LA DIABLITA Y LA ANGELITA (CONTINUACIÓN)

Antes de leer este cuento, para captarlo, debes leer:

https://serunserdeluz.wordpress.com/2017/02/28/la-diablita-y-la-angelita-la-decision/

LA DIABLITA Y LA ANGELITA II

…Y decidí dar media vuelta y retomar mi camino, el de antes de encontrarme con el anillo, pero ahora con el alma triste y sintiendo mi vida incompleta, pero decidida a seguir mi ruta.

Xóchitl, toda triste pregunta -¿Y cuánto tiempo hemos pasado sin él?

Silvia, responde de inmediato – Una semana y un día.

-¿En serio?, yo lo sentí como un año – la emotiva Xochitl, pero debo admitir que a mí también se me hizo un muy laargo el tiempo, no cabe duda que sí es relativo.

Ya decididas las tres a abandonar al anillo y seguir nuestro camino con mucha tristeza, di unos pasos y me detuvo un grito de Xóchitl:

-¡Hey!, ¡detente!, ¡voltea!

-Mejor sigue, no sufras más- me dijo Silvia.

Yo estaba indecisa, pero me inclinaba más por lo que me decía Xóchitl, así que me detuve bruscamente y voltee muy lentamente.

¡No había nada! ¡el anillo ya no estaba!

-¿Para esto me hiciste detenerme y voltear? – le dije enojada a Xóchitl.

Ella no me hizo caso, siguió alerta.

-¡Nos llama!

-Pero si ya no está ¿no ves que ya no está?

-Nos está llamando ¡acércate!

Esperé la opinión de Silvia, que se movía inquieta, al final dio su visto bueno.

-Nada pierdes con acercarte, aunque no se vea desde aquí.

Con esa anuencia, casi corrí hacia el lugar en que había quedado el anillo. Nada, no había nada…

Ya estando en eso, Silvia quería llegar a una conclusión basada en hechos.

-Escarba.

-¡Les digo que nos está llamando! ¡lo siento!, son como latidos… –insistía Xóchitl.

No se veía nada, pero escarbé y casi de inmediato encontré al anillo, en efecto, estaba emitiendo como pulsaciones, brillos más intensos cada pocos segundos, sentí lo mismo que Xóchitl, que nos estaba llamando.

-¡Levántalo! – Xóchitl, gritando.

Silvia, muda.

Lo levanté y vi que ya casi no tenía aristas, y de entre las pocas que quedaban vi relucir al diamante que emitía sus pulsaciones de luz, era pequeño, más pequeño que el primero que conocí (el que se me había presentado revestido de brillos falsos), pero brillaba más, éste sí parecía auténtico, en sus latidos me transmitió algo importante.

-Necesito estar contigo.

-¡Y nosotras lo necesitamos!. Vamos, ponlo de nuevo en tu dedo y vive feliz –Xóchitl no cabía en sí de gozo.

-Hazlo si tú sientes que también lo necesitas- Silvia tratando de disimularlo, pero con una sonrisa de oreja a oreja.

¿Qué iba a hacer yo? ¡tres contra una! (y además, yo era la que más deseaba tenerlo otra vez conmigo…).

Lo tomé y lo volví a colocar en mi dedo, que ya había sanado, ya estaba sin heridas, aunque por ahí alguna pequeña cicatriz.

mano-y-anillo

Silva (¡cómo no!) le inquirió:

-¿Te explicas?

Él respondió con esa voz que me fascina.

– Circunstancias de la vida me enterraron, pero al mismo tiempo me quitaron las aristas, lo que menos quiero es lastimarlas, necesito estar aquí, en esta mano, en este dedo, rodeándolo con mi amor, lo que ofrezco es poco, pero muy real, amor del bueno, quizá ya no tan romántico, tal vez ya no tan expresivo ni tan apasionado, pero más profundo, del que se siente hasta dentro del alma ¿me aceptan?

-¡¡¡SÍII!!! – las tres al mismo tiempo…

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© Silvia Eugenia Ruiz Bachiller, Puedes copiar y publicar este artículo, siempre y cuando incluyas el enlace al artículo, no lo uses con fines comerciales, no lo modifiques, no quites el © ni este último párrafo que le sigue, enlaces incluidos.

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Imágenes tomadas de internet, Pinterest  o de los enlaces relacionados.  Creo que no es necesario advertir que algunas fotos, son imágenes actuales, sólo para dar una idea de cómo fueron en aquellos tiempos y lugares.

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Silvia Eugenia Ruiz Bachiller, Autora de “TÚ Y YO SIEMPRE”, novela romántica. La historia de amor de Almas gemelas, su karma, reencarnación y regresiones a vidas pasadas.

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18 comentarios en “LA DIABLITA Y LA ANGELITA (CONTINUACIÓN)”

  1. Continúas con tu magnífica alegoría, ésta de reconciliación. Casi que se me ha hecho corto —y bueno, es que es más breve que el anterior 😛 —. Parece que hay un final feliz, apasionado, como ha de serlo el de amor entre artistas.
    Un mega abrazo gama.

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    1. ¿Ves, Paco? analizas muy acertadamente lo que escribo, me acabas de dar una razón muy lógica de por qué hay amores tan intensos y apasionados, si ambos son artistas, con una gran sensibilidad, lo más natural es que sea así, apasionado, impredecible, tormentoso y de lo más sentido y hermoso.
      Gracias amigo por tus profundos comentarios.
      Muchos abrazos gama

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  2. Querida amiga llena de luz, que bueno que el anillo regresó a su dedo después de tantas tormentas, deseo que esta vez descanse sobre tu dedo con suavidad como si fuera el aire que te toca en una ráfaga de brisa.
    Que quede bien sujeto a tu dedo, pero con la suficiente holgura, querida, para sacarlo si te aprieta demasiado, sí?
    Besos, preciosa 🙂

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    1. Como debe de ser, estará ahí sólo si yo quiero y él quiere. Mencionas a la brisa ¿por mi alegoría anterior? eso es para mí, lo bueno es que ya me salieron alas y no la necesito para no caer, pero es divino dejarme sostener por esa suave y tibia brisa.
      Abrazos de luz

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    1. Gracias mi querido amigo Canallathor, como ves, seguí tu consejo, finalmente Xóchitl, Silvia y yo nos pusimos de acuerdo y cuando el anillo emitió un brillo cegador, pues lo volvimos a colocar en mi dedo, aunque más pequeño, ya pulido, es auténtico.
      Abrazo de luz intensa

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    1. Gracias mil, Enrique, qué bueno que te haya gustado. Y gracias por lo de poetisa ¿recuerdas cuando me preguntaste si lo de los poemas era algo que iba a durar o sólo un cambio de peinado. Ya ha durado más de un año, espero que siga mientras escriba.
      Abrazos de luz

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