Por Silvia Eugenia Ruiz Bachiller
Bellas fotos de nuestros volcanes:

foto de Regina Teucher Pérez, texto ¿?
Popocatépetl e Iztaccíhuatl
“Se cuentan muchas leyendas y mitos sobre los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl. Una de ellas dice que en el valle de México había un poderoso emperador con espíritu guerrero. Este emperador tenía una hija, la princesa Iztaccíhuatl.
La princesa se enamoró de Popocatépetl, un joven guerrero valeroso e inteligente. El emperador veía con agrado el mnatrimonio de su hija Iztaccíhuatl con el joven guerrero.
Cuando Iztaccíhuatl y Popocatépetl iban a celebrar su boda, los ejércitos enemigos decidieron atacar. El emperador reunió a sus guerreros y confió a Popocatépetl la misión de dirigirlos en los combates.
Popocatépetl fue a la guerra y tras varios meses de combate logró vencer al enemigo. Antes de que el emperador conociera de la victoria, un guerrero que rival de Popocatépetl le mintió e informo que había muerto en combate el prometido de Iztaccíhuatl, ella escuchó esa noticia y lloró amargamente. Dejó de comer y cayó en un sueño profundo, sin que nadie pudiera despertarla.
Cuando Popocatépetl regresó victorioso buscó a Iztaccíhuatl, pero la encontró inconsciente. La cargó en sus brazos, tomó una antorcha encendida y salió del palacio y de la ciudad. Se llevó el cuerpo de Iztaccíhuatl a lo alto de un cerro donde le cubrió con flores blancas y la abrazo largamente, no quería soltarla, quería morir junto a ella. Tomó una antorcha y permaneció arrodillado a su lado velando su sueño eterno.
Los señores de la creación sintieron compasión por ellos. De pronto en la ciudad se sintió un fuerte temblor, las nubes se tornaron negras, el miedo se apoderó de todos. La noche cubrió el cielo. Fue una noche larga, interminable. Pero por fin amaneció, los señores los cubrieron con un abrigo de ramas y nieve y los convirtieron en montañas. Una con la silueta de una joven mujer y el otro un volcán que sigue ardiendo de amor en su interior.
Los habitantes del valle se asombraron al ver dos montañas muy altas que habían surgido de la tierra y lanzaban llamas hacia el cielo. Se trataba de dos volcanes.
Cuando el emperador vio las montañas, dijo a su pueblo: Iztaccíhuatl y Popocatépetl murieron de tristeza porque no podían vivir el uno sin el otro. Que el amor los ha transformado en volcanes y su corazón ardería para siempre como una flama.”
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Nuestros hermosos volcanes del Valle de México
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MI MUY QUERIDA SILVIA, SEGUI TUS INSTRUCCIONES Y EUREKA TUVE EXITO. TE FELICITO POR TODO FOTOS Y LEYENDAS, CON MI CARI;O DE SIEMPRE, GRACIAS, TU AMIGO MANUEL
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Querido Manolo, no sé por qué, pero tu comentario estaba en Spam, casi nunca reviso, pero qué bueno que hoy lo hice para salvar tu comentario, me da gusto que al fin hayas podido abrir el enlace a la leyenda, que me parece muy hermosa
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i dimt speak spanish
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Ok
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Hermosa y triste… qué maravilla, muchas gracias por compartir tan especial leyenda!! abrazos y bendiciones volcánicas!!
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Gracias amiga, sí es una leyenda muy hermosa. Un abrazo de luz
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