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VIERNES 17 DE MARZO DE 1995.

Valeria sintió la profunda mirada desnudándola, no sólo el cuerpo, sino también el alma. Su incomodidad era evidente.

-¿Te sientes mal?- preguntó Margui, acercándose a su amiga y ofreciéndole una copa.

-No, pero sí un tanto extraña… – disimuladamente miró hacia el bar, donde estaba ese extrañísimo hombre -¿quién es él?

Margui sonrió con complicidad – un europeo recién llegado, se llama Vladimir le comte de Walakia, o algo así, pero le dicen Vlad. Acaba de quitarle la migraña a la anfitriona; estuvimos a punto de cancelar la fiesta porque ella se sentía mal, pero él subió y…- sonrió pícaramente mirando a su amiga por sobre su copa de champaña.

Valeria tomó una copa de la charola y antes de llevarla a sus labios también sonrió, comprendiendo

-…Y se le quitó la migraña.

-Sí- Margui rió  levantando los hombros.

Valeria, con más mundo, observó al extraño, pero atractivo hombre desconocido entrecerrando los bellos y perfectamente bien maquillados ojos.

– Pues a mí también me la quitaría con sólo una mirada… pero no quisiera probarlo, me da miedo.

-¿Miedo, pero ¿de qué?, es un galanazo; raro, sí, pero… -volteó a mirarlo por sobre su hombro -yo sí le entraba.

-Falta ver con quién quiere él, ¿no?- olvidando el miedo, su voz sonaba segura, como siempre que Valeria se proponía algo.  

Bueno – Margui se alisó el vestido ajustadísimo a la altura de las caderas -podemos ayudarlo un poco, ¿verdad?

Valeria asintió casi imperceptiblemente y las dos se encaminaron hacia el bar, ambas derramando sensualidad por todos los poros. Se colocaron una a cada lado, como escoltándolo, y él recibió dos sonrisas como bofetadas.

Los extraños ojos masculinos, rodeados de enormes pestañas y pequeñas ojeras brillaron, burlones. Tenía una mirada suave-dura, amorosa-cruel, tierna-cínica, llameante e hipnótica, que de alguna manera parecía ser lo único viviente en esa pétrea faz cortada a hachazos. Visto de cerca no era tan guapo, pero sí mucho más atractivo, con una atracción difícil de definir: ¿animal?, ¿espiritual?, ¿o simplemente sensual?

Les devolvió la sonrisa como si hubiera estado esperando años para verlas, las lucecitas de sus ojos enviaban mensajes; ellas escucharon todas las palabras amorosas y eróticas que siempre habían soñado escuchar del hombre amado. Vladimir no había abierto la boca. Tomó a ambas por la cintura y salieron al jardín.

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Margui hizo el clásico comentario -qué hermosa luna llena.

Valeria supo que le llevaba ventaja a su amiga -¿De dónde eres?

-De una pequeña aldea llamada Lupeni, en los Cárpatos.

A Valeria le sonó familiar el nombre y empezó a buscar en su memoria, pero justo cuando sonó una alarma en su cerebro, él le sonrió y ella olvidó todo.

-¿Y a qué te dedicas?

-Bienes raíces. «la tierra», como diría un holandés.

-¿Te agradan los holandeses?

Salieron chispas de sus ojos – los odio, son demasiado entrometidos. Mejor hablemos de ustedes, ¿son amigas?, o se llevan bien.

Las dos rieron de la ocurrencia, Valeria contestó -Ambas cosas.

El las estudió por unos segundos antes de arriesgarse.

-Si las invito a las dos a mi casa, ¿aceptarían?

Margui se dejó ir -Sí.

Valeria, en la semi penumbra, trató de verlo a los ojos y vio tantas promesas, que decidió «…te prefiero compartido…» y movió afirmativamente la cabeza. Eso le agradó más a Vlad y en ese momento se estableció la complicidad con ella; la otra mujer iría de relleno, aunque fuera la más joven, sexy y audaz, porque también era la más inexperta.

Llegaron a una casa muy antigua en Coyoacán, Valeria hubiera podido jurar que fue una de las primeras que construyeron los españoles justo al término de la Conquista, sus muros de piedra eran muy gruesos y, a pesar de la decoración elegantísima, básicamente Chippendale, se percibía una sensación de humedad y un olor a encerrado.

Los recibió un mayordomo un tanto lúgubre. Las dos mujeres se miraron a los ojos con algo de interrogación ¿miedo? Se dieron valor una a la otra y se dejaron conducir por Vladimir, que nuevamente las había tomado por la cintura, comunicándoles un cierto calorcillo extraño, más allá del usual en el roce macho-hembra al inicio de un ligue.

-Iván, súbenos champaña rosa, Törley, 1890, Extra Rubin.

-No conozco esa champaña- Margui se le untó al hablar. Desde su estatura, él le sonrió.

-Es húngara, de la primera cosecha, ¡la mejor!- Margui le creyó.

Mientras, Valeria estaba husmeando en la otra habitación. El fue allá, se le acercó por la espalda y, cosquilleándole la nuca con su cálido aliento, preguntó:

-¿Te gusta esta cama?, mira su dosel, es de seda de Samarkanda y tiene varios siglos, la colcha es de piel de ciervo nonato y las sábanas de satín- mientras hablaba hacía los arreglos necesarios e invitantes. Valeria intentó ganar tiempo.

-Samarkanda, piel de ciervo, satín, ¿no es una mezcla extraña?

-Lo extraño es lo más interesante- se volvió hacia ella -He viajado mucho tiempo. Tengo objetos de alrededor del mundo y me agrada integrarlos- extendió el brazo y abarcó la habitación -todo tiene el mismo origen.

-¿Cuál?

-¿No lo sabes?- se acercó más a ella, que pudo percibir su aliento ardiente y con aroma de deseo. Valeria dio un paso atrás, pero tropezó con la cama y perdió el equilibrio, mientras él seguía acercándosele. Quedó sentada, contemplándolo hacia arriba; no quería desprender la vista de sus ojos, porque casi frente a los suyos podía sentir algo mucha más interesante… demasiado interesante.

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El se reclinó para tomar sus manos y volteando las palmas hacia arriba, apenas las rozó con sus labios. En ese instante el control de Valeria se esfumó como bruma al sol; Vlad se había adueñado de su voluntad.   Cuando ella estaba esperando iniciar el camino del deseo, entró Margui para decirles que la champaña estaba dispuesta en la otra habitación.

Vlad volteó y casi la fulminó con la mirada, ayudó a Valeria a levantarse y los tres se encaminaron a saborear la alegría en burbujas.

Después del ritual del descorche y de llenar las copas de las dos mujeres, él se alejó para verter algo en la suya, antes de elevarla para brindar «por la belleza».

Las infinitas luces del candelabro se reflejaron en sus ojos y en la copa de opaco líquido escarlata, formándose un triángulo de reverberaciones que impactó a Valeria, mientras Margui apuraba hasta la última gota y distraía la atención de le comte para pedirle más. Este, con exquisitos ademanes volvió a llenarle la copa, pero volteando hacia Valeria, le preguntó con la mirada:

-¿Qué hacemos con ella?

Valeria captó el mensaje, se encogió de hombros y le hizo la seña de emborracharla. Vladimir torció la comisura de sus delgados labios aceptando la travesura y se quedó junto a Margui para volver a servirle la alegría líquida, que para ella iba a convertirse en líquido sueño.

Ninguna de las dos notó que le comte vertió unas gotas de somnífero en la copa; después se volvió hacia Valeria con sonrisa pícara y la invitó a beber con él en su recámara. Margui ya estaba casi dormida y no iba a ser obstáculo.

Al cerrar la puerta de la recámara bajó la intensidad de las luces hasta casi dejarla en penumbras. En la mesita de centro había otras dos botellas enfriándose.

