EL TIEMPO PERDIDO

Después de más de una semana sin publicar (por gripa) ahora voy a compartirte un cuento que escribí hace años, está basado en hechos reales, cualquier semejanza con la vida real ¡es cierta!, los lugares y las fechas son casi todas exactas, aunque sí añadí algo de ficción y los nombres de los personajes fueron cambiados.

Espero lo disfrutes.

I

Hubo muchísima gente presente en la apertura del «Portal 11-11″ el 11 de enero de 1992 a las 11:11 am., hora local. El sitio principal era la pirámide de Keops, en la llanura de Gizéh, a unos minutos de la ciudad de El Cairo, en Egipto. El lugar que le siguió en importancia, fue Chichen Itzá, en Yucatán, México.

Cada uno de los «llamados» se dirigió al lugar que se le indicó. ¿que cómo se les indicó?. Bueno, eso cada cual lo «supo» de diferente manera: algunos en sueños, otros al estar en meditación, otros simplemente «lo supieron».

Eso fue lo que les ocurrió a Pedro y Natasha, dos jóvenes recién casados, originarios de la ciudad de México, ellos simplemente supieron que tenían que ir a Chichén Itza y estar ahí el 11 de Enero, a las 11:11 de la mañana, aunque no sabían para qué.

La buena nueva se esparció por todo el mundo. A Chichén Itzá, se dirigieron viajeros procedentes de lugares tan diversos y alejados como Quebec o Buenos Aires; llegaron grupos de Florida, Barcelona, Japón y ¡hasta de Israel!, sin contar, claro a los turistas normales que llegan de todo el mundo a admirar las fantásticas zonas arqueológicas de México.

            II

En cuanto Pedro y Natasha sintieron el llamado, en la madrugada del día 6 de enero; casi sin darse cuenta de cómo lo lograron, arreglaron todos sus asuntos, cobraron cuentas «incobrables», empacaron maletas y el 9 de enero a la 1 de la tarde, partieron hacia Mérida en el único autobús que salía ese día; por poco no lo logran, ya que cuando llegaron (tarde, por supuesto, gracias a Pedro) había sólo un asiento, pero Pedro habló con los choferes y consiguió que le vendieran (al doble del precio) el asiento que el chofer auxiliar debía ocupar mientras el otro manejaba y el pasajero que iba junto a Natasha le cambió el asiento a Pedro, para que pudieran viajar juntos. Todo se arregló de manera asombrosa.

Nunca se imaginaron lo incómodo que les resultarían 22 horas de viaje en un camión medio destartalado; pero como sentían que valía la pena, en cuanto llegaron a Mérida se olvidaron de todas las molestias.

Cuando les informaron que sólo había salidas de autobuses a Chichén Itzá el día siguiente, 11 de enero, a las 9 de la mañana y que el viaje de Mérida hacia allá duraba «más o menos» dos horas, decidieron gastarse en alquilar un auto barato, un Vochito (Volkswagen Sedán) rojo, lo que se habían ahorrado al no haber viajado en avión; no fuera que hubiera alguna demora y no pudieran estar en Chichén antes de la hora: las 11:11, de enero 11.

Cuando llegaron a Chichén Itzá, todos los hoteles del pueblo estaban llenos, caminaron probando uno por uno y no conseguían nada, en el último del camino (cerca de la Pirámide de Kukulkán), les informaron que sólo había una habitación disponible, que por una u otra razón no se había ocupado; y también les comentaron que en esa época del año, aunque aún es temporada alta, nunca se llenaban los hoteles, pero en esta ocasión, por alguna circunstancia desconocida (para el administrador del hotel), ya todos los hoteles estaban completos.

Se instalaron y se dirigieron al restaurante para cenar; pidieron un aperitivo y estaban platicando tomados de la mano y mirándose a los ojos, cuando escucharon a una mujer con inconfundible acento argentino preguntarle al capitán de meseros.

