ENÉSIMA UTOPÍA (CUENTO)


Nave espacial Columbia despegando
"abordé una nave transparente, parecida a nuestros cohetes espaciales"


«ENÉSIMA UTOPÍA«

Ya ha pasado mucho tiempo (aunque creo que mi percepción de eso que llaman tiempo ha cambiado), desde que llegué; tanto, que ya me acostumbré a este estilo de vida; es cómodo, es agradable, es… diferente.

La mayoría de las cosas que no soportaba de mi país (o continente, o planeta, o sistema solar, o galaxia, o tal vez estoy en otro universo u otra dimensión) aquí no existen; por  ejemplo: aquí no hay «sufridas y abnegadas madrecitas», no hay «machos muy machos», ni mujeres frustradas, ni drogadictos, ni alcohólicos, ni muy ricos, ni muy pobres, ni explotadores ni explotados; no hay miseria, ni tampoco «clase media» mediatizada y enajenada.  Es más: no hay clases sociales.

La gente, al principio, trabaja en todo, pero después de un tiempo decide dónde es más feliz y, por lo tanto, más productiva (hay capacitación y educación universitaria, todo gratuito).  Por curioso que parezca (a mí me lo parece), a pesar de que no existen monopolios, ni trasnacionales, vaya, ni siquiera IP., la eficiencia y la productividad están al máximo y todos tenemos todo, aunque no lo mismo (salvo los derechos y las libertades que, aquí sí, son iguales para todos).

Todavía no sé dónde estoy; sólo recuerdo que un día, mientras efectuaba una investigación documental, sentí la imperiosa necesidad de acudir a un sitio a una hora determinada y que ahí, junto con un hindú, una cubana, un finlandés, una etíope, un aborigen australiano, una rusa y un italiano del sur, abordé una nave transparente, parecida a nuestros cohetes espaciales, pero que puede despegar como helicóptero y cuyo combustible es sal magnetizada.

Después, navegamos por el espacio exterior por sabe Dios cuando tiempo, posiblemente a la velocidad de la luz, o más rápido, y llegamos aquí.

Cuando arribamos, nuestra nave espacial, como si fuera un émbolo, entró a un túnel cilíndrico y cuando las puertas de nuestra nave y las del túnel se abrieron en perfecta sincronía, pudimos entrar a un pasillo cuyos mullidos pisos eran de luminosos colores cambiantes, vimos y olimos (además de oírla, claro) una música al mismo tiempo relajante y estimulante; vimos, olimos y escuchamos las exuberantes y frondosas plantas sembradas a lo largo del pasillo, cuyas hojas y flores emitían una cierta luz translúcida, que nunca habíamos visto en otra parte.

Sabíamos que estábamos bajo techo, pero la sensación era como si estuviéramos en campo abierto, bajo los rosados (sí, porque era una luz rosa y no dorada) rayos del ¿Sol?

Llegamos a la recepción, una especie de laboratorio de la NASA, donde entramos a unas cabinas individuales en cuyo interior una luz azul nos recorrió de cabeza a pies y en dos segundos nuestra «ID»  con todos nuestros antecedentes personales, estaba lista (el FBI,  la CIA, la KGB, la Gestapo y la SS, nos parecieron párvulos cuando vimos todos nuestros datos en las pequeñas micas que salieron de las computadoras).

Al salir de las identificadoras, nos estaban esperando varios entrevistadores, uno para cada quién, y ellos nos informaron que somos algo así como «elegidos» y que fuimos seleccionados entre nuestros congéneres porque tenemos ideas muy singulares, pero muy firmes, acerca de la sociedad, la cultura, la educación, la política, la sexualidad, la salud, el dinero, etc., etc., etc.: es decir, que allá éramos descontentos, rebeldes (algunos hasta sediciosos y revolucionarios) y aquí somos los escogidos.

Aquí nadie habla (porque no los hay) de miseria; subdesarrollo; tercer mundo; hambre; analfabetismo; desigualdad social, sexual, racial o religiosa; trasnacionales; deudas externas; devaluación; contaminación del ambiente, de los alimentos o del agua; SIDA; drogadicción, narcotráfico, secuestros; ni ninguna otra de las plagas que existen (¿o existían?, ¿es que aún existe nuestro planeta?) allá; bueno ¡ni siquiera hay guerra!