-¿A mí también vas a emborracharme?- su mirada era retadora e invitante.

-¿Hace falta?

-Hmmm… no sé…

-Vamos a averiguarlo. Ven, siéntate conmigo en el sofá, pero permíteme ponerme cómodo- se quitó el saco y la corbata y abrió un poco su camisa. Al contemplar el bello torso masculino, ella percibió su propia cálida humedad y su respiración se aceleró más cuando bajo la blanca camisa de seda descubrió una alfombra de ensortijados vellos negros, que la hicieron estremecerse de deseo. El lo notó y le pidió en un susurro:

-¿Puedo quitarte los zapatos?

Valeria sabía su cuento, lo miró coquetamente.

-Estás muy lejos.

-Me acerco con una condición: que tú me quites la camisa.

Ella rio -me sonó a amenaza… ¿o fue promesa?

Se acercaron poco a poco, él se inclinó para quitarle las zapatillas de altísimos tacones, mirándolas con algo de frustración: no eran cerradas, sino de tiritas. Las contempló un segundo y con un suspiro susurró para sí mismo -ya nada es como antes- Como no servían para beber champaña en ellas, las arrojó hacia atrás y se acercó un poco más para que ella pudiera cumplir su parte.

Valeria, con manos temblorosas, empezó a desabrochar los botones, pero antes de terminar, su creciente pasión la hizo introducir los dedos en el tupido vello del viril pecho; Vlad la tomó por la cintura y, como si fuera una pluma, la colocó hincada a horcajadas sobre sus piernas al mismo tiempo que subía su vestido recorriendo lentamente la parte posterior de sus muslos, hasta llegar a lo que hubiera querido morder de tan carnoso y suave, apoyando ahí sus manos, la atrajo bruscamente hacia él, hasta poder percibir, a través de la ropa, la tibia humedad femenina.

Su boca lo buscó exigiendo entregarse, pero Valeria no pudo encontrar sus labios y, extrañada, abrió los ojos; estaban muy cerca de los suyos, pero él no le permitía alcanzarlos, esquivando cada movimiento que ella hacía para acercarse, enardeciéndola más con el deseo no cumplido, hasta que al fin se fundieron en un beso que era más como querer devorarse el uno al otro, empequeñecerse y entrar en la otra boca hasta fusionarse con el otro. Fue algo decisivo y no una simple promesa.

Con las toscas y a la vez delicadas manos, él guiaba sus caderas, haciéndolas efectuar movimientos tan sensuales, que ella lo logró varias veces, mientras ambos ronroneaban, gemían, gruñían.

En la calma que siguió a la tempestad, Vlad le susurró al oído -¿Cómo quieres que nos amemos?

Con la mirada aún perdida, ella no pudo contestarle. El volvió a preguntar, pero ahora sugiriendo:

-Podemos fundirnos, comernos o amarnos. ¿Tienes alguna preferencia?

-¡Ámame!

Con una sonrisa siniestra, él la tomó en sus poderosos brazos.

-Vas a confiar en mí totalmente, relájate, voy a llevarte a la cama, tú no debes hacer ningún esfuerzo, sólo déjate amar. Sé sumisa, tierna y obediente- la depositó suavemente en la cama -dulce y femenina; te vas a entregar completamente a mi voluntad y vas a…

Ella se incorporó -No puedo.

Vlad se irguió separándose un poco de ella -¿Cómo que no puedes?- la dulzura se volvió aspereza.

-No, yo no soy así, yo tengo que amar activamente, soy muy apasionada…

Cubrió los suaves y femeninos labios con dos dedos -shhh. Haz lo que te digo, preciosa, eres hermosa- su voz era nuevamente dulce -bella, tu piel es suave, como debes serlo tú.

Mientras le susurraba las palabras más tiernas, acariciaba delicadamente todo su cuerpo sin olvidar manos, codos, pies, rodillas y otros lugares que no se consideran erógenos, pero que Valeria descubrió que sí lo son. Ella empezó a responder apasionadamente, la respiración cada vez más acelerada, hasta que él detuvo sus caricias y mirándola como un maestro a su pequeña alumna le murmuró:

-Controla la respiración, cálmate y entrégate a mí cuando exhales, no cuando inhales.

Ella no entendió nada; necesitaba más caricias, llegar una y otra vez a la cima, pero él la retuvo hasta que lo obedeció y respiró como él se lo ordenaba. Para el volcán que era Valeria, eso era como querer controlar la erupción de lava poniéndole un grifo y esperando que saliera un chorro de agua tibia; lógicamente, ella perdió la excitación, pero parecía que eso era lo que él quería porque, sin inmutarse siguió acariciándola y diciéndole cosas bellas.

Valeria pensó que, aunque ella siempre había dicho que el día que encontrara a un hombre que la amara tiernamente, sin querer llegar al final de inmediato, habría encontrado al hombre ideal, ahora no estaba gozando como ella podía hacerlo; claro, él era tierno y dulce, pero a la vez impositivo y, como no la dejaba excitarse, ella tenía tiempo para pensar y no le gustaba pensar cuando hacía el amor… lo sentía acariciarla y lo escuchaba decir cosas bellísimas, pero estaba fría… él la quería fría.

Vlad le pidió que lo acariciara en la misma forma y ella lo obedeció; sentía algo de ternura, pero no lo que esperaba cuando empezaron a acariciarse. En otras circunstancias tal vez esto fuera lo mejor, pero como ella había esperado una apasionada relación sexual, era algo frustrante. Para ella el amor tenía que ser embriagante; si no perdía la cabeza, si no se volvía loca, si estaba lúcida, le era difícil darse, porque su mente no se lo permitía.

El ¡al fin! se dio cuenta y le preguntó si quería pasar a la segunda lección.

-¿Y cuál es?

-Comernos, ¿quieres?, pero tienes que confiar en mí y dejarme hacer todo lo que quiera.

Ella lo miró a los ojos y, aunque sintió miedo, aceptó porque, como iban las cosas, ya estaba pensando que él había perdido su … oportunidad, así que casi cualquier cambio podría ser bueno.

-De acuerdo.

Empezó por besarle la nuca continuando hacia un lado del cuello; ahora sí su respiración era acelerada y sintiéndolo casi jadear, Valeria volvió a excitarse y a responderle. Fue entonces cuando sintió un punzada en el cuello, fue larga, dolorosa y húmeda, pero placentera, excitante. Conoció una sensación extraña, un como irse desvaneciendo poco a poco, como ir entrando en una bruma roja…en un remolino escarlata… se le olvidó que quería excitarse y entró poco a poco en un mar rojo sangre… hasta que llegó al final.

                                              – 0 –

Margui se despertó. Aún medio dormida llamó a su amiga y a le comte.

-¡Valeria!, ¡Vlad!

El conde se acercó a ella.

-Aquí estoy, preciosa, junto a ti. Valeria se sintió cansada y se fue a su casa, lo cual me da la oportunidad de tenerte para mí solo, sin estorbos.

-¿De verdad se fue?- Margui se restregó lo ojos, con un ademán de niña pequeña.

-¡Claro!, ¿No me crees? – la miró a los ojos profundamente, tanto, que ella se estremeció. Se estiró sensualmente y se levantó del love-seat donde había dormido, preguntando sin mirarlo.

-¿Le hiciste el amor?

-No, es muy mala alumna, a la segunda lección se me fue.

Margui se sentó en la cama -¿así que das lecciones?- mirada coqueta y retadora -¿tan bueno eres?

-¿Quieres probar?

-¿Y qué me enseñarías?

-A Valeria le di a escoger: comernos, amarnos o fundirnos; escogió las dos primeras, pero ya no aguantó la última – su mirada atenta denotaba un gran interés en su respuesta – ¿qué quieres tú?

