, hasta llegar al corsé y la segunda parte dedicada a la prenda que este año cumple un siglo de existencia: el brassiere.
EL BRASSIERE EN EL SIGLO XX
EN LA ÉPOCA VICTORIANA, LA DÉCADA 1900-1909
Dado que aún se usaba el corsé, eso está con más detalles en el artículo anterior:
https://serunserdeluz.wordpress.com/2014/09/10/el-sosten-sujetador-brassiere-o-bra-i-sus-origenes-en-la-antiguedad/
La mujer del período romántico, de finales del siglo XIX y principios del XX, usa una camisa, calzones, corsé con liguero para sujetar las medias, puede llevar enaguas y cubrecorsé.
DÉCADA DE 1910-1919
1920
En la década siguiente la danza ejerció una influencia profunda en el diseño de la ropa interior. Primero con el abandono del corsé por parte de Isadora Duncan y sus túnicas estilo griega y después por la impronta de la bailarina Irene Castle, con cuya colaboración se popularizaron el bunny hugy y el tango.
El resultado fue una supremacía de la libertad de movimientos y la inevitable revelación de los tobillos.
En contraste con los corsés Victorianos que apretaban el busto, los sujetadores o sostenes de inicios del Siglo XX eran suaves y cortos, permitiendo una separación natural entre los pechos. Las mujeres del inicio del Siglo participaban activamente tanto en deportes como en vigorosos bailes y por ende comenzaron a dejar de lado los incómodos corsés en favor de sujetadores más confortables.
Es a comienzos del siglo XX cuando se empiezan a decorar las prendas interiores haciéndolas sugestivas y atractivas, es el comienzo de la lencería sexy.
FIN DE LA BELLE ÈPOQUE Y DESPUÉS DE LA I GUERRA
Recién en los años veinte las mujeres dejaron de aplastarse los intestinos y abandonaron la costumbre de sujetarse los pechos desde abajo para hacerlo desde arriba a través de tirantes. Ahora debían parecer sumamente ágiles y livianas y, sobre todo, lisas como tablas.
Por eso llevaban fajas elásticas, sin tiras y apretadas. Fue el cambio más grande de los últimos 100 años y no se trató solo de un cambio político: era también una cuestión práctica.
Bailarinas como Josephine Baker o Florence Mills y las Blackbirds incitaban a todas a bailar el charleston y el black bottom, en un mundo que avanzaba a un ritmo muy diferente.
Todos se dedicaron a imitar los “detalles de lencería” de Coco Chanel, con sus novedosas tiras de colores contrastantes que resaltaban aun más la ligereza del vestido y la ausencia de artificios.
MUERTE DEL CORSÉ
La locura por el tango en 1915, las consecuencias de la Primera Guerra Mundial y, aunque en menor medida, el incipiente movimiento feminista, alentaron la defunción del corsé.
EL BRASSIERE CUMPLE 100 AÑOS EN 2014
FINALMENTE LLEGA EL CORPIÑO O BRASSIERE Y SU HISTORIA COMIENZA
En 1914, Mary Phelps Jacob afirma haber inventado el corpiño o brassier, conocido entonces como Caresse Crosby, al atar dos pañuelos con una cinta.
La lencería poco a poco va dejando de lado la «rigidez» por la suavidad que daba una clara y natural separación entre los pechos.
MARY PHELPS JACOB Y EL PRIMER BRASSIERE
Una chica neoyorquina de 19 años diseñó hace un siglo el corpiño como versión aliviada del corsé, cortado debajo del pecho y atado con un par de tirantes, cuya patente vendió a un fabricante por 1500 dólares.
En 1914, Mary Phelps Jacob pidió un registro de patente: un sujetador, que reemplazaba el rígido corsé que se reforzaba con varillas de barbas de ballena (ballenitas), usado hasta entonces para levantar el busto y afinar la cintura.
El corpiño o brassiere, como versión abreviada del corsé, era más cómodo y más barato. La joven Phelps Jacob emprendió el negocio con el nombre de Caresse Crosby. Tiempo después vendió la patente por 1500 dólares a la compañía Warner Corset Company, quienes recaudaron 15 millones de dólares en los siguientes 30 años.
OTRA PATENTE DE 1893, SIN ÉXITO
En realidad en 1893 se concedió otra patente a Marie Tucek para un sostén para soporte del pecho, formado por dos bolsas separadas, una para cada seno, que pasaban por los hombros y se unían con broches metálicos, pero Marie Tucek no tuvo éxito en su comercialización, por eso la que pasó a la historia fue Mary Phelps Jacob
1929
Durante la Gran Depresión lucir los pechos volvió a estar de moda. Los modelos de los corpiños, pasaron de achatar los pechos a acentuarlos notablemente.
COPAS DE DIFERENTE TAMAÑO
1930. Ida Rosenthal introduce la talla de las copas y funda la empresa “Maidenform”, que se valoró en 40 millones de dólares.