Lo que más me gusta es que el amor, mejor dicho Amor, el verdadero, no el mito romántico-erótico que conocíamos, sino el Amor Universal, el Amor al semejante, que es mezcla de respeto, cariño, interés, afecto, devoción, estimación, ternura, comprensión y aceptación, entre otras cosas; ese Amor que abarca a la humanidad entera, ése es el que sentimos todos por todos; claro que hay atracción sexual y hay «matrimonio», pero no como allá, «por contrato», sino sólo cuando la frecuencia de onda es la misma en los dos; es decir, sólo con el «alma gemela» (parece que todos los que venimos aquí, lo hicimos con nuestra «mitad perfecta», sólo que nos damos cuenta únicamente hasta que ambos estamos preparados).  Por supuesto que al unirse las dos mitades no hace falta ninguna clase de contrato, puesto que esa no es una simple unión, sino una reunión de dos que antes fueron uno.

Todas las tareas domésticas que allá efectúa el ama de casa (¿o debería decir «esclava de casa»?) aquí están socializadas: hay comedores públicos con comida natural, balanceada, sabrosa nutritiva y ¡gratis!; aquí no hay basura, porque los desperdicios orgánicos van a la composta y los demás se reciclan; las habitaciones se limpian con sólo apretar un botón que pone en marcha una «aspiradora» colocada dentro de las paredes a lo largo, alto y ancho y que deja tanto muebles como pisos impecables; la ropa para la lavandería se deja fuera de la habitación y al día siguiente ya está acomodada en su lugar (a todos nos toca una vez cada seis meses trabajar en la cocina, la lavandería, los jardines, los centros infantiles, etc., lo cual ni siquiera es molesto).

No se podría llamar «guardería» a los lugares donde se quedan los niños  mientras sus padres trabajan, porque ahí no se «guarda» a los pequeños, sino que se les mima, cuida, atiende, socializa y, lo más importante, no se les condiciona a que <<los niños tienen que hacer esto y las niñas no pueden y viceversa>>; no, ahí tanto los niños como las niñas hacen lo que les nace hacer.  Podemos ver niñas subidas en los árboles y niños jugando a las muñecas, tanto como niños en los árboles y  niñas con muñecas.

Mis compañeros de viaje y yo, aún siendo de países (y continentes) tan diferentes y tener distintas culturas y lenguaje, nos entendemos perfectamente entre nosotros y con los demás; no me explico cómo, pero así es: yo hablo en mi idioma y ellos en el suyo y todos comprendemos lo que los otros dicen.  Siempre que nos encontramos en el comedor nos platicamos nuestras nuevas experiencias.

El finlandés, que es pedagogo, está en uno de los centros infantiles; el hindú, que es maestro yogui, da clases de meditación a niños y adultos; la cubana, que era coronela en la milicia, enseña educación física y artes marciales (como ejercicio físico y elevación espiritual, no para ofensa o defensa); la rusa, que es física nuclear, está en investigaciones médicas; la etíope, que se doctoró en economía en Inglaterra, está en la Comisión Económica del …¿país?, ¿nación?, ¿Estado?, ¿gobierno?… aún no sé cómo llamar a este conglomerado tan perfectamente organizado; pero ella está entre los que estudian las cuestiones económicas (como la eliminación del dinero), para que después todos, por votación decidamos lo mejor para la mayoría.

Los descontentos (aún no he conocido ninguno) tienen derecho a manifestarse durante las sesiones de votación de nuevas reglas y leyes, una vez al mes, pero nadie lo ha hecho desde que llegamos.

Continuando el recuento, el australiano – es ecólogo – enseña en la Universidad cómo viven los aborígenes australianos, enfocándose en las ventajas de vivir de acuerdo a la naturaleza; también enseña medicina natural, básicamente herbolaria, que es la que ellos utilizan.  El italiano (un moreno del sur, atractivísimo), es sexólogo y da clases de educación sexual a niños, adolescentes y adultos.

Finalmente yo, que soy mexicana y antropóloga (especializada en la situación de la mujer en las diversas épocas y culturas), tengo encomendado un estudio comparativo de las diferencias entre la condición de la mujer allá, de donde venimos, y aquí.