-La que ella se perdió, pero hoy no puedo… tú entiendes, ¿verdad? – se sonrojó.

El asintió, comprensivo -¿peligro, o la ola roja?

-lo segundo- bajó la mirada tímidamente.

Vlad se sentó junto a ella y le tomó dulcemente la mano -¡mi amor!, no te preocupes, a mí me parece perfecto… aunque preferiría primero comerte, ¿si?

-Pues si a ti no te importa, yo no tengo inconveniente.

El la atrajo hacia su pecho y empezó a acariciarla suavemente, diciéndole lo mismo que a Valeria: «tienes que ser suave, sumisa, obediente, confiar totalmente en mí y dejar que te ame como nunca has sido amada»

El carácter de Margui era más dócil que el de Valeria y como aún se encontraba bajo los efectos del somnífero y la champaña, a todo dijo que sí.

Vlad comenzó el ritual de acariciar todo su cuerpo y la fue desnudando poco a poco, pero con tanta lentitud, que ella tampoco reaccionó; sin embargo, lo dejó hacer. Vlad se colocó a horcajadas sobre ella y se fue acercando a su cara; Margui lo veía venir y no sabía si quería alejarlo o besarlo, pero como él le había ordenado ser pasiva, sólo lo acarició con la mano. el la besó en la frente y siguió besando todo su cuerpo, hasta llegar al Monte de Venus, entonces le pidió:

-Rodéame el cuello con tus piernas- Margui obedeció y él la hizo llegar a alturas increíbles, en las que todo lo veía como un oleaje rojo, que a veces parecía sangre, a veces lava.

Percibió que Vlad deslizó la boca hacia su ingle izquierda, besándola de tal manera que la excitación la hizo gritar… y entonces sintió el dolor, un agudísimo dolor, como si un par de agujas quemantes se hubieran introducido en su carne. Extrañamente, le causó placer y las sensaciones de lava y sangre la envolvieron, cubriéndola hasta que sólo fue una pequeña gota de sangre en medio de esa marea roja…

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***

EL PERIODICO DE LA TARDE

DESCUBREN DOS CADAVERES EN CASA ABANDONADA

 

Lunes 20 de Marzo de 1995.

Esta mañana fueron encontrados los cadáveres de dos mujeres en una casa que ha estado abandonada desde principios de siglo, ubicada en Coyoacán.  

 Ambas mujeres presentan dos heridas punzocortantes, la más joven en la ingle izquierda y la otra en el cuello.

Al parecer, toda la sangre les fue extraída limpiamente a través de esas heridas.   No hay signos de violencia, ni pistas del asesino.

                                              – 0 –

Vlad leyó la noticia, terminó su «Bloody Mary» y le tendió el periódico a Iván.

-Archívalo junto con los otros.

 ***

Ciudad de Puebla, Abril de 1995.

(Ciudad de México, 22 de enero, 2016, editado cambiando el nombre de las protagonistas por el de dos amigas actuales: Marguimargui y Valeria, para elegir quién sería quién, lo hice cambiando por el de Margui el nombre que empezaba con «M»: Mónica y por el de Valeria, el que tiene en él «V»: Ivette, espero les haya gustado amigas Margui y Valeria).

***

© Silvia Eugenia Ruiz Bachiller, todos los derechos reservados.

Imágenes tomadas de internet y Pinterest.

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LA GRAN PIRÁMIDE DE CHOLULA, PUEBLA, MÉXICO

 

 

 

La pirámide más grande de Mesoamérica

La Gran Pirámide de Cholula, es considerada la más grande en superficie de Mesoamérica, teniendo una base cuadrangular con 400 metros por lado y cerca de 66 metros de altura. En su basamento cabría dos veces la Pirámide del Sol de Teotihuacán.

Está dedicada a Chiconquiahuitl, Dios de la lluvia, quien era venerado por la cultura Olmeca-Xicalanca hasta el año 1300 D.C.

Se edificó con un sistema de bloques de adobe colocados como pared, que a diferencia de los ladrillos están hechos de restos de cerámica, pedazos de obsidiana y algunos minerales.

Mezcla de culturas

Su última fase de construcción fue entre el año 200 y 400 d.C. En la época de la Colonia se usó para edificar en la parte superior la iglesia Nuestra Señora de los Remedios, mezclándose así dos culturas, la española y la prehispánica.

La iglesia se terminó de construir en 1594 y la imagen de la Virgen de los Remedios es la mejor identificada con el mundo hispano desde la conquista de Tenochtitlán.

Fue construida con piedra braza y decorado con pan de oro de 24 quilates. El templo tiene un arco, dos torres idénticas y en su interior cuenta con un altar de estilo neoclásico al igual que el resto de la decoración.

FUENTES:

Arqueología ENAHcción

http://www.wikipuebla.poblanerias.com

DÍA DE MUERTOS, OFRENDAS Y RITOS FUNERARIOS AZTECAS, CAMINO AL MICTLAN

© condiciones  al final

Ofrenda típica del Día de Muertos en México

OFRENDA DÍA DE MUERTOS EN MÉXICO (1)

LOS AZTECAS Y LA MUERTE

Continúa de:

https://serunserdeluz.wordpress.com/2013/10/19/ofrendas-de-dia-de-muertos-en-mexico/

Mictlantecuhtli. Museo del Templo Mayor. Ciuda...
Mictlantecuhtli. Museo del Templo Mayor. Ciudad de México (Photo credit: Wikipedia)

Entre los aztecas y los demás pueblos del Anáhuac (Mesoamérica), la concepción de la muerte jugaba un papel fundamental, gran parte de los rituales estaba relacionada a la voluntad y la acción de los dioses del llamado inframundo, como Mictlantecuhtli y Mictecacíhuatl, las principales deidades que reinaban en el Mictlán.

OFRENDAS FUNERARIAS DE MÉXICO PREHISPÁNICO.

English: ceramic from templo mayor in mexico city
English: ceramic from templo mayor in mexico city (Photo credit: Wikipedia)

En todas las culturas del México prehispánico la muerte y el lugar al que se dirigirían los muertos tenía una papel central, por lo que en los enterramientos de aztecas, mayas, toltecas, zapotecas, etc., junto con los restos humanos siempre había un lugar especial para las ofrendas funerarias, que tienen la función de ayudar al difunto en su viaje  y a vencer a las fuerzas adversas que dificultan al alma llegar al destino final que se alcanza al lado de los dioses en el universo.

Estas ofrendas son representativas del interés de aquella cultura por preservar en el llamado inframundo, es decir, el Más Allá, las condiciones más idóneas para que el difunto llegara al Mictlan. En las tumbas encontradas en la Pirámide del Sol en Teotihuacán, había ofrendas funerarias con objetos de cerámica, urnas mortuorias para incienso, huesos de animales, etc.

Ofrenda funeraria Templo Mayor de Tenochtitlan Mexico
Ofrenda funeraria Templo Mayor de Tenochtitlan Mexico

(La ofrenda 126 ubicada frente al Templo Mayor, en el predio de las Ajaracas, es una de las más ricas y variadas en su contenido de objetos orgánicos, restos óseos, vasijas, esculturas, objetos de piedra, etc. Leonardo López Lujan, Proyecto Templo Mayor, 2007. Tomado de http://www.jornada.unam.mx/2011/02/21/index.php?section=cultura&article=a08n1cul).

Lo mismo que en las ofrendas recientemente encontradas (2011) gracias a la arqueología en “la esquina delos tesoros”, frente al Templo Mayor de Tenochtitlan (ahora Ciudad de México), en donde se hallaron ofrendas funerarias con restos botánicos:

English: National Museum of Anthropology in Me...
English: National Museum of Anthropology in Mexico City. Reconstruction of the Templo Mayor of Tenochtitlan Deutsch: National Museum of Anthropology in Mexico City. Rekonstruktion des Templo Mayor in Tenochtitlan (Photo credit: Wikipedia)
  • Algodón
  • Chía
  • Amaranto
  • Calabaza
  • Copal
  • Pencas de maguey.