-¿Vos sabés si el evento de mañana a las 11:11 va a ser aquí, o en Uxmal?

Ambos voltearon a ver a la huésped, una mujer madura, rubia, alta y esbelta, que había hecho la pregunta y no pudieron evitar sonreír al ver la cara de desconcierto de pobre capitán.

Seniora, le ruego me disculpe, pero no sé qué es lo que está pasando o lo que va a pasar- respondió obsequioso, con su inconfundible acento yucateco -sólo sé que por estas fechas nunca estamos tan llenos, como hoy…¡ja!

Pedro se levantó de inmediato para hablar con la señora argentina.

-Buenas noches -le sonrió – si gusta sentarse con mi esposa y conmigo, nos encantaría platicar con usted sobre lo que va a ocurrir mañana -hizo un ademán con la mano, indicándole la mesa donde los esperaba Natasha.

Sorprendida, Stella le devolvió la sonrisa, agradeció al capitán y aceptó la invitación.

Una vez acomodada junto a Natasha y habiendo ordenado un «Margarita» y la cena, empezaron a platicar de la Apertura del Portal 11:11.

Pedro le explicó, mientras ella saboreaba su coctel.

-Nos atrevimos a invitarla, porque parece que usted sabe qué es lo que va a ocurrir, aunque no sabe exactamente adónde- la miró, interrogándola con los ojos.

-Así es, pero, por favor, hablémonos de tú, en Argentina casi no usamos el usted, preferimos el «vos» -todos se sonrieron y la argentina continuó – Lo que yo sé, es que mañana, a las 11:11 hora local, una nave extraterrestre, llamada «La Nueva Jerusalén«, tripulada por nuestros hermanos mayores va a estar posada (en otra dimensión y, por lo tanto, invisible a los ojos humanos, pero perceptible energéticamente) sobre determinados puntos del planeta. A algunos, que podríamos llamar «elegidos», se nos llamó para estar en uno de esos puntos predeterminados – los miró dubitativa, no sabía si ellos le estaban creyendo, la expresión de sus rostros la tranquilizó y prosiguió:

-Yo me sentí llamada a Yucatán e hice un viaje de 22 horas en avión, pero no estoy segura de si va a ser aquí o en Uxmal.

Pedro y Natasha se miraron: ellos habían hecho ese mismo tiempo desde la capital de México, sólo que en camión; la argentina siguió explicándoles.

-Sé que si es allá, estoy muy lejos, pero en tal caso, saldría de inmediato para no perderme este maravilloso suceso. ¿Vos sabés algo al respecto?

Sus interlocutores se miraron muy serios después de que Natasha le explicara.

-Nosotros estamos seguros de que, en México, la zona principal estará ubicada aquí en Chichén Itzá, justo sobre la pirámide llamada El Castillo, pero – sonrió tímidamente levantando los hombros, como disculpándose – por extraño que te parezca, sentimos la urgencia de venir aquí, aunque no sabíamos exactamente a qué; sí habíamos oído del Portal 11:11, pero no sabíamos de qué se trataba.

Los tres rieron nerviosos y divertidos.

-Bueno, pues ya nos complementamos, vosotros me habéis dicho dónde debo estar y yo les he explicado a qué vinieron -nuevas risas -¡salud! -de un trago se termino la «margarita» y pidió otra – allá no se puede tomar mucho tequila… es muy caro.

La cena transcurrió entre risas y confidencias, salpicadas de orientaciones turísticas sobre la zona y, ¿por qué no?, también sobre Argentina.

Al despedirse Stella les confió una inquietud – Sé que mañana debemos estar en grupos de 4 personas, previamente determinadas; yo supuse que al llegar aquí me encontraría a los otros tres y me encontré con vosotros, pero falta uno…

-No te preocupes, recuerda que «Dios proveerá» – la tranquilizó Natasha – Nos vemos mañana a las 7 para desayunar.