Nunca me había entusiasmado tanto con una investigación, ¡son tantas y tan importantes las diferencias!

Aquí no hay matrimonio en el cual la mujer pierda sus  derechos, ni amas de casa, ni roles sexuales, ni discriminación sexual, ni división sexual del trabajo, ni violaciones, ni embarazos no deseados, ni abortos, ni nada de lo que subyuga allá a la mujer.

El problema que tengo, es que para poder comparar, tendría que…

-¡Silvia!, ¡despierta!, tienes que terminar tu trabajo sobre la discriminación de la mujer en el Tercer Mundo…

(c) Silvia Eugenia Ruiz Bachiller







SHANGRI LÁ O SHAMBALÁ ESTÁ EN EL TIBET

Por Silvia Eugenia Ruiz Bachiller, ver condiciones de © al final.

JESUCRISTO, REENCARNACIÓN Y SHANGRILÁ O SHAMBALÁ

Montes Himalaya
Montes Himalaya, cerca del portal a Shangri lá

Las siguientes son respuestas de Pablo el Veronés (1),  a preguntas formuladas a él a través de mi persona, pues soy su canal, estando en estado alterado de conciencia inducido por medio de la relajación profunda.

La metodología es la siguiente, yo hago una lista de preguntas, a veces mi operadora (Lesvia Salinas) agrega algunas a la lista o bien las hace sobre la marcha.

Generalmente, Pablo responde a las preguntas a través de mi voz, en muchas ocasiones, al mismo tiempo, me permite visualizar imágenes, muchas de ellas simbólicas, para dar más claridad a sus respuestas.

Omito los preliminares de la relajación.

CANALIZACIÓN, PREGUNTAS-RESPUESTAS

  1. ¿Jesús enseñó sobre la reencarnación?

R.- Sí

  1. ¿San Pablo enseñó sobre la reencarnación en sus epístolas o en otros escritos?

R.- Estoy viendo a San Pablo, es un hombre corpulento, vestido de romano, luego cambia de ropaje a una túnica.  Sí creía en la reencarnación, pero dudaba que todos lo entendieran y entonces, eran mensajes más o menos cifrados, así como “el que que quiera entender que entienda”.  Con estos datos está con túnica.  En otra vida fue rey, lo veo con corona.

  1. ¿Jesús fue a la India y al Tíbet para aprender sobre la reencarnación, para enseñarla o a otra cosa?

R.- Sí fue, lo veo viajar en camello, en elefante, a pie, en barca… a la India.  Al Tibet la última etapa fue a pie, pero antes fue a lomo de “yac” (animales usados como  las llamas de los Andes, pero de los que hay aquí en el Tíbet).

Desde la adolescencia ya sabía quién era Él y fue a la India y al Tíbet a enseñar, pero también como humano encarnado que era, a conocer estas enseñanzas, pero Él sabía, digamos de la fuente, Él conocía todo, no tenía que “aprender”. Algunas cosas tenía que “recordarlas” .  Tenía entre 13 y 14 años.

  1. ¿Existe el manuscrito que menciona Roerich, sobre la estancia de Jesús en India y Tíbet? (pregunta no enlistada, pero respondida espontáneamente)

R.- Sí existe el manuscrito del que habla Roerich.  Estaba en el Tíbet, en Lhasa, en el Potala. Lo destruyeron los chinos comunistas.

English: Potala Palace, Lhasa, Tibet
English: Potala Palace, Lhasa, Tibet (Photo credit: Wikipedia)
  1. Existe Shambalá o Shangrilá?

R.-

  1. ¿Dónde está?

R.- Está en la siguiente Dimensión, una puerta de acceso está en el Tíbet.

Monte Everest, en los Himalaya, cerca del Tibet
Se dice que por esta zona podría estar la entrada interdimensional a Shangri-Lá
  1. La operadora pregunta cómo era Jesús encarnado (pregunta no enlistada).