Restos animales:

  • Cangrejos
  • Langostinos
  • Estrellas de mar
  • Huachinango
  • Águila arpía
  • Pumas,
  • Lobos
  • Monos araña
  • Águilas reales
  • Peces sierra
  • Miles de conchas, caracoles y corales.
Ofrendas funerarias aztecas de flora y fauna templo mayor Tenochtitlan Mexico
Ofrendas funerarias aztecas
de flora y fauna templo mayor Tenochtitlan Mexico

Los artefactos que destacan son:

  • Cuchillos de pedernal
  • Punzones y púas de autosacrificio
  • Cuentas de piedra verde
  • Máscaras de madera
  • Imágenes de basalto
  • Ollas de cerámica.
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CAJETE_TR_PODE._TIPO_AZTECA_IV._FOTO_DMC_INAH._M._TAPIA de ofrenda funeraria

 

El descubrimiento más impactante fue una caja con cerca de 14 mil objetos. 

Un hallazgo trascendental fue el del esqueleto de un cánido -un perro o un lobo- enterrado con dos orejeras de mosaico de turquesa, un collar de cuentas de jadeíta, un cinturón de caracoles marinos y ajorcas de cascabeles de oro.

Esto hace pensar que el animal fue enterrado como guía para el alma de su amo, un personaje de importancia como un soberano, hacia el inframundo.

VIAJE AL MICTLÁN Y OFRENDAS

Como decíamos en el post anterior, entre los azteca, a los difuntos, al prepararlos para el  viaje de su alma al Mictlan, los ancianos les daban ofrendas o amuletos diciéndoles:

  • Con estos has de pasar por medio de dos Sierras, que se están batiendo, y encontrando la una con la otra
  • Con esto has de pasar con seguridad por un camino donde habita la culebra grande guardando el paso
  • Con estos amuletos pasarás por donde está Xochitonal, un cocodrilo o lagarto
  • Estos otros te servirán para darte amparo y socorro en los ocho páramos o desiertos
  • Estos recursos son para el lugar llamado Ocho Collados y
  • Los últimos para pasar por el viento de navajas, llamado Ytzehecayan, porque se decía que  allí el viento era tan recio, que arrancaba las piedras y que cortaba como navaja. Por esta razón cortaban todas las cosas y armas del difunto, con toda su ropa y vestuario y si era mujer, sus nahuas y huipil, para que en aquel paso dieran calor al difunto y no sintiera el rigor del frío, que atormentaba al que no era prevenido con este remedio.

Estos eran los lugares por los que deberían pasar las almas antes de llegar al Mictlan y sus deudos los preparaban para ese camino.

PERRO, GUÍA Y AYUDA

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xoloitzcuintle de rodrigo cruz.

También mataban un perro  xoloitzcuintle pequeño, de color rojizo o amarillo, y le ponían un hilo de algodón al pescuezo, porque era necesario para pasar unas aguas muy hondas que llamaban Chicunahuapan, que quiere decir nueve aguas (o ríos), las cuales tenía que pasar a nado sobre el perrillo.

Muertos amo y perro, los enterraban juntos, quemándolos primero o enterrándolos sin quemar, conforme la muerte que habían tenido. Dos de estos viejos tenían el cargo de quemarlos, y mientras estos atizaban el fuego, otros dos cantaban. Los que habían quemado el cuerpo apagaban después el fuego y las cenizas y el carbón que había quedado lo enterraban en un hoyo hondo y redondo, dentro de una olla, en la cual echaban una piedra preciosa de valor (según las posibilidades de la familia), que decían era el corazón del difunto.

Cada día ofrendaban a la sepultura  pan y una bebida, y en los entierros de los nobles llevaban un pendón de papel, de cuatro brazas de largo, adornado con magnífica plumería.

CELEBRACIONES AZTECAS PARA LOS DIFUNTOS

Además de estos ritos que se realizaban cuando alguien fallecía, había dos tipos de celebraciones para los difuntos, ya no de cuerpo presente: unas eran fijas en los meses noveno, décimo y décimo cuarto y estaban marcadas en el calendario azteca de 18 meses y las otras se llevaban a cabo en los aniversarios del fallecimiento.

En los tiempos actuales, después de la sincretismo de la religión azteca y el cristianismo ocurrido después de la conquista de México, aún quedan reminiscencias de aquellos rituales, por ejemplo: En Chilac, un poblado del Estado de Puebla cercano a Tehuacán, el encaminador de almas dirá oraciones y rociará  agua bendita al moribundo o difunto después de cada una de ellas, así el alma del  difunto logrará dejar atrás a diversos animales a los que se enfrenta, gracias a estos rituales llevados a cabo por el encaminador de almas.

El difunto debe vestir un traje limpio, blanco, tiene que llevar un pequeño calabazo lleno de agua, una jícara (para servirse agua y calmar su sed en el camino), una bolsa conteniendo un pedazo de pan, unas monedas, una poquita de sal y como calzado unos huaraches hechos de cartón con hilo corriente, los huaraches deben ser suaves para que en su andar hacia la supervivencia eterna, no llegue descalzo, padeciendo de lastimarse los pies con las piedras y espinas que encuentre en su camino.

SINCRETISMO CON EL CRISTIANISMO

Después de la conquista, los españoles adaptaron muchas de las creencias prehispánicas para el proceso de evangelización pues los grupos indígenas, como aztecas, mayas, otomíes y otros no aceptaron del todo la modificación radical de sus ideas, creando así una concepción propia del dogma cristiano de la muerte, la resurrección, la idea del paraíso, en la que el papel de la vida más allá de la muerte preexistió de forma natural por la carga cultural ancestral, llegando así al sincretismo que conocemos ahora.

DÍA DE MUERTOS EN MÉXICO

Ofrenda de dia de muertos
Ofrenda de dia de muertos en Mexico

Las celebraciones tradicionales dedicadas a los muertos en nuestro país en la actualidad son las de Todos los Santos (para los niños) y la de los Fieles Difuntos (para los adultos) y se efectúan los días 1 de noviembre y 2 de noviembre, claro, si no contamos el Halloween (31 de octubre), importado de nuestros vecinos del norte, pero que, por lo menos en los tiempos actuales, tiene un tinte diferente, pues se dedica a historias de terror,  monstruos, fantasmas y seres terroríficos, a diferencia de nuestro  Día de Muertos, en los que se recuerda a los seres queridos que se nos adelantaron. En la mayor parte del país estos festejos coinciden con el fin del ciclo agrícola de varios productos como el maíz o la calabaza.

Mexico cosecha maiz CRÉDITOS NTX SERM
Mexico cosecha maiz CRÉDITOS NTX SERM

La tradición prehispánica nos señala que en el ritual indígena Náhuatl existían dos festejos dedicadas al culto a los muertos: la fiesta de los muertecitos (Miccailhuitontli) y la fiesta de los muertos mayores.  Ahora el 1 de noviembre de celebra a los niños difuntoslos Santos Inocentes” (y no a “Todos los Santos” como ordena la Santa Iglesia Católica) y el 2 de noviembre, se honra a los “Fieles Difuntos” (nuestro Día de Muertos).

OFRENDAS PREHISPÁNICAS Y OFRENDAS CRISTIANAS

OFRENDAS PREHISPÁNICAS

En la época prehispánica, el altar a la muerte, entre los aztecas, tenía el nombre de Tzompantli, ese día estaba dedicado a la diosa Coatlicue (Madre de Huitzilopochtli y otros dioses) y se colocaba un altar en forma de pirámide el cual era cubierto con papel teñido de diferentes colores, en el primer nivel colocaban la imagen de ella y en el segundo nivel comida, flores y se quemaba copal en pequeñas vasijas de barro, en el tercer nivel se colocaban flores y follaje.