-Ninguno de los tres durmió más de una hora esa noche y, durante el sueño, Natasha vio al 4° miembro de su grupo: era un hombre maduro, de bigote y pelo negros, aunque con calva incipiente, e iba vestido con pantalón gris, camisa blanca, suéter color vino y en la muñeca llevaba un reloj con extensible de oro; en el sueño, Natasha «supo» que él se dedicaba a algo relacionado con la salud.

III

A la mañana siguiente después de desayunar con su nueva amiga, se dirigieron a la zona arqueológica de Chichén Itzá (cruzando la carretera y a unos pasos más, había una entrada secundaria a la zona), para encontrarse, como ya lo esperaban, con una multitud, pero no habían supuesto que fuera de esa magnitud. En su camino a la entrada, se toparon con dos largas filas de autos (una procedente del rumbo de Mérida y la otra del lado contrario); Pedro comentó que parecía el periférico a Satélite a las 3 de la tarde; Natasha rió, Stella no entendió con exactitud a qué se refería, pero comentó que no se esperaba tal cantidad de peregrinos. También vieron a muchísimos grupos de gente vestida de blanco, que venían caminando desde Dios sabe dónde.

Al llegar a la entrada, descubrieron con desánimo que las filas frente a las taquillas para comprar los boletos   eran interminables. Ya eran casi las 9 y no parecía haber esperanza de poder entrar antes de las 11, pero Natasha observó que en la última taquilla, la que estaba junto al rincón, tenía una fila de menos de 12 personas.

-En seguida regreso – sin más explicaciones se cambió de fila, vio que, efectivamente, estaban vendiendo boletos, cuando le llegó su turno los compró y llegó enarbolándolos triunfantemente; Pedro y Stella la miraron con asombro y gran contento, pues si hubieran seguido en esa fila, hubieran entrado después de las 12; los tres, felices, se dirigieron a la entrada tomados del brazo.

Subieron a la Pirámide de Kukulkán, llamada “El Castillo” y se sentaron en lo alto de la escalinata a observar a un grupo de «chamanas» canadienses, que estaban organizando grupos de gente que se tomaba de la mano y formaban círculos que se movían hasta formar una espiral.

Stella estaba aún preocupada y preguntándose si debía estar con ellos, porque sabía que, a las 11:11, tenían que formar grupos de 4 y ellos eran 3. Cuando nuevamente estaba comentando eso con Natasha, se les acercó un hombre maduro, de bigote y pelo negros, aunque con calva incipiente… Natasha se fijó en su muñeca izquierda y sí, llevaba el mismo reloj de oro que ella había visto en sueños, además iba vestido como ella lo había soñado. Sonriendo le dijo a Stella.

-Aquí tienes al compañero que faltaba – se dirigió al caballero yucateco – disculpe, ¿usted se dedica a algo relacionado con la salud?

Él la miró un tanto divertido y extrañado -soy médico.

-¿Viene con otras personas? -Pedro abrazó a Natasha, para evitar que el desconocido supusiera que ella le estaba coqueteando.

-No, vengo solo, pero sé que aquí voy a encontrar a los otros tres con los que voy a hacer grupo.

Ella rió alegremente -pues nos acabas de encontrar, él es Pedro, mi esposo, y ella es Stella, que vino desde Argentina; anoche te soñé, como nuestro compañero N° 4. El yucateco saludó encantado a los tres y, sin esperar más, se metieron al templo de lo alto de El Castillo (muy pocos pudieron hacerlo ellos fueron algo así como “elegidos entre los elegidos”, entre los pocos que estuvieron en el Templo, estaban las dos “chamanas” canadienses, sus seguidores se quedaron abajo). Ahí se unieron a un pequeño grupo de Tamaulipas que estaba orando y cantando mantras.

IV

Nave espacial

A la hora «cero»: las 11:11, todos los asistentes entraron en meditación y pudieron percibir la Energía que venía de arriba; sintieron lo que nunca antes habían sentido y se integraron al UNO.