En 1935 la Warner Corset Company introdujo el tamaño de las copas de los corpiños, reconociendo por primera vez en la historia que había mujeres de diferentes tallas y tamaños.
LAS DÉCADAS DE LOS 40s Y 50s
Después de la segunda guerra mundial, las mujeres reaccionaron unidas contra la exigencia de resaltar el busto y las caderas, la igualdad entre los sexos se convirtió en una demanda femenina y el resultado fue que las damas se masculinizaron y hacían esfuerzos por parecerse más y más a los hombres.
El pelo se acortó, las formas se alisaron, las caderas se disimularon, los hombros se ensancharon mediante enormes hombreras y toda protuberancia inquietante que pudiera interferir en la diferenciación se ocultaba.
La moda duro poco y las damas retomaron de nuevo la costumbre de destacar sus formas en relación con la caída de una cantidad de tabúes sexuales.
NYLON, TACONES DE AGUJA Y BRASSIERES EN PUNTA
La siguiente revolución tuvo lugar a finales de los años cuarenta. Su protagonista fue el nylon, un material nunca visto hasta entonces que no solo aliviaba el tedio de la ropa interior de los años de guerra, sino que permitía una nueva forma corporal.
DÉCADA DE 1950
Esta silueta de mujer, más muscular, armónica y femenina, se impuso en los años cincuenta acompañada de zapatos con tacón de aguja (stilettos), que fueron vistos por primera vez en el desfile de Dior en 1952 y fueron una gran tendencia a mediados de la década, y brassieres en punta con costuras circulares para acentuar la abundancia de lo que ocultaban (hubo teorías psicológicas que aseguraban que los hombres buscan el pecho después de cualquier desastre).
Desde Hollywood las actrices imponían ese estilo: Elizabeth Taylor exageradamente bella con su combinación (enagua y brassiere en una sola pieza) de color marfil en La gata sobre el tejado caliente. Janet Leigh como una ladrona impasible con su brassiere negro en las escenas iniciales de Psicosis, el insuperable éxito de Alfred Hitchcock.
Los corpiños pasaron a ser cada vez más atractivos y encantadores y eso es principalmente por la influencia de la industria del cine. Estrellas como Lana Turner imponían modas con sus famosos corpiños cónicos.
Jane Russel introdujo brassieres que acentuaban notoriamente su busto.
También el sujetador sin tirantes fue un gran éxito de los años cincuenta, ideal para los vestidos de noche strapless.
Se dice que el gran empresario Howard Hughes inventó el sostén de voladizo (estilo balcón) que fue lanzado por mediación del generoso pecho de Jean Russell en la película The Outlaw, en 1941.
El escándalo que produjo el escote de la protagonista postergó su estreno hasta 1950. De ahí que el éxito del nuevo sostén se dio ya bien entrado aquel decenio.
A finales de la década de 1950 Marilyn Monroe era la diosa de Hollywood y sus brassieres eran copiados por todas las mujeres.
1960 MOVIMIENTO FEMINISTA
Los movimientos hippies y feministas de 1960s y 1970s pasaron a reclamar en contra de la «lencería fina» por entenderla conformista y artificial. Especialmente los brassieres o corpiños eran vistos como «restrictivos» de la mujer y la quema o el «colgado» de corpiños pasó a ser un símbolo de la liberación de la mujer.
Bastó que la famosa feminista australiana, Germaine Greer, declarara que “el brassiere en una invención absurda”, para que sus palabras resonaran en millones de mujeres alrededor del mundo, que de alguna u otra forma siempre se habían cuestionado acerca de la función y verdadera utilidad del sujetador. Esta situación fue muy bien aprovechada por las más radicales.
El 7 de septiembre de 1968, un grupo de mujeres decidió protestar y manifestarse a favor de la liberación femenina, aprovechando la elección de Miss América de 1968 en Atlantic City, New Jersey. Lideradas por el grupo denominado Mujeres Radicales de NY, llegaron en autobuses aproximadamente 400 mujeres desde Nueva York, Boston, Washington, y se instalaron en el malecón de Atlantic City. En su mayoría eran de mediana edad y amas de casa.
QUEMA DE BRASSIERES, NO HUBO TAL
El elemento principal de esta protesta era la llamada “Papelera de la libertad”, que no era más que un gran bote de basura, en el que las manifestantes depositaron lo que ellas denominaban «instrumentos de tortura», como sostenes, fajas, rulos, zapatos de tacón alto, pestañas postizas, y ejemplares de revistas como Playboy o Cosmopolitan.
Las organizadoras del mitin solicitaron permiso a las autoridades para quemar simbólicamente el contenido de aquel tacho de basura, pero el permiso fue denegado por el departamento de policía, por considerar que estaban en un área muy concurrida. Aunque no se permitió la incineración de los artículos de la “Papelera de la libertad”, el Washington Post publicó al día siguiente un artículo que decía:
“La parte final y más trágica de la protesta tuvo lugar cuando varias mujeres quemaron públicamente sus sostenes”.