OFRENDAS CRISTIANAS

Con la llegada de los españoles y el cristianismo, estas costumbres funerarias sufren modificaciones, por lo que los altares también cambian con esta nueva concepción religiosa; así, en las ofrendas encontramos ahora imágenes de santos, Cristo, cruces, velas, objetos y alimentos que no existían en América, fotografías del difunto, objetos personales del mismo, así como alimentos y bebidas que disfrutaba en vida por lo que los actuales altares son una combinación de esa mezcla cultural, un sincretismo.

Sincretismo del cristianismo y la religión prehispánica en ofrenda día de muertos, México
Sincretismo del cristianismo y la religión prehispánica en ofrenda día de muertos, México

El día dedicado a los muertos se colocan altares con ofrendas destinadas a agasajar al espíritu de los familiares que regresan ese día. Se adornan las tumbas que se velan con el acompañamiento de música, ya que es una ocasión feliz, pues regresan los que ya se fueron.

Desde la Colonia, la muerte adquiere además, un carácter festivo, dual y complejo. Por un lado, el papel de los vivos es ayudar al tránsito del difunto hacia el paraíso, una vida mejor, pero ha de regresar en la fecha de los fieles difuntos para departir con los vivos, con los familiares,  amigos y quienes le recuerden.

Pan de muerto de coco
Pan de muerto de coco

 

ELEMENTOS QUE COMPONEN LAS OFRENDAS

Actualmente, existen en México diversos tipos de ofrenda a altares para los muertos, a continuación se describen algunos elementos que normalmente se incluyen en una ofrenda:

FLOR DE MUERTO EN MUMBAI INDIA Foto por VIVEK PRAKASH REUTER
  • Papel de china picado de color morado (luto cristiano, el color morado se usa en señal de duelo)
  • Papel picado de color naranja. (luto azteca)
  • Flores de cempaxúchitl (del náhuatl: Flor de 20 pétalos) la flor de cempaxúchitl de vivos tonos de color amarillo, es la tradicional flor de muertos y denota la fuerza de la luz del sol, sirve de guía a los espíritus de los difuntos que vienen de visita los dos primeros días de noviembre.
CEMPAZÚCHITL o flor de muerto
CEMPAZÚCHITL o flor de muerto
  • Cuatro velas indicando los puntos cardinales. Las velas colocadas en la ofrenda significan los siete pecados capitales.
  •  Veladoras, sirven para guiar al difunto a su destino, alumbrarán el camino
Ofrenda de Dia de Muertos Tzintzuntzan Michoacan Mexico Memo Garcia Navarro
Ofrenda de Dia de Muertos Tzintzuntzan Michoacan Mexico Memo Garcia Navarro
  • Incienso o copal para alejar a los malos espíritus, el copal purificará el ambiente
  • Cruz de ceniza para purificar al espíritu del muerto
  • Jarra o vasos con agua para saciar la sed de la fatiga del camino
  • Fotografías del o los difuntos
Ofrenda dia de muertos adultos con fotos
Ofrenda dia de muertos adultos con fotos
  • Comida que le gustaba al o a los fallecido(s)
  • Pertenencias apreciadas por ellos
  • Tequila, agua o la bebida favorita del(os) muerto(s)
  • Cuatro banderas de papel picado ensartadas en naranjas
  • Pan de muerto y fruta
  • Calaveritas de azúcar con los nombres de los difuntos
Calaveritas de azucar
Calaveritas de azucar
Ofrenda dia de muertos con calaveritas de dulce
Ofrenda dia de muertos con calaveritas de dulce
  • Chocolate o dulces regionales
  • Naranjas y algunas otras frutas de la estación significan la libertad que da la muerte
  • El camino de flores y follajes es para que el alma del difunto pase por ahí.
Camino de flores de muerto Mauricio Rascon
Camino de flores de muerto Mauricio Rascon
Ofrenda Día de Muertos en la Mixteca poblana, México
OFRENDA MIXTECA POBLANA DÍA DE MUERTOS Yavidaxiu 200px-

El día 2 de noviembre llegan las almas de los difuntos adultos.El día uno de noviembre se llama también ‘Día de los Angelitos’ o de los Santos Inocentes, (en lugar de Todos los Santos) y según la creencia religiosa, ese día regresan las almas de los niños muertos a las que fueron sus casas. El día 3, los familiares se comen los alimentos de la ofrenda, rezan y quitan el altar.

OFRENDAS Y FESTEJOS INDÍGENAS POR EL DÍA DE MUERTOS

Actualmente, a principios del Siglo XXI muchos pueblos indígenas de las etnias mayaspurépechas, náhuatls, mazahuas, otomíes y otras, viven un ambiente de fiesta los días dedicados a los muertos. Las almas de los familiares fallecidos se alistan para presentarse y los vivos se congregan ante las tumbas a esperarlas, recibiéndolos con ofrendas y música.

Dia de muertos velando en el panteon
Dia de muertos velando en el panteon

MICHOACÁN Y EL DÍA DE MUERTOS

En Michoacán, en varios pueblos, principalmente con influencia lacustre, donde habitan los purépechas, se lleva a cabo un espectacular evento nocturno de profunda solemnidad. Aquí más que dolor y llanto, es gozo, fiesta y tributo ante la muerte. No es una tragedia, es felicidad.

Para los indígenas michoacanos los muertos comen, hablan, caminan, hacen viajes y se comunican con los vivos,  Para ellos la muerte es eternidad y la vida es sólo un paso hacia el verdadero mundo de luz.

OTROS LUGARES TRADICIONALES PARA EL DÍA DE MUERTOS

Entre las más conocidas están las celebraciones en

  • La Isla de Janitzio,
  • Pátzcuaro,
  • Tzintzuntzán,
  • San Pedro Tzutumutaro,
  • Ihuatzio y
  • Jarácuaro, en Michoacán y
  • Mixquic y Xochimilco en el Distrito Federal (Ciudad de México),

Donde se congregan miles de visitantes para contemplar el impresionante espectáculo.

LOS MEXICANOS Y LA MUERTE

La Catrina Garbencera de Posadas
La Catrina Garbencera de Posadas

Y es que para el mexicanoheredero de las culturas prehispánicas que, antes de la imposición del cristianismo, estaban libres del terror del infierno, la muerte no es la negación de la vida, sino una parte complementaria de ella, algo necesario para que la energía vital vuelva a renacer con más fuerza, en el ciclo eterno de vida-muerte-vida.

Según  la reflexión de Octavio Paz sobre la muerte en la cultura mexicana, el mexicano tiene con la muerte un trato familiar, juega con ella en marionetas o entierritos de cuyo ataúd sale un alegre cadáver con la botella en la manose la come en calaveras de azúcar que llevan su nombre en la frente o en el pan de muertos; se regocija con “las calaveras” que en verso comentan satíricamente las actividades de personajes conocidos, en el supuesto momento de su muerte.

Además, el Día de Muertos, celebra con sus parientes fallecidos en el panteón y/o en su casa, invitándoles manjares y compartiendo con ellos el pan y la sal.

De esa manera festejamos en México el Día de Muertos.

Querid@ lector@, si tienes oportunidad, te invito a visitar alguno de estos lugares, o al menos ir a ver algunas de las ofrendas que se exhiben en lugares públicos de tu ciudad, si vives en México y si no, pues qué mejor, te invitamos a México a conocer algo de nuestra cultura. Nos leemos pronto.