Pedro y Natasha, con los ojos cerrados, tuvieron la misma visualización: una flor de loto muy brillante, color rosa, violeta y verde; también vieron cómo se dirigía hacia ellos una paloma blanca y luminosa, que salió de la gran nave, también luminosa, posada sobre El Castillo.

Cuando todo terminó, Pedro se sentía como caminando entre nubes y una de las «chamanas» canadienses le ayudó a «aterrizar», le sugirió ejercicios y meditaciones y sólo después de llevarlos a cabo Pedro pudo sentirse nuevamente en la tierra.

Stella se fue con Fernando, el médico yucateco, a conocer la zona y Natasha, que se sentía como pez en el agua, porque todo le parecía maravillosamente natural y normal, esperó que Pedro hiciera sus ejercicios, aprovechando para admirar el paisaje hacia los cuatro puntos cardinales, desde lo alto de la pirámide; cuando Pedro terminó, bajaron de la pirámide y regresaron al hotel, donde se encontraron con la agradable sorpresa de que ahí se alojaban las «chamanas«, canadienses, Renae y Lorena, quienes los invitaron a una meditación esa noche, en su habitación.

V

Durante la meditación varios de los participantes, entre ellos Natasha, tuvieron una regresión a una vida pasada, que ocurrió en Egipto; sin saber que Renae, la chamana mayor, fue hija de Nefertiti, vieron un pasaje de esa vida en la que estuvieron juntos; al salir de la meditación todos los que tuvieron la regresión describieron un gran palacio con pisos y columnas de mármol, pero cada quién narró situaciones diversas, como era de esperar, pues cada quién había sido un personaje diferente y sus vidas eran distintas, aunque todos vivieran o trabajaran en el mismo palacio, en el mismo tiempo.

Cuando todos hubieron platicado sus experiencias, Renae les explicó que ella fue hija de la famosa reina Nefertiti y que todos los presentes habían estado con ella en esa época; desde que los vio en la pirámide lo sabía, y sólo estaba esperando que todos se reunieran, para compartir con ellos esa regresión durante la meditación. Después, se dirigió a su tocador y les mostró un collar que ellos creyeron era una réplica exacta del que lucía la escultura de Nefertiti que la canadiense tenía en su altar; pero Renae les explicó que era ¡el original!, que un anticuario se lo había regalado en Roma en cuanto ella entró a su tienda, diciéndole que le pertenecía por herencia; después de eso, Renae tuvo una regresión y averiguó que había sido hija de la tan famosa reina egipcia. Ese día, en la Apertura del Portal 11:11, se había encontrado con algunos de los habitantes de su palacio en aquella época y había querido que todos tuvieran el conocimiento de esa encarnación, en la que habían vivido con ella en Egipto.

VI

Todo lo sucedido fue demasiado para Pedro y Natasha y no pudieron dormir esa noche, por lo que se llevaron unas cobijas al jardín del hotel, las extendieron sobre el pasto y se la pasaron tumbados boca arriba, contemplando las estrellas; sobre todo a Sirio, su lugar de origen; ellos desde hacía tiempo tenían esa certeza, pero nunca se lo habían comentado a nadie, por temor a que los creyeran locos, pero cuando Lorena, la chamana menor ayudó a Pedro arriba de la pirámide, les había preguntado, en su español champurrado.

-¿Ustedes, de dónde venir?

Sin dudar un segundo, ambos contestaron -de Sirio.

-¡Qué bien!, mí también venir de allá.

Cuando empezó a amanecer, se fueron a su habitación a dormir un poco, pero se levantaron tardísimo y en lo que arreglaron sus maletas y comieron, partieron hacia Tulúm casi a las 6 de la tarde, tratando de llegar, tras 2 horas de viaje, a las 8 pm al hotel, hora límite para que les respetaran su reservación.