Esta errónea noticia se propagó rápidamente como un meme en varios medios de comunicación, y enseguida introdujo en la audiencia norteamericana y mundial, la extravagante visión de un brassiere ardiendo a manera de protesta, lo cual evocaba una poderosa imagen mental de una mujer enojada, desafiante y dispuesta a romper –quemar- sus ataduras.
Leer más en: http://www.sentadofrentealmundo.com/2010/10/la-famosa-quema-del-brassiere.html#ixzz3CryjHlqz
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En la década del sesenta llegó la masificación de la minifalda, los “hot pants” y de su acompañante íntimo, las panties. Con él se vino abajo la lencería interior: combinaciones, portaligas y ligas pasaron al baúl de los recuerdos. Estos diseños iban a influir en todas las tendencias de lencería en los siguientes 20 años, impulsados por la aparición de las fibras elásticas Lycra y Spandex, que fueron la sensación de la década de 1980.
Por otro lado En los años 60, de la mano de íconos como Twiggy, Jane Shrimpton o Brigitte Bardot, se lanza un nuevo modelo de indumentaria íntima, que sale de los límites de la funcionalidad y se vuelve un elemento de estilo. Y junto a los sostenes clásicos en blanco, negro o color piel aparece la nueva lencería colorida, con flores y estampas.
1970
Hacia finales de 1970 volvió a estar a la moda el escote a su vez que la tecnología jugaba su papel para el desarrollo de nuevas líneas de lencería.
ROPA INTERIOR EN EL SIGLO XX Y XXI
1980
Poco a poco se fueron rompiendo tabúes hasta que, ya en la década de los ochenta, la lencería comienza sus años dorados con el arranque de la verdadera liberación femenina. Además, iconos sexuales como Madonna potenciaron el uso de lencería sofisticada, encajes, etc., a veces por fuera y no como ropa interior.
La ropa interior se diseña sobre telas tradicionalmente usadas en la ropa urbana, y la mañana, la tarde y la noche se visten de encajes, sedas, puntillas y transparencias como antes solo vestían la intimidad.
El fenómeno se anunció tímidamente en la década de 1980, cuando Jean Paul Gautier paseó sus modelos con el sostén en forma del proyectil que había sido popular en los años cincuenta, y siguió con Madonna vestida de corista de salón mostrando, con los pechos de embudo, la nueva sexualidad de la mujer que va al frente.
1990
En los noventa, con Donna Karan, Calvin Klein, Armani y Karl Lagerfeld, la ropa interior pasó de la interioridad a la exterioridad , del mundo del secreto y la intimidad al mundo del espectáculo.
Aparece el Wonderbra.
La nueva corriente de lencería armada no se esconde ni se silencia. El postizo no fue una vergüenza sino un realce: los push up, los panties elásticos —reforzados con prótesis para aplanar el estómago por un lado y subir los glúteos por el otro— se exhiben en las tiendas más exclusivas del mundo.
En la década del 90 la lencería íntima entra en la esfera misma de la indumentaria y es reflejo del estilo de la mujer.
Más hacia el final de la década y comienzos de 2000 el sostén adquiere una dimensión fashion, con franjas de encaje y tirantes masculinos.
EL BRASSIERE, LA ROPA INTERIOR Y LA ECONOMÍA
Y así, luego de años de estancamiento, la facturación de lencería creció en el planeta al punto de ser una de las vestimentas de máxima expansión. Según estimaciones del portal Companies and Markets, el mercado mundial de la ropa interior y lencería alcanzará en el año 2017, los 76 mil 200 millones de dólares.
EL EROTISMO DE LA ROPA INTERIOR
Pero en tema de moda, nada muere o desaparece totalmente. Nuestra ropa interior actual no deja de ser trozos aislados del corsé, madre de todo lo posterior.
Corsé que estaba ya diseñado, y bien diseñado, en las esculturas cretenses de hace 3,700 años. Y el erotismo sigue siendo erotismo. La dama que usa bodys, que ha ceñido firmemente su abdomen con las panties y lleva jeans estrechísimos por las calles, sabe que cuando se pone un portaligas y unas medias de nylon es por algo, y dota ese acto, absolutamente cotidiano hace poco más de medio siglo, de una significación radicalmente distinta.
Ver también:
https://serunserdeluz.wordpress.com/2014/09/07/ropa-interior-femenina-ayer-y-hoy/
Vea una galería de fotos con los sexies sostenes de hoy.
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Imágenes tomadas de internet, Pinterest o de los enlaces relacionados. Creo que no es necesario advertir que algunas fotos, son imágenes actuales, sólo para dar una idea de cómo fueron en aquellos tiempos y lugares.
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ENLACES RELACIONADOS I Y II
http://www.taringa.net/posts/femme/14189921/La-historia-de-la-lenceria-Megapost.html
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http://visteleonisa.wordpress.com/2014/08/03/brassiere-i/
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