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BIBLIOGRAFÍA 

Garibay K., Ángel María (ed.) 1967 Historia de las Indias de la Nueva España e islas de tierra firme de fray Diego Durán. México, Porrúa, 1984 (Biblioteca Porrúa, 36).

López-Austin, Alfredo 1994   Tamoanchan y Tlalocan. México: FCE 1982

Paz, Octavio. El laberinto de la soledad. Ediciones Cuadernos Americanos, México, 1950.

Sahagún, Bernardino de, Fray. Historia General de las Cosas de Nueva España. México, D. F.: Editorial Porrúa, S. A., 1982.

Serrano Osorio Francisco, La partida y el perpetuo retornar, PDF

Sodi M., Demetrio,  Las grandes culturas de Mesoamérica. México: Panorama, 1980. ____________________________________________________________

Enlaces a otros posts sobre el Día de Muertos

Qué lugares tradicionales son los mejores para visitar el día de muertos:

https://serunserdeluz.wordpress.com/2013/10/24/dia-de-muertos-2013-a-donde-ir/

Cómo son las ofrendas del Día de Muertos en México:

https://serunserdeluz.wordpress.com/2013/10/19/ofrendas-de-dia-de-muertos-en-mexico/

Las ofrendas funerarias de México desde el punto de vista antropológico:

https://serunserdeluz.wordpress.com/2013/08/26/funcion-de-las-ofrendas-funerarias-entre-los-pueblos-de-mesoamerica/

Tradiciones del Día de Muertos en México:

https://serunserdeluz.wordpress.com/2013/09/01/el-dia-de-muertos-en-mexico/

Más datos sobre el tradicional  Día de Muertos en México:

https://serunserdeluz.wordpress.com/2013/08/29/dia-de-muertos-una-tradicion-en-mexico/

El sabroso Pan de Muertos, una tradición del Día de Muertos en México:

http://2012profeciasmayasfindelmundo.wordpress.com/2013/09/17/pan-de-muerto-calaveritas-de-azucar-y-ofrendas-dia-de-muertos/

Día de Muertos en Oaxaca, México: https://serunserdeluz.wordpress.com/2013/10/10/celebracion-de-dia-de-muertos-en-ayutla-oaxaca-mexico-presentacion-power-point/

Día de Muertos en Michoacán, México: http://2012profeciasmayasfindelmundo.wordpress.com/2013/10/02/michoacan-mexico/

El lugar de los Muertos:

https://serunserdeluz.wordpress.com/2013/09/07/la-muerte-¿a-donde-vamos-cuando-morimos-1/

Tradiciones sincréticas del Día de Muertos en México: El origen azteca y católico de algunas tradiciones de Día de Muertos”.

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Imágenes tomadas de internet o de los enlaces relacionados

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NOTAS:

1  Un año después, en investigaciones posteriores me he encontrado con contradicciones en cuanto a cuándo se celebraba a los muertos entre los aztecas, de manera que no aseguro que sea como aquí lo panteé en su momento, Sahagún no lo menciona en esas fechas y por lo que dice, más bien se celebraba a los muertos en el treceavo mes, correspondiente a octubre, según el calendario Gregoriano Más datos sobre los calendarios en:

http://2012profeciasmayasfindelmundo.wordpress.com/2012/01/04/historia-de-los-calendarios-romano-juliano-y-gregoriano/

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ENLACES RELACIONADOS (1) http://www.flickr.com/photos/monchor1/5137526558/ (2) Steve Bridger de Bristol, UK.jpg (3) Yavidaxiu 200px http://mx.noticias.yahoo.com/tras-las-huellas-del-esplendor-mexica-.html http://www.escritos.buap.mx/escri26/franciscoserrano.pdf http://www.explorandomexico.com.mx/about-mexico/6/104/ http://www.jlgimenez.es/Literatura/relatos/RITOS%20Y%20MITOS%20DE%20LA%20MUERTE%20EN%20M%C9XICO-%20Marco%20Antonio%20G.P.%20y%20Jos%E9%20Arturo%20D.S.pdf https://serunserdeluz.wordpress.com/ http://2012profeciasmayasfindelmundo.wordpress.com/2012/01/04/historia-de-los-calendarios-romano-juliano-y-gregoriano/

» V L A D » CUENTO

Por: Silvia Eugenia Ruiz Bachiller (SER), ver  condiciones de (c) al final

» V L A D » 

VIERNES 17  DE MARZO DE 1995.

Ivette sintió la profunda mirada desnudándola, no sólo el cuerpo, sino también el alma.  Su incomodidad era evidente.

-¿Te sientes mal?-  preguntó Mónica, acercándose a su amiga y ofreciéndole una copa.

-No, pero sí un tanto extraña… – disimuladamente miró hacia el bar, donde estaba ese extrañísimo hombre -¿quién es él?

Mónica sonrió con complicidad – un europeo recién llegado, se llama Vladimir le comte de Walakia, o algo así, pero le dicen Vlad.  Acaba de quitarle la migraña a la anfitriona; estuvimos a punto de cancelar la fiesta porque ella se sentía mal, pero él subió y…- sonrió pícaramente mirando a su amiga por sobre su copa de champaña.

Ivette tomó una copa de la charola y antes de llevarla a sus labios también sonrió, comprendiendo

-…Y se le quitó la migraña.

-Sí- Mónica rio bobalicona levantando los hombros.

La otra, con más mundo, observó al extraño, pero atractivo hombre desconocido entrecerrando los bellos y perfectamente bien maquillados ojos.

– Pues a mí también me la quitaría con sólo una mirada… pero no quisiera probarlo, me da miedo.

-¿Miedo, pero ¿de qué?, es un galanazo; raro, sí, pero… -volteó a mirarlo por sobre su hombro -yo sí le entraba.

-Falta ver con quién quiere él, ¿no?- su voz sonaba segura, como siempre que Ivette se proponía algo.   

Bueno – Mónica se alisó el vestido ajustadísimo a la altura de las caderas -podemos ayudarlo un poco, ¿verdad?

Ivette asintió casi imperceptiblemente y las dos se encaminaron hacia el bar, ambas derramando sensualidad por todos los poros.  Se colocaron una a cada lado, como escoltándolo, y él recibió dos sonrisas como bofetadas.

Los oscuros ojos masculinos, rodeados de enormes pestañas y pequeñas ojeras brillaron, burlones.  Tenía una mirada suave-dura, amorosa-cruel, tierna-cínica, llameante e hipnótica, que de alguna manera parecía ser lo único viviente en esa pétrea faz cortada a hachazos.  Visto de cerca no era tan guapo, pero sí mucho más atractivo, con una atracción difícil de definir: ¿animal?, ¿espiritual?, ¿o simplemente sensual?

Les devolvió la sonrisa como si hubiera estado esperando años para verlas, las lucecitas de sus ojos enviaban mensajes; ellas escucharon todas las palabras amorosas y eróticas que siempre habían soñado escuchar del hombre amado.  Vladimir no había abierto la boca.  Tomó a ambas por la cintura y salieron al jardín.

Mónica hizo el clásico comentario -qué hermosa luna llena.

Ivette supo que le llevaba ventaja a su amiga -¿De dónde eres?

-De una pequeña aldea llamada Lupeni, en los Cárpatos.

A Ivette le sonó familiar el nombre y empezó a buscar en su memoria, pero justo cuando sonó una alarma en su cerebro, él le sonrió y ella olvidó todo.

-¿Y a qué te dedicas?

-Bienes raíces. «la tierra», como diría un holandés.

-¿Te agradan los holandeses?

Salieron chispas de sus ojos – los odio, son demasiado entrometidos.  Mejor hablemos de ustedes, ¿son amigas?, o se llevan bien.

Las dos rieron de la ocurrencia, Ivette contestó -Ambas cosas.

