De cómo la guerra revolucionó el status de las mujeres.

Aún falta mucho para equilibrar el estatus femenino con el masculino, pero hemos estado peor, poco a poco hemos ido mejorando.

Ciencia Histórica

Gran Bretaña, enero de 1901. La reina Victoria ha muerto, y con ella un largo periodo de expansión territorial, crecimiento económico y de un descarado conservadurismo social, especialmente en lo que respecta a las mujeres. Prejuiciosa y mojigata, la sociedad victoriana trazó las líneas de su imagen con el lápiz de un estricto código de conducta sexual, cero tolerancia con el crimen, y una actitud más bien abstencionista en relación al sexo cuyos defensores no dudaron en impartir por todo el imperio. Tan remilgosos eran algunos, que consideraban vulgar el uso de la palabra “pierna” en público, por su alta connotación sexual, por lo que preferían usar el término “extremidad”, más educado, más “noble”. Pero el tradicionalismo no se limitaba al dominio de la sexualidad. En política, las “elites” creían firmemente en que estaban destinadas a gobernar al pueblo y dirigir sus destinos, un derecho “divino” que sólo podía…

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