R.- A los 30 años es alto, aprox. 1.75 m, tez blanca apiñonada, pelo y barba corta, nariz de judío, ojos azules tirándole a verde, color extraño y bonito, manos de dedos largos, muy bonitas, musculoso, cuerpo proporcionado; es bellísimo, expresión bondadosa, Él es, sabe que Él es Él, sin ser autoritario, ni arrogante, ni soberbio, ni humilde; tiene una personalidad regia, es amoroso, abierto a que nos acerquemos a Él.  No se puede describir con características humanas, porque es otra cosa. Cuando lo vi cambiar el color de sus vestiduras, lo vi con un turbante rojo y dorado, con esos nuevos colores de ropa, lo vi de espalda con un turbante (al entrar en nivel alfa o estado superior de conciencia siempre veo a Jesucristo, que es mi principal Consejero Espiritual), mientras me preguntabas y te respondía sucedió lo anterior.

  1. ¿Tú puedes llegar a Shambalá,  espiritualmente, ahorita?

R.- Junto a Jesús está un ser al que veo sólo delineado con luz, lo de adentro lo veo oscuro y opaco, pido protección, está al lado izquierdo de Jesús y Jesús le da la mano, así que es bueno.  Habla con él preguntándole si me da permiso de ir a Shambalá, la respuesta es .

  1. ¿Qué debemos hacer?

R.- Este ser me toma de las manos, nos hacemos pequeñísimos, del tamaño de un átomo.

Llegamos a una ciudad blanca, construcciones blancas de tipo gótico, de tipo Taj Mahal y tipo tailandés o chino; diferentes edificios, semejantes a esos tipos de arquitectura.

TAJ MAHALen la ciudad de Agra, estado de Uttar Pradesh, India.(1) Atribución Dhirad

Me siento como hormiguita junto a la catedral de Chartrés, así de pequeña me veo junto a estos templos.

Veo gente, no son tan cabezones como mi guía, pero son un poco más cabezones que los yucatecos; son delgados, altos y en proporción la cabeza es grande.  No caminan, se mueven sin tocar el piso, como levitando, usan túnicas largas con mangas anchas, muy anchas, como los chinos antiguos. Veo muchos árboles en las calles, árboles con frutos que cualquiera puede tomar si los necesitan (pero ya no tienen necesidad de comer).  Parecen naranjas, manzanas, limones, mangos, cocos y otros que desconozco.  La que veo como catedral de Chartrés es un templo, ahí se adora a Jesús; en las pagodas a Buda.

Catedral de Chartres
Catedral de Chartres (Photo credit: Carlos el hormigo)

Estos seres todavía no son espíritus puros, son una materia más sutil que la nuestra, ya no tienen necesidades materiales como nosotros, sólo están ahí para aprender.  Esta ciudad está en otra dimensión y es una dimensión más alta que la nuestra, es el paso que sigue a esta materia; en algún momento toda la Tierra va a cambiar de vibración y dependiendo de todos nosotros, va a pasar a ser Shangrilá o va a pasar a ser más densa, los que estén ahí en la más densa van a sufrir más que nosotros y será como retroceder, como castigo.

Depende de todos los humanos que la Tierra pase con todos nosotros.  Depende de la mayoría (masa crítica) si el planeta sube o baja de frecuencia vibratoria, pero si sube de frecuencia, puede haber algunos que no merezcan subir y se vayan a otro planeta más denso.  Si la mayoría merece bajar y hace bajar a la tierra de frecuencia, habrá algunos que se vayan a Shambalá.

De la mayoría depende si sube o baja, dependiendo de sus acciones, pensamientos y omisiones (karma), estaríamos (cancelado) en ese mundo más denso quizá por millones de años y luego pasaríamos al estado en que estamos actualmente y si nos portamos bien, ya pasaríamos a Shambalá y después a otras dimensiones más altas.

Cuando llegue el llamado fin de los Tiempos, el planeta va a sufrir cambios que harán que mueran todos los habitantes encarnados en ese momento y sus almas vayan a Intervidas (lugar a donde van las almas al morir el cuerpo, llamado en algunas culturas Bardo, Amenti, Mictlán, Xibalbá, Devachan, entre otros nombres ).  Mientras, el planeta cambiará de constitución (dejemos aparte el planeta Tierra).

Las almas que estén preparadas para avanzar, van a renacer en Shambalá.  Las almas que no hayan querido aprender, renacerán en Junctú, que es un mundo más denso.