El Volkswagen que habían alquilado era magnífico para esas carreteras, como la que sale de Nueva X-can hacia Tulum, la zona arqueológica que querían visitar.

En cuanto salieron de ese pueblo y dieron la vuelta a la derecha, entraron a un camino que no parecía carretera, era totalmente recto, angosto, estaba cercado por setos y arbustos y no tenía raya divisoria ni cuneta, así que ambos tenían la impresión de que era un camino privado hacia una hacienda, casi como un corredor o pasadizo hacia un caserón antiguo o algo semejante, además, les pareció interminable a pesar de que tenía una especie de luminosidad tenue, porque no era oscuro como a esa hora del anochecer sería cualquier carretera.

Después de avanzar por ese camino, estando el cielo despejado, sin nubes ni amenaza de lluvia, de pronto empezaron a caer gotas en el parabrisas del auto, nada extraño si está lloviendo, pero esta lluvia era horizontal, no vertical, no podían ver de dónde venía, por lo tupido de las gotas, pero claramente pegaban en el auto horizontalmente, el limpiaparabrisas no lograba retirar las gotas… de pronto, así como empezó, terminó y el suelo delante de ellos se veía totalmente seco.

VII

Poco después, serían casi las 7 de la noche del 12 de Enero de 1992, cuando, a la mitad de ese camino desierto, el auto se apagó, ellos se quedaron sordos, como si hubieran metido la cabeza al agua, y en un parpadeo se encontraron en medio de una multitud de gente vestida como los mayas antes de la llegada de los españoles; estaban de nuevo justo frente al Castillo de Chichén, del lado en que están las cabezas de serpiente.

Estaban tomados de la mano, con una sensación mística, a lo cual ayudaba el olor del copal que dos sacerdotes estaban quemando, así como el sonido hueco   de un caracol y otro rumor rítmico que no identificaron. Voltearon al mismo tiempo y se miraron a los ojos profundamente, no se asombraron de verse vestidos como los mayas prehispánicos, simplemente se dejaron llevar por lo espiritual del momento.

Observaron la ceremonia con una rara emoción. Vieron al Gran Sacerdote subir lentamente la escalera llevando en su mano un pequeño brasero con copal encendido; cuando llegó a la cúspide se inclinó, volteó hacia la muchedumbre haciendo una especie de bendición con el copal y entró al templo. La música subió de volumen y unas jóvenes iniciaron una danza mística en lo alto de la pirámide.

Poco a poco la multitud empezó a seguir el ritmo con movimientos lentos, pero aumentando la intensidad de éstos conforme la música sonaba más fuerte y el ritmo se aceleraba.

piramide-de-kukulkan

.

De pronto Pedro y Natasha se encontraron bailando desenfrenadamente, sintiendo un gran deleite al hacerlo; en medio de la danza se acercaron y no pudieron evitar darse un apasionado abrazo que los mareó hasta hacerlos caer desvanecidos.

 .

VIII

Natasha se desperezó en el asiento del auto estacionado a media carretera, se talló los ojos y volteó a ver a Pedro que también acababa de despertar.

 .

-¿Qué pasó? -volteó tratando de ver algo- ¿Me dormí?

 .

-No lo sé, creo que después de que se apagó el coche nos dormimos… tuve un sueño extraño ¿sabes?

 .

-Yo también. Soñé que tú y yo estábamos en una ceremonia en Chichén Itzá y…

 .

-Qué curioso yo también soñé eso, pero era en tiempos prehispánicos, no ahora… -Natasha no lo dejó terminar – yo también, ¡qué raro!, al final bailamos hasta caer desmaya…

.

-!No sigas!, yo soñé exactamente lo mismo ¿Sería otra regresión?

.

-No lo creo, yo sentí que estaba viviendo esto… en las regresiones siempre tengo conciencia de mí aquí, en esta vida y lo que me acaba de pasar fue muy diferente.