El las estudió por unos segundos antes de arriesgarse.

-Si las invito a las dos a mi casa, ¿aceptarían?

Mónica se dejó ir -Sí.

Ivette, en la semi penumbra, trató de verlo a los ojos y vio tantas promesas, que decidió «…te prefiero compartido…» y movió afirmativamente la cabeza.  Eso le agradó más a Vlad y en ese momento se estableció la complicidad con ella; la otra mujer iría de relleno, aunque fuera la más joven, sexy y audaz, porque también era la más inexperta.

Llegaron a una casa muy antigua en Coyoacán, Ivette hubiera podido jurar que fue una de las primeras que construyeron los españoles durante la época de la Colonia, justo al término de la Conquista; sus muros de piedra eran muy gruesos y, a pesar de la decoración elegantísima, básicamente Chippendale, se percibía una sensación de humedad y un olor a encerrado.

Los recibió un mayordomo un tanto lúgubre.  Las dos mujeres se miraron a los ojos con algo de interrogación ¿miedo?  Se dieron valor una a la otra y se dejaron conducir por Vladimir, que nuevamente las había tomado por la cintura, comunicándoles un cierto calorcillo extraño, más allá del usual en el roce macho-hembra al inicio de un ligue.

-Iván, súbenos champaña rosa, Törley, 1890, Extra Rubin.

-No conozco esa champaña- Mónica se le untó al hablar.  Desde su estatura, él le sonrió.

-Es húngara, de la primera cosecha, ¡la mejor!- Mónica le creyó.

Mientras, Ivette estaba husmeando en la otra habitación.  El fue allá, se le acercó por la espalda y, cosquilleándole la nuca con su cálido aliento, preguntó:

-¿Te gusta esta cama?, mira su dosel, es de seda de Samarkanda y tiene varios siglos, la colcha es de piel de ciervo nonato y las sábanas de satín- mientras hablaba hacía los arreglos necesarios e invitantes.  Ivette intentó ganar tiempo.

-Samarkanda, piel de ciervo, satín, ¿no es una mezcla extraña?

-Lo extraño es lo más interesante- se volvió hacia ella -He viajado mucho tiempo.  Tengo objetos de alrededor  del mundo y me agrada integrarlos- extendió el brazo y abarcó la habitación -todo tiene el mismo origen.

-¿Cuál?

-¿No lo sabes?- se acercó más a ella, que pudo percibir su aliento ardiente y con aroma de deseo.  Ivette dio un paso atrás, pero tropezó con la cama y perdió el equilibrio, mientras él seguía acercándosele.  Quedó sentada, contemplándolo hacia arriba; no quería desprender la vista de sus ojos, porque casi frente a los suyos podía sentir algo mucha más interesante… demasiado interesante.

El se reclinó para tomar sus manos y volteando las palmas hacia arriba, apenas las rozó con sus labios.  En ese instante el control de Ivette se esfumó como bruma al sol; Vlad se había adueñado de su voluntad.   Cuando ella estaba esperando iniciar el camino del deseo, entró Mónica para decirles que la champaña estaba dispuesta en la otra habitación.

Vlad volteó y casi la fulminó con la mirada, ayudó a Ivette a levantarse y los tres se encaminaron a saborear la alegría en burbujas.

Después del ritual del descorche y de llenar las copas de las dos mujeres, él se alejó para verter algo en la suya, antes de elevarla para brindar «por la belleza».

Las infinitas luces del candelabro se reflejaron en sus ojos y en la copa de opaco líquido escarlata, formándose un triángulo de reverberaciones que impactó a Ivette, mientras Mónica apuraba hasta la última gota y distraía la atención de le comte para pedirle más.  Este, con exquisitos ademanes volvió a llenarle la copa, pero volteando hacia Ivette, le preguntó con la mirada: «¿qué hacemos con ella»?

Ivette captó el mensaje, se encogió de hombros y le hizo la seña de emborracharla.  Vladimir torció la comisura de sus delgados labios aceptando la travesura y se quedó junto a Mónica para volver a servirle la alegría líquida, que para ella iba a convertirse en líquido sueño.

Ninguna de las dos notó que le comte vertió unas gotas de somnífero en la copa; después se volvió hacia Ivette con sonrisa pícara y la invitó a beber con él en su recámara.  Mónica ya estaba casi dormida y no iba a ser obstáculo.

Al cerrar la puerta de la recámara bajó la intensidad de las luces hasta casi dejarla en penumbras.  En la mesita de centro había otras dos botellas enfriándose.

-¿A mí también vas a emborracharme?- su mirada era retadora e invitante.

-¿Hace falta?

-Hmmm… no sé…

-Vamos a averiguarlo.  Ven, siéntate conmigo en el sofá, pero permíteme ponerme cómodo-  se quitó el saco y la corbata y abrió un poco su camisa.  Al contemplar el bello torso masculino, ella percibió su propia cálida humedad y su respiración se aceleró más cuando bajo la blanca camisa de seda descubrió una alfombra de ensortijados vellos negros, que la hicieron estremecerse de deseo.  El lo notó y le pidió en un susurro:

-¿Puedo quitarte los zapatos?

Ivette sabía su cuento, lo miró coquetamente.

-Estás muy lejos.

-Me acerco con una condición: que tú me quites la camisa.

Ella rio -me sonó a amenaza… ¿o fue promesa?

Se acercaron poco a poco, él se inclinó para quitarle las zapatillas de altísimos tacones, mirándolas con algo de frustración: no eran cerradas, sino de tiritas.  Las contempló un segundo y con un suspiro susurró  para sí mismo -ya nada es como antes- Como no servían para beber champaña en ellas, las arrojó hacia atrás y se acercó un poco más para que ella pudiera cumplir su parte.

Ivette, con manos temblorosas, empezó a desabrochar los botones, pero antes de terminar, su creciente pasión la hizo introducir los dedos en el tupido vello del viril pecho; Vlad la tomó por la cintura y, como si fuera una pluma, la colocó hincada a horcajadas sobre sus piernas al mismo tiempo que subía su vestido recorriendo lentamente la parte posterior de sus muslos, hasta llegar a lo que hubiera querido morder de tan carnoso y suave, apoyando ahí sus manos, la atrajo bruscamente hacia él, hasta poder percibir, a través de la ropa, la tibia humedad femenina.

Su boca lo buscó exigiendo entregarse, pero Ivette no pudo encontrar sus labios y, extrañada, abrió los ojos; estaban muy cerca de los suyos, pero él no le permitía alcanzarlos, esquivando cada movimiento que ella hacía para acercarse, enardeciéndola más con el deseo no cumplido, hasta que al fin se fundieron en un beso que era más como querer devorarse el uno al otro, empequeñecerse y entrar en la otra boca hasta fusionarse con el otro.  Fue algo decisivo y no una simple promesa.

Con las toscas y a la vez delicadas manos, él guiaba sus caderas, haciéndolas efectuar movimientos tan sensuales, que ella lo logró varias veces, mientras ambos ronroneaban, gemían, gruñían.

En la calma que siguió a la tempestad, Vlad le susurró al oído -¿Cómo quieres que nos amemos?

Con la mirada aún perdida, ella no pudo contestarle.  El volvió a preguntar, pero ahora sugiriendo:

-Podemos fundirnos, comernos o amarnos.  ¿Tienes alguna preferencia?

-¡Ámame!

Con una sonrisa siniestra, él la tomó en sus poderosos brazos.

-Vas a confiar en mí totalmente, relájate, voy a llevarte a la cama, tú no debes hacer ningún esfuerzo, sólo déjate amar.  Sé sumisa, tierna y obediente- la depositó suavemente en la cama -dulce y femenina; te vas a entregar completamente a mi voluntad y vas a…

Ella se incorporó -No puedo.