La Tierra va a cambiar de frecuencia de acuerdo a la mayoría, si la mayoría sube de frecuencia, toda la Tierra subirá y será como Shambalá, será el recipiente material de Shambalá y los que no aprendieron renacerán en otro planeta: Junctú.

Si es al revés y la mayoría de las almas merece bajar de frecuencia, la Tierra bajará  también para ser Junctú y las pocas almas avanzadas se irán a Shambalá en otro lugar (planeta), tal vez en otro sistema estelar.

Shambalá estará en un planeta que tenga una vibración más alta que la actual de la Tierra, esta vibración deberá ser afín a la de Shambalá.

Shambalá es un “lugar” en otra Dimensión.

Junctú es un lugar de vibración más baja que nuestro planeta.

Si, debido a la mayoría de sus habitantes, la Tierra, baja de frecuencia, Junctú se establecerá en ella; si la Tierra sube de frecuencia, Shambalá se establecerá aquí, en la Tierra.

  1. ¿Es verdad que para dejar la Rueda de las reencarnaciones, por lo menos la última encarnación deberá ser en Shambalá o Shangrilá?

R.- La relación causa-efecto es al revés.  Primerose deja la Rueda de las reencarnaciones y luego se renace en una materia más sutil en Shambalá o Shangrilá.  Quiere decir que cuando renazcamos (por llamarlo de algún modo conocido) en Shambalá  o Shangrilá, ya no volveremos a nacer encarnados, sino más espirituales, o sea que para renacer en Shambalá o Shangrilá, primero tenemos que merecer dejar la Rueda de las reencarnaciones.

  1. ¿Cómo se llega a la unión con Dios?

R.- Para llegar a la unión con el ABSOLUTO, tenemos que pasar por muchos estadios, “refinándonos” o purificándonos” cada vez más, elevando nuestra frecuencia, hasta llegar a la más alta y entonces, seremos Uno con el ABSOLUTO.

  1. ¿Es la unión con el ser Absoluto, o unión con nuestros creadores extraterrestres?

R.- La respuesta anterior es la Unión con el ABSOLUTO, aunque algunos autores se refieran a una identificación “material”, como por ejemplo, el ADN, cuando se refieren a la “Chispa Divina” que todos llevamos dentro.  Eso se refiere, a veces, a que tenemos fragmentos de ADN de nuestros creadores; pero, otras veces, también se refieren a que nuestra esencia espiritual, es una parte de la esencia del ABSOLUTO.  En la mayoría de los casos, ni los mismos autores saben si se refieren a uno o a otro concepto.  Debemos entender uno u otro, dependiendo del contexto.

Hay un DIOS que es el ABSOLUTO, Él (o Ella) es el Creador de todos los Universos, pero en la tierra, como en otros planetas, hubo “creadores extraterrestres” llegados de otros mundos, con tecnología más avanzada, que implantaron la vida material en este planeta y, en visitas subsecuentes,  ayudaron en su evolución; implantaron la inteligencia y en algún momento, llegaron espíritusoriginados” en el ABSOLUTO (y que ya se habían materializado antes en otros mundos) a esos cuerpos creados y evolucionados por los creadores (extraterrestres).  Los seres inteligentes creados llamaron dioses (o un concepto semejante, que ahora se interpreta como «dioses») a sus creadores y algunas religiones han confundido a Dios, el ABSOLUTO, con esos dioses-creadores.

Continúa en:

http://aquevineadondevoy.wordpress.com/2013/10/30/shangrila-o-shambala/

© Silvia Eugenia Ruiz Bachiller

Autora de “TÚ Y YO SIEMPRE”, novela romántica. La historia de amor de Almas gemelas, su karma, reencarnación y regresiones a vidas pasadas.

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NOTAS.

(1) También conocido como Pablo el Veneciano, encarnó en Verona en 1528 como el pintor Paolo Caliari, y desencarnó e Venecia en 1588. Actual Mahá Chohán. Maestro Ascendido de VII Iniciación; Señor Director de los Siete Chohanes de los Siete Rayos. Él es el espíritu de Luz que me guía en mis visualizaciones y también Él es quien habla a través de mi voz cuando llevo a cabo una canalización.

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