 .

-Sí… tienes razón, yo también lo sentí muy distinto a cualquier otra cosa que me haya sucedido antes.

 .

Callaron, cada cual sumido en sus pensamientos y recuerdos.

.

Pedro arrancó el auto y no volvieron a abrir la boca hasta que llegaron al hotel cercano a Tulum donde habían hecho reservación desde la agencia de viajes en Mérida.

 .

-Mira, cariño, ahí está el hotel Acuario, me gusta su nombre, como la Era que está empezando.

 .

Pedro no le contestó, se sentía molesto por no poder explicar lo que les había sucedido en la carretera.

 .

-Ojalá aún podamos cenar… ya es muy tarde- él salió del coche sin responder a su esposa, ésta se peinó y bajó sin dejar de pensar que tenía mucha hambre.

 .

El restaurante, que servía de administración, estaba desierto a no ser por el gerente del hotel (según se leía en su gafete) que estaba haciendo corte de caja. Pedro se alegró de haber llegado cuando aún estaba el gerente, porque no quería tener problemas con su reservación.

 .

-Buenas noches, soy Pedro Álvarez, tengo una reservación para hoy.

 .

El gerente lo miró asombrado -¿para hoy?, no puede ser, el hotel está lleno, hay lista de espera, es plena temporada, déjeme ver – tomó el papel que le extendía el joven y lo leyó atentamente.

 .

-Lo siento señor Álvarez, dijo señalando con el dedo índice la fecha, pero su reservación era para el 12 de enero de 1992 y …

 .

Pedro estaba muy cansado y se molestó por la ineptitud del gerente -precisamente, estamos a 12 de enero, y aunque son -vio su reloj para confirmar la hora- las 10 de la noche y sólo nos podían conservar la reservación hasta las 8 pm, no creo que 2 horas…

 .

Asombrado, el gerente lo interrumpió -discúlpeme, pero son las 4 de la mañana del 13 de enero; no entiendo… – lo observaba pensando que el joven estaba borracho o drogado.

 .

Natasha se acercó a ellos después de examinar las postales en el otro extremo del mostrador

 .

-¿Qué pasa?

 .

-Que hoy es 13 de enero y son las 4 de la mañana ¡tardamos 8 horas en llegar y no 2!

.

Se miraron extrañados a los ojos y al mismo tiempo exclamaron: ¡6 horas en la ceremonia!…

 .

***

.

Ciudad de México, D. F., enero de 1992.

 .

© Silvia Eugenia Ruiz Bachiller, Puedes copiar y publicar este artículo, siempre y cuando incluyas el enlace al artículo, no lo uses con fines comerciales, no lo modifiques, no quites el © ni este último párrafo que le sigue, enlaces incluidos.

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Imágenes tomadas de internet, Pinterest  o de los enlaces relacionados.  Creo que no es necesario advertir que algunas fotos, son imágenes actuales, sólo para dar una idea de cómo fueron en aquellos tiempos y lugares.

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Silvia Eugenia Ruiz Bachiller, Autora de “TÚ Y YO SIEMPRE”, novela romántica. La historia de amor de Almas gemelas, su karma, reencarnación y regresiones a vidas pasadas.

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30 comentarios en “EL TIEMPO PERDIDO”

              1. Es un honor para mi que un personaje tuyo tenga mi nombre. Pues en Puerto Rico no era un nombre común. Aquí hay unos melocotones que se llaman Melba peaches y hasta unas tostadas dietéticas. El nombre de los melocotones, según me han contado, se lo puso el dueño de una companía que empacaba melocotones, cuando escuchó vio a una cantante llamada Melba Moore, que tenía un hermoso trasero que le recordó a sus melocotones. Bueno, espero que te guste la explicación. Un abrazo.

