LAS MUJERES Y SU LIBERTAD LIMITADA
Cambios en el trono de Arabia Saudí, al fallecido Abdalá ya le ha sustituido su hermanastro Salman, pero todo sigue igual para la población, especialmente para las mujeres, esas que en el país tienen absolutamente limitadas sus libertades y que necesitan la autorización del marido para prácticamente cualquier circunstancia. Bien lo ha podido comprobar de primera mano Michelle Obama en la visita oficial que ha hecho junto a su marido al reino para conocer al nuevo monarca.
La primera dama vestía un traje de chaqueta y pantalón y decidió no ponerse pañuelo en la cabeza, un estricto código de vestimenta que el país saudí exige a sus ciudadanas, pero en el que se muestra más tolerante con las extranjeras. Sin embargo sí hubo algunos momentos de tensióncomo por ejemplo cuando los Obama fueron recibidos por varios funcionaros saudíes –todos hombres-, tal y como cuenta Yahoo.com.
Michelle Obama, recibidos por el nuevo rey saudí, Salman bin Abdelaziz (dcha). EFE/Agencia De Prensa Saudí (SPA) …
Mientras que algunos sí le dieron la mano a Michelle, otros lo evitaron, aunque hicieron un gesto respetuoso con la cabeza. Una reacción normal en un lugar en el que se aplica la sharia (código de conducta islámico) de una forma más radical que en otros países árabes.
Así, las mujeres no tienen derecho a conducir y necesitan permiso de un hombre, ya sea marido o padre, para asistir a la universidad, viajar o ser operadas en un hospital por poner algunos ejemplos.
Los Obama a su llegada a los Estados Unidos (AP)
Sorprende por tanto ver a Michelle, gran defensora del feminismo y de la libertad de elección para las mujeres, como independiente que ella es, teniendo que ver estas actuaciones durante su visita oficial a Arabia Saudí y aceptándolas.
Y es que la monarquía saudí ha conseguido a lo largo de estas últimas décadas mantener su férreo régimen, pese a las tímidas presiones de Occidente. Es un aliado clave de Europa y Estados Unidos, con unos importantísimos ingresos petrolíferos, y la visita de los Obama pone de relieve lo estratégica y fundamental que es esta unión.
Precisamente hace escasos días se hizo viral una campaña en Twitter que intentaba que las mujeres dejaran de usar las redes sociales. Con el hashtag ‘no queremos chicas en Twitter’ hubo más de 355.000 menciones en solo un fin de semana, según recoge The Independent. El hecho en sí no tiene mayor importancia, pero revela la mentalidad del país y lo difícil que van a tener las mujeres el lograr el hueco que merecen en el conjunto de la sociedad.
La monarquía saudí se refugia en los avances de los últimos años, como la apertura de una universidad mixta, pero tal y como hemos visto antes, las chicas necesitan permiso para acudir a ella. Parece que los aires de cambio aún no han llegado a Arabia Saudí.
serunserdeluz 
Es terrible, Silvia que haya quien pueda creer así en esta era. Es como si el tiempo se hubiera detenido hace mil años en esa zona del mundo. Creo que no lo entenderé nunca.
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Y lo peor, Enrique, es que no sólo pasa en esa zona/cultura, sino en todo el mundo hay mujeres sometidas a su padre, hermanos o esposo y prácticamente viviendo casi sin derechos humanos, eso lo puedo ver «a la vuelta de la esquina». es muy triste, de verdad.
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Me parece muy interesante todos los temas que tratas en tu blog, me encantan y lo bien que los tratas. Te felicito. También aprovecho para darte las gracias por tu comentario en mi blog acerca de los chicanos.
Los chicanos son los hijos de los mexicanos nacidos en Estados Unidos. Yo no lo sabía hasta que no viví en California. Mi respeto y cariño hacia ellos. Tengo muy buenos amigos chicanos. Me interesó la poesía chicana, hay muy buenas poetas y un teatro campesino muy interesante. Muchas gracias amiga. Y un fuerte abrazo. Julie
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Muchas gracias amiga, te agradezco lo que dices sobre mi blog, a mí me encantan tus poesías.
No tengo la fortuna de conocer personalmente a ningún chicano, pero estoy al tanto de su situación, tal vez sólo superficialmente, pero creo que entiendo su situación, aquí (en México), genéricamente, algunos llaman chicanos también a los compatriotas que se van como indocumentados y logran instalarse allá y hacer una vida, como sea, son en parte mexicanos, a veces duele ir allá (EEUU) y ver que los chicanos se niegan a hablar español, renegando de sus orígenes, pero también es entendible.
Un abrazo,
Silvia
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Gracias a ti Silvia. Si. Conocí varios, allí los llaman «mojados» los que cruzan la frontera como pueden, indocumentados. Generalmente gente buenísima, trabajadora, y sí que duele, ojalá Obama cambie las leyes ahora y facilite el paso o arregle los papeles de tantos ilegales. Gracias por darnos a conocer tantos temas interesante. Un beso, Julie
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Pues ojalá lo haga, Obama ha estado posponiendo el tema desde que se postuló la primera vez. Gracias a ti, querida Julie, un abrazo
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Te he nominado para el premio The Very Inspiring Blogger Award!! ^^
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Hola, Zcoer, muchas gracias por la distinción, voy a tu post, saludos
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No hace muchos años, aquí -en España- ocurría algo parecido.
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Espero que no se vuelvan a imponer injusticias como ésas y que donde aún las hay sean eliminadas, ya es hora de acabar con esas costumbres y tradiciones de desigualdad. Saludos
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Hola Silvia,
hace pocos decenios, antes de descubrirse el oro líquido en esos países, estos jeques y sus familias eran simples pastores que vivian en cabañas. Es curioso comprobar que a pesar de cambiar tanto sus vidas con el dinero no quisieran avanzar también en otros aspectos sociales. Se escudan en la religión pero…
Abrazos
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Hola Javier, sí, es un gran «pero…»
A veces, aún en otras culturas, el dinero y el poder vuelve a los hombres (me refiero al género masculino) más prepotentes y sexistas (o machistas, como se le quiera llamar) y en la cultura-religión islámica ese poder económico y político aumenta ese comportamiento contra las mujeres.
He leído y visto en películas y documentales de TV que aún persisten los harenes (y la trata de esclav@s sexuales), más sofisticados y quizá peores que los de antaño en algunos aspectos, claro que no me consta y hay que tener en cuenta la «fuente», pero, la verdad, no lo dudo.
Terrible y triste, muy triste.
Un abrazo
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