Vlad se irguió separándose un poco de ella -¿Cómo que no puedes?- la dulzura se volvió aspereza.

-No, yo no soy así, yo tengo que amar activamente, soy muy apasionada…

Cubrió los suaves y femeninos labios con dos dedos -shhh.  Haz lo que te digo, preciosa, eres hermosa- su voz era nuevamente dulce -bella, tu piel es suave, como debes serlo tú.

Mientras le susurraba las palabras más tiernas, acariciaba delicadamente todo su cuerpo sin olvidar manos, codos, pies, rodillas y otros lugares que no se consideran erógenos, pero que Ivette descubrió que sí lo son.  Ella empezó a responder apasionadamente, la respiración cada vez más acelerada, hasta que él detuvo sus caricias y mirándola como un maestro a su pequeña alumna le murmuró:

-Controla la respiración, cálmate y entrégate a mí cuando exhales, no cuando inhales.

Ella no entendió nada; necesitaba más caricias, llegar una y otra vez a la cima, pero él la retuvo hasta que lo obedeció y respiró como él se lo ordenaba.  Para el volcán que era Ivette, eso era como querer controlar la erupción de lava poniéndole un grifo y esperando que saliera un chorro de agua tibia; lógicamente, ella perdió la excitación, pero parecía que eso era lo que él quería porque, sin inmutarse siguió acariciándola y diciéndole cosas bellas.

Ivette pensó que, aunque ella siempre había dicho que el día que encontrara a un hombre que la amara tiernamente, sin querer llegar al final de inmediato, habría encontrado al hombre ideal, ahora no estaba gozando como ella podía hacerlo; claro, él era tierno y dulce, pero a la vez impositivo y, como no la dejaba excitarse, ella tenía tiempo para pensar y no le gustaba pensar cuando hacía el amor… lo sentía acariciarla y lo escuchaba decir cosas bellísimas, pero estaba fría… él la quería fría.

Vlad le pidió que lo acariciara en la misma forma y ella lo obedeció; sentía algo de ternura, pero no lo que esperaba cuando empezaron a acariciarse.  En otras circunstancias tal vez esto fuera lo mejor, pero como ella había esperado una apasionada relación sexual, era algo frustrante.  Para ella el amor tenía que ser embriagante; si no perdía la cabeza, si no se volvía loca, si estaba lúcida, le era difícil darse, porque su mente no se lo permitía.

El ¡al fin! se dio cuenta y le preguntó si quería pasar a la segunda lección.

-¿Y cuál es?

-Comernos, ¿quieres?, pero tienes que confiar en mí y dejarme hacer todo lo que quiera.

Ella lo miró a los ojos y, aunque sintió miedo, aceptó porque, como iban las cosas, ya estaba pensando que él había perdido su … oportunidad, así que casi cualquier cambio podría ser bueno.

-De acuerdo.

Empezó por besarle la nuca continuando hacia un lado del cuello; ahora sí su respiración era acelerada y sintiéndolo casi jadear, Ivette volvió a excitarse y a responderle.  Fue entonces cuando sintió un punzada en el cuello, fue larga, dolorosa y húmeda, pero placentera, excitante.  Conoció una sensación extraña, un como irse desvaneciendo poco a poco, como ir entrando en una bruma roja…en un remolino escarlata… se le olvidó que quería excitarse y entró poco a poco en un mar rojo sangre… hasta que llegó al final.

– 0 –

Mónica se despertó.  Aún medio dormida llamó a su amiga y a le comte.

-¡Ivette!, ¡Vlad!

El conde se acercó a ella.

-Aquí estoy, preciosa, junto a ti.  Ivette se sintió cansada y se fue a su casa, lo cual me da la oportunidad de tenerte para mí solo, sin estorbos.

-¿De verdad se fue?- Mónica se restregó lo ojos, con un ademán de niña pequeña.

-¡Claro!, ¿No me crees? – la miró a los ojos profundamente, tanto, que ella se estremeció.  Se estiró sensualmente y se levantó del love-seat donde había dormido, preguntando sin mirarlo.

-¿Le hiciste el amor?

-No, es muy mala alumna, a la segunda lección se me fue.

Mónica se sentó en la cama -¿así que das lecciones?- mirada coqueta y retadora -¿tan bueno eres?

-¿Quieres probar?

-¿Y qué me enseñarías?

-A Ivette le di a escoger:  comernos, amarnos o fundirnos; escogió las dos primeras, pero ya no aguantó la última – su mirada atenta denotaba un gran interés en su respuesta – ¿qué quieres tú?

-La que ella se perdió, pero hoy no puedo… tú entiendes, ¿verdad? – se sonrojó.

El asintió, comprensivo -¿peligro, o la ola roja?

-lo segundo- bajó la mirada tímidamente.

Vlad se sentó junto a ella y le tomó dulcemente la mano -¡mi amor!, no te preocupes, a mí me parece perfecto… aunque preferiría primero comerte, ¿si?

-Pues si a ti no te importa, yo no tengo inconveniente.

El la atrajo hacia  su pecho y empezó a acariciarla suavemente, diciéndole lo mismo que a Ivette: «tienes que ser suave, sumisa, obediente, confiar totalmente en mí y dejar que te ame como nunca has sido amada»

El carácter de Mónica era más dócil que el de Ivette y como aún se encontraba bajo los efectos del somnífero y la champaña, a todo dijo que sí.

Vlad comenzó el ritual de acariciar todo su cuerpo y la fue desnudando poco a poco, pero con tanta lentitud, que ella tampoco reaccionó; sin embargo, lo dejó hacer.  Vlad se colocó a horcajadas sobre ella y se fue acercando a su cara; Mónica lo veía venir y no sabía si quería alejarlo o besarlo, pero como él le había ordenado ser pasiva, sólo lo acarició con la mano.  el la besó en la frente y siguió besando todo su cuerpo, hasta llegar al Monte de Venus, entonces le pidió:

-Rodéame el cuello con tus piernas- Mónica obedeció y él la hizo llegar a alturas increíbles, en las que todo lo veía como un oleaje rojo, que a veces parecía sangre, a veces lava.

Percibió que Vlad deslizó la boca hacia su ingle izquierda, besándola de tal manera que la excitación la hizo gritar… y entonces sintió el dolor, un agudísimo dolor, como si un par de agujas quemantes se hubieran introducido en su carne.  Extrañamente, le causó placer y las sensaciones de lava y sangre la envolvieron, cubriéndola hasta que sólo fue una pequeña gota de sangre en medio de esa marea roja…

– 0 –

EL PERIODICO DE LA TARDE

DESCUBREN DOS CADAVERES EN CASA ABANDONADA

 
Lunes 20 de Marzo de 1995. 
Esta mañana fueron encontrados los cadáveres de dos mujeres en una casa que ha estado abandonada desde principios del siglo pasado, ubicada en Coyoacán.   Ambas mujeres presentan dos heridas punzocortantes, la más joven en la ingle izquierda y la otra en el cuello.Al parecer, toda la sangre les fue extraída limpiamente a través de esas heridas.  No hay signos de violencia, ni pistas del asesino.


 

Vlad leyó la noticia, terminó su «Bloody Mary» y le tendió el periódico a Iván.

-Archívalo junto con los otros.

 

© Silvia Eugenia Ruiz Bachiller

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Imágenes tomadas de internet, Pinterest  o de los enlaces relacionados.  Creo que no es necesario advertir que algunas fotos, son imágenes actuales, sólo para dar una idea de cómo fueron en aquellos tiempos y lugares.

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Silvia Eugenia Ruiz Bachiller, Autora de “TÚ Y YO SIEMPRE”, novela romántica. La historia de amor de Almas gemelas, su karma, reencarnación y regresiones a vidas pasadas.

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03/01/14 5:14 p.m.