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              2. Jajaja, muy buena referencia, te pregunté porque es un personaje con Ph.D. netamente estadounidense que,por ej., no podría llamarse Xóchitl, por eso la pregunta. El cuento es de hace tiempo, pero le voy a cambiar el nombre y ponerle Melba en tu honor.
                Espero re publicarlo pronto.
                Abrazo de luz

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  1. Veo que por fin te recuperaste. Que me alegro.
    ¿Cuál de los personajes viviste tú? Por lo que comentas, lo viviste de primera mano.
    Yo debí ser muy malo en otras épocas y haber pasado de lombriz a cucaracha recursivamente, porque no tengo regresiones 😉 😛 .

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    1. Hola Paco, aún no estoy recuperada del todo, pero este cuento ya estaba listo y tenía que publicarlo el 11 de enero.
      Natasha es mi personaje, todo todo fue real hasta cuando se detiene el auto en la carretera, de ahí en adelante es ficción.
      Muy pocas personas pueden tener regresiones a vidas pasadas y normalmente se necesita de un terapeuta calificado para que las guíe, así que no necesariamente fuiste cucaracha o lombriz en una vida pasada, aunque… (jajaja, broma).
      Abrazo gama, ahora se te olvidó.

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    1. Hola mi querida amiga, muchas gracias por tu alegría, aunque bien, bien, aún no estoy, sólo que este relato tenía que salir el día 11 de enero y salió.
      Gracias también por tu comentario.
      Sí, fueron varias experiencias maravillosas en ese viaje, voy a publicar un comentario y mi respuesta, donde explico qué y cómo pasaron esas situaciones, espero lo leas y comentes, será hoy o mañana.
      Abrazos de luz

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  2. Anoche en la madrugada estaba finalizando mi comentario , bastante extenso por cierto, ya que cuando me suscita exponer lo que me aporta un articulo,una historia, un ,relato o un cuento en este caso era el tuyo, ese tiempo no existe, estoy inmersa en una bóveda cerrada, un circulo o burbuja cósmica, podría tener muchas mas definiciones, pero a mí con estas me son suficientes para que me comprendáis, es por ello que no soy consciente de que mis pensamientos o emociones se envuelven en una espiral que me atrae porque a la vez soy la propia espiral donde fluyen mis pensamientos, sensaciones e intuiciones.
    El caso es que cuando lo daba por finalizado, la pantalla del ordenador se me puso en negro y se me reactivo el cierre y a su vez el inicio, dónde lo único que era comprensible para mí, es que había un enunciado, no apague el ordenador, seguramente será un programa o cualquier otra cosa que desconozco porque soy bastante » zoqueta » en lo que se refiere a la informática, el caso es que se me borró todo mi escrito y en aquel momento percibí que había pasado 1.30 h. desde que comencé a escribir el comentario, no podía imaginarme como me paso el tiempo y al final, no tenía nada aparentemente, mis palaras escritas se habían perdido y no pude recuperarlas, pero pensé, que todo tiene un porque, seguramente debía de nuevo releer el cuento, que para mí no es un cuento, es algo muy real, que tú experimentaste, ya sea en sueño o despierta y de alguna forma estabas allí, sin importar la edad que tuvieras ya fuera físicamente o tu propia energía sin tu envoltura corpórea fueras testigo, de ese evento transcendental para un ser especial, al igual que otros.
    Es por mi percepción, sea acertada o no, que tuviste en su día, la necesidad a sabiendas o no, de que tenías que dejar fluir tus palabras llenando el blanco de unas páginas, dejando en ellas lo que sucedió y como lo sentiste

    Hoy he tratado de hallar información en internet de esta fecha y efectivamente en esa fecha, se abrió el portal de un ciclo de los 20 años en el13 er baktun ( 20 años es un UNIAL ) que fué el 1º año el Sr. Li Hongzhi presentó al público FALUN DAFA de10 años, en que expone algunos criterios de esta índole y fue alrededor del mundo en distintos enclaves del planeta. El caso es que aunque no conozca estos conceptos, es algo evidente, que las energías cósmicas envuelven al planeta y cada ciclo tiene una misión y en cierto modo » tu cuento » es una aportación al conocimiento de lo que sucedió.

    He llegado a la conclusión, que los afortunados que tuvieron esta experiencia, han sentido los pulsares del Infinito y han latido al unísono de la ETERNIDAD, donde no existe el tiempo, porque esa definición se la puso el humano, para contabilizar los días y las noches, fue una medida para no perderse en el ayer,hoy y mañana , que en realidad es el TODO de un constante PRESENTE, porque es la NADA, en la cual todos los acontecimientos están en esa » Burbuja Cósmica, donde planetas estrellas y la vida estamos conectados a ese espacio sideral .

    Las cifras se repiten en estos eventos mágicos 11/11, que tienen relación con la apertura de los portales, donde el pasado se hace vigente e incluso nos transporta a otras dimensiones, también tiene algunas connotaciones esotéricas y del mismo modo el 4 como grupo creo que guarda relación con los puntos cardinales, las estaciones, las fases de la luna, alguien dijo que era el número del alma, etc. etc., partiendo de la base del cuadrado, se forman las pirámides y todas las formas dela geometría, que junto a la aritmética, está presente allá dónde sea en el cosmos, en nuestras vidas.la naturaleza..

    Tu » cuento » yo no lo definiría como tal, ya que lo que me proyecta en mi interior es la experiencia de personas, donde el TIEMPO NO EXISTE, por lo tanto no se puede definir como » EL TIEMPO PERDIDO» ya que simplemente fueron transportados a otras dimensiones y seguramente allí sea la que sea en los confines de lo Creado vivieron y sintieron que eran participes de lo mas grandioso, que sentirse que eran parte dela UNIDAD de la NADA y el TODO y creo que de alguna manera tú también lo experimentaste, por esta razón escribiste este «CUENTO »

    Un abrazo y perdona la extensión de mi comentario, me he dejado muchas cosas en el tintero., pero al menos en parte algo de lo que yo siento con tu relato.

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    1. Hola mi querida d.m. otro de tus comentarios que merece ser post, ya estoy saliendo de la gripa, espero hoy mismo o mañana subirlo con mi respuesta.
      Muchas gracias por estos comentarios, puedes extenderte todo lo que quieras, mi blog es tu blog.
      Abrazos de luz

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  3. Mi querida Silvia.
    Mi amiga. Gracias por poner mi nombre a un relato tuyo, digamos a una vivencia. Créeme, que me hubiera encantado estar contigo con tu Pedro y tú como Natacha, siendo cuatro con el médico, viendo todo el entorno de la Pirámide de Kukulkán .Sintiendo…
    Tienes la riqueza de tu tierra, el colorido de la misma, y una imaginación desbordante que me hizo viajar hasta tu México del año 1992.
    Ahora creo, porqué no, que en ése año un trece de enero, estuve contigo.
    Un abrazo desde el cálido Sur….

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    1. Hola mi querida amiga Stella, qué bueno que te gustó mi idea de ponerle tu nombre a este personaje del cuarteto, que al escribirlo tenía otro nombre, pero se lo cambié por el tuyo, en tu honor. Me está gustando ponerles nombres de alguien admirado y querido a mis personajes.
      Hubiera sido fantástico que fueras tú quien estuvo con nosotros, todo ese segmento fue totalmente real, el final tuvo algo de «ficción», pero de mi ficción que «veo» y sólo escribo, es diferente a la imaginación y a la inspiración. A veces se trata de cosas pasadas, a veces son premonitorias, ya les avisaré si algún día soy «abducida» y llevada a la época de los mayas en Chichén Itzá (o tal vez fue una regresión), al rato o mañana subo en comentario y mi respuesta donde explico estos detalles.
      Un abrazo de luz desde México, en pleno invierno (aunque no tan